Tenderos, peluqueros, camareros: prevenir suicidios gracias a los que hablan con los solitarios
Soacha, un municipio vecino a Bogot¨¢, innova con un programa para que los afectados por problemas de salud mental tengan apoyo antes de acudir al sistema de salud
En las paredes de la peluquer¨ªa de Fabi¨¢n Ortiz en Soacha, un municipio de 870.000 habitantes ubicado en l¨ªmites con Bogot¨¢, no solo cuelgan espejos e im¨¢genes de cortes y peinados. Tambi¨¦n un peque?o diploma de la Alcald¨ªa que los acredita como peluquero pionero en el cuidado de la salud mental. La sala de belleza Fabito, como su due?o la bautiz¨® desde hace 20 a?os, es uno de los 1.800 establecimientos que ha recibido a la ruta de salud mental, una estrategia que dise?¨® la Secretar¨ªa de Salud tras la pandemia del coronavirus para llegar hasta los lugares que a diario reciben el desahogo emocional de sus clientes: tiendas, peluquer¨ªas y bares.
Ortiz, de 58 a?os, particip¨® en cuatro sesiones con un equipo profesional de psic¨®logos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales. Aprendi¨® sobre se?ales de riesgo, comunicaci¨®n asertiva, estrategias de manejo emocional y pautas de autocuidado. ¡°Ac¨¢ llegan muchas personas a contar sus problemas. Conoc¨ª el caso de una se?ora que estaba perdiendo la voz por una infidelidad. Otro de una clienta de sesenta y algo de a?os muy afectada porque al esposo le dio por tener una amiguita m¨¢s joven. Eso es deprimente, es duro. Entonces hay mucho llanto y uno entra tambi¨¦n en shock. Antes uno solo hac¨ªa la tarea de escuchar. Ahora sabemos c¨®mo orientar para que, si lo necesitan, busquen ayuda con la l¨ªnea de salud mental del municipio¡±, cuenta el estilista.
Con frecuencia las personas temen confesar sus problemas a un conocido, opina Paola Yustres, psic¨®loga y asesora en temas de salud mental de Soacha. ¡°Muchas veces lo hacen con el de la tienda, el bar o la peluquer¨ªa, y por eso decidimos abordar a los due?os y trabajadores, para que fueran replicadores del cuidado de la salud mental. Cuando iba a bares, me daba cuenta de que la gente llegaba al de la barra. Esperaba a ver qu¨¦ consejo daban y lo que hac¨ªan muchas veces era ofrecer m¨¢s alcohol. Luego escuch¨¦ a mi vecina peluquera decir: ¡®A veces vienen muy tristes y uno no sabe ni qu¨¦ decirles¡¯. Ah¨ª naci¨® la idea¡±, recuerda.
A pocas cuadras de la peluquer¨ªa de Fabi¨¢n est¨¢ el negocio de Mauricio Vallejo. Es un cale?o criado en Bogot¨¢, apasionado por las motos, que hace algunos a?os abri¨® un punto de venta de licores donde apenas cab¨ªan tres canastas de cerveza. Ahora es un lugar m¨¢s amplio con algunas sillas y mesas, ubicado en una zona residencial. Es una mezcla de tienda y bar que los vecinos conocen como Donde Mao, ambientado a ritmo de salsa. Algunos frecuentan el sitio en busca de compa?¨ªa. ¡°La persona que viene a tomar sola est¨¢ buscando a alguien. La soledad es tenaz, es depresiva para muchas personas y no todo el mundo lo manifiesta de la misma manera. Yo hablo con ellos, interact¨²o. El programa es estrat¨¦gico porque logra llegar a la comunidad por medio de nosotros¡±, afirma.
¡ª ?Cu¨¢les son los problemas m¨¢s frecuentes?
Vallejo pone en pausa la respuesta en aquella tarde de jueves. Se levanta de la silla para atender a un comprador. Saca unas cervezas fr¨ªas que suenan con el choque de las botellas. Intercambia un saludo sonriente, las entrega, recibe el dinero y regresa.
¡ª Se escucha mucho sobre infidelidades, incre¨ªble, como en un 70%. Tambi¨¦n problemas de la juventud, vienen los padres lament¨¢ndose, por ejemplo, por el consumo de drogas de sus hijos. Los problemas emocionales se ven todos los d¨ªas¡ª responde el hombre, un extrovertido conversador de 52 a?os que tambi¨¦n promueve el consumo responsable de alcohol.
El comerciante reconoce que el trago puede ser un problema: ¡°Se tiende a mezclar el trago con la alegr¨ªa o con la depresi¨®n¡±. El alcohol es la sustancia psicoactiva de mayor consumo en el pa¨ªs. Seg¨²n la encuesta nacional de consumo de este tipo de productos que realiz¨® el Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªsticas (DANE) en 2019, el 84% de las personas de 12 a 65 a?os dijo haberlo consumido alguna vez en su vida, el 54% en el ¨²ltimo a?o. El estudio nacional de consumo en poblaci¨®n escolar de 2016 advierte que la edad del primer consumo es a los 13 a?os, tanto en hombres como en mujeres.
Otra propietaria de un bar en Soacha, Clarena Ca?¨®n, atiende de domingo a domingo desde las cuatro de la tarde. Es psic¨®loga, pero no lleg¨® a ejercer su profesi¨®n. Luego de recibir el curso de salud mental, se anim¨® a orientar a algunos de sus clientes. ¡°Uno se da cuenta qu¨¦ persona viene con ciertos cambios de ¨¢nimo, qui¨¦n est¨¢ con despecho, qui¨¦n est¨¢ alegre o est¨¢ aburrido. Hasta la m¨²sica que piden da esas alertas y uno va aprendiendo a identificar esos estados emocionales. Si el cliente tiene confianza, se desahoga con uno¡±, cuenta mientras abre las puertas del lugar. ¡°Los problemas no distinguen g¨¦nero, ni edad¡±, puntualiza la mujer de ojos expresivos, amante del reguet¨®n y madre de tres hijos.
La pandemia exacerb¨® los trastornos de salud mental en Soacha, como en el resto de Colombia y el mundo. Este municipio, el sexto m¨¢s poblado del pa¨ªs, encierra un c¨²mulo de problemas sociales como la pobreza, el desempleo y la llegada de v¨ªctimas de desplazamiento forzado. Los recursos humanos y econ¨®micos son escasos para atender a la poblaci¨®n. Cuentan apenas con un psiquiatra que asiste a media jornada cada semana a los dos hospitales p¨²blicos. Seg¨²n el alcalde, Juan Carlos Saldarriaga, los intentos de suicidio se han duplicado, pasando de 780 en 2021 a 1.571 a finales de 2022. En Colombia, se presenta, en promedio, un intento de suicidio cada 20 minutos, de acuerdo con reportes al Sistema de Vigilancia en Salud P¨²blica.
Las personas con problemas de salud mental tardan en reconocer que necesitan ayuda. Usualmente buscan atenci¨®n especializada cuando se enfrentan a una situaci¨®n de crisis o intento de suicidio. Seg¨²n el Observatorio Nacional de Salud, solo el 20% de los adultos con diagn¨®stico de depresi¨®n recibe atenci¨®n especializada oportuna.
Por esta raz¨®n, destaca Paola Yustres, es fundamental poner en marcha programas de atenci¨®n primaria en salud mental. ¡°Antes los propietarios de estos establecimientos se quedaban sin recursos y solo pod¨ªan escuchar. Ahora pueden ofrecer una orientaci¨®n o una voz de aliento. Son conocimientos b¨¢sicos en riesgos de salud mental para dar un consejo adecuado. Si una persona dice que ha perdido el inter¨¦s por vivir, por ejemplo, le explicamos que el riesgo es grande y le mostramos la ruta para que la valore un profesional. Es clave para que la persona pierda el miedo de acceder a los servicios¡±, agrega.
Para Santiago Mart¨ªnez, uno de los psic¨®logos que acompa?a la ruta desde hace m¨¢s de un a?o, la estrategia ha permitido derrumbar mitos y generar conciencia sobre el cuidado. ¡°Uno de los pasos preventivos es derribar estigmas. As¨ª se reconoce la importancia de la salud mental y se abre la puerta para empezar a reconocer las emociones¡±, se?ala.
En Soacha funciona la l¨ªnea celular 3174290338 de atenci¨®n de salud mental las 24 horas del d¨ªa, siete d¨ªas a la semana, ofreciendo primeros auxilios psicol¨®gicos y atenci¨®n a problemas como estre?s, ansiedad, angustia, depresio?n, consumo de sustancias psicoactivas, violencia e ideas suicidas. Muchos de ellos se han acentuado tras la pandemia.
En este enlace encontrar¨¢ otras l¨ªneas de atenci¨®n en salud mental habilitadas en Colombia.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.