Alejandro Gaviria: ¡°No me gusta que me llamen intelectual, no lo soy¡±
El ministro de Educaci¨®n destaca que el gabinete de Gustavo Petro es una alianza de fuerzas pol¨ªticas diferentes unidas para responder a las demandas sociales
Cuando lanz¨® su fallida candidatura dentro de la coalici¨®n del centro pol¨ªtico, a mediados del a?o pasado, Alejandro Gaviria (Santiago de Chile, 56 a?os) record¨® en su discurso que antes que presidente quiso ser escritor. El actual ministro de Educaci¨®n del Gobierno de Gustavo Petro vuelve a su faceta de autor, un terreno en el que se siente c¨®modo, con No espero hacer ese viaje, un libro sobre las conexiones del escritor austriaco Stefan Zweig con Colombia que presenta este fin de semana en la FIL de Guadalajara. A pesar de haber publicado otros seis t¨ªtulos, algunos muy celebrados por la cr¨ªtica, a este economista y acad¨¦mico la palabra intelectual le sigue pareciendo antip¨¢tica. ¡°No me gusta que me llamen intelectual, no lo soy¡±, dice a EL PA?S en su despacho, en medio de libros y libretas que ahora suele llenar con anotaciones en medio del consejos de ministros.
¨C?Y entonces c¨®mo se definir¨ªa?
¨CEn el fondo tal vez hay una continuidad en mi vida: profesor, o educador, esa me parece una definici¨®n. Y tambi¨¦n soy un pol¨ªtico hoy en d¨ªa.
¨C?Ya no le huye a esa etiqueta?
¨CNo, ya lo asumo con responsabilidad, con plena conciencia de lo que significa. Un pol¨ªtico, no en un sentido peyorativo, pero que tiene una preocupaci¨®n fundamental por lo colectivo y por el cambio social en este momento.
Gaviria ya hab¨ªa sido ministro de Salud durante seis a?os en el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018). Su legado incluy¨® reducir los precios de medicamentos, reglamentar el cannabis medicinal y suspender las fumigaciones a¨¦reas para erradicar cultivos de coca con glifosato, un herbicida potencialmente cancer¨ªgeno. Renunci¨® a su puesto como rector de la Universidad de Los Andes para buscar llegar a la Casa de Nari?o. Petro lo consideraba el ¡°m¨¢s inteligente¡± entre sus rivales, a pesar de que sus ideas liberales chocaron en m¨¢s de una ocasi¨®n con las del hoy presidente.
Su aspiraci¨®n se desinfl¨®. Despu¨¦s de que naufrag¨® sin remedio la coalici¨®n de centro, se rebel¨® ante lo que califica como ¡°antipetrismo irracional¡± y pidi¨® votar al l¨ªder de izquierdas en la segunda vuelta por considerarlo la opci¨®n de cambio ¡°m¨¢s responsable, institucional y liberal¡±. Desde antes de posesionarse, Petro lo design¨® ministro de Educaci¨®n, un sector que considera prioritario. Entre otras, el Gobierno se propone que 500.000 j¨®venes m¨¢s ingresen a la educaci¨®n superior en este cuatrienio.
¡°La Paz y la educaci¨®n son un solo proyecto. Desde ese punto de vista, el gran Ministerio de la Paz es el Ministerio de Educaci¨®n¡±, escribe el novelista Mario Mendoza en el pr¨®logo de No espero hacer ese viaje. ¡°Es una frase que impone algo de responsabilidad, pero lo siento as¨ª de dos maneras. Una es que la educaci¨®n, en su tarea de generaci¨®n de oportunidades, ofrezca esperanzas e ilusiones, eso es fundamental para la paz. Y tambi¨¦n ese ideal de la educaci¨®n para la convivencia, para la reconciliaci¨®n. Las escuelas, colegios y universidades como ¨¢mbitos en los cuales se respeta el debate p¨²blico, en los cuales se construyen ciudadanos¡±, apunta Gaviria. ¡°S¨ª, en el fondo la educaci¨®n y la paz son un solo proyecto¡±.
Pregunta. Al comienzo de su gesti¨®n, el informe final de la Comisi¨®n de la Verdad aterriz¨® en los colegios. ?Le sorprendi¨® la resistencia que esa idea despert¨® en algunos sectores?
Respuesta. Me sorprendi¨® bastante. Se volvi¨® parte de una discusi¨®n pol¨ªtica polarizada, cuando los ejercicios que se estaban haciendo en esta idea de ¡®La escuela abraza la verdad¡¯ eran b¨¢sicamente pol¨ªticas de convivencia con las que nadie pod¨ªa estar en desacuerdo. Pero despu¨¦s vi que el pasado es un cuadril¨¢tero, y que esa disputa por el pasado, por los relatos de d¨®nde venimos y para d¨®nde vamos, hace parte de la pol¨ªtica.
P. ?El informe de la Comisi¨®n de la Verdad se debe ense?ar en los colegios?
R. Yo creo que s¨ª. Hay que lidiar con ese pasado terrible, tratar de responder colectivamente esa pregunta que hizo Pacho de Roux [el presidente de la Comisi¨®n] y es qu¨¦ diablos nos pas¨®. Masacres, tras masacres, tras masacres, y nos fuimos convirtiendo todos en insensibles. Mi ciudad, Medell¨ªn, cuando yo estaba creciendo y terminaba mi universidad, perdi¨® incluso la capacidad de contar sus muertos. De alguna manera nuestra historia est¨¢ ligada a ese conflicto. Tenemos una historia que contar. Hablar de eso, conversarlo, evitar la repetici¨®n, es algo que tiene que hacer el sector educativo.
P. Acaba de lograr que las universidades privadas moderen el aumento de las matr¨ªculas. ?Eso deber¨ªa bastar para evitar una deserci¨®n masiva?
R. No. Las universidades van a tener que estar muy pendientes y ofrecer auxilios adicionales para aquellos estudiantes o familias que enfrenten problemas econ¨®micos graves el a?o entrante. Creo que las universidades son conscientes de que esto no es suficiente. Ahora, tampoco estamos esperando una deserci¨®n masiva, pero s¨ª puede haber un aumento en la deserci¨®n. Todo depender¨¢ tambi¨¦n de lo que pase con la econom¨ªa el a?o entrante. Estamos en un momento, y lo digo como economista, en el que hay mucha incertidumbre.
P. Estamos durmiendo en la cima de un volc¨¢n, hay demasiada insatisfacci¨®n y ser¨ªa mejor tener una ¡°explosi¨®n controlada¡± con Gustavo Petro que embotellar el volc¨¢n, dijo en una frase que se hizo famosa en plena campa?a. Ahora que ya llevamos algo m¨¢s de 100 d¨ªas, ?c¨®mo califica el cambio que ha representado el Gobierno?
R. Esa frase ten¨ªa un contexto, y eran las movilizaciones de mitad del 2021. Esta ¨¦poca de locura, de demandas sociales insatisfechas. Protestas sociales que se multiplicaban aqu¨ª y all¨¢, y yo imaginaba un pr¨®ximo Gobierno sin legitimidad, lo que eso podr¨ªa significar en temas de conflictividad social. Intu¨ªa lo que ocurri¨®: hab¨ªa llegado la hora en Colombia de un Gobierno alternativo, distinto. Estamos ante un experimento interesante. Hay un aspecto que no ha sido resaltado suficientemente, y es que el gabinete ¨Co el Gobierno¨C es una alianza de fuerzas pol¨ªticas diferentes, unas progresistas y otras a las que yo pertenezco, m¨¢s liberales, todas unidas por esa defensa de la democracia y por la necesidad de responder a esas demandas sociales.
P. ?Qu¨¦ le preocupa en ese nuevo panorama?
R. Con la educaci¨®n me siento tranquilo, pues casi en todos los temas hay unidad de criterio con el presidente. En otros temas yo tengo algunas inquietudes por mi experiencia, por lo que he estudiado, por lo que conozco. Hay una demanda social de algunos sectores pol¨ªticos a que yo salga a hablar de todo, pero he dicho que yo hablo en p¨²blico de educaci¨®n, y los dem¨¢s los tramitamos internamente. Me parece que es lo responsable.
P. ?No piensa pronunciarse sobre la reforma al sistema de Salud, la cartera que ocup¨® tantos a?os?
R. Antes de la segunda vuelta, le mencion¨¦ el tema al presidente Petro, de manera insistente. No lo he vuelto a hacer, pero creo que llegar¨¢ el momento el a?o entrante. Yo he sido el ministro de Salud que m¨¢s ha durado en la historia de Colombia, y tengo la responsabilidad de expresar mi opini¨®n, con candidez y respeto.
P. Usted se convirti¨® en el rostro m¨¢s liberal del gabinete de Juan Manuel Santos, ?es ahora el m¨¢s centrista en el de Petro?
R. Quiz¨¢s el m¨¢s centrista en este momento no he sido yo, pues el que ha dado los debates es el ministro de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Ocampo. En ese sentido, ¨¦l es quien ha tratado, desde la perspectiva de la responsabilidad fiscal y lo que puede o no puede hacerse, de dar ese debate. Entendido el centro como la pr¨¢ctica cotidiana de la idoneidad cuando se gobierna.
P. ?Piensa volver a buscar una candidatura presidencial?
R. No espero hacer ese viaje (risas).
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