La paz total da sus primeros pasos en Buenaventura
Los dos grupos armados ilegales m¨¢s grandes del principal puerto colombiano hicieron una tregua para demostrar sus intenciones de acogerse a la pol¨ªtica del Gobierno
Pese a que estudiaron en el mismo colegio y viven en barrios vecinos, las fronteras invisibles que dividen al puerto de Buenaventura no le han permitido a Brayan Monta?o, un l¨ªder juvenil, volver a ver a muchos de sus amigos de adolescencia. Varios de ellos terminaron engrosando las filas de las dos principales bandas delincuenciales que hacen presencia en la ciudad ¡ª Los Shottas y Los Espartanos, que suman m¨¢s de mil miembros ¡ª . El domingo, despu¨¦s de a?os de enfrentamientos, ese panorama cambi¨®. Vecinos, amigos e incluso familiares que no pod¨ªan hablar o moverse libremente, producto de la guerra intraurbana que se vive en el puerto m¨¢s importante de Colombia, se reencontraron, caminaron por calles antes prohibidas y se dieron la mano.
En la cancha principal del barrio Juan XXIII, epicentro de graves enfrentamientos el mes pasado, el deporte fue el protagonista y el veh¨ªculo para el acto simb¨®lico en el que miembros de estas dos bandas delincuenciales se dieron la mano y establecieron una tregua de paz como muestra de su inter¨¦s en acogerse a la iniciativa de Paz Total del presidente Gustavo Petro. Gracias a la mediaci¨®n de la Di¨®cesis y de la Junta de Acci¨®n Comunal del sector, j¨®venes que semanas antes estaban enfrent¨¢ndose con armas largas en ese mismo lugar, lo ¨²nico que se disputaron ese domingo fue un partido de f¨²tbol acompa?ado por una olla comunitaria liderada por la comunidad.
Desde entonces en el puerto se respiran aires de esperanza, como le cuenta el l¨ªder social, Brayan Monta?o a EL PA?S. ¡°Fue un evento cargado de emociones. Un ejercicio de volver a recuperar din¨¢micas que nosotros en las comunidades ve¨ªamos p¨¦rdidas, como la famosa olla comunitaria que tiene un sentido muy significativo para nuestra comunidades, en especial, en el pac¨ªfico colombiano¡±.
Las cifras del ¨²ltimo mes respaldan esos sentimientos de tranquilidad en el ambiente. Seg¨²n datos anunciados por el monse?or Rub¨¦n Dar¨ªo Jaramillo, obispo de Buenaventura, septiembre ha sido el mes menos violento en la ciudad en al menos dos a?os. En el puerto, donde regularmente se registran entre 20 a 25 homicidios mensuales, en septiembre solo hubo dos homicidios y ning¨²n enfrentamiento.
Sostener la paz sin una hoja de ruta
Desde agosto en las calles de Buenaventura se o¨ªan rumores sobre una posible tregua entre Los Shotas y Los Espartanos. Eso por una carta que se hizo viral, en la que varios grupos armados ilegales anunciaban su intenci¨®n de cesar hostilidades y acogerse al llamado de paz del reci¨¦n posesionado Gustavo Petro. La veracidad de la carta, que ten¨ªa la firma de estas dos bandas, jam¨¢s se comprob¨® y semanas despu¨¦s una balacera entre los dos grupos golpe¨® la esperanza, dej¨® varios desplazados y confin¨® a todo este sector de la ciudad. A los pocos d¨ªas, el 6 de septiembre Gustavo Petro vol¨® de urgencia a Buenaventura junto con su ministro de Defensa, Iv¨¢n Vel¨¢squez, e instal¨® un Puesto de Mando Unificado. En el el discurso de instalaci¨®n del puesto, el presidente hizo un llamado al di¨¢logo: ¡°Hemos convocado a un di¨¢logo regional, una mesa que debe reunir a todos y todas, incluso, invito a ¡®Los Shottas¡¯ y a ¡®Los Espartanos¡¯, los invito, pero desarmados, para conocer cu¨¢l es la visi¨®n com¨²n¡±. Esas palabras al parecer resonaron en las bandas; Monta?o las destaca por su tono conciliador.
Juan Manuel Torres Erazo, investigador y coordinador de la oficina pac¨ªfico en la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n (PARES), coincide, y se?ala la importancia de que Petro reiteradamente en sus discursos convoque a cesar la violencia desde todos los grupos. Sin embargo, apunta a la urgencia de que el Gobierno act¨²e r¨¢pidamente para lograr sostener estos gestos de paz. ¡°Es cierto que hay una voluntad real de paz, pero es un proceso que todav¨ªa puede resultar muy fr¨¢gil por las mismas caracter¨ªsticas de estos grupos, por quienes lo componen y tambi¨¦n por por lo por la inseguridad jur¨ªdica que hay¡±, asegura.
Este terreno es fangoso pues todav¨ªa no es claro bajo qu¨¦ figura se har¨ªa el proceso de acogimiento de estas dos bandas, dado su origen. Los Espartanos y Los Shotas nacieron despu¨¦s de la desarticulaci¨®n del grupo delincuencial La Local, una banda sucesora del Clan del Golfo que logr¨® agrupar a varias de las bandas locales. Su relaci¨®n con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia no es muy clara. Y despu¨¦s de varias capturas masivas en 2021, hay por lo menos 400 de sus miembros en diferentes c¨¢rceles del pa¨ªs, mismos que han expresado su deseo de participar en la iniciativa de sometimiento que ha planteado Petro.
Hasta hace algunos d¨ªas, el Gobierno anunci¨® su borrador de proyecto de Ley de Sometimiento. Todav¨ªa est¨¢ sujeto a cambios, pero plantea tres grandes pasos: modificar la Ley de Orden P¨²blico para que el Gobierno pueda iniciar di¨¢logos con diferentes grupos ilegales, ajustar el procedimiento penal en la etapa de acusaci¨®n y crear un proceso para que los jueces puedan emitir sentencias sobre los grupos delincuenciales de forma colectiva. El borrador est¨¢ en manos de la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n para su revisi¨®n y posteriormente pasar¨ªa al Congreso de la Rep¨²blica.
Para que el proyecto pase a ser ley faltan varios meses, y para Torres es fundamental que en paralelo a ese tr¨¢mite legal el Gobierno agregue a su estrategia un componente que se ajuste al contexto de cada territorio y as¨ª hacerlo sostenible: ¡°En Buenaventura hubo zonas con un foco muy fuerte de enfrentamientos, hay que recuperar algunos barrios y articular con las organizaciones sociales de base que ya hay en el territorio que han venido haciendo un trabajo importante por la paz y tienen un papel clave¡±, dice el experto.Monta?o a?ade que se necesita que toda la sociedad est¨¦ involucrada en el proceso, no solo el Estado: ¡°Esta manifestaci¨®n de paz por parte de los dos grupos debe estar atravesada por un proceso de acompa?amiento de todos los sectores de la sociedad civil.
Esto es un llamado al pueblo bonaverense, al ciudadano de pie, para que cese el ejercicio de estigma a los j¨®venes que por diferentes razones terminaron en estos grupos y que hoy est¨¢n a puertas de dejar las armas o alejarse de esta din¨¢mica de la ilegalidad para que puedan reintegrarse a la vida civil sin ser estigmatizados y sobre todo sin ser rechazados¡±.
Pese a la incertidumbre, en Buenaventura se mantiene el ambiente festivo. En especial para los j¨®venes, la poblaci¨®n en mayor riesgo por la violencia que vive la regi¨®n. De acuerdo al bolet¨ªn: Juventud y violencia: el posconflicto en Buenaventura, realizado por PARES, los Ni?os, Ni?as y Adolescentes (NNA) son el 65% de las v¨ªctimas del confinamiento obligatorio y del 57% de las v¨ªctimas por homicidios en este municipio.
Han sido precisamente los j¨®venes quienes han manifestado a trav¨¦s de varios mensajes en redes sociales como Twitter, el impacto que ha tenido para ellos este gesto: ¡°La tregua de paz que han empezado las bandas criminales en Buenaventura ha hecho que hoy est¨¦ tomando cervezas con amigos en el Dorado, sin pensar que me pueda pasar algo o que tenga que devolverme temprano a mi casa¡±, se le¨ªa en uno de los mensajes.
Otro joven, Leonard Renter¨ªa, un reconocido activista de la ciudad hizo un llamado a apostarle a la paz: ¡°Las im¨¢genes de personas volviendo a visitar Barrios que no visitaban hace dos a?os por las fronteras invisibles es algo bonito, familias que no iban de un barrio a otro ahora se atreven a ir, debemos seguir fortaleciendo este camino de paz¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.