El ELN se atribuye un atentado con tres muertos mientras sigue estancando el alto el fuego
Un frente de la guerrilla se responsabiliza del ataque, que justifica por las operaciones de la Polic¨ªa en la frontera con Venezuela
Los negociadores del Gobierno y del ELN llevan encerrados semanas negociando un acuerdo de paz que ponga fin a la ¨²ltima guerrilla activa de Am¨¦rica Latina. En Caracas, Ciudad de M¨¦xico o La Habana. Discuten cada palabra como si el devenir de la humanidad dependiera de ello. Los representantes de Petro a veces salen a dar una vuelta para conocer la ciudad, pero los guerrilleros, por seguridad, no salen al exterior y pasan las horas enclaustrados buscando la f¨®rmula m¨¢gica que les lleve a entregar las armas y a la vez preserve su dignidad. El caso es que mientras llegan a ese acuerdo viven en una burbuja que a veces se resquebraja por las noticias que llegan del exterior.
El ELN se ha atribuido este viernes un atentado de hace dos d¨ªas, cuando una carga explosiva hizo saltar por los aires una patrulla policial que circulaba por las afueras de Tib¨², una ciudad con fuerte presencia guerrillera cercana a la frontera con Venezuela. El Gobierno buscaba desde hace 48 horas identificar a los responsables y hab¨ªa ofrecido una recompensa de 45.000 d¨®lares por los autores materiales. Ya no se necesita indagar m¨¢s. En un contundente comunicado, la guerrilla se hace responsable del ataque en el que, seg¨²n ellos, murieron cuatro polic¨ªas. En realidad son dos, seg¨²n la versi¨®n oficial, que ha dado a conocer el nombre y el retrato de los dos agentes.
En la explosi¨®n tambi¨¦n muri¨® una ciudadana, Lucy Katherine Castillo, y fue herida una segunda mujer. El ELN se solidariza con los amigos y familiares de ambas. ¡°Dicha acci¨®n no ten¨ªa prop¨®sito producir estas afecciones¡±, se lee en el comunicado que ha hecho p¨²blico el Frente de Guerra Nororiental (FGNO) del ELN. De acuerdo con su versi¨®n, la Polic¨ªa de esta zona fronteriza ha estado present¨¢ndose como paramilitar y ha generado ¡°zozobra¡± entre los habitantes. ¡°El Gobierno nacional¡±, prosigue el escrito, ¡°est¨¢ obligado a explicar al pueblo de la frontera el tipo de operaciones que vienen ejecutando sus organismos de seguridad en el territorio que atenta contra los derechos humanos y trae a la memoria de la poblaci¨®n el terror y muerte provocados por el ej¨¦rcito y la polic¨ªa durante los gobiernos de Andr¨¦s Pastrana y ?lvaro Uribe V¨¦lez¡±.
El comisionado de Paz, Danilo Rueda, se?al¨® que la atribuci¨®n del ELN es ¡°un gesto de responsabilidad para aclarar la situaci¨®n. ¡°Lo que tenemos que decir que por lo menos ese reconocimiento es un avance frente a muchos fen¨®menos que quedan en la impunidad desde el comienzo porque nadie se los atribuye¡±, a?adi¨® Rueda.
El atentado se produce mientras en La Habana los negociadores no logran pactar un alto el fuego. Petro lleg¨® a la presidencia con la intenci¨®n de acordar uno con todos los grupos armados y reducir de manera dr¨¢stica los homicidios en las zonas del interior de Colombia. El principal quer¨ªa firmarlo con el ELN, pero seis meses despu¨¦s de sentarse con ellos en la mesa no ha sido posible. La guerrilla se resiste, justific¨¢ndose en que libra varias guerras al mismo tiempo con el Ej¨¦rcito, las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo. Adquirir una posici¨®n pasiva, explican, ser¨ªa mortal para ellos. Sin embargo, estos atentados ponen en entredicho la paz total de Petro, un proceso con el que busca pacificar el pa¨ªs negociando con todos los grupos criminales. La violencia contin¨²a.
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