De abrazar a Guaid¨® a forzar su salida a medianoche, el giro de la diplomacia colombiana frente a Venezuela

El Gobierno de Gustavo Petro ha sellado el giro de su pol¨ªtica exterior con respecto a Venezuela. A pesar de que la cumbre internacional para la que convoc¨® a una veintena de pa¨ªses este martes en Bogot¨¢ concluy¨® con una declaraci¨®n descafeinada y m¨¢s expectativas que resultados, el amago de crisis en torno a la llegada inesperada de Juan Guaid¨® evidenci¨® la nueva apuesta de la diplomacia colombiana. El prop¨®sito es allanar el camino para fijar unas elecciones con garant¨ªas para todos en 2024, pero con una estrategia diametralmente opuesta al infructuoso ¡°cerco¡± sobre Nicol¨¢s Maduro que se propon¨ªa Iv¨¢n Duque.

La fugaz presencia de Guaid¨® en la capital colombiana ilustra mejor que cualquier declaraci¨®n el cambio de pol¨ªtica. El contraste es n¨ªtido. El l¨ªder opositor ha pasado de ser recibido como un h¨¦roe por tres presidentes sudamericanos en un concierto en la frontera, hace poco m¨¢s de cuatro a?os, a que las autoridades colombianas fuercen su salida en un vuelo comercial con rumbo a Miami cerca de la medianoche por haber ingresado de manera irregular al pa¨ªs.

Guaid¨® se ha acostumbrado a las apariciones sorpresivas. Se present¨® al mundo en C¨²cuta, en el megaconcierto organizado la v¨ªspera del fallido intento por ingresar ayudas a Venezuela el 23 de febrero de 2019, el famoso 23F. Para entonces ya hab¨ªa jurado como presidente interino, contaba con el reconocimiento de medio centenar de pa¨ªses y logr¨® cruzar la frontera a pesar de tener prohibida la salida de su pa¨ªs en un abierto desaf¨ªo a Maduro. Tras un viaje de casi 30 horas ¨Cy aparentemente ayudado por grupos armados¨C, lo recibieron en el escenario, sobre un puente fronterizo, el presidente Duque, el chileno Sebasti¨¢n Pi?era y el paraguayo Mario Abdo Ben¨ªtez, todos con el brazo en alto. Al d¨ªa siguiente, la prometida ¡°avalancha humanitaria¡± se estrell¨® en los puentes con las armas y los gases lacrim¨®genos de los militares leales al chavismo.

Maduro decidi¨® ese d¨ªa romper del todo las relaciones ante lo que consider¨® un intento de invasi¨®n. Guaid¨® sigui¨® a Bogot¨¢, donde fue recibido con honores de jefe de Estado, para asistir a una reuni¨®n del Grupo de Lima, una alianza de 13 Estados latinoamericanos y Canad¨¢ creada en 2017 para promover una salida a la crisis venezolana. Ese encuentro ocurri¨® en el Palacio de San Carlos, la misma sede de la Canciller¨ªa que alberg¨® la cumbre de este martes. Pero, a diferencia de entonces, Guaid¨® ya no fue bienvenido.

El periodo de Duque (2018-2022) se consumi¨® en su intento por imponer un ¡°cerco diplom¨¢tico¡± para aislar al Gobierno chavista. Algunos de sus primeros pasos al llegar al poder fueron retirar a Colombia de la Uni¨®n de Naciones Suramericanas (Unasur) por considerarla ¡°c¨®mplice de la dictadura venezolana¡± y denunciar a Maduro ante la Corte Penal Internacional. Despu¨¦s, impulsar el Grupo de Lima. Su apoyo irrestricto a Guaid¨®, al que reconoci¨® hasta el ¨²ltimo d¨ªa de su mandato como presidente encargado de Venezuela, elev¨® la tensi¨®n entre dos vecinos que comparten una porosa frontera de m¨¢s de 2.200 kil¨®metros. Fueron a?os de diferencias irreconciliables entre Bogot¨¢ y Caracas. Esa estrategia acus¨® el desgaste de la empantanada crisis venezolana. Duque, que lleg¨® a decir que Maduro ten¨ªa las horas contadas, acab¨® por entregar el poder con las relaciones rotas, sin canal alguno de comunicaci¨®n.

Petro en sus primeros ocho meses ha puesto la Canciller¨ªa al servicio de la paz total, con la que se propone dialogar con varios grupos armados, incluidos el ELN, la ¨²ltima guerrilla en armas, y las disidencias de las extintas FARC. Esos esfuerzos pasan tambi¨¦n por Venezuela. Bogot¨¢ encarril¨® muy pronto el restablecimiento de relaciones con Caracas, sede del primer ciclo de negociaciones con el ELN. El colombiano, que se ha reunido hasta en seis ocasiones con Maduro, promueve que Venezuela regrese al sistema interamericano de derechos humanos y no solo se ha sumado a la ofensiva diplom¨¢tica para convencer al heredero de Hugo Ch¨¢vez de sentarse de nuevo a negociar una salida con la oposici¨®n, pretende encabezarla.

La cumbre de Bogot¨¢ era vista con recelo por mandatarios latinoamericanos que en su d¨ªa respaldaron a Guaid¨®, comenzando por Duque. Una decena de expresidentes agrupados en el Grupo Libertad y Democracia, todos de corte conservador, advert¨ªan este mismo martes que ¡°puede convertirse en una validaci¨®n de los intereses de la dictadura venezolana¡±, que asocian al narcotr¨¢fico. ¡°La exclusi¨®n de Mar¨ªa Corina Machado y la expulsi¨®n de Juan Guaid¨® de territorio colombiano solo evidencia el sesgo en favor de la dictadura¡±, lamentaba el comunicado firmado por algunos con mandatos tan recientes como el argentino Mauricio Macri y el chileno Pi?era. La nueva ola rosa de gobiernos progresistas en Am¨¦rica Latina desaloj¨® del poder a Macri, Pi?era o Duque, que en su d¨ªa promovieron un Grupo de Lima que se marchit¨® con el paso del tiempo. M¨¢s al norte, en la Casa Blanca, el vociferante Trump dio paso a Joe Biden ¨Ccon el que Petro se acaba de reunir¨C. A la espera de resultados m¨¢s concretos, la nueva postura colombiana marca tambi¨¦n el tono de los tiempos.

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