Los 25 a?os de interceptaciones ilegales en Colombia: esc¨¢ndalos de los gobiernos de Uribe, Santos y Duque
Aunque han sido de diferente magnitud, los tres gobiernos anteriores a Gustavo Petro enfrentaron sus propios casos de ¡®chuzadas¡¯
¡°Cualquier chuzada ilegal, se trate de un funcionario encumbrado o del ser m¨¢s d¨¦bil econ¨®micamente, son violaciones de derechos humanos. El Gobierno del cambio no las permite, ni las ha hecho, ni las har¨¢¡±, defendi¨® este viernes el presidente Gustavo Petro ante el esc¨¢ndalo por la interceptaci¨®n ilegal de los tel¨¦fonos de la ni?era y la empleada dom¨¦stica de su dimitida jefe de gabinete, Laura Sarabia, que sigue con muchos detalles pendientes por esclarecer. ¡°Aqu¨ª no puede quedar ni mancha ni duda siquiera de que este Gobierno va a repetir las suciedades que otros gobiernos hicieron¡±, declar¨® el mandatario en medio de un vendaval pol¨ªtico de consecuencias imprevisibles.
Aunque el fiscal Francisco Barbosa dijo la v¨ªspera con dramatismo que las ¡®chuzadas¡¯ hab¨ªan regresado al pa¨ªs en el Gobierno de Petro, las interceptaciones ilegales nunca se fueron desde el gran esc¨¢ndalo que enlod¨® al gobierno de ?lvaro Uribe (2002-2010). Los episodios abundan en la historia reciente de Colombia, incluso despu¨¦s de que el DAS fuera desmantelado en parte por ese caso. No todos los casos han sido de la misma magnitud, ni se dirig¨ªan a los mismos objetivos ¡ªy en unos ha habido investigaciones judiciales m¨¢s efectivas que en otros¨C. Pero las ¡®chuzadas¡¯ son un problema cr¨®nico.
Las ¡®Chuza-DAS¡¯ del Gobierno de ?lvaro Uribe
Uno de los mayores esc¨¢ndalos judiciales de los dos periodos de ?lvaro Uribe (2002-2010), revelado en los medios en 2008, fue el de las interceptaciones ilegales que se hicieron durante varios a?os desde el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) para espiar a magistrados de la Corte Suprema, pol¨ªticos de oposici¨®n, periodistas y defensores de derechos humanos. B¨¢sicamente, a cualquiera que pudiera ser cr¨ªtico del entonces presidente. Varios de los ¡®chuzados¡¯ en ese momento hoy est¨¢n en el poder, como el entonces senador Gustavo Petro y el entonces magistrado auxiliar de la Corte Suprema Iv¨¢n Vel¨¢squez, hoy ministro de Defensa. Los dos, en la ¨¦poca, investigaban la ¡®parapol¨ªtica¡¯: las relaciones de pol¨ªticos, como el primo del presidente, Mario Uribe, con grupos paramilitares. Y muchos m¨¢s ¡®chuzados¡¯ que ahora tienen representaci¨®n en el Gobierno, como el periodista Hollman Morris (hoy subgerente de RTVC) o la senadora Piedad C¨®rdoba (ahora parte de la coalici¨®n oficialista). Este episodio es recordado como las ¡®chuzadas¡¯ del DAS.
¡°Si el Gobierno ordenara el espionaje ilegal tendr¨ªa que ir a la c¨¢rcel, empezando por el Presidente de la Rep¨²blica¡±, dijo ?lvaro Uribe en 2010 cuando la Fiscal¨ªa de entonces dec¨ªa que las interceptaciones las hab¨ªa hecho el DAS pero se hab¨ªan ordenado directamente desde la Casa de Nari?o. Petro, desde el Senado, se?alaba a Uribe como responsable. ?l siempre ha negado ser quien dio la orden de las interceptaciones.
Uribe fue denunciado penalmente por el caso ante la Comisi¨®n de Acusaciones de la C¨¢mara de Representantes, el ¨®rgano designado para juzgar las actuaciones de los presidentes cuando est¨¢n en el cargo, pero es una instituci¨®n tan lenta e ineficiente por su car¨¢cter pol¨ªtico que solo un caso de los cientos que ha recibido ha salido de ella, y no fue este. En contraste, algunos exfuncionarios de Uribe s¨ª fueron procesados por las chuzadas, e incluso terminaron condenados. Entre los de m¨¢s alto rango est¨¢n Mar¨ªa del Pilar Hurtado, directora del DAS en 2007 y quien fue condenada en 2015 a 14 a?os de c¨¢rcel por violaci¨®n il¨ªcita de comunicaciones, abuso de funci¨®n p¨²blica y concierto para delinquir; Bernardo Moreno, secretario general de Presidencia de Uribe, condenado el mismo a?o por las interceptaciones ilegales; y Jorge Noguera, tambi¨¦n director del DAS y quien ya hab¨ªa sido condenado por el asesinato de un profesor.
Ante el completo desprestigio de la instituci¨®n, el presidente Juan Manuel Santos desmantel¨® el DAS en 2011 despu¨¦s de m¨¢s de medio siglo de funcionamiento. La inteligencia del Estado pas¨® entonces a una nueva organizaci¨®n, la Direcci¨®n Nacional de Inteligencia.
La oficina del Ej¨¦rcito que espiaba a los negociadores de paz de Juan Manuel Santos
Un peque?o local de almuerzos y servicios de tecnolog¨ªa ubicado en el occidente de Bogot¨¢ sirvi¨® como fachada para que miembros del Ej¨¦rcito espiaran de manera ilegal las comunicaciones de los negociadores del Gobierno de Juan Manuel Santos y de la guerrilla de las FARC durante el proceso de paz en La Habana. Desde la oficina clandestina, llamada Andr¨®meda, se interceptaron durante varios meses de 2012 y 2013 los correos electr¨®nicos y los mensajes de celular de Humberto de la Calle, para entonces jefe negociador del Ejecutivo en La Habana; Sergio Jaramillo, alto comisionado de Paz, y Alejandro Eder, director de la Agencia Colombiana para la Reintegraci¨®n, entre otros.
Adem¨¢s de los jefes de negociaci¨®n del Gobierno, se comprob¨® que en Andr¨®meda tambi¨¦n se hac¨ªa seguimiento a las comunicaciones privadas de Piedad C¨®rdoba, Iv¨¢n Cepeda y otros pol¨ªticos de izquierda. Despu¨¦s de que el esc¨¢ndalo estallara, el jefe del equipo de di¨¢logo de la guerrilla de las FARC en ese momento, Iv¨¢n M¨¢rquez, ahora pr¨®fugo de la justicia, denunci¨® que a ellos tambi¨¦n los estaban espiando. M¨¢rquez responsabiliz¨® p¨²blicamente al expresidente Uribe de estar detr¨¢s de las escuchas ilegales. ¡°No se les olvide que ?lvaro Uribe es el enemigo p¨²blico n¨²mero uno de la paz en Colombia¡±, dijo M¨¢rquez. El l¨ªder guerrillero agreg¨® ¡°aqu¨ª no solo se est¨¢ espiando desde Colombia a la delegaci¨®n de paz del gobierno nacional, sino especialmente a la delegaci¨®n de paz de las FARC¡±.
Una investigaci¨®n period¨ªstica de la revista Semana, que revel¨® el entramado de espionaje, pudo comprobar que en la oficina clandestina trabajaban dos tipos de personas: militares activos y hackers civiles. Uno de los miembros del equipo de Andr¨®meda le cont¨® en su momento a Semana la metodolog¨ªa: ¡°A uno se le ordena hackear X cuenta de correo. A otro, conseguir las conversaciones de X o Y PIN de BlackBerry y a otro, bajar las conversaciones de WhatsApp. Los civiles solo tienen un pedazo de la pel¨ªcula. Pero toda la informaci¨®n llega a los jefes, que son los que reciben la informaci¨®n completa¡±.
Despu¨¦s de que se conocieran los hechos, el ministro de Defensa de entonces, Juan Carlos Pinz¨®n, orden¨® al comandante del Ej¨¦rcito iniciar una investigaci¨®n para determinar si Andr¨®meda estaba adscrita oficialmente al batall¨®n de inteligencia del Ej¨¦rcito o si eran unas ¡°ruedas sueltas¡± de la fuerza p¨²blica quienes ordenaban las interceptaciones. Al final, se comprob¨® que Andr¨®meda era una operaci¨®n leg¨ªtima, pero no todo lo que se hac¨ªa all¨ª era legal. En ese momento, el Gobierno Santos decidi¨® relevar a dos generales del Ej¨¦rcito: el jefe de inteligencia Mauricio Ricardo Z¨²?iga, y el director de la Central de Inteligencia T¨¦cnica, Jorge Andr¨¦s Zuluaga.
El fantasma m¨¢s oscuro del uribismo en el periodo de Duque
El Gobierno de Iv¨¢n Duque, ahijado pol¨ªtico de Uribe, tambi¨¦n se vio sacudido por una serie de denuncias de escuchas ilegales a pol¨ªticos opositores, jueces y periodistas por parte de la inteligencia militar. El esc¨¢ndalo incluso provoc¨® la salida de su controvertido comandante del Ej¨¦rcito, el general Nicasio Mart¨ªnez, quien ya ven¨ªa siendo cuestionado por su papel en el regreso del fantasma de los llamados ¡°falsos positivos¡± ¨Casesinatos de civiles presentadas como bajas en combate¨C. Renunci¨® a finales de 2019, aduciendo razones familiares.
Esas ¡®chuzadas¡¯ fueron ordenadas y realizadas desde instalaciones militares, para ¡°blindarlas y evitar un allanamiento sorpresivo de la justicia o el fisgoneo de los medios de comunicaci¨®n¡±, seg¨²n el reportaje de la revista Semana que las explic¨®. Los oficiales que hab¨ªan entregado informaci¨®n a la prensa sobre diversos hechos de corrupci¨®n dentro de las fuerzas armadas a lo largo del a?o inmediatamente anterior tambi¨¦n fueron blancos de seguimientos, de acuerdo con la publicaci¨®n.
En su momento, las revelaciones apuntaban a que los datos de las escuchas ilegales ten¨ªan como destino a un pol¨ªtico del Centro Democr¨¢tico, el partido de Gobierno. Por esos d¨ªas, tambi¨¦n se hallaron dos micr¨®fonos escondidos en el despacho del magistrado C¨¦sar Reyes, que llevaba el caso contra el expresidente Uribe por presunta manipulaci¨®n de testigos en la Corte Suprema de Justicia. Previamente, los senadores opositores Iv¨¢n Cepeda, Antonio Sanguino y Roy Barreras hab¨ªan denunciado que eran v¨ªctimas de interceptaciones con el prop¨®sito de hacerles un ¡°montaje judicial¡±.
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