Petro y la cantada de tabla que le peg¨® al ELN
El presidente los deja sin discurso cada vez que saca su agenda reformista, y pone el dedo en la llaga cuando dice que la lucha insurgente en Colombia entr¨® en una fase en que la ideolog¨ªa ha sido reemplazada por la codicia y que el ELN no es la excepci¨®n
El presidente Petro pronunci¨® hace unos d¨ªas un discurso frente a la c¨²pula militar en el que present¨® su tan esperada pol¨ªtica de seguridad, que curiosamente no pas¨® a mayores porque termin¨® avasallado por esa avalancha diaria de trinos que ¨¦l mismo desata y que nos tiene tan aturdidos.
Ese discurso hay que desempolvarlo y escucharlo con detenimiento porque ah¨ª Petro hace un diagn¨®stico muy acertado sobre cu¨¢les son hoy los desaf¨ªos de seguridad que enfrenta el pa¨ªs. ?l, que fue guerrillero y que conoce bien la historia de la insurgencia en Colombia, hizo un recuento de las distintas fases que ha tenido el conflicto armado en el pa¨ªs y lleg¨® a la conclusi¨®n de que el mayor desaf¨ªo que enfrentamos ya no est¨¢ dado por una insurgencia marcada por la ideolog¨ªa y por la lucha por el poder, sino por unas organizaciones armadas que tienen ¡°como fin apoderarse de las econom¨ªas il¨ªcitas en los territorios¡±.
Petro meti¨® en esa misma cochada a todos los grupos armados con los que tiene negociaciones dentro de su pol¨ªtica de paz total. All¨ª puso al clan del Golfo, una banda mafiosa que se cree (sin serlo) la heredera de los paramilitares que se desmovilizaron a mediados del dos mil; y a las disidencias de las Farc, un reducto traqueto de esa extinta guerrilla que dej¨® las armas en el 2016 y que anda con la ilusa pretensi¨®n de que son las nuevas Farc, como si las de verdad no hubieran firmado un acuerdo de paz.
En esa misma chuspa Petro meti¨® tambi¨¦n al ELN, considerada como la ¨²ltima guerrilla hist¨®rica que nos queda en Colombia y a la que le dedic¨® en su discurso unas frases que est¨¢n cargadas de mucha verdad. Sin titubear afirm¨® que el ELN es una organizaci¨®n armada cuyo fin ya no es la toma del poder, sino el negocio il¨ªcito, y calific¨® a los negociadores de ser unos comandantes viejos que ya no mandan sobre los frentes porque est¨¢n integrados por una nueva generaci¨®n de traquetos que ¡°a pesar de que tiene la misma bandera, su raz¨®n de ser es la econom¨ªa il¨ªcita¡±.
Petro pone el dedo en la llaga cuando dice que la lucha insurgente en Colombia entr¨® desde hace mucho en una fase en que la ideolog¨ªa ha sido reemplazada por la codicia y que el ELN no es la excepci¨®n.
La realidad en los territorios es muy distinta al discurso de la superioridad ¨¦tica que el ELN trae a la mesa de los di¨¢logos. Seg¨²n datos de Indepaz, el principal enemigo de esa guerrilla hoy ya no es el Ej¨¦rcito, porque los enfrentamientos serios los est¨¢ teniendo con el clan de Golfo, que disputa su territorio en el Pacifico, y con las disidencias de Mordisco, con quienes libra una guerra que lleva m¨¢s de un a?o en Arauca, la cual ha causado la muerte de muchos colombianos, en su mayor¨ªa civiles. Esa guerra, como lo dice el presidente, no es una guerra por el poder ni por las transformaciones sociales del territorio como reza el manual del ELN, sino una guerra por el control de las rentas il¨ªcitas, guiada por la codicia. Y no lo digo yo, lo dicen las lideresas de Arauca como do?a Elsa Rojas. A ella el ELN le mat¨® a su hijo en su presencia porque lo creyeron responsable de haberse robado una caleta, hecho que nunca se pudo comprobar.
Para el ELN, Petro, el exguerrillero que lleg¨® a presidente, es adem¨¢s una amenaza que los desaf¨ªa donde m¨¢s les duele porque no solo les quita el poco discurso pol¨ªtico que les queda sino que les deslegitima su lucha armada. Por eso lo niegan como Pedro neg¨® a Jesucristo y se resisten a reconocer el impacto que tiene en la historia de la insurgencia que un exguerrillero que firm¨® la paz hace 33 a?os haya llegado al poder a hacer cambios estructurales. Prefieren aferrarse a la tesis que recitan como loros, la de que nada va a cambiar con Petro porque sigue en pie el mismo r¨¦gimen opresor, a tener que reconocer que en este pa¨ªs las cosas son ahora a otro precio.
Petro los deja sin discurso cada vez que saca su agenda reformista y cuando convierte en ley un plan de desarrollo que tiene como objetivo la transformaci¨®n social del territorio, una bandera que el ELN ha empu?ado desde que decidi¨® recalibrar sus objetivos y convertirse en una guerrilla de resistencia que dice utilizar las armas para forzar la transformaci¨®n de los territorios.
No se dan cuenta de que mientras su discurso pol¨ªtico se les agota, la codicia de la que habla Petro se toma poco a poco sus frentes.
El presidente puede hacer las transformaciones sin el ELN.
La gran pregunta es si esta guerrilla que tanto habla de cambios va a subirse a ese bus para ayudar a sacarlos adelante o si va a persistir por secula seculorum pontificando e imponiendo su superioridad moral desde una lucha armada que se mueve cada vez m¨¢s por la avidez y el billete.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.