Un mes y el plan de emergencia contra el hambre en Colombia no despega

Ha sido tan intensa la oleada de anuncios desde que Gustavo Petro se posesion¨® como presidente de Colombia ¨C la b¨²squeda de la paz total, los cambios en la Fuerza P¨²blica, el giro en la pol¨ªtica antidrogas ¨C que el que present¨® en campa?a como un asunto urgente que requer¨ªa declarar una emergencia econ¨®mica pas¨® a otro plano en el primer mes de gobierno: mitigar la crisis del hambre. La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) estima que en el pa¨ªs 13,5 millones de personas no pueden acceder a una dieta saludable y otras 4,2 millones est¨¢n subalimentadas, es decir, no tienen una adecuada nutrici¨®n. Un cuarto de la poblaci¨®n en las principales ciudades no puede consumir tres comidas al d¨ªa.

La falta de seguridad alimentaria es una realidad tan profunda como invisible, que solo se revela ante quienes no la padecen cuando los casos de muertes por desnutrici¨®n figuran en la prensa. Por lo menos 166 ni?os y ni?as menores de cinco a?os hab¨ªan muerto hasta agosto pasado por esta causa en Colombia. Cinco cada semana, en promedio, de acuerdo con los reportes de las autoridades regionales ante el Instituto Nacional de Salud. La cifra ya supera la totalidad de muertes de este tipo que se presentaron el a?o pasado.

El presidente Petro no ha lanzado, hasta ahora, un plan de emergencia contra el hambre pese a que antes y despu¨¦s de ser elegido afirm¨® que esta ser¨ªa su primera acci¨®n de gobierno. El primer desaf¨ªo de fondo que intenta resolver, por medio de un ambicioso y controvertido proyecto de reforma tributaria que se discute con mensaje de urgencia en el Congreso de la Rep¨²blica, es la falta de recursos para afrontar esta y otras necesidades hist¨®ricas en uno de los pa¨ªses con mayores niveles de desigualdad en Am¨¦rica Latina.

Lo que se ha gestado por ahora, adem¨¢s de la reforma tributaria, es una propuesta de acuerdo nacional contra el hambre que formul¨® el equipo de empalme, pero que no se ha adoptado ni descartado desde la Casa de Nari?o. Plantea, por ejemplo, la entrega temporal de bonos alimentarios como acci¨®n de corto plazo. ¡°Se estima que los bonos tendr¨¢n un costo de $0.26 billones mensuales en el 2022, dando un bono de $200.000 (unos 44 d¨®lares) por familia a 1.300.000 familias, que corresponde al 10% en extrema pobreza, identificadas en los sitios donde la desnutrici¨®n es m¨¢s alta¡±, indica el documento. ¡°Esto permitir¨¢ victorias tempranas en el gobierno, que muestren qu¨¦ se est¨¢ haciendo frente a la emergencia¡±, se?ala.

El borrador conocido por EL PA?S contempla la posibilidad de ¡°introducir de forma paulatina la condicionalidad de ligar el bono a trabajo comunitario para que se articule al de Empleo Garantizado anunciado en el programa de gobierno, fortalecer los procesos comunitarios y abandonar el asistencialismo¡±.

La propuesta, que recoge recomendaciones de distintas organizaciones, incluye acciones de mediano y largo plazo, y coincide con uno de los objetivos del gobierno de Gustavo Petro: recuperar la soberan¨ªa alimentaria con la participaci¨®n de m¨²ltiples actores. ¡°Una misi¨®n del Estado con todo el sector privado que quiera unirse debe garantizar la plena alimentaci¨®n sana de toda la sociedad colombiana y lograr excedentes de exportaci¨®n¡±, expres¨® el presidente en su discurso de posesi¨®n el 7 de agosto, cuando hizo referencia a lograr el hambre cero.

Los compromisos del mandatario para incentivar la producci¨®n local de alimentos, que pasan por mejorar el acceso a tierras, cr¨¦ditos, insumos y asistencia t¨¦cnica, as¨ª como la adecuaci¨®n de distritos de riego y v¨ªas, han generado expectativas y tensiones. El anuncio, al inicio de su administraci¨®n, de que todos los bienes en extinci¨®n de dominio pasar¨ªan a ser la base de una nueva econom¨ªa productiva administrada por organizaciones campesinas, antecedi¨® tomas ilegales de predios por parte de comunidades ind¨ªgenas en el Cauca y otras zonas del pa¨ªs. El gobierno ha rechazado las ocupaciones.

Adem¨¢s de confirmarse si el presidente Petro impulsar¨¢ el acuerdo nacional contra el hambre, se esperan los avances de un proyecto de ley que un grupo de congresistas del Pacto Hist¨®rico, la coalici¨®n de gobierno, radic¨® hace unas semanas. La iniciativa busca crear un fondo especial para la soberan¨ªa alimentaria y ¡°subsidiar alimentos b¨¢sicos como la carne, el arroz, la leche y los huevos¡±, dijo el senador Iv¨¢n Cepeda, uno de los impulsores. De ser aprobadas, las ayudas estar¨ªan focalizadas en la poblaci¨®n de menos recursos. Esto, no obstante, tambi¨¦n depender¨ªa de que se logren nuevos ingresos con la reforma tributaria.

Por su parte, la ministra de Agricultura, Cecilia L¨®pez, confirm¨® que se est¨¢ gestionando un cr¨¦dito de emergencia ante el Banco Mundial por 50 millones de d¨®lares para reducir los costos de los insumos del sector agropecuario. M¨¢s del 40% de los fertilizantes que se utilizan en Colombia son importados de Rusia y Ucrania, lo que ha extendido el impacto social y econ¨®mico de la guerra hasta este lado del Atl¨¢ntico.

Mientras las medidas para mitigar el hambre comienzan a aterrizar, la inflaci¨®n sigue cogiendo fuerza como uno de los mayores vientos en contra. La variaci¨®n anual en agosto fue del 10,84%, la m¨¢s alta de este siglo. Los precios de alimentos como la cebolla, la yuca, la carne, la leche, el arroz, el pan y los huevos, as¨ª como las bebidas no alcoh¨®licas, son los que m¨¢s han presionado el ajuste con incrementos superiores al 25%, muy por encima de otros pa¨ªses de la regi¨®n.

M¨¢s all¨¢ del anuncio de la ministra L¨®pez, hasta ahora no se han divulgado decisiones conjuntas del gabinete entorno a un problema con efectos transversales, que altera tanto la salud como el desempe?o escolar y el acceso a empleos de calidad por las afectaciones en el desarrollo cognitivo de quienes sufren las consecuencias de la desnutrici¨®n.

Algunas de las organizaciones que lideran estrategias por la seguridad alimentaria en el pa¨ªs se han abstenido de lanzar apreciaciones apresuradas sobre el futuro de pol¨ªticas estructurales en la materia. Esperan, sin embargo, una visita presidencial al departamento de La Guajira, la regi¨®n con m¨¢s muertes relacionadas con desnutrici¨®n en Colombia, y desde all¨ª nuevas se?ales sobre soluciones de fondo que reflejen que lo importante no ha desplazado lo urgente en el arranque de gobierno.

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