Todos a bloquear
La doctrina gubernamental mediante la cual es positivo que la calle hable y que la polic¨ªa no despeje las v¨ªas para que el di¨¢logo fluya le ha representado a los obstruccionistas un ¨¦xito indiscutible
Bloquear es interrumpir una v¨ªa p¨²blica para buscar beneficios de un grupo reducido de personas en detrimento de los derechos de los dem¨¢s. Es una contradicci¨®n con lo que tradicional y ordinariamente conocemos como el bien com¨²n. Eso es bloquear. Pero como cada vez m¨¢s crecen los ¡°bloqueos¡± es preciso dise?ar una reglamentaci¨®n absurda ¡ªqui¨¦n lo creyera¡ª que organice el despelote de las protestas. El mandato que de manera ingenua proh¨ªbe y penaliza el C¨®digo Penal solo sirve para pasarse por la faja lo establecido en la norma.
Art¨ªculo 353A: Obstrucci¨®n a v¨ªas p¨²blicas que afecten el orden p¨²blico. El que por medios il¨ªcitos, dirija, constri?a o proporcione los medios para obstaculizar, de manera temporal o permanente, selectiva o general, las v¨ªas o la infraestructura de transporte, de tal manera que atente contra la vida humana, la salud p¨²blica, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, o el derecho al trabajo, incurrir¨¢ en prisi¨®n de veinticuatro a cuarenta y ocho meses y multa de trece a setenta y cinco salarios m¨ªnimos legales mensuales vigentes y p¨¦rdida de inhabilidad de derechos y funciones p¨²blicas por el mismo t¨¦rmino de la pena de prisi¨®n.
M¨¢s claro no canta un sabio.
La norma fue demandada por el se?or Carlos Esteban Romo en 2012. La Corte Constitucional concluy¨® que el art¨ªculo respectivo no viola el principio de estricta legalidad. Solo la protesta social pac¨ªfica goza de protecci¨®n constitucional. Las manifestaciones violentas ¡ªdijo la Corte¡ª no est¨¢n protegidas ni siquiera prima facie por la Constituci¨®n. Sancionar penalmente a quienes obstruyan e imposibiliten el transporte de veh¨ªculos en la v¨ªa p¨²blica no viola el derecho a la protesta social, aclar¨® la Corte Constitucional.
Colfecar dice que en 10 d¨ªas del mes de febrero se presentaron cuarenta y dos bloqueos distribuidos en 14 departamentos. En enero las interrupciones fueron de 81 veces. Y el C¨®digo Penal y la Corte, pa¡¯l carajo. Si seguimos as¨ª, por derecho a la igualdad todos vamos a recurrir al bloqueo.
Las condiciones en que se opera en el territorio colombiano son inciertas. Los incidentes de violencia en las carreteras son crecientes. Ya los gobernadores alertaron sobre la p¨¦rdida de control del Estado en algunas zonas del territorio.
La doctrina gubernamental mediante la cual es positivo que la calle hable y que la polic¨ªa no despeje las v¨ªas para que el di¨¢logo fluya a las 72 horas de su existencia, le ha representado a los obstruccionistas un ¨¦xito indiscutible. La calle habl¨® y gan¨® el pasado martes cuando fueron convocados los funcionarios y contratistas del Estado para concurrir a la manifestaci¨®n que, en ejercicio del derecho de reuni¨®n, les asiste a partir de las 12 del d¨ªa.
Es la primera vez que un presidente le habla al pa¨ªs desde el balc¨®n de la Plaza de Armas. Otros jefes de Estado (L¨®pez Pumarejo, Rojas Pinilla, Virgilio Barco) lo hab¨ªan hecho desde la galer¨ªa sobre la carrera s¨¦ptima. Entre manifestaciones y bloqueos llegaremos a las elecciones de octubre, que ser¨¢n una especie de primarias presidenciales. El Pacto Hist¨®rico contra el resto del mundo. La coalici¨®n que gane pone presidente. El discurso desde el balc¨®n que mira a don Rafael N¨²?ez en el Capitolio, el primer presidente que produjo en la historia un balconazo, le subi¨® la temperatura al debate ?Hasta d¨®nde aguantar¨¢ el term¨®metro?
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