La elecci¨®n de miembros de la CIDH prende las alarmas

La Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un organismo creado hace m¨¢s de seis d¨¦cadas, ha ganado protagonismo recientemente. En febrero, el expresidente peruano Pedro Castillo le pidi¨® que lo restituyera en ese cargo y consiguiera su libertad. En mayo, la bancada de congresistas del movimiento del presidente colombiano Gustavo Petro le solicit¨® que intervenga ante la que se?ala como una persecuci¨®n de parte de ¨®rganos de control en manos de opositores. En Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei ha chocado con ella hasta el punto de acusarla de extorsionar a su Gobierno. En medio de ese ambiente, la Asamblea General de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), conformada por los embajadores de los 32 Estados miembro, debe elegir a cuatro de los siete comisionados a fines de mes, en un proceso que ha prendido alertas porque cuatro de los pa¨ªses retiraron a sus nominados iniciales y un panel de expertos independiente que ha hecho seguimiento a estas elecciones desde 2015 ha hecho fuertes cr¨ªticas los candidatos que quedan.

Los siete comisionados, que llegan tras ser propuestos por alguno de los Estados, son elegidos por per¨ªodos de cuatro a?os, y se pueden reelegir una vez. Para evitar un cambio abrupto, cada dos a?os hay un relevo, intercalando un grupo de tres miembros con otro de cuatro. En esta ocasi¨®n terminan su per¨ªodo la presidenta, Margarette May Macaulay (Jamaica), pues ya lleva dos mandatos; la segunda vicepresidenta, Esmeralda Arosemena de Troiti?o (Panam¨¢), que tampoco puede aspirar m¨¢s; Julissa Mantilla (Per¨²), que s¨ª pod¨ªa ser reelegida, pero su candidatura fue retirada por el Gobierno de Dina Boluarte; y Stuardo Ral¨®n (Guatemala), quien sigue en carrera y tiene el apoyo de Giammattei.

Adem¨¢s de la candidatura de Mantilla, Estados Unidos retir¨® la de James Cavallaro, por declaraciones del antiguo comisionado en las que criticaba la situaci¨®n de Derechos Humanos en Israel. Honduras hizo lo propio con la postulaci¨®n de Joaqu¨ªn Mej¨ªa, y Brasil, con la de F¨¢bio Balestro. Solo Estados Unidos explic¨® los motivos del retiro, algo que ha llamado la atenci¨®n de los observadores del proceso. El m¨¢s estructurado de esos observadores, el panel independiente para evaluar las candidaturas a los ¨®rganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) que existe desde 2015 y que conforman cinco expertos en el sistema, lanz¨® una alerta por eso. ¡°Estos hechos no se hab¨ªan producido en tal extensi¨®n en anteriores procesos de nominaci¨®n para los ¨®rganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y podr¨ªan limitar y afectar a la transparencia y participaci¨®n de distintos actores interesados en el mismo¡±, dijo en un comunicado de prensa.

Con los retiros, los cuatro cupos se definir¨¢n entre el actual comisionado Ral¨®n, la argentina Andrea Pochak, el guayan¨¦s Christopher Arif Bulkan, la surinamesa Gloria Monique de Mees, la chilena Lidia Casas Becerra y el ecuatoriano Pier Paolo Pigozzi. El mismo panel independiente revis¨® sus hojas de vida, estudi¨® sus pronunciamientos p¨²blicos y los entrevist¨®, con el fin de dar elementos para que la elecci¨®n sea informada y transparente. Encontr¨® dudas sobre tres de los candidatos.

Uno de ellos es Ral¨®n: ¡°El panel no est¨¢ convencido de que el candidato Ral¨®n Orellana cumpla con el requisito de reconocida versaci¨®n en los est¨¢ndares de Derechos Humanos del SIDH¡±, dice en su evaluaci¨®n. ¡°Las posiciones reflejadas en los votos razonados del comisionado, en los t¨¦rminos analizados en el presente informe del panel, denotar¨ªan un retroceso respecto de los est¨¢ndares m¨ªnimos de protecci¨®n de derechos del SIDH, sobre todo aquellos relativos a derechos de los pueblos ind¨ªgenas, no discriminaci¨®n por motivo de raza u orientaci¨®n sexual y matrimonio igualitario¡±.

Ral¨®n, defendido por el mismo presidente que ha acusado a la CIDH de extorsi¨®n, ha mantenido posturas regresivas en materia de derechos, seg¨²n los expertos. ¡°El panel analiz¨® a profundidad su voto disidente en el caso de Beatriz vs. El Salvador, donde se aparta de la mayor¨ªa de las y los comisionados respecto al derecho a interrumpir el embarazo cuando existe un riesgo grave para la vida de la madre. Llam¨® la atenci¨®n del panel las consecuencias de la particular interpretaci¨®n de la ¡®f¨®rmula de la cuarta instancia¡¯ por parte del comisionado Ral¨®n Orellana. Al respecto, expuso una argumentaci¨®n con graves consecuencias que llevar¨ªa a eximir de responsabilidades a los Estados en casos de violaciones a los Derechos Humanos que se materializan a trav¨¦s de decisiones judiciales y donde la CIDH ha jugado una importante labor en reconocer agravios a grupos reconocidos internacionalmente¡±.

Las conclusiones sobre el candidato ecuatoriano, Pier Paolo Pigozzi, son similares. ¡°Mantiene posiciones que denotan retrocesos en relaci¨®n con los est¨¢ndares internacionales consolidados de protecci¨®n de Derechos Humanos, ampar¨¢ndose en lo que denomina un ¡®criterio de interpretaci¨®n textual de los instrumentos interamericanos¡¯ y su interpretaci¨®n de la doctrina del ¡®margen de apreciaci¨®n¡¯ y ¡®del pluralismo jur¨ªdico¡¯. En ese sentido, si bien el candidato se?al¨® que es sensible a las realidades del continente, el panel identific¨® inconsistencias evidentes entre sus posiciones p¨²blicas previas y las respuestas dadas al panel. En particular, aquellas que se analizan en el presente informe respecto a la interpretaci¨®n autorizada de los instrumentos interamericanos por los ¨®rganos del SIDH versus su versi¨®n del ¡®margen de apreciaci¨®n¡¯; del matrimonio igualitario y el derecho que tienen parejas del mismo sexo para adoptar; los derechos sexuales y reproductivos; y el uso del derecho penal para dirimir conflictos entre la libertad de expresi¨®n y el honor de personas o funcionarios p¨²blicos¡±.

Las objeciones sobre una tercera postulada, la surinamesa de Mees, tienen m¨¢s que ver con su falta de experiencia en la materia que con posturas regresivas. El panel de expertos escribi¨® que ¡°no tiene convicci¨®n de su conocimiento especializado sobre los est¨¢ndares interamericanos e internacionales de Derechos Humanos, por lo que concluye que la candidata no cumple con el requisito de reconocida versaci¨®n en Derechos Humanos¡±.

Adem¨¢s de los asuntos m¨¢s pol¨ªticos, que tienen que ver con los Derechos Humanos a elegir y ser elegidos y que han acaparado titulares por situaciones como la de Castillo, la CIDH ha sido fundamental en el avance de los derechos reproductivos en Am¨¦rica Latina, al impulsar casos en los que luego condena a los Estados, como el de Cristina Br¨ªtez frente a Argentina, o el de Brisa de Angulo contra Bolivia. En los dos asuntos, Ral¨®n ha compartido votos razonados (es decir, posturas contrarias a las mayoritarias) con el colombiano Carlos Bernal. Lo hicieron, por ejemplo, en el balance que public¨® la CIDH en enero sobre el ejercicio de los derechos reproductivos en 2022 o, tambi¨¦n, en el informe de 2022 sobre la situaci¨®n en Cuba.

Los votos razonados de Ral¨®n fueron se?alados por el panel, que identific¨® que ¡°son realizados primordialmente en casos espec¨ªficos donde se est¨¢n alegando violaciones de discriminaci¨®n (racial), pueblos ind¨ªgenas, diversidad sexual, o derechos sexuales y reproductivos¡±.

Esa postura ha sido hasta ahora minoritaria, pero ha llevado a un aumento de la visibilidad de los votos razonados y disidentes, hasta el punto de que Ral¨®n present¨® uno no para una decisi¨®n de fondo sino al comunicado de la CIDH sobre el cierre del Congreso de Ecuador por parte del presidente Guillermo Lasso. En asuntos de derechos sexuales y reproductivos, seg¨²n lo se?alado por el panel, Pigozzi probablemente se sumar¨ªa a ese bloque, en caso de salir elegido.

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