El dif¨ªcil camino de Petro para despedirse del carb¨®n colombiano
Aunque t¨¦cnicamente es posible descarbonizar la econom¨ªa, el Gobierno a¨²n debe trazar un camino plausible para hacer la transici¨®n de la forma menos traum¨¢tica posible para miles de trabajadores
La tragedia ocurrida la semana pasada en las minas de carb¨®n de Sutatausa, donde una explosi¨®n subterr¨¢nea dej¨® a 21 mineros muertos, removi¨® una conversaci¨®n complicada en el sector hidrocarburos: c¨®mo despedirse de la econom¨ªa del carb¨®n. El presidente Gustavo Petro reafirm¨® su compromiso con la meta de carbono neutralidad. ¡°Cada vez es m¨¢s imprescindible los planes de reconversi¨®n laboral y empresarial en las zonas de miner¨ªa del carb¨®n. Cada muerto laboral no solo es una falla empresarial, sino tambi¨¦n social y gubernamental¡±, escribi¨® en su twitter. Petro ya aument¨® la carga tributaria del sector carb¨®n el a?o pasado y esta semana reiter¨® que su objetivo es acabar con esa producci¨®n. Para eso, necesita construir una alternativa.
La transici¨®n energ¨¦tica justa quiz¨¢s suena ut¨®pica ¡ªsobre todo cuando la guerra entre Rusia y Ucrania aument¨® considerablemente la demanda y el precio del carb¨®n el a?o pasado¡ª pero varios expertos consideran que es realizable, adem¨¢s de deseable, y que a largo plazo el precio volver¨¢ cuando los pa¨ªses que consumen carb¨®n retomen sus metas de descarbonizaci¨®n.
¡°Salir de las plantas de carb¨®n es posible y Colombia ya tiene los elementos para ello: tenemos una ambici¨®n a nivel de inversi¨®n en energ¨ªas renovables, se ha perdido el inter¨¦s de los inversionistas en plantas t¨¦rmicas, y la canasta energ¨¦tica se ha venido diversificando¡±, dice Laura Flechas, investigadora de la organizaci¨®n Transforma y coautora de la investigaci¨®n Eliminaci¨®n Gradual del Carb¨®n en la generaci¨®n el¨¦ctrica en Colombia¡¯. En ese documento los autores observan que, con la entrada en funcionamiento de la enorme hidroel¨¦ctrica Hidroituango y manteniendo los planes actuales de fuentes no convencionales de energ¨ªa renovable, Colombia tiene un escenario plausible para encontrar la neutralidad de carb¨®n en el 2030 o 2035. ¡°Eliminar gradualmente el carb¨®n no es una decisi¨®n que uno toma de un d¨ªa para otro. A nivel pol¨ªtico es necesario comenzar el di¨¢logo entre el Gobierno, las empresas y las comunidades¡± a?ade.
Este ¨²ltimo punto es el m¨¢s sensible, pero es el que justifica a?adir la palabra ¡°justa¡± al proceso de transici¨®n energ¨¦tica. De nada sirve sumar y restar megavatios de una esquina a otra del pa¨ªs si las comunidades que dependen de la industria del carb¨®n van a quedar en crisis. En Sutatausa, municipio que en buena parte vive de la explotaci¨®n del carb¨®n, algunos de los mineros que fueron testigos de la tragedia no tienen otras alternativas laborales y volver¨¢n a trabajar en las minas donde murieron sus colegas.
Como le dijo a Transforma una persona en una otra comunidad carbonera, en Paipa: ¡°si van a acabar con las minas pues que tengan un buen proyecto para solventar el impacto porque la verdad ac¨¢ el 70% trabaja en las minas¡±. En departamentos como la Guajira y el Cesar, al norte de Colombia, la econom¨ªa del carb¨®n puede representar alrededor del 40% de la econom¨ªa local.
Carlos Cante, presidente ejecutivo de la Federaci¨®n Nacional de Productores de Carb¨®n, no ve avances en estos meses de Gobierno para enfrentar la transici¨®n en las zonas que dependen del carb¨®n. ¡°Sigue siendo un slogan de campa?a, porque no vemos a¨²n alg¨²n tipo de acci¨®n que nos indique que, efectivamente, en los territorios se va a iniciar un plan de reconversi¨®n laboral e industrial¡±, dice.
Varios pa¨ªses han comenzado el proceso de descarbonizar, como Espa?a, Reino Unido, Alemania o Chile. Cante mira con particular atenci¨®n el caso alem¨¢n, donde el Gobierno invirti¨® billones de euros para que las zonas de carb¨®n para que transformen su econom¨ªa. ¡°Lo que sobre todo no vemos ahorita, cuando se habla de la ruta de la transici¨®n energ¨¦tica justa, es de cu¨¢nto dinero estamos hablando, y cu¨¢les van a ser los recursos para lograrla¡±, a?ade.
El estudio de Transforma explica que el carb¨®n representa 7% de las necesidades energ¨¦ticas de Colombia, pero 30% de las industrias dependen de este. Cante a?ade que la producci¨®n de carb¨®n est¨¢ ligada a las del ladrillo y el papel, o a las industrias alimenticias. ¡°Hay que pensar muy bien la transformaci¨®n general de la industria, en los encadenamientos productivos. Esa es una conversaci¨®n que tenemos que empezar ya y que no se hace solo con discursos sino con recursos¡±, dice.
EL PA?S contact¨® al Ministerio de Minas para conocer qu¨¦ tan avanzada va la ruta para esa transici¨®n energ¨¦tica justa, pero la oficina de prensa dijo que ¡°ser¨ªa prematuro profundizar en un tema que est¨¢ en estructuraci¨®n¡±. El Gobierno planea presentar una reforma al c¨®digo minero en el segundo semestre del 2023. La propuesta se nutrir¨¢ de las mesas de trabajo que ha instalado en varias zonas mineras, como municipios del Cesar, al norte de Colombia, donde ya se vive el cambio tras la salida del carb¨®n.
El caso Prodeco, un primer plan piloto
¡°El Cesar est¨¢ en el coraz¨®n de esa transici¨®n¡±, dice Amarilys Llanos, activista ambiental y miembro del movimiento ¡®Cesar sin fracking y sin gas¡¯. Se refiere al departamento en el que el Gobierno Petro hered¨® un problema: en septiembre del 2021, la Agencia Nacional Minera acept¨® que la empresa Prodeco (subsidiaria de la multinacional Glencore) renunciara a tres t¨ªtulos mineros de carb¨®n. La mina dej¨® de operar y sus trabajadores de la mina, igual que quienes que crearon negocios alrededor de ella, se quedaron con las manos cruzadas. ¡°Fue irresponsable sacar a todo ese personal a la calle sin un plan de contingencia¡±, dice Llanos. Son m¨¢s de 7.000 trabajadores.
El Gobierno, en cabeza de las ministras de Minas, Ambiente y Trabajo, se sent¨® a escuchar a las comunidades de esa zona, que suele conocerse como ¡®El corredor minero¡¯, en diciembre. As¨ª comenz¨® a elaborar el plan ¡®El corredor de la Vida¡¯ para ofrecer alternativas econ¨®micas y recuperar el da?o ambiental. Algunos grupos han pedido reabrir la mina, algo jur¨ªdicamente complejo, mientras otros est¨¢n viendo c¨®mo regresar a la agricultura o fomentar el turismo. ¡°Pero toda propuesta productiva necesita recursos y eso, por ahora, no hay¡±, dice Llanos.
El ¡®Corredor de la Vida¡¯ aparece brevemente en las bases del Plan Nacional de Desarrollo, cuando el Gobierno se compromete a promover ¡° actividades alternativas en ¨¢reas altamente dependientes de actividades extractivas de f¨®siles¡±. El Plan a?ade que la reforma al c¨®digo minero generar¨¢ los ¡°instrumentos para la gesti¨®n del cierre minero¡±.
¡°S¨ª est¨¢ ese punto de reconversi¨®n, pero a¨²n no sabemos qu¨¦ pol¨ªtica o programa se impulsar¨¢. Por ahora no veo una pol¨ªtica nacional, as¨ª que la Universidad del Magdalena est¨¢ asumiendo un poco ese rol¡±, dice Andrea Cardoso, profesora de la universidad p¨²blica del departamento vecino al Cesar y por el que se exporta parte del mineral. Ella es experta en estudio de la cadena global del carb¨®n.
Cardoso confirma que el caso Prodeco demostr¨® lo ausente que est¨¢ la pol¨ªtica p¨²blica para asistir a las comunidades que saldr¨ªan del carb¨®n. Recientemente cre¨® un diplomado en su universidad para algunos de los trabajadores del corredor del carb¨®n, para ofrecerles opciones en el mercado laboral. ¡°Empezamos a construir este plan porque los trabajadores han estado desesperados. A mediano plazo hay que abonar mayores esfuerzos para que haya una oferta de programas tecnol¨®gicos¡±, dice.
El reto es gigante y Colombia llega mal preparada al proceso de descarbonizaci¨®n. No por eso deja de ser deseable para los expertos, por razones ambientales ¡ªpara mitigar los efectos del cambio clim¨¢tico es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero neto para 2050¡ª y laborales: el trabajo del carb¨®n, si el planeta contin¨²a la descarbonizaci¨®n, se va a acabar igual. ¡°?Sabe cu¨¢l es el temor? Que si no comenzamos un plan de transici¨®n, la producci¨®n sigue subiendo y el precio sigue bajando, las minas cerrar¨¢n como Prodeco. Ante un escenario as¨ª tenemos que prepararnos ya¡±, concluye Llanos.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.