El Gobierno de Petro lanza su primer despliegue militar para frenar la violencia en Putumayo

Una semana despu¨¦s de los enfrentamientos entre grupos armados que dejaron 18 muertos en Putumayo, el Gobierno de Gustavo Petro ha anunciado su primer despliegue militar para enfrentar la violencia que escala en esa regi¨®n fronteriza con Ecuador y Brasil. El portavoz oficial y ministro del Interior, Alfonso Prada, anunci¨® que enviar¨¢n seis pelotones con 400 hombres.

La decisi¨®n se tom¨® despu¨¦s de un Consejo de Seguridad en Palacio, al que asistieron el ministro de Defensa, Iv¨¢n Vel¨¢squez, comandantes de las diferentes fuerzas armadas y de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. La importancia de atender con urgencia esta regi¨®n es que la violencia entre los Comandos de la Frontera y el frente Primero Carolina Ram¨ªrez ha explotado en combates que dejan a la poblaci¨®n civil en el medio. La escalada violenta, adem¨¢s, desaf¨ªa la propuesta de la paz total, con la que el Gobierno de Petro pretende negociar con todos los grupos armados, incluidas las bandas de crimen organizado.

Los Comandos de la Frontera est¨¢n integrados por disidencias de las FARC de la llamada Segunda Marquetalia junto a desmovilizados de los paramilitares; y el frente Primero Carolina Ram¨ªrez, otra ala de las disidencias de las FARC y vinculado a alias Gentil Duarte. Los Comandos son tambi¨¦n una alianza narcotraficante entre los grupos La Mafia y Sinaloa, sucesora de estructuras que pertenec¨ªan al frente 48 de las FARC. Ambos hab¨ªan manifestado su inter¨¦s en participar de la ¡°paz total¡±, pero no han cumplido.

Los combates entre ellos que dejaron 18 muertos colmaron la paciencia del Gobierno de Petro. La semana pasada, el comisionado para la Paz, Danilo Rueda, les hab¨ªa dicho que la disposici¨®n al di¨¢logo ¡°tiene un l¨ªmite¡± y que en esa zona se hab¨ªan alcanzado niveles de violencia ¡°demenciales¡±. La decisi¨®n de este lunes se lee en ese contexto.

La presencia de los cultivos de uso il¨ªcito en Putumayo, 32.000 hect¨¢reas sembradas en 2021, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Il¨ªcitos ¨C SIMCI, de Naciones Unidas, son la nuez del problema en la regi¨®n. Despu¨¦s de las fallas de implementaci¨®n del programa de Sustituci¨®n de Cultivos Il¨ªcitos en el Gobierno anterior, miles de campesinos optaron por dedicarse a ese cultivo. Tambi¨¦n la cercan¨ªa a las fronteras se ha convertido en una lucha de los grupos armados que intentan controlar sus salidas y se disputan los r¨ªos para tener las mejores rutas.

Durante su intervenci¨®n, Prada asegur¨® que en estos tres meses han capturado a 130 personas en actividades criminales relacionadas con el tr¨¢fico y que han desmontado 720 laboratorios de coca. Esto ¡°ha pegado fuerte a la estructura e infraestructura de quienes trafican con las drogas y siembran terror en esa zona del pa¨ªs¡±, se?al¨® el ministro.

Los anuncios gubernamentales se dan precisamente el mismo d¨ªa que decenas de l¨ªderes de Putumayo est¨¢n en el Congreso de la Rep¨²blica en una audiencia de derechos humanos citada por el Representante a la C¨¢mara, Andr¨¦s Cancimance. All¨ª se denunci¨® que al menos 33 l¨ªderes sociales y cinco firmantes de paz han sido asesinados en lo que va de este a?o; que hacen falta inversiones y que la fuerza p¨²blica que ya est¨¢ en el territorio no hace nada para detener ese desangre.

Una alerta temprana de la Defensor¨ªa del Pueblo denuncia, adem¨¢s, la presunta relaci¨®n de las fuerzas armadas con algunos de los grupos armados que operan en la regi¨®n. La instituci¨®n asegura que las comunidades temen pedir ayuda de la fuerza p¨²blica, ¡°porque existen versiones que indican que Comandos de la Frontera tendr¨ªa supuestos informantes a su interior¡±. Seg¨²n dichas versiones, algunas personas estar¨ªan recibiendo posibles pagos para que conocer quienes est¨¢n presentando las quejas y denuncias respecto a su accionar armado, indica la Defensor¨ªa del Pueblo. Adem¨¢s, la Comisi¨®n Intereclesial de Justicia y Paz ha se?alado que la fuerte presencia de militares no solo ha reducido los efectos de la guerra, sino que los ha acentuado.

Est¨¢ por verse entonces si el nuevo despliegue militar del Gobierno de Petro tendr¨¢ impacto en el conflicto armado que vive Putumayo. De acuerdo con Prada, este ¡°desembarco¡± no ser¨¢ solo militar y se har¨¢ bajo conceptos de ¡°seguridad humana y paz total¡±. Parte del despliegue implicar¨¢ reactivar el programa de Sustituci¨®n de Cultivos Il¨ªcitos, contemplado en el acuerdo de paz entre la extinta guerrilla de las FARC y el Estado. ¡°Se ha designado al director del programa y hemos apropiado los recursos, realmente millonarios para dar cumplimiento pleno a las aspiraciones de los campesinos cocaleros que no han tenido ninguna opci¨®n diferente a los de la hoja de coca¡±, dijo.

Tambi¨¦n en el Congreso, el ministro de Justicia, N¨¦stor Osuna, se refiri¨® a la necesidad de cambiar radicalmente la pol¨ªtica de drogas como ¨²nica forma de detener el conflicto de esa regi¨®n. ¡°Queremos descriminalizar el cultivo de coca para campesinos. La persecuci¨®n penal comenzar¨ªa con la producci¨®n y el tr¨¢fico de coca¨ªna. Separar claramente lo que es la hoja de coca de la coca¨ªna¡±, asegur¨® ante las denuncias de campesinos que se sienten estigmatizados por cultivar la hoja en Putumayo. Habl¨®, adem¨¢s, de que el Gobierno quiere entregarles t¨ªtulos de propiedad ¡°a los campesinos que tengan la intenci¨®n o bien de darle uso l¨ªcito al cultivo de coca o sustituyan por otros cultivos¡±.

Tanto Prada como Osuna remarcan que, si no se toman medidas en el ¨¢mbito internacional, no habr¨¢ forma de detener el tr¨¢fico de la coca. ¡°Hemos establecido la existencia de actividad ilegal en la frontera¡±, dijo el portavoz oficial del Gobierno y anunci¨® que trabajar¨¢n en llave con Ecuador, Brasil, Per¨², Venezuela y Panam¨¢. ¡°Tenemos contacto al nivel de los ministros de Defensa y comandantes regionales de esos pa¨ªses con quienes haremos balances y planeaci¨®n de operaciones cada tres meses¡±, se?al¨® Prada. ¡°Es un problema multicrimen, son procesos criminales internacionales. Se hace indispensable la colaboraci¨®n internacional¡±, concluy¨®.

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