Fuente: Alcald¨ªa de Medell¨ªn
Fuente: Alcald¨ªa de Medell¨ªn
Fuente: Alcald¨ªa de Medell¨ªn
Fuente: Alcald¨ªa de Medell¨ªn
Fuente: Alcald¨ªa de Medell¨ªn
La ciudad colombiana pose¨ªa una de las tasas de criminalidad m¨¢s altas del mundo en los a?os noventa. Hoy es mod¨¦lica: ha logrado reducir la pobreza y la delincuencia con armas como el urbanismo, la arquitectura y un emprendimiento propio del car¨¢cter paisa a pesar de enfrentarse a¨²n a grandes desaf¨ªos como la desigualdad. ?Qu¨¦ hacer para seguir siendo referente?
Texto y fotos: Lola Hierro / Medell¨ªn (Colombia)
Lina puede saborear un zumo de lulo en un restaurante del centro. Carlos, ir tranquilo en bicicleta a la Universidad. Y los estudiantes de arquitectura de Giovanna, organizar un picnic en el Jard¨ªn Bot¨¢nico. Planes cotidianos as¨ª se sol¨ªan frustrar en el Medell¨ªn de los a?os noventa por la violencia que azotaba la ciudad, capital del departamento de Antioquia y segunda en importancia de Colombia. Ten¨ªa una de las tasas de criminalidad m¨¢s altas del mundo y cund¨ªa el miedo a los robos, los asesinatos, las balas y las bombas con las que se atacaban Pablo Escobar y sus adversarios para hacerse con el monopolio del narcotr¨¢fico. Pero hoy, los ciudadanos han recuperado el espacio p¨²blico gracias a una profunda reforma municipal que logr¨® reducir la pobreza y la delincuencia con armas como el urbanismo, la arquitectura y el emprendimiento. As¨ª pas¨® de ser punto negro en el mapa a ejemplo mundial.
Premios como el Lee Kuan Yew 2016, m¨¢ximo galard¨®n en urbanismo, o el City of the Year de 2013 a la ciudad m¨¢s innovadora del mundo avalan su m¨¦rito. Y le ha ganado terreno a la violencia: ha pasado de tener la tasa de homicidios m¨¢s alta del mundo por cada 100.000 habitantes (380,6) en 1991 a salir del ranking de las 50 m¨¢s peligrosas en 2016. Pero los paisas, los oriundos, saben que a¨²n se enfrentan a grandes desaf¨ªos: es una de las urbes m¨¢s desiguales de Am¨¦rica Latina y la mayor de toda Colombia, con un 0,56 sobre 1 en el ?ndice Gini, que sirve para medir la desigualdad. Por comparar: Barcelona tiene un 0,31.
?Qu¨¦ deben hacer Medell¨ªn y sus 3,5 millones de habitantes para continuar siendo un referente? ¡°Hace poco, un arquitecto espa?ol dec¨ªa que esta ciudad corre el riesgo de morir de ¨¦xito. Es la autocr¨ªtica obligada: el camino es a¨²n largu¨ªsimo. Hay que mostrar la realidad de una poblaci¨®n de carne y hueso que ha sufrido pero que mira al futuro con optimismo¡±. Quien as¨ª habla es Federico Guti¨¦rrez, alcalde desde enero de 2016. Se dirige a un grupo de periodistas internacionales en visita para asistir a la octava edici¨®n del Congreso Global de Emprendimiento (GEC 2016), una cita de referencia en el sector que se celebra por primera vez en un pa¨ªs de habla hispana. ¡°Todas las ciudades del mundo tienen problemas. Y yo soy un convencido de que hay que visibilizarlos para cambiarlas, no esconderlos¡±, contin¨²a.
¡°Medell¨ªn sigue teniendo barreras y divisiones sociales muy fuertes, y nos penaliza mucho la divisi¨®n territorial regida por los estratos, algo ¨²nico en el mundo¡±, opina Giovanna Spera, arquitecta y exasesora de los macroproyectos de la Alcald¨ªa de Medell¨ªn. Esos estratos socioecon¨®micos se asocian al territorio y no a la renta: los hay de pobres, clase media y alta. El 88% de la poblaci¨®n pertenec¨ªa a los cuatro m¨¢s bajos en 2011. Un peregrinaje por la ciudad, tal y como sugiere Guti¨¦rrez, permite dar con esos claroscuros. El alcalde sabe de lo que habla: sin el apoyo de ning¨²n partido, gan¨® las elecciones recorri¨¦ndola a pie: ¡°Habl¨¦ con los vecinos uno a uno y comprend¨ª sus realidades. Es lo que quiero: que los visitantes vayan y entiendan y hablen de esa Medell¨ªn real en t¨¦rminos positivos teniendo en cuenta el camino recorrido. Medell¨ªn tiene todo por ganar y todo por venir¡±.
Este paseo podr¨ªa comenzar en una estaci¨®n del Metro, la joya de la corona paisa. Su importancia se entiende al observar destacada en el peri¨®dico del d¨ªa la noticia de que un v¨¢ndalo pint¨® un graffiti en un vag¨®n. ¡°Es un drama para los ciudadanos que respetan su transporte p¨²blico porque no es s¨®lo un elemento de movilidad, sino de integraci¨®n¡±, afirma Lina G¨®mez Parra, empleada de la Agencia de Cooperaci¨®n e Inversi¨®n de Medell¨ªn (ACI). La localidad est¨¢ aposentada entre monta?as y anta?o los barrios del centro y los de los bordes, los m¨¢s pobres, no se comunicaban entre s¨ª, no hab¨ªa Estado ah¨ª. ¡°Me bajo a Medell¨ªn, dec¨ªa la gente de arriba, como si fuera esta otra ciudad¡±, recuerda. El Metroplus, hoy, une el norte con el sur y el este con el oeste. Su primo hermano, el telef¨¦rico Metrocable, conecta las cumbres donde se aposentan las comunas m¨¢s humildes con el centro, abajo. Ni en andenes, ni en vagones o escaleras se ve atisbo de suciedad. Los usuarios van en silencio, ceden el asiento. Es ¡°la cultura metro¡±, que ya cumple 20 a?os como s¨ªmbolo de desarrollo y de lo que los paisas desean para su ciudad.
Con un solo billete, un transe¨²nte puede tomar el metro, hacer escala y subirse al Metrocable para ir en volandas desde el centro hasta las quebradas (monta?as). Y bajo sus pies, en el camino, observar la desigualdad. Los edificios van mutando sus s¨®lidos muros por endebles paredes de ladrillos, suelos de grava y tejados de chapa que arden bajo el sol caribe?o. Se amontonan unos encima de otros, en inmensos asentamientos informales. Aqu¨ª reside uno de los desaf¨ªos de Medell¨ªn. ¡°Desde el urbanismo se piensa en apuestas que permitan recuperar territorios cr¨ªticos para el desarrollo y generar equidad¡±, explica Spera. ¡°La estrategia pasa por intervenir desde los poderes p¨²blicos para que los residentes tengan facilidades urbanas, agua potable, electricidad, transporte¡ ¡ªenumera¡ª pero tambi¨¦n hay que identificar cu¨¢nto de ese suelo est¨¢ mal ocupado y tratar de reubicar¡±. La arquitecta se refiere a zonas de alto riesgo por peligro de deslizamientos e inundaciones. La Alcald¨ªa calcula que en 2013 m¨¢s de 25.000 viviendas se erig¨ªan en estas ¨¢reas.
Reubicados ser¨¢n John Usuga y su esposa Gloria, de 35 y 33 a?os. Con sus cuatro hijos. ¡°Nos quieren mover porque estamos en una zona de alto riesgo por deslizamientos, pero no sabemos cu¨¢ndo ni ad¨®nde¡±, sostienen. Viven en una vereda sinuosa, rodeada de casas de apariencia fr¨¢gil sin orden ni concierto. Sobre ella, unas nov¨ªsimas escaleras puestas por la Alcald¨ªa indican presencia institucional en barriadas como esta, beneficiada por las mejoras a las que se refiere la arquitecta Spera. Pero se trata de terreno rural y la familia Usuga peligra. Para ellos es su ¨²nico hogar, insisten en que nunca han tenido problemas de seguridad y se niegan a abandonar pese a las promesas del Consistorio porque ya vieron c¨®mo su primera casa, en el barrio de la Cruz, era derribada ocho a?os atr¨¢s. ¡°Nos dieron un piso de alquiler, pero a los nueve meses la Alcald¨ªa dej¨® de pagar... Nos quedamos en la calle¡±, denuncia Gloria.
Compraron casi regalado un cobertizo con maderos y techumbre de uralita. Y hoy, este habit¨¢culo, que ha ganado terreno a la pendiente gracias a fuertes muros, es su hogar. No hay cristales en las ventanas ni suelo que no sea la monta?a, pero ellos llevan ocho a?os invirtiendo cada peso en mejorar el chamizo del que nunca vieron escrituras de propiedad. Es lo ¨²nico que tienen junto a la orden de expulsi¨®n de la vivienda anterior, que guardan como oro en pa?o porque demuestra que son, como aseguran, ¡°damnificados del Gobierno¡±.
La lucha de John y Gloria no se circunscribe a la ocupaci¨®n pac¨ªfica del terreno de su hogar. Ellos, como todos en Medell¨ªn, disponen de consultas populares: una herramienta participativa para preguntar al vecindario sobre una decisi¨®n de trascendencia territorial, pol¨ªtica o social. Pueden votar todos los menores de 14 a?os y el objetivo es lograr el apoyo a las propuestas comunitarias, que luego se entregan al Consejo Territorial de Planeaci¨®n y a la Alcald¨ªa de Medell¨ªn, y debatir sobre ellos. Y en la Comuna Ocho, donde viven los Usuga, se est¨¢ celebrando una para decidir la mejora de sus barrios.
El l¨ªder de la Ocho era Jairo Maya, ambientalista convencido, enamorado de su barrio, que falleci¨® tres d¨ªas despu¨¦s de la realizaci¨®n de este reportaje. Era un firme defensor de lo comunitario, que denunciaba el a¨²n persistente control de los grupos criminales o los tejemanejes de las autoridades. Promovi¨® innumerables iniciativas desde los a?os ochenta, entre ellas el Plan de Desarrollo Local de su Comuna y luch¨® para lograr el reconocimiento de los derechos fundamentales de los suyos y la mejora en sus condiciones de vida. Contaba Maya c¨®mo lleg¨® la cooperaci¨®n alemana en los noventa con la figura del mejoramiento de barrios y c¨®mo se legalizaron las construcciones de los bordes y se construyeron el centro de salud, el colegio¡ ¡°Ahora nos quieren quitar terreno para hacer apartamentos y sin consultar¡±, denunciaba. ¡°Ya sacaron a varias familias del barrio 13 de Noviembre. Han perdido sus trabajos y no se les est¨¢ pagando el arriendo prometido¡±. A su juicio, la soluci¨®n no estaba en desplazar a los vecinos sino en mejorar lo que ya existe.
Reflexionaba Jairo Maya con la vista puesta en la UVA Sol de Oriente desde el porche del centro social donde est¨¢ llev¨¢ndose a cabo la votaci¨®n. Las UVA o Unidades de Vida Articulada son espacios p¨²blicos transformados para uso y disfrute vecinal. La de la Ocho cuenta con aulas de inform¨¢tica y un polideportivo en la azotea. A Jairo no le convenc¨ªa: ¡°Est¨¢ muy bien contar con una UVA cuando tienes cubiertas las necesidades b¨¢sicas como trabajo, casa, escuelas buenas, agua potable¡ Pero la UVA cost¨® 20.000 millones de pesos [en realidad fueron 13.500, unos cuatro millones de euros], con eso se podr¨ªa haber construido el hospital¡±, se quejaba el hombre. Para dejar claro c¨®mo quieren los vecinos que sea su barrio, la consulta popular finaliza con un recuento de votos demoledor: 1766 a favor de las medidas de la Comuna, 19 en contra. Estas son sus credenciales ante la Alcald¨ªa a la hora de discutir el futuro de la Ocho.
Dificultades similares pasan los habitantes de Moravia, otro logro de la ciudad: antigua monta?a de basura a cielo abierto convertida en jard¨ªn gracias a un plan integral de mejora. Hoy es un espacio ejemplar donde parece que la sostenibilidad y el dise?o han ganado la batalla a la pobreza. Pero no al cien por cien: m¨¢s de 2.000 vecinos fueron reubicados, pero a¨²n quedan un centenar de casas precarias con vida en su interior. La vida de los hijos de Claudia Mar¨ªa Osorio, por ejemplo, que juegan a salpicarse con unas pistolas de agua. Llevan 15 a?os en una chabola en medio de este oasis que es Moravia y forman parte de los desconectados de Medell¨ªn: 40.000 familias de pocos recursos y desde hace menos de un a?o sin acceso a agua potable o a electricidad, o a ambas, por dos razones: retraso en el pago de facturas y/o que el lugar carece de estos servicios. As¨ª, Empresas P¨²blicas de Medell¨ªn, la compa?¨ªa p¨²blica que controla agua, electricidad, alcantarillado y parte de la telefon¨ªa, les instal¨® contadores prepago para combatir demoras. ¡°A m¨ª 4.000 pesos [poco m¨¢s de un euro] me duran tres d¨ªas para cocinar y la televisi¨®n¡±, se?ala Claudia Mar¨ªa. Puede parecer poco, pero el sueldo medio en Colombia es de 235 euros al mes.
En Medell¨ªn se respeta el m¨ªnimo vital para el agua (cinco litros por persona y d¨ªa) pero no el de la electricidad. Para la Alcald¨ªa el sistema de prepago es una soluci¨®n, pero no lo creen as¨ª en la Mesa Interbarrial de Desconectados, pues consideran que los 75.000 d¨®lares que cost¨® implementar el sistema se deb¨ªan haber usado para garantizar un acceso b¨¢sico a quienes menos tienen. Federico Guti¨¦rrez asegura que est¨¢ en marcha una inversi¨®n de 30 millones de euros para llevar agua a todos los hogares. ?Y qu¨¦ hacer por los que no pueden pagar mientras? ¡°Con educaci¨®n de calidad y estimulando emprendimientos¡±, responde. ¡°No debemos dedicarnos solo al subsidio. Hay que asistir a quien lo necesita, pero tambi¨¦n apoyar a esa persona para que salga de la pobreza, no para mantenerla en ella¡±.
Tambi¨¦n en las sencillas cumbres de Medell¨ªn hay ejemplos de prosperidad bien llevada. Y del orgullo paisa y su esp¨ªritu emprendedor, como el de los vecinos de Santa Elena. Antes pobres de solemnidad, hoy se han reconvertido en empresarios que dan la bienvenida a quienes se acercan al famoso parque Arv¨ª, a media hora en transporte p¨²blico desde el centro. Ocupa 40.000 hect¨¢reas de bosque verde y abigarrado, de rutas senderistas y de turismo ecol¨®gico. Ah¨ª, a las puertas de la parada del Metrocable abre a diario el Mercado Arv¨ª de artesan¨ªa y alimentaci¨®n. Solo se puede vender lo que uno crea con sus propias manos. En ¨¦l se gana el pan Elkin Ahmed Rinc¨®n, que decidi¨® cambiar su empleo como jefe de producci¨®n de una compa?¨ªa textil para tallar madera. Cuenta que los 48 puestos han tenido un impacto econ¨®mico positivo: han abierto m¨¢s hoteles y restaurantes. ¡°Este mercado se pens¨® para que las personas sin recursos tuvieran una oportunidad. Antes la gente robaba, ahora no lo necesitan. Unidos se pueden crear proyectos buenos para todos¡±, argumenta. Y son auto sostenibles: ¡°Arv¨ª es ejemplo nacional¡±, a?ade.
No solo los bordes son objeto de mejora para esta Medell¨ªn que quiere seguir siendo la reina de la fiesta. El centro de la ciudad debe someterse a una profunda reforma para recuperar espacio ciudadano, una remodelaci¨®n prevista en el Plan de Ordenamiento Territorial 2014-2027 del alcalde anterior, An¨ªbal Gaviria, ¡ªjunto con la de los bordes y la de la reordenaci¨®n de los m¨¢rgenes del r¨ªo¡ª. ¡°Tuvo mucho prestigio y todas las instituciones p¨²blicas est¨¢n ah¨ª pero se ha sufrido deteriorado en los ¨²ltimos a?os¡±, describe Giovanna Spera. ¡°Pese a ello es muy vital, demasiado quiz¨¢: hay mucho comercio, servicios¡ pero vive muy poca gente hoy en relaci¨®n a su potencial¡±. Spera describe las calles aleda?as a la Avenida de Jun¨ªn, un corredor peatonal de ocho manzanas, una de las principales arterias comerciales. Entre esas callejuelas es imposible abrirse paso, atiborradas de puestos ambulantes de frutas y flores, de loter¨ªa, de ropa y de la ¨²ltima moda entre ni?as paisas: adornos de pl¨¢stico multiforme y multicolor para pegar en las zapatillas Crocs. Pura econom¨ªa informal con la que subsiste el 46,7% de los trabajadores. ¡°Todo lo negativo de la ciudad (tr¨¢fico de armas y drogas, lo ilegal, etc¨¦tera) se concentra ah¨ª¡±, asevera Spera. ¡°Se est¨¢ realizando un gran esfuerzo por un plan del centro que incluya nueva vivienda, reciclaje y subdivisi¨®n de edificaciones existentes, recuperaci¨®n del Patrimonio y mejora del espacio p¨²blico¡±, sostiene.
Mejorar el centro pasa por descongestionar el tr¨¢fico, que provoca ruidos, atascos y contaminaci¨®n. Las ¨²ltimas alcald¨ªas se esforzaron por mejorar los sistemas de transporte masivo y as¨ª proliferaron las paradas de metro, de Metrocable, el reci¨¦n inaugurado tranv¨ªa y Encicla, un servicio de alquiler de bicicletas p¨²blicas que cuenta con m¨¢s de 50 estaciones, una media de 9.500 pr¨¦stamos al d¨ªa y funciona con el mismo abono transporte. ¡°Queremos lograr una integraci¨®n 100% del sistema, porque quienes m¨¢s pagan son los que menos tienen, y por eso es importante ofrecer un sistema de transporte de calidad¡±, sostiene Guti¨¦rrez. Pero a¨²n queda porque la congesti¨®n que produce el tr¨¢fico es muy visible: ¡°Uno de los problemas es que los autobuses son propiedad de privados y entrar a reorganizar es complicado, hay que negociar¡±, sostiene Spera.
La poluci¨®n preocupa a un nutrido grupo de ciudadanos activistas como La Ciudad Verde, un movimiento independiente que promueve urbes m¨¢s sostenibles. Uno de sus portavoces es Carlos Cadena Gait¨¢n, doctorado en Pol¨ªticas Verdes y Movilidad e investigador afiliado a la Universidad de las Naciones Unidas. En compa?¨ªa de otros, visita la Plaza Mayor, donde se celebra el Congreso Global de Emprendimiento, para avisar a los asistentes de que ese d¨ªa Medell¨ªn ha batido r¨¦cord de contaminaci¨®n en el aire y ha activado la alerta roja por primera vez en su historia. Cadena y compa?¨ªa reparten mascarillas a las puertas del GEC y explican los problemas de poluci¨®n de la ciudad, bien patentes porque el aire es irrespirable. ¡°Hay medidas como pico y placa, que restringen el tr¨¢fico por matr¨ªculas a determinadas horas del d¨ªa, pero son insuficientes¡±, indica Cadena. Entre sus propuestas figura endurecer a¨²n m¨¢s los cortes de tr¨¢fico y fomentar la bicicleta apoyando a colectivos como Mujeres en BICI enamoran, Siclas, T¨²nel Verde, y M¨¢sUrbano. Tambi¨¦n son impulsores de Low Carbon City, el primer foro mundial para movilizar a la sociedad y construir ciudades bajas en carbono. En su primera edici¨®n, entre el 10 y el 12 de octubre de 2016, esperan reunir a m¨¢s de 3.000 ciudadanos, gobernantes, acad¨¦micos y l¨ªderes urbanos.
Los niveles de contaminaci¨®n de la ciudad se vigilan desde Siata, o el Sistema de Alerta Temprana, un proyecto de Alcald¨ªa de Medell¨ªn y del ?rea Metropolitana del Valle de Aburr¨¢ que nace en 1990 a partir de la idea de una alumna de la Universidad de Antioquia. Con la intenci¨®n de prevenir riesgos y salvar vidas, el sistema monitoriza en tiempo real fen¨®menos como la lluvia y el viento, el estado de las quebradas y el nivel de los r¨ªos gracias a 190 sensores dispuestos por la ciudad y el ¨¢rea metropolitana del Valle de Aburr¨¢ (90% del territorio del Valle y el 100% de la ciudad). Hace un a?o y medio comenzaron a comprobar la calidad del aire. ¡°Nosotros no alertamos, sino que damos todo el insumo t¨¦cnico en tiempo real a los organismos gestores de riesgo¡±, explica Daniela Garc¨ªa, comunicadora de Siata. ¡°Esa informaci¨®n es muy importante y la tiene la ciudadan¨ªa a su disposici¨®n en una p¨¢gina web actualizada constantemente y en una aplicaci¨®n gratuita donde est¨¢n todos los datos. As¨ª las personas pueden saber la temperatura, d¨®nde llueve, si los niveles del r¨ªo est¨¢n bien o mal¡¡± ?C¨®mo contribuye Siata a mejorar la ciudad? Una particularidad del centro de Medell¨ªn es que, a diferencia de otras ciudades, en ¨¦l casi nadie vive, sino que se trabaja: multitud de f¨¢bricas operan y emiten humos desde primera hora, unos gases que Siata comprob¨® que eran altamente contaminantes. ¡°Entonces la Alcald¨ªa lanz¨® una propuesta: cambien su funcionamiento y no comiencen las emisiones a las seis, sino a las diez y media, porque es menos da?ino para nuestra salud. Algunas ya se han acogido¡±, afirma Garc¨ªa.
Pese a todo, en el centro tambi¨¦n hay zonas ya muy aseadas que parecen sacadas de otro lugar menos ca¨®tico que esta Medell¨ªn vital. El barrio de Sevilla, donde se ubica la Corporaci¨®n Ruta N, es ejemplo. ¡°Estamos convencidos de que el papel de Ruta N tiene sentido siempre y cuando las iniciativas logren generar empleos de buena calidad, eso es clave para que la ciudad avance: la educaci¨®n¡±, asevera el alcalde Guti¨¦rrez. Si hay algo que hoy genera una gran brecha social es la educaci¨®n, y con Ruta N, creado ya por alcald¨ªas anteriores, Medell¨ªn quiere contribuir a reducirla mediante esta corporaci¨®n creada entre la Alcald¨ªa, la universidad y la empresa privada con el objetivo de posicionar a la urbe en 2021 como la m¨¢s innovadora de Am¨¦rica Latina.
La tarea es mastod¨®ntica, como mastod¨®ntico es el n¨²mero de actividades, proyectos y modalidades de participaci¨®n que ofrece: desde punto de aterrizaje de emprendedores extranjeros, que encuentran en ella un lugar donde comenzar su negocio, hasta programas de investigaci¨®n con universidades p¨²blicas y privadas. ¡°Ruta N se ide¨® como hoja de ruta para crear oportunidades para los violentos¡±, asevera David Sierra, gerente de Proyectos Especiales. ¡°Si hay algo que ha hecho que Medell¨ªn funcione es que hay un trabajo permanente y conjunto del sector p¨²blico, privado y universidades¡±, ejemplifica Guti¨¦rrez. Un dato que demuestra este inter¨¦s es que un 1,3 del PIB de la ciudad se destina a innovaci¨®n, ciencia y tecnolog¨ªa, dice. ¡°Y en 2018 debemos estar invirtiendo dos puntos, eso permitir¨¢ que Medell¨ªn se siga consolidando como ciudad m¨¢s innovadora del mundo¡±.
Es a trav¨¦s de Ruta N, de las universidades y las escuelas de calidad, de la reordenaci¨®n urbana, del transporte p¨²blico y del apoyo a emprendedores e incontables proyectos, iniciativas y eventos, imposibles de enumerar, c¨®mo Medell¨ªn cree que puede superar los baches en el camino y avanzar. ¡°Tenemos una ruta clara. Sabemos para d¨®nde vamos, sentimos orgullo de lo hecho pero tenemos claro que queda un camino muy largo¡±, dice Guti¨¦rrez.
¡°No est¨¢ todo resuelto, no, pero hemos logrado construir una ciudadan¨ªa activa que discute, critica, pide, y se siente con derechos¡±, resume la arquitecta Spera. ¡°En los noventa no ten¨ªamos el concepto de espacio p¨²blico, la gente viv¨ªa encerrada en sus urbanizaciones y yo me reun¨ªa con mis compa?eros en casas de otras personas¡±. No hab¨ªa por aquel entonces un uso y disfrute de espacios p¨²blicos porque era peligroso y hoy, sin embargo, ese sentimiento ha mutado en una incipiente conciencia de lo p¨²blico, lo comunitario. ¡°Para un europeo es dif¨ªcil de entender¡±, sonr¨ªe Spera. ¡°Pero esto ya ha empezado y es maravilloso¡±.