Colombia trata de confirmar la muerte de Iv¨¢n M¨¢rquez, l¨ªder de las disidencias de las FARC, en Venezuela
Un comando cazarrecompensas ha acabado con la vida de otros cuatro guerrilleros que no se acogieron al proceso de paz en el ¨²ltimo a?o
Colombia est¨¢ tratando de confirmar la muerte de uno de los l¨ªderes hist¨®ricos de las FARC, Iv¨¢n M¨¢rquez. El guerrillero fue clave en el proceso de paz de 2016, pero despu¨¦s se sinti¨® enga?ado y regres¨® a las armas. En la clandestinidad ha encontrado la muerte, seg¨²n apuntan los datos de las fuerzas de seguridad que, sin embargo, todav¨ªa no han tenido acceso al cad¨¢ver. M¨¢rquez, de 67 a?os, habr¨ªa fallecido en la frontera, del lado venezolano, a manos de un grupo de ¨¦lite conocido como Lobo, especializado en el cobro de recompensas. La DEA ofrec¨ªa 10 millones de d¨®lares por su cabeza.
El presidente Iv¨¢n Duque confirm¨® por la ma?ana que su Gobierno trataba de confirmar la noticia: ¡°Estamos trabajando con la inteligencia para verificar esa informaci¨®n¡±. M¨¢rquez era en este momento el jefe m¨¢ximo de las disidencias, los grupos que no quisieron reintegrarse a la vida civil. Su papel ahora ten¨ªa m¨¢s que ver con el narcotr¨¢fico y la delincuencia que con los ideales de los campesinos que se levantaron en armas hace m¨¢s de medio siglo. La muerte por confirmar de M¨¢rquez sigue el mismo patr¨®n que la de su gente de confianza, como Jes¨²s Santrich, Roma?a o El Paisa. Los tres murieron emboscados en los alrededores de los campamentos en los que se escond¨ªan. Los tres en circunstancias extra?as, sin que los gobiernos de un lado u otro ofrecieran una explicaci¨®n clara. El cad¨¢ver de Santrich apareci¨® sin uno de sus dedos ¨ªndice.
Estas operaciones tan misteriosas las comanda una fuerza de ¨¦lite integrada por polic¨ªas, miembros de las fuerzas especiales y antiguos militares estadounidenses, seg¨²n fuentes de seguridad. El equipo da con las coordenadas de estos criminales que se encuentran entre los m¨¢s buscados y ejecuta su plan. Desde que vio morir a sus camaradas, M¨¢rquez trat¨® de huir a Cuba o Nicaragua en busca de protecci¨®n. No lo consigui¨®. Otra de las versiones que circulan es que su asesinato ha sido una venganza de Iv¨¢n Mordisco, el sucesor de Gentil Duarte, otro disidente abatido hace unas semanas por los Lobo. Mordisco creer¨ªa que fue el propio M¨¢rquez quien rebel¨® la ubicaci¨®n de Duarte, un estorbo en su intento de aglutinar a todos los disidentes y crear un grupo fuerte que controle el territorio, como en su d¨ªa hicieron las FARC.
M¨¢rquez ingres¨® en la guerrilla en 1982, de la mano de Rodrigo Londo?o, alias Timochenko . ¡°Doy por hecho que est¨¢ muerto. Fue igual con los otros tres. Siento mucha tristeza porque fuimos compa?eros¡±, dice Londo?o por tel¨¦fono, ¨²ltimo comandante en jefe de las FARC. A diferencia de M¨¢rquez, ¨¦l se acogi¨® a la paz por completo y ahora vive en una finca con una esposa y un hijo que este s¨¢bado cumpl¨ªa tres a?os. Recuerda que conoci¨® a M¨¢rquez cuando fue pedirle explicaciones a un contable de la zona del Caquet¨¢, en el Amazonas, que pod¨ªa estar desviando dinero. Timochenko y el Mono Jojoy, otro de los cabecillas que dos d¨¦cadas despu¨¦s morir¨ªa en un bombardeo, echaron a ese contable que adem¨¢s trabajaba con narcotraficantes y le confiaron el puesto a M¨¢rquez.
¡°Le dije si quer¨ªa ingresar a filas, y de inmediato dijo que s¨ª. Fue un apoyo muy grande¡± contin¨²a Londo?o. M¨¢rquez despu¨¦s ascendi¨® y lleg¨® a ser comandante de uno de los bloques. Ide¨® alguno de los atentados m¨¢s sangrientos de las FARC, como la bomba colocada en un club social de Bogot¨¢ en el que murieron m¨¢s de 30 personas y resultas heridas m¨¢s de 200. Timochenko y ¨¦l estrecharon su colaboraci¨®n: ¡°La guerra genera unos lazos ¨²nicos entre la gente y llegamos juntos al proceso de paz¡±. Ah¨ª M¨¢rquez jug¨® un papel importante, de portavoz. Aunque era muy reticente, sent¨ªa que era una trampa, que los iban a enga?ar. ¡°En alg¨²n momento en La Habana le dije que si cre¨ªa eso pues que regres¨¢ramos a la guerra y ¨¦l dijo que no. Me contest¨® con un dicho campesino: ¡®Vamos a buscar la comba al palo¡¯. Y culminamos el acuerdo y ah¨ª parec¨ªa todo encarrilado¡±.
Sin embargo, M¨¢rquez no quer¨ªa dejar del todo las armas. Trat¨® que la formaci¨®n pol¨ªtica que surgi¨®, Partido Comunes, tuviera un brazo armado. ¡°Nosotros quer¨ªamos la paz a tiempo completo y ¨¦l tom¨® la decisi¨®n de irse. Lo lament¨¦ profundamente entonces y lo lamento profundamente ahora¡±, a?ade Londo?o. M¨¢rquez difundi¨® un v¨ªdeo en 2019 en el que aparec¨ªa de nuevo vestido de verde militar, rodeado de combatientes pertrechados con fusiles, para anunciar que regresaba a la lucha armada. La mayor¨ªa de los que aparecen en esas im¨¢genes est¨¢n muertos, puede que incluido el propio M¨¢rquez. Los servicios de inteligencia colombianos tratan de confirmarlo.
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