Ding resurge en el Mundial de ajedrez: vuelve a la silla y logra un empate bals¨¢mico gracias a sus amigos y a Bob Dylan

Hay empates que saben a victoria. Como el de Liren Ding con las piezas negras frente a Ian Niep¨®mniashi en la tercera partida del Mundial de ajedrez de Astan¨¢ (Kazajist¨¢n) tras perder la segunda el lunes, muy deprimido. En menos de 48 horas, el chino se ha transfigurado: ahora sonr¨ªe sin esfuerzo, est¨¢ casi siempre en el escenario y no en el camerino, y juega mucho mejor. El jueves tendr¨¢ la iniciativa de las blancas en la cuarta de las 14 partidas previstas con el marcador en contra por 1-2 y dos millones de euros en juego (el 60% para el vencedor).

¡°Me ofrecieron un psic¨®logo, pero lo rechac¨¦. Fueron mis amigos quienes me arreglaron el problema emocional¡±, explic¨® Ding, radiante, en la conferencia de prensa, mientras Niep¨®mniashi, a unos tres metros, pon¨ªa cara de no comprender la metamorfosis repentina de su rival, quien a?adi¨® que tambi¨¦n lo hab¨ªa ayudado escuchar Blowin¡¯ in the wind (soplando en el viento), de Bob Dylan. Poco antes se hab¨ªa venido arriba para decir incluso que no estaba contento con el resultado porque hab¨ªa llegado a tener ventaja. El contraste con el Ding del lunes era tan grande que hab¨ªa que frotarse los ojos para comprobar que no era un sue?o.

El tercer asalto empez¨® con el saque de honor de un h¨¦roe nacional kazajo, el astronauta Talgat Musab¨¢yev, participante en varias expediciones prominentes del proyecto Soyuz en tiempos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Al parecer, el ajedrez y la cosmon¨¢utica mezclan muy bien porque el estadounidense Neil Armstrong, el primer ser humano en pisar la Luna, tambi¨¦n fue ajedrecista, como otro h¨¦roe de la URSS, Vitali Sebasti¨¢nov, quien adem¨¢s presidi¨® despu¨¦s la Federaci¨®n Sovi¨¦tica de Ajedrez y fue muy amigo de Anatoli K¨¢rpov; tanto, que se lo vio llorar por los pasillos del Teatro Chaikovski de Mosc¨² el 9 de noviembre de 1985, cuando su ¨ªdolo fue destronado por Gari Kasp¨¢rov.

Ese invitado especial daba el pie perfecto para preguntarse si Ding seguir¨ªa en la Luna, como en las dos primeras partidas. El primer lance de Niep¨®mniashi aliment¨® esa creencia porque sorprendi¨® al chino adelantando dos pasos el pe¨®n de dama (1 d4) en lugar del de rey (1 e4), que es su apertura favorita. Pero Ding tard¨® apenas 30 segundos en encajar ese peque?o golpe ¡ªpuede darse por seguro que ven¨ªa muy preparado contra 1 e4¡ª, y empez¨® a jugar con gran soltura, muy convencido de lo que hac¨ªa y sin ausentarse apenas del escenario, salvo peque?as escapadas.

Esa actitud encaja bien con el enojo que mostraban los componentes de la delegaci¨®n china el martes por la ma?ana sobre la actitud de Ding en el segundo asalto, cuando lleg¨® a permanecer hasta 27 minutos en su camerino a pesar de que le tocaba jugar. Aparte de Bob Dylan y sus amigos, tambi¨¦n puede darse por cierto que a Ding le hicieron una clara advertencia para que cambiase su comportamiento con urgencia.

Lo hizo. Y, en efecto, hubo un momento en que dio la sensaci¨®n de que jugaba a ganar, sin conformarse con el empate. Pero, m¨¢s all¨¢ de peque?as imprecisiones, Niep¨®mniashi se mantuvo s¨®lido hasta el reparto del punto por triple repetici¨®n de jugadas, en el movimiento 30 y tras poco m¨¢s de tres horas de lucha interesante.

Niep¨®mniashi no son¨® muy convincente cuando EL PA?S le pregunt¨® por qu¨¦ no hab¨ªa logrado ventaja alguna tras seguir de memoria los primeros 16 movimientos de una partida de Ding contra el neerland¨¦s Anish Giri, sexto del mundo, en 2022: ¡°El Gambito de Dama es un tipo de apertura que produce posiciones muy igualadas si ambos bandos juegan bien¡±, explic¨®, lo que tiene poco sentido porque la jugada 17 del ruso fue peor que la de Giri.

La interpretaci¨®n m¨¢s l¨®gica es que Niep¨®mniashi plante¨® una partida tranquila, sin prepararla muy a fondo, con el doble objetivo de sorprender a su adversario en la elecci¨®n de la apertura y poner la ca?a a ver si picaba (comet¨ªa un error), dado su evidente estado de fragilidad del domingo y del lunes. Pero hete aqu¨ª que el asi¨¢tico baj¨® de pronto de la Luna a la Tierra a la velocidad de una nave espacial. No es dif¨ªcil imaginarlo cantando Blowin¡¯ in the wind mientras regresaba a su hotel, ufano a pesar de que tiene un punto menos. Pero quedan 11 asaltos de un combate que se presum¨ªa dur¨ªsimo, y quiz¨¢ lo sea a pesar de todo.

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