Danilo Rueda, comisionado de Paz: ¡°No hay ninguna crisis ni se acab¨® el proceso¡±
Rueda asegura que el di¨¢logo con el ELN contin¨²a firme pese al paso en falso de Petro con el cese al fuego. Sostiene, adem¨¢s, que la paz total incluye a al menos 15.000 hombres armados en las zonas rurales y otros 18.000 en las ciudades
La semana que pas¨® fue una de las m¨¢s agitadas para el Ejecutivo de Gustavo Petro. Despu¨¦s de que la guerrilla del ELN desmintiera al mandatario sobre la existencia de un alto al fuego por seis meses, el Gobierno en pleno tuvo que recogerse, reunirse y hacer control de da?os. Una semana despu¨¦s del chaparr¨®n, el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, dice a EL PA?S que las negociaciones con esta guerrilla nunca estuvieron en riesgo por esos hechos. Rueda afirma tambi¨¦n que se preparan para la siguiente ronda de di¨¢logos; dice que es posible que empiece unos d¨ªas antes de lo pensado y desmiente tambi¨¦n que delegados de los asuntos de paz se vayan a reunir a limar supuestas asperezas que dej¨® el impasse.
Rueda, encargado de los acercamientos con los grupos armados, tambi¨¦n asegura que en cuesti¨®n de semanas podr¨ªan sentar a la mesa a las otras organizaciones ilegales que est¨¢n en el cese; y que en el departamento de Nari?o, las principales disidencias de las FARC, la Segunda Marquetalia y el Estado Mayor, trabajan en un pacto para desminar zonas de esa regi¨®n del sur del pa¨ªs.
Pregunta. ?C¨®mo est¨¢ hoy el proceso de paz con el ELN despu¨¦s la crisis de esta semana?
Respuesta. El proceso sigue adelante. Se iniciar¨¢ la mesa en los pr¨®ximos d¨ªas, tal como fue acordado, y seguimos avanzando. Las cosas van bien. En el centro de las decisiones del Gobierno est¨¢ la vida y hay unas razones objetivas por las cuales se tom¨® esa decisi¨®n (del cese). Pero adem¨¢s, como aparece en el comunicado, eso fue en respuesta a un video en el que ellos expresaron que se obrara en consecuencia. Obrar en consecuencia era un cese unilateral, por tanto, se configur¨® el cese bilateral. Pero bueno, ya habr¨¢ otro momento con el devenir de los meses y de los a?os en que se entender¨¢.
P. ?Qu¨¦ tan en riesgo estuvo el proceso?
R. Para nada estuvo en riesgo. Pareci¨® una hecatombe y no lo fue. Dijeron que su decisi¨®n es que todo se hace en la mesa; decimos listo, se respeta. Pero la determinaci¨®n de Estado, que tiene en el centro la vida, es coherente con una serie de elementos de juicio que vienen de semanas atr¨¢s.
P. Sin embargo, el ministro del Interior, Alfonso Prada, reconoce que les falt¨® prudencia. ?Usted admite alg¨²n error?
R. Todo es un aprendizaje. Pero el prop¨®sito central se mantiene inc¨®lume, la disposici¨®n y la voluntad de paz se mantiene ah¨ª de parte del Gobierno y la vemos tambi¨¦n en las expresiones del ELN.
P. ?Y cu¨¢l fue la lecci¨®n para el Gobierno?
R. Es un aprendizaje de ver las palabras precisas para el momento indicado. Pero insisto, la decisi¨®n (del cese) es por la vida.
P. El presidente Petro ve a Nicol¨¢s Maduro hoy [por el s¨¢bado] en Venezuela y el principal tema es el proceso de paz.
R. El di¨¢logo con el presidente Maduro va m¨¢s all¨¢ del ELN, y de los asuntos de conflictividades armadas. Siempre ha habido una disposici¨®n de Venezuela para asumir un rol en la construcci¨®n de la paz en Colombia. Y ese es un tema, pero hay muchos otros temas.
P. ?Una reuni¨®n antes del segundo ciclo?
R. Se va a desarrollar un ciclo y antes se va a hacer un preciclo.
P. Para concretar, ?la segunda ronda no ser¨¢ en M¨¦xico?
R. No he visto declaraciones del Gobierno de AMLO [Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador], por lo tanto, no lo podr¨ªa decir.
P. ?C¨®mo es eso del preciclo?
R. Simplemente hay unas fechas y esas fechas acordadas se van a cumplir y quiz¨¢s se puedan anticipar. Y si es en Venezuela o en otra parte, lo importante es que todo est¨¢ dentro de la normalidad. No hay ninguna crisis, ni se acab¨® el proceso.
P. Esta semana hubo gente tambi¨¦n que pidi¨® la renuncia a su cargo. ?Lo vio en vilo?
R. Tampoco. Yo soy un servidor. No he recibido ning¨²n mensaje en ese sentido de parte del presidente. Hay una gesti¨®n construida con sus lineamientos. En cuatro meses, hay una mesa activada con el ELN; hay una construcci¨®n f¨¢cil de acercamiento con cuatro grupos armados de diferente motivaci¨®n y naturaleza en zonas rurales; y hay toda una construcci¨®n de paz urbana que est¨¢ ah¨ª tejida.
P. Tambi¨¦n hay muchas cr¨ªticas de que algunos militares no fueron informados previamente al anuncio de Twitter del presidente.
R. Hay muchas especulaciones. Le puedo decir que eso no es as¨ª. La comunicaci¨®n del ministro de Defensa, Iv¨¢n Vel¨¢squez, me da certezas de que eso no fue as¨ª. Hay mucho ruido. Todos estamos trabajando (en fin de a?o). Eso de que se desconoci¨® a actores importantes no es cierto.
R. Otra de las cr¨ªticas es por qu¨¦ proclamar un cese antes de empezar un proceso. ?Lo que pas¨® con el ELN no les dej¨® preocupaci¨®n de que pase con los otros cuatro grupos?
R. Insisto en que las cosas se han construido con responsabilidad. Esto no es un salto al vac¨ªo. Les pueden preguntar a todos los grupos armados con los que hemos hablado si el Gobierno les habl¨® de impunidad. El principio del acercamiento es el respeto a la vida. Pero siempre habr¨¢ especulaciones.
P. Sobre la clasificaci¨®n de los grupos llamados disidencias. ?Por qu¨¦ deciden que la Segunda Marquetalia sea sometimiento y el llamado Estado Mayor, proceso de paz?
R. Porque en la ley 2272 del 4 de noviembre del a?o pasado aparece un condicionamiento que deber¨¢ resolver la Corte Constitucional, pero tambi¨¦n habr¨¢ una discusi¨®n en otros escenarios. Entonces, si el decreto tiene una modificaci¨®n sobre esa Ley, peor ser¨ªa eliminarlo y aqu¨ª hab¨ªa que avanzar en una decisi¨®n que tiene como centro la vida, pero que adem¨¢s tiene como centro el inicio de di¨¢logos formales.
P. ?Y qu¨¦ tan cerca est¨¢n de sentarse a una mesa con esos otros grupos?
R. Creo que a semanas. Estos cuatro meses anteriores han sido de medici¨®n de voluntades. Entonces podr¨¢n evaluar si se redujo el asesinato de l¨ªderes sociales y ah¨ª juzgar¨¢n. Podr¨¢n ir a los territorios y ver si se distension¨® un poco la conflictividad. ?Hubo 300 asesinados en Arauca, como hab¨ªan anunciado? pues no. No somos perfectos, pero todo se est¨¢ construyendo con responsabilidad. Miren los hechos, no solo tragedia. Miren lo que se est¨¢ intentando lograr en Nari?o.
P. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando all¨¢?
R. Dos grupos armados, el EMC-FARC y la Segunda Marquetalia, est¨¢n haciendo un eventual pacto que posibilite desminado, el retorno de la poblaci¨®n desplazada. Nada ser¨¢ oculto, pero todav¨ªa estamos en una fase de construir las bases de lo que sigue.
P. ?Cu¨¢les son los c¨¢lculos de hombres armados de cada uno de los cuatro grupos que est¨¢n en el cese?
R. Hay c¨¢lculos en los informes internos del Gobierno. Si hablamos de violencias rurales, unos 15.000 armados y de lo urbano la cifra es un poco mayor, por lo menos 18.000 a 20.000. No se trata de bandas, sino de grupos que ejercen poder armado y que a veces se cruzan con las violencias rurales.
P. ?Con esa magnitud y dimensi¨®n urbana c¨®mo funcionar¨¢ el monitoreo del cese?
R. No, es que el cese est¨¢ acordado solamente con los grupos y sus hombres rurales. Con los urbanos hay otras din¨¢micas.
P. ?Y con los que s¨ª acordaron c¨®mo se har¨¢ el monitoreo?
R. Colombia es experto en monitorear desde el 2016. Es eso mismo que se realiz¨® durante el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, con elementos adicionales que deja la experiencia. En el monitoreo estar¨¢ presente la Fuerza p¨²blica, lo mismo que un vocero delegado y reconocido por la organizaci¨®n irregular. Y habr¨¢ mecanismos permanentes de revisi¨®n bimensual.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢, por ejemplo, si alguno de esos grupos no solo ataca a la poblaci¨®n civil, sino que responde a otro de los grupos que hace parte del cese con los que tienen viejas disputas?
R. Por eso hay din¨¢micas regionales que se est¨¢n abordando con cada grupo.
P. ?Qu¨¦ quiere decir eso?
R. Como el caso de Nari?o, hay simult¨¢neamente la posibilidad de que se habiliten escenarios de mediaci¨®n para que las confrontaciones o disputas que se tienen en los territorios tengan tambi¨¦n una especificidad.
P. Pero, ?qu¨¦ pasa si alguno se salta eso y ataca al otro grupo que est¨¢ dentro del cese?
R. Estamos en todo eso.
P: ?Qu¨¦ pasar¨ªa si alguno de estos grupos ilegales responde o ataca a otros que no est¨¢n dentro del cese, como los Comandos de la Frontera, por ejemplo?
R. Comandos tambi¨¦n est¨¢ dentro del cese. Son parte de la Segunda Marquetalia como lo se?ala su comunicado del 30 de diciembre. No hay otros por fuera.
P. Bueno, en este pa¨ªs siempre hay grupos que salen de debajo de las piedras¡
R. Hemos hecho an¨¢lisis preventivos y no creemos que haya piedras que vayan a nacer.
P. Lo urbano es un desaf¨ªo, ?c¨®mo entran en la paz total?
R. Con lo urbano no hemos hablado de un cese bilateral. Lo que se ha reconocido es la disposici¨®n de varios grupos urbanos que han parado la guerra, como en Buenaventura, para hacer parte de la paz total. Cada uno va a tener su propio escenario y mecanismo de conversaci¨®n jur¨ªdica.
P. Pero, por ejemplo, el Clan del Golfo, tiene muchas personas en el entorno urbano tambi¨¦n.
R. Tambi¨¦n los otros grupos tienen presencias urbanas. En la fase de acercamiento hemos planteado que no les vamos a hacer trampas, ni ellos a nosotros. El Gobierno tiene informaci¨®n de cu¨¢ntas unidades son. Esto es aventurado porque todav¨ªa no estamos pidiendo listados. Aqu¨ª hemos logrado muestras reales de sinceridad. No podemos decir en este momento que nos est¨¦n enga?ando.
P. ?Y no temen que ocurra lo de 2004 en desmovilizaciones paramilitares en las que se reciclaron j¨®venes en barrios para mostrarlos como parte de su grupo, o vendieron franquicias de bloques?
R. Todav¨ªa no estamos en la fase de dejaci¨®n de armas.
P. ?La verificaci¨®n del cese incluye las actividades econ¨®micas de estos grupos armados? ?qu¨¦ pasa si los descubren traficando droga, extorsionando, en miner¨ªa ilegal?
R. A ver, es que no hemos logrado el acuerdo de paz ni tampoco convencer al mundo de que hay que parar la pol¨ªtica contra las drogas. Nosotros somos un peque?o basti¨®n y llevamos apenas cuatro meses. Los resultados van a mostrar la eficacia de colocar en el centro la vida.
P. ?Cu¨¢l es el l¨ªmite del cese?
R. Las cosas est¨¢n sobre el papel, hay lineamientos en la Fuerza P¨²blica, tanto en las fuerzas militares como policiales y en las irregulares. Hay protocolos tambi¨¦n que se est¨¢n precisando. Nosotros no podemos prometer que en un cese se acabar¨¢n los v¨ªnculos (de esos grupos) con el narcotr¨¢fico o la miner¨ªa ilegal. Lo que s¨ª podemos asegurar es que si hay una operaci¨®n delincuencial que rompe el protocolo, el Estado va a actuar.
P. El diario EL TIEMPO dice que ya hay abogados de bandas y del Clan del Golfo que andan con resoluciones expedidas por su oficina para actuar como facilitadores. ?Cu¨¢ntos tienen y a que los faculta exactamente?.
R. Los hay, s¨ª. Pero hay que aclarar las diferencias entre facilitadores y voceros. Los primeros son los que sirven de puente entre el Gobierno y el grupo armado irregular, o es alguien que tiene incidencia positiva en el grupo armado. Un ejemplo: una persona que est¨¢ privada de la libertad, est¨¢ a punto de terminar su condena y es una autoridad leg¨ªtima para un grupo que opera fuera y no necesariamente est¨¢ vinculado con el grupo. Nuestra oficina hace una verificaci¨®n del comportamiento de esas personas que son facilitadores o autoridades para esos grupos.
P. ?Cu¨¢ntos de esos hay con autorizaci¨®n oficial?
R. En este momento, cinco facilitadores. Otra cosa son los voceros que elige el grupo armado. Nosotros, con base en la Ley, los reconocemos. Pero no tienen relaci¨®n de decisi¨®n de la Oficina del Alto Comisionado, los eligen los grupos.
P. ?Y la figura de los gestores que causa tanta pol¨¦mica?
R. Son personas delegadas de la organizaci¨®n armada, en este caso el ELN, que designa para hacer un trabajo de paz que es supervisado por nuestra oficina. Piden permiso para ir a las regiones y tienen la mirada de todas las instituciones locales, nacionales y todo su trabajo es informado al Gobierno. Los gestores dependen del ELN, pero el apoyo para su movilidad y financiaci¨®n corre por cuenta de la comunidad internacional.
P. ?No es mucha gente hablando al tiempo que pudiera generar ruidos?
R. Es que esto no es una loter¨ªa, no le decimos a cualquiera que venga aqu¨ª.
P. ?Usted c¨®mo recibe las cr¨ªticas generales de que hay improvisaci¨®n y poco m¨¦todo en las decisiones de la paz total? ?Y las que vienen de los exfuncionarios vinculados a procesos de paz anteriores?
R. Respetamos las opiniones y retomamos los aprendizajes de sus gestiones. Hemos recogido las memorias que dejaron y los aportes de la Comisi¨®n de la Verdad. Esto es in¨¦dito porque se trata de un proceso m¨²ltiple que parte de la vida y les ofrece el mecanismo del di¨¢logo simult¨¢neo a grupos que ejercen distintos tipos de violencia.
P. ?Se reunir¨ªa con los antiguos comisionados de Paz y el jefe negociador del proceso con las FARC?
R: S¨ª, claro. No hemos tenido un veto ni somos superpoderosos.
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