Petro y el alto costo de un ¡®trino en falso¡¯: los tropiezos del presidente en Twitter
El mandatario ha sido criticado por la forma en la que se expresa en esta red social, privilegiando la inmediatez sobre la cautela, a pesar de que sus asesores le han pedido que sea m¨¢s prudente
No es que nadie le haya dicho a Gustavo Petro que baje un poco su intensidad en Twitter, la red social donde puede trinar 15 o 16 veces en un d¨ªa, por ocupada que est¨¦ su agenda. Pol¨ªticos, acad¨¦micos, expertos en comunicaci¨®n pol¨ªtica, periodistas y ciudadanos le han pedido que sea m¨¢s prudente con lo que escribe all¨ª, el lugar donde ha dado m¨¢s de un paso en falso. El m¨¢s reciente, y doloroso para las familias que esperan a sus seres queridos, ocurri¨® el mi¨¦rcoles en la tarde cuando, precipitadamente, el presidente anunci¨® en Twitter que hab¨ªan sido rescatados cuatro ni?os que llevan 18 d¨ªas desaparecidos en la selva. Petro hab¨ªa confiado en la informaci¨®n que le comunic¨® la instituci¨®n que protege el bienestar de los ni?os (ICBF), explic¨® el Gobierno el jueves. Pero no confirm¨® con las autoridades que ¨¦l mismo design¨® para el rescate. Le gan¨® una vez m¨¢s la prisa a la cautela.
¡°He decidido borrar el trino debido a que la informaci¨®n entregada por el ICBF no ha podido ser confirmada. Lamento lo sucedido¡±, escribi¨® al d¨ªa siguiente en Twitter. Las familias le piden prudencia a los medios que celebraron anticipadamente, pero tambi¨¦n al jefe de Estado. Petro, sin embargo, no acepta no ser quien controla desde su celular las comunicaciones del gobierno. O, al menos, eso han dicho sus m¨¢s cercanos.
Laura Sarabia, su mano derecha como jefe de gabinete en presidencia, contaba recientemente en entrevista con El Tiempo que le ha pedido varias veces mesura al presidente con la red social, sin ¨¦xito. ¡°El argumento del Presidente es que si no lo hace ¨¦l no hay nadie m¨¢s que lo haga¡± dijo Sarabia. Petro, quien sabe que el ¨¦xito de su proyecto pol¨ªtico depende tanto de la ejecuci¨®n del Gobierno como de la comunicaci¨®n, no quiere soltar el micr¨®fono. Sarabia a?ade que ha intentado darle alternativas: un portavoz. Petro no ve a nadie que tenga la altura para hablar por ¨¦l. ¡°Nadie lo reconoce¡±, dice ella cuando habla de quien era el supuesto vocero, Luis Fernando Velasco, ahora Ministro del Interior. Solo Petro habla por Petro, y lo quiere hacer por Twitter.
Pero el costo de manejar su cuenta y entregarse a la vertiginosa inmediatez de las redes puede ser muy alto para un jefe de Estado. Adem¨¢s del caso del rescate de los cuatro ni?os, el primero de enero el presidente puso en jaque las negociaciones con la guerrilla del ELN cuando anunci¨® que ya se hab¨ªa llegado a un acuerdo para un cese al fuego. Pero no hab¨ªa tal acuerdo, y los negociadores se molestaron por la desinformaci¨®n que compart¨ªa el presidente.
Sus m¨¢s de seis millones de seguidores tambi¨¦n han visto en vivo cuando el Petro comparte lo que dicen otras cuentas falsas. Algunos de esos casos pueden sonar inofensivos: como senador, en 2018, difundi¨® en una noticia falsa viral que hac¨ªa pasar a un actor porno por un experto en f¨ªsica cu¨¢ntica. Otros casos se ven como m¨¢s oportunistas: este a?o, para defender su reforma a la salud, comparti¨® fotos de un supuesto hospital colombiano en ruinas, que realmente eran las ruinas de un hospital venezolano. Pero ahora Petro es el hombre con el cargo ejecutivo m¨¢s importante del pa¨ªs, y compartir noticias falsas en Twitter puede tener costos m¨¢s altos.
Por ejemplo, en el ¨²ltimo mes Petro ha compartido ya dos veces los mensajes de una cuenta par¨®dica de su ministro de Defensa. Uno anunciando que hab¨ªan encontrado a los cuatro ni?os; y otro llamando a apoyar al presidente en las calles despu¨¦s de que un exmilitar habl¨® de ¡®defenestrarlo¡¯. Un trino malintencionado de la supuesta cuenta del ministro multiplica sus consecuencias si es compartido por el comandante en jefe de las Fuerzas Militares.
El presidente, como muchos activistas y presidentes twitteros, defiende el uso de esa red social como medio para tener una relaci¨®n m¨¢s directa con los ciudadanos, precisamente porque all¨ª no tiene intermediarios: ni verificadores de datos, ni editores, ni publicistas. ¡°El espacio de resistencia comunicacional en las redes ha sido vital para hacer crecer el proyecto de la Colombia Humana¡±, escrib¨ªa en 2018 en Twitter, cuando era candidato presidencial y lleg¨® a los 3 millones de seguidores. Opositores y seguidores concuerdan que, desde que tiene su cuenta en 2009, la ha usado con una destreza que pocos pol¨ªticos han tenido en el pa¨ªs.
Como jefe de Estado sigue prefiriendo a esa red por encima de los medios institucionales: incluso tras impulsar un noticiero diario del Gobierno, las relaciones diplom¨¢ticas con Per¨², Chile o El Salvador han pasado m¨¢s por sus trinos que por la Canciller¨ªa. Tambi¨¦n es su lugar preferido de lucha pol¨ªtica, incluso internacional. Petro encontr¨® en la red a su n¨¦mesis perfecto, el presidente salvadore?o de derecha Nayib Bukele, quien disfruta de Twitter tanto como ¨¦l: en marzo se embarcaron en una pelea de trinos de varios d¨ªas que arranc¨® siendo sobre la pol¨ªtica carcelaria y termin¨® con los dos se?al¨¢ndose mutuamente de corruptos. Nadie gan¨® la discusi¨®n, pero quiz¨¢s s¨ª algunos seguidores.
En 2022 Petro era considerado, seg¨²n el ranking de Twiplomacy, era el cuarto l¨ªder mundial m¨¢s influyente en esa red, junto con el indio Narenda Modi, Joe Biden y el turco Recep Tayyip Erdogan. Poco importa que menos del 10% de la poblaci¨®n colombiana use la red: como todos los periodistas le siguen, logra poner la agenda todos los d¨ªas con lo que escribe o comparte en esta red.
El presidente comulga con la ilusi¨®n de que Twitter es el medio m¨¢s transparente, sobre todo cuando considera que los medios de comunicaci¨®n trabajan en funci¨®n de defender el capital de un empresario o de un pol¨ªtico. La Fundaci¨®n para la Libertad de Prensa, que ha sido cr¨ªtica al uso que hace el presidente de Twitter para atacar periodistas de forma ¡°desobligante y burlona¡±, considera que en unos casos puede ser positivo que entre en el debate. ¡°La participaci¨®n del jefe de Estado en el debate p¨²blico en redes cumple un rol importante en la democracia, pues ofrece un canal de comunicaci¨®n en tiempo real con algunas posibilidades de interacci¨®n directa con ciudadanos y medios¡±, dice la FLIP. Con la estrategia adecuada, puede hacer pedagog¨ªa efectiva sobre la reforma a la salud, la transici¨®n energ¨¦tica o la paz total.
Pero la FLIP no le apoya cuando usa Twitter para evitar pedir una rectificaci¨®n formal a un medio, y m¨¢s bien lo acusa a la ligera ante un ¨¢ngulo que le molesta. Adem¨¢s, la libertad en Twitter, al no tener controles editoriales, tambi¨¦n tiene un lado m¨¢s oscuro: el enorme riesgo de la desinformaci¨®n y el de cerrar el debate en vez de abrirlo de forma constructiva. Como han dicho ya varios acad¨¦micos expertos, por sus pocos caracteres y su formato Twitter ha demostrado ser una plataforma que tiende a hacer m¨¢s agresiva la confrontaci¨®n y que es poco efectiva en promover la deliberaci¨®n pausada, con argumentos.
Todo ciudadano que haya pasado un tiempo en Twitter sabe que all¨ª es f¨¢cil pasar de la calma a la ira, preferir la inmediatez a la cautela, compartir informaci¨®n falsa que resuene con los prejuicios propios y no hacerlo con la inc¨®moda que los confronta. La verificaci¨®n de datos en equipo y la cautela generan menos adrenalina. En una campa?a electoral, donde un trino puesto a tiempo puede representar votos de ventaja, Petro es el rey. Pero como presidente, la inmediatez y la adrenalina pueden representar muchos m¨¢s costos. En esta semana, fue el de ilusionar a unas familias preocupadas por la vida de cuatro ni?os perdidos para, horas despu¨¦s, tener que explicarles que escribi¨® un trino demasiado r¨¢pido.
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