El sancocho de Petro: el Gobierno busca formalizar las ollas comunitarias del pa¨ªs
El Ministerio de Agricultura tiene en sus manos una iniciativa para que el subsidio temporal a ollas comunitarias, por la emergencia invernal, contin¨²e despu¨¦s de que paren las lluvias
Hace dos meses el presidente Gustavo Petro estuvo en una zona del caribe colombiano tomando un sancocho de pescado, hecho por una asociaci¨®n de mujeres, minutos antes de hablar de la emergencia nacional por la larga temporada de lluvias. Desde el d¨ªa que declar¨® la emergencia, el primero de noviembre, el gobierno ha dicho que el fen¨®meno de La Ni?a est¨¢ poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del pa¨ªs, ya sea porque muchos cultivos est¨¢n inundados, o porque muchas carreteras est¨¢n da?adas y los alimentos no pueden llegar a varias regiones. El Gobierno insiste en que parte de la soluci¨®n a corto plazo la tienen los grupos de mujeres que hacen esos sancochos: las ollas comunitarias del pa¨ªs. Anunci¨® entonces, el 28 de diciembre, que se destinaron 117 mil millones de pesos para financiar unas 600 ollas comunitarias, con el fin de alimentar a 60 mil damnificados. Como Petro estim¨® en noviembre que las lluvias ir¨ªan hasta febrero o marzo, se decidi¨® que el dinero deb¨ªa llegarle a las ollas hasta ese tercer mes de este a?o. Pero ahora hay una iniciativa en el Ministerio de Agricultura que podr¨ªa darles apoyo por mucho m¨¢s tiempo, despu¨¦s de que terminen las lluvias.
Las ollas comunitarias son iniciativas ciudadanas en las que un peque?o grupo de personas dona varios alimentos, y su tiempo para cocinar, con el objetivo de alimentar a su comunidad o a grupos vulnerables. Pueden cocinar un sancocho de gallina, un arroz con pollo o un abundante plato de frijoles, pero el objetivo de la olla tambi¨¦n es social: cocinar y comer en conjunto es una forma de acercar comunidades. Las ollas se fortalecieron cuando arranc¨® la pandemia a principios del 2020 y muchas personas que no pod¨ªan trabajar se quedaron sin comida. Se multiplicaron a¨²n m¨¢s durante las protestas del 2021: las ollas salieron a las calles y alimentaron a cientos de manifestantes y a grupos vulnerables que encontraron un plato caliente de comida. La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) estima que en Colombia un cuarto de la poblaci¨®n en las principales ciudades no puede consumir tres comidas al d¨ªa.
¡°La primera l¨ªnea no hubiera durado ni una semana sin el apoyo de las ollas comunitarias¡±, cuenta a EL PA?S el director de la Red Nacional de ollas comunitarias, Rudolf Solano. La organizaci¨®n re¨²ne a 51 ollas comunitarias en 17 de los 32 departamentos del pa¨ªs. Durante las protestas del 2021, dice Solano, eran el triple: 157 ollas. Explica que las ollas comunitarias son usualmente ef¨ªmeras: sin apoyo institucional estable del sector privado, o p¨²blico, dependen de la voluntad de un grupo ciudadano que quiera aportar unas mazorcas o unos pl¨¢tanos. Por eso son pocas las que logran sostenerse a largo plazo.
¡°Nos satisface mucho que el Gobierno le d¨¦ atenci¨®n a las ollas comunitarias, porque Colombia es un pa¨ªs donde la comida sobra pero mucha gente no sabe c¨®mo conseguirla¡±, a?ade Solano. ¡°Y nos parece muy valioso que nos vea como parte de la soluci¨®n ante la emergencia por las lluvias. Pero tambi¨¦n es complicado que nos miren solo para las situaciones de urgencia, porque no estamos solo para eso, tambi¨¦n construimos tejido social y aportamos a la paz en los territorios¡±.
Solano sabe que el Gobierno, a trav¨¦s de la Unidad Nacional de Gesti¨®n de Riesgos y de Desastres (UNGRD), ya est¨¢ financiando al menos 91 ollas en zonas afectadas por las lluvias extremas en los departamentos de Cauca, Antioquia, y la zona de inundaciones del caribe colombiano conocida como La Mojana. Como explic¨® a EL PA?S el director de la UNGRD, Javier Pava, para recibir ese apoyo las organizaciones deb¨ªan presentar a su unidad el n¨²mero de personas que podr¨ªan alimentar, y si cumpl¨ªan con unos est¨¢ndares de transparencia e higiene, recibir¨ªan un presupuesto acorde al n¨²mero de personas que alimentan.
Las primeras ollas que recibieron recursos del Gobierno, a finales de diciembre est¨¢n en La Mojana, donde el Gobierno quiere hacer una reforma agraria y ambiental pero se ha encontrado con la oposici¨®n de varios empresarios ganaderos. All¨ª, en el municipio de Magangu¨¦, est¨¢ Gina Guerrero como directora de la Asociaci¨®n de Mujeres Emprendedoras del Corregimiento de Panseg¨¹ita (Asomujep), un grupo de 23 mujeres que ahora est¨¢n cocinando 120 o 130 desayunos y almuerzos diarios para damnificados.
¡°Es la primera vez que hacemos una olla comunitaria, pero con esta iniciativa del Gobierno vimos una oportunidad de apoyar a la comunidad, porque ac¨¢ es cierto que se han perdido muchos cultivos¡±, dice Guerrero. ¡°Y la verdad s¨ª ha sido de alto impacto, porque antes ac¨¢ se daba un kit que duraba 2 o 3 d¨ªas, pero ahora hay comida asegurada por tres meses y ojal¨¢ luego se nos apoye con una segunda parte del proyecto¡±.
Las ollas comunitarias consultas por EL PA?S tienen presupuestos muy diversos, dependiendo del n¨²mero de personas que alimenten: unas pueden tener 18 millones de pesos aprobados para los tres meses, otras 135 millones para el mismo trimestre. Los recursos se entregan en pagos quincenales y con verificaci¨®n de la UNDGR.
Si bien el objetivo inicial eran los damnificados del invierno, las poblaciones vulnerables que necesitan un plato caliente son m¨¢s. Yolanda Dajom¨¦ dirigi¨® su primera olla este viernes, con otras 14 mujeres, en el municipio de Roberto Pay¨¢n, en el suroccidente colombiano donde hacen presencia varios grupos armados. ¡°Esper¨¢bamos a 60 personas, llegaron 85. Muchos son personas afectadas por los enfrentamientos en todo el municipio, pienso que la mayor¨ªa eran personas desplazadas por la violencia¡±, explica. El invierno dej¨® incomunicado al municipio por carretera, pero inseguridad alimentaria la generan no solo las lluvias sino tambi¨¦n la violencia. ¡°Somos desplazados de la violencia y de la ola invernal¡±, a?ade.
El Gobierno Petro ha logrado conquistar temporalmente el paladar de cientos de personas con estos subsidios y hay una iniciativa para que las ollas duren un poco m¨¢s que la emergencia invernal. Rudolf Solano, el director de la Red Nacional, cont¨® a EL PA?S que han tenido dos reuniones con la ministra de Agricultura, Cecilia L¨®pez, para ¡°la formalizaci¨®n de las ollas y huertas comunitarias del pa¨ªs¡±. No se conocen a¨²n los detalles de esa formalizaci¨®n, pero L¨®pez habl¨® brevemente del tema en La W radio a finales de diciembre. No quiere que ¡°se pierda el sentido de que es la comunidad la que est¨¢ haciendo el esfuerzo¡± de cocinar, dijo para explicar que el Gobierno se quiere apropiar de esas iniciativas. Pero a?adi¨® que el presidente ha insistido en buscar c¨®mo apoyar las ollas, y que ella ya est¨¢ viendo qu¨¦ puede proponerse pronto al Congreso.
Solano est¨¢ optimista. Dice que est¨¢ sobre la mesa la posibilidad de que las ollas comunitarias reciban recursos sostenidamente a largo plazo. Tambi¨¦n dice que la Ministra ¡°le pone alma, vida y coraz¨®n a este proyecto¡±. La idea es tener un borrador a finales de enero, socializarlo con varios grupos en febrero, y presentarlo al Congreso en marzo. Para entonces habr¨¢ terminado, de acuerdo a los pron¨®sticos, la emergencia por las lluvias. Pero el sancocho de Petro para fortalecer a largo plazo su red de ollas comunitarias apenas empieza a cocinarse.
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