Imagen surrealista en el Mundial de ajedrez: millones de espectadores mirando una mesa vac¨ªa con el reloj en marcha
La FIDE estudia impedir que los finalistas, Niep¨®mniashi y Ding, pasen m¨¢s tiempo en la sala de descanso que en el escenario
Un Mundial de ajedrez sin sus dos finalistas es como un jard¨ªn sin flores. Es lo que parece el que se disputa en Astan¨¢ (Kazajist¨¢n), en donde el ruso Ian Niep¨®mniashi y el chino Liren Ding pasan m¨¢s tiempo en su sala de descanso que ante la mesa del escenario, donde est¨¢n las piezas y el reloj en marcha. ?A qu¨¦ patrocinador le interesa tal imagen surrealista, retransmitida en directo a millones de aficionados? ?Por qu¨¦ prefieren estar ausentes? ?Pueden aprovecharlo para hacer trampas? Niep¨®mniashi domina por 1,5-0,5 y conducir¨¢ las piezas blancas el mi¨¦rcoles en la tercera de las 14 partidas previstas.
¡°No s¨¦ si lo podremos conseguir en este Mundial, pero estamos consultando las medidas posibles para que los jugadores no pasen tanto tiempo fuera del escenario¡±, responde a EL PA?S el presidente de la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez (FIDE), el ruso Arkady Dvork¨®vich. Lo manifestado el lunes por ambos contendientes no invita al optimismo, aunque dos miembros de la Federaci¨®n China se mostraron contrariados porque su jugador llegara a quedarse hasta 27 minutos en la sala cuando le tocaba mover, ¡°porque en el ir y venir se pierde tiempo y concentraci¨®n¡±. Ding explic¨® despu¨¦s, entre balbuceos y claras muestras de depresi¨®n tras la derrota, el motivo de esa extra?a actitud: ¡°Cuando estoy en la sala de descanso [donde se ve la posici¨®n en el tablero por una pantalla], me siento como en los muchos torneos que jugu¨¦ por internet durante la pandemia. Es muy distinto analizar una posici¨®n en un monitor o en la mesa, donde solo me qued¨¦ cuando ya estaba apurado de tiempo¡±.
Niep¨®mniashi fue m¨¢s contundente y revelador: ¡°Solo puedo estar de acuerdo. A m¨ª tambi¨¦n me recuerda la cantidad de torneos durante la covid. No creo que deba haber restricci¨®n alguna al tiempo que pasamos ah¨ª. Yo lo hice con frecuencia en el Mundial de Dub¨¢i [2021, contra el todav¨ªa campe¨®n, el noruego Magnus Carlsen] porque com¨ªa mucho durante las partidas¡±.
Entre las medidas que consideran los directivos de la FIDE est¨¢ la de que esas salas no tengas pantallas, donde las jugadas se reflejan al instante porque el tablero donde se disputa el Mundial es electr¨®nico (con chips invisibles insertados en su interior) y env¨ªa la se?al a internet y a todos los monitores instalados en la sede. Si se aplicara esa medida, los jugadores ser¨ªan avisados de que el rival ha movido, pero tendr¨ªan que analizar la posici¨®n a ciegas (memorizando la ubicaci¨®n de las piezas), lo que produce mucho m¨¢s cansancio que ver el tablero. La opci¨®n de limitar estrictamente el tiempo que pueden pasar en esas habitaciones no se contempla, de momento.
?Y se puede aprovechar esa gran tolerancia actual para hacer trampas (por ejemplo, consultando un m¨®vil escondido, donde est¨¦ instalado un programa inform¨¢tico que calcula millones de jugadas por segundo)? Los directivos de la FIDE consultados dan por seguro que no, y arguyen motivos muy s¨®lidos. Para empezar, en esas salas hay c¨¢maras de control remoto, cuyas im¨¢genes pueden ver los ¨¢rbitros en cualquier momento.
Adem¨¢s, a ra¨ªz de la acusaci¨®n, sin prueba alguna, lanzada por Carlsen contra el estadounidense Hans Niemann, quien lo derrot¨® el 4 de septiembre en San Luis (Estados Unidos), las medidas preventivas antitrampa se cuidan minuciosamente. Niep¨®mniashi y Ding est¨¢n obligados a llegar a la sede del Mundial con no menos de 10 minutos de antelaci¨®n (bajo multa de 10.000 euros) para ser escaneados tras depositar en la mesa arbitral todos los objetos met¨¢licos que lleven, incluido el m¨®vil, relojes inteligentes, etc¨¦tera. Adicionalmente, los ¨¢rbitros pueden acercar a sus o¨ªdos un im¨¢n que extraiga cualquier min¨²sculo auricular, como se hizo recientemente en el torneo de D¨¹sseldorf (Alemania). De este modo se imposibilita que un c¨®mplice, siguiendo la partida en directo por internet con la ayuda de un m¨®dulo de an¨¢lisis muy potente, pueda soplar las mejores jugadas en directo por ese artilugio.
Pero a¨²n hay m¨¢s. Por ejemplo, un inhibidor de frecuencias que impide el funcionamiento de cualquier dispositivo conectado a internet en varios metros a la redonda. En cuanto a los espectadores, est¨¢n separados del escenario por un cristal opaco, de modo que ellos s¨ª ven a los jugadores, pero estos no a ellos, lo que impide la comunicaci¨®n por gestos. El espa?ol David Llada, jefe de Comunicaci¨®n de la FIDE a?ade: ¡°No podemos explicar todas las medidas de seguridad que se aplican, ni dar muchos detalles. Mantener parte de esta informaci¨®n confidencial es crucial para que las medidas sean efectivas¡±.
Aparte del peculiar caso Niemann, quien ha demandado a Carlsen por cientos de millones de d¨®lares, ning¨²n jugador de los cien mejores del mundo ha sido acusado nunca de trampas. Salvo una escandalosa excepci¨®n: el checo Rausis, quien se aup¨® hasta el 53? del escalaf¨®n a la muy llamativa edad de 58 a?os y fue cazado con las manos en la masa (foto de ¨¦l sentado en la taza del inodoro consultando un m¨®vil durante una partida). De modo que los patrocinadores del ajedrez pueden estar tranquilos por ese lado. Pero la otra pregunta queda en el aire: a qu¨¦ potencial esp¨®nsor le puede interesar la imagen de una mesa con tablero, piezas movidas, reloj en marcha, banderas y sillas, pero sin jugadores.
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