La promesa del cannabis medicinal tiene futuro, aunque condicionado
Aunque se ha planteado como un motor de desarrollo econ¨®mico en Colombia, tras seis a?os de su legalizaci¨®n es evidente la necesidad de reformas
La legalizaci¨®n del cannabis gener¨® una explosi¨®n de empresas, cooperativas, asociaciones y productores individuales que vieron una gran oportunidad de negocio, pero los elegidos ser¨¢n pocos. ¡°Esto va a ser un mercado para diez o veinte y va a tener rendimiento para esas diez, pero seguramente no de los niveles que se han pensado¡±, le cuenta a EL PA?S Efra¨ªn L¨®pez Amaris, director del estudio jur¨ªdico ?rpez Company, que asesora gobiernos y sector privado en el tema del cannabis. ¡°El fracaso de la industria de cannabis viene desde las grandes escalas y repercuti¨® en las peque?as, y no solo en Colombia (...) Los inversionistas se dedicaron a vender expectativas sobre rendimientos futuros, captaron la inversi¨®n. Ahora la industria tiene sobreoferta y el valor del cannabis es muy bajo. Va a haber muchas empresas quebradas¡±, explica L¨®pez. ¡°En ese descalabro est¨¢n todos, no hay una empresa que no est¨¦ en rojo en Colombia¡±, afirma Diana Valenzuela, directora jur¨ªdica de Anandamida Gardens e integrante de la junta directiva de la Asociaci¨®n Colombiana de Industrias del Cannabis - Asocolcanna. Precisamente, el presidente Gustavo Petro ha puesto la discusi¨®n sobre la mesa y ha abierto la puerta para hacer reformas.
Para, un problema estructural del sector est¨¢ en que no hay a qui¨¦n venderle. Para ella, la soluci¨®n est¨¢ en la regularizaci¨®n del uso adulto. Iniciar por la legalizaci¨®n del medicinal fue estrat¨¦gico porque permiti¨® ¡°abrir mentes, o abrir paso, en un mundo de mucho estigma¡±, pero se requiere dar un paso m¨¢s. Esta idea encontr¨® un aliado en la administraci¨®n de Petro, quien desde su primera semana como presidente propuso legalizar el cannabis incluso sin licencia, para consumo interno y exportaci¨®n.
En el empalme con el Gobierno saliente, el equipo del Pacto Hist¨®rico de Petro se?al¨® que en el sector de drogas hay una dispersi¨®n de competencias entre entidades, que hay poco presupuesto y que hab¨ªa un ¡°sistem¨¢tico bloqueo del gobierno saliente, que nos entrega solo discursos misionales sin cifras¡±. Tambi¨¦n mencion¨® la necesidad de investigar posible corrupci¨®n en contratos y frenar las acciones que generan estigmatizaci¨®n contra productores y consumidores. La propuesta del Gobierno es centralizar la pol¨ªtica de drogas en la Presidencia de la Rep¨²blica para elaborar una pol¨ªtica p¨²blica integral, basada en un enfoque de derechos humanos y paz, con la participaci¨®n de las poblaciones hist¨®ricamente afectadas por la prohibici¨®n.
Hay dos proyectos de ley en el Congreso colombiano, de los congresistas Gustavo Bol¨ªvar y Alejandro Ocampo (ambos del Pacto Hist¨®rico), y otras dos propuestas de reforma constitucionales, de los representantes liberales Juan Carlos Lozada y Carlos Ardila. Todas est¨¢n encaminadas a la aprobaci¨®n del uso adulto del cannabis. Se necesita cambiar la Constituci¨®n porque una enmienda a su art¨ªculo 49, hecha en 2009 e impulsada por el entonces presidente ?lvaro Uribe, proh¨ªbe el porte y el consumo de sustancias estupefacientes o sicotr¨®picas salvo prescripci¨®n m¨¦dica.
El proyecto m¨¢s completo es el de Bol¨ªvar, que propone la legalizaci¨®n para mayores de 18 a?os, desde un enfoque similar al propuesto por el equipo de empalme. Hace ¨¦nfasis en la inclusi¨®n de los peque?os y medianos productores, especialmente los de las regiones afectadas por los cultivos de uso il¨ªcito y por el conflicto armado, con medidas espec¨ªficas para facilitarles el acceso a las licencias como hacerlas gratuitas, as¨ª como el reconocimiento de semillas de comunidades ind¨ªgenas, campesinas y minor¨ªas raciales. En relaci¨®n con el consumo, contempla la garant¨ªa para el auto - cultivo, la creaci¨®n de dispensarios p¨²blicos o privados, el comercio electr¨®nico y la conformaci¨®n de clubes o asociaciones.
Bol¨ªvar aborda tambi¨¦n la eliminaci¨®n de antecedentes penales para las personas condenadas por delitos relacionados con el cannabis, cuando los responsables est¨¦n ¡°en situaci¨®n de pobreza, extrema vulnerabilidad por su condici¨®n de exclusi¨®n, discapacidad, coacci¨®n de un tercero¡±. Esto refuerza la libertad que podr¨ªan pedir alegando el principio de favorabilidad penal. Solamente en el municipio caucano de Toribio, las autoridades tradicionales reportan saber de unos 300 j¨®venes privados de libertad por hechos relacionados con la marihuana, explica Buenaventura Opocu¨¦, vicepresidente de la Asociaci¨®n Agropecuaria ind¨ªgena y campesina de cannabis medicinal - ASOICANN, integrada por habitantes de ese municipio.
Adem¨¢s de la reforma legislativa, los productores grandes peque?os y medianos consultados coinciden en que la promesa solo despegar¨¢ si adem¨¢s el Gobierno toma medidas decisivas, como asumir el apoyo a los peque?os y medianos productores de cannabis con apoyo t¨¦cnico. ¡°No he visto muy frecuentemente que el Estado renuncie a su responsabilidad de manera tan directa¡± afirma Juli¨¢n Wilches, cofundador y director de asuntos corporativos y regulatorios de Clever Leaves , una de las principales productoras de cannabis medicinal en el pa¨ªs.
En relaci¨®n espec¨ªfica con los peque?os y medianos, L¨®pez afirma que solamente el Estado va a poder sacarlos adelante, y ¡°con mucho dinero de por medio¡±. Valenzuela considera que el Estado debe invertir tambi¨¦n en la investigaci¨®n, especialmente en el ¨¢mbito m¨¦dico, que es pr¨¢cticamente inexistente en el pa¨ªs. El Ministerio de Ciencia solo ha apoyado una iniciativa, encaminada a promover la transferencia tecnol¨®gica necesaria para producir cannabis y sus derivados en Colombia, llamada ¡°Evaluaci¨®n de formulaciones nanoestructuradas de extractos de Cannabis encapsulados en micelas polim¨¦ricas para el tratamiento del dolor cr¨®nico¡±.
?scar Ospina Quintero, secretario de salud de Popay¨¢n, est¨¢ tratando de impulsar una asociaci¨®n de m¨¦dicos especialistas prescriptores de cannabis. Para ¨¦l, se requiere formarlos en el conocimiento de los usos m¨¦dicos de la planta e inclusive traer a quienes m¨¢s han avanzado en eso en otros pa¨ªses. Hoy solamente existen hay dos medicamentos aprobados con base de cannabis en Colombia, el Epidiolex y el Sativex, por lo que el acceso de los pacientes ha sido por medio de f¨®rmulas magistrales, elaboradas por un boticario a partir de una prescripci¨®n m¨¦dica personalizada seg¨²n las necesidades espec¨ªficas del paciente, como se?ala Valenzuela. Que el cannabis siga figurando como una sustancia psicoactiva de uso controlado genera suspicacia de parte de muchos profesionales de la salud.
En el sector tambi¨¦n piden solucionar el tr¨¢nsito de quienes ya cultivan marihuana hacia la producci¨®n legal. En ASOICANN, explica Opocu¨¦, no lograron obtener una licencia de cultivo. Cuenta que el Ministerio de Justicia demor¨® un a?o la visita t¨¦cnica inicial que deb¨ªa hacer en menos de dos meses; cuando la hicieron, se hab¨ªa da?ado la infraestructura construida y no ten¨ªan los recursos para reconstruirla. Adem¨¢s, el cannabis no est¨¢ incluido en el Programa Nacional de Sustituci¨®n de Cultivos de Uso Il¨ªcito.
Opocu¨¦ cuenta que las m¨¢s de 7.000 familias cultivadoras de marihuana de Torib¨ªo se est¨¢n preparando para la legalizaci¨®n del cannabis de uso adulto. Dice que esperan que se priorice el norte del Cauca ¡°con infraestructura, con licencias, con comercializaci¨®n¡±. Proponen tambi¨¦n que el gobierno propio de los pueblos ind¨ªgenas pueda dar licencias.
La necesidad de que la producci¨®n legal mejore las regiones afectadas por la guerra contra las drogas est¨¢ tambi¨¦n sobre la mesa. El centro de pensamiento Dejusticia public¨® un estudio el 4 de agosto en el que propone que la pol¨ªtica fiscal establezca impuestos a la producci¨®n, comercializaci¨®n y consumo de marihuana en un mercado legalizado. Tomando el modelo existente en Estados Unidos, proponen que los recursos obtenidos por esta v¨ªa se destinen a programas de reparaci¨®n en los territorios afectados.
Un ¨²ltimo tema que piden los consultados es la creaci¨®n de espacios de articulaci¨®n para elaborar una pol¨ªtica p¨²blica que fortalezca el sector. ¡°De eso se encarga la direcci¨®n de cadenas productivas del Ministerio de Agricultura y desde hace dos o m¨¢s a?os se ha venido tratando de consolidar la cadena productiva¡±, dice Efra¨ªn L¨®pez. Agrega que la cadena es importante porque ser¨ªa el veh¨ªculo de interlocuci¨®n entre el Gobierno y la industria. Todav¨ªa no ha sido conformada, aunque hay avances regionales sobre todo en Cundinamarca, Antioquia y Cauca; para L¨®pez se consolidar¨¢ cuando el sector se depure un poco.
Ospina ha venido avanzando desde la Secretar¨ªa de Salud de Popay¨¢n en conformar una mesa cannabica en el municipio. Est¨¢n trabajando en un decreto que le d¨¦ respaldo legal para que ¡°pueda hacer incidencia en los usos medicinal y recreativo, haciendo pactos ciudadanos y planteando debates, por ejemplo, de qui¨¦n puede usar un parque. Hay que hacerlo trabajando con la gente¡±. Espera que el alcalde firme el decreto antes de octubre de este a?o.
Sin esas reformas legales que despenalicen el consumo adulto y regulen el mercado, y esas medidas que lo doten de las herramientas que tienen otros sectores legales, la marihuana seguir¨¢ nutriendo la econom¨ªa ilegal y seguir¨¢n lejanas las expectativas de los campesinos e ind¨ªgenas de encontrar en el cannabis un camino a la productividad.
Este art¨ªculo hace parte de la serie de publicaciones resultado del Fondo para investigaciones y nuevas narrativas sobre drogas convocado por la Fundaci¨®n Gabo
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