Gustavo Petro y Claudia L¨®pez, sin candidatos claros a la Alcald¨ªa de Bogot¨¢

A poco m¨¢s de cuatro meses de las elecciones, la incertidumbre domina la campa?a por la Alcald¨ªa de Bogot¨¢, el segundo cargo de elecci¨®n popular m¨¢s importante de Colombia. Un viejo conocido que estuvo muy cerca de llegar al Palacio Li¨¦vano hace cuatro a?os, Carlos Fernando Gal¨¢n, quien todav¨ªa no anuncia formalmente su candidatura, y un aspirante independiente, Juan Daniel Oviedo, despuntan de momento en un escenario fragmentado, sin grandes favoritos, con una in¨¦dita segunda vuelta en el horizonte. Hasta ahora, ni la alcaldesa Claudia L¨®pez ni el presidente Gustavo Petro tienen un candidato en firme en una parrilla de salida que no deja de barajar nombres de ¨²ltimo minuto.

¡°Es un momento turbio, extremadamente particular en la historia reciente de Bogot¨¢¡±, valora Fernando Rojas, polit¨®logo y consultor asociado de la firma Orza que estudia los temas de la ciudad. Desde que los alcaldes se eligen por voto popular, a partir de 1988, a esta altura sol¨ªa haber mayor claridad sobre quienes se perfilaban y la ciudadan¨ªa estaba conectada con unas din¨¢micas de campa?a diferentes, apunta. Hoy todav¨ªa no hay favoritos claros, ni encuestas, ni ambiente de campa?a. ¡°Hay gran incertidumbre, pues los principales posibles candidatos no se han declarado, y no sabemos al final si se lanzan o no se lanzan¡±, coincide el analista Yann Basset, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad del Rosario.

El escenario de hace cuatro a?os, cuando la re?ida batalla por la capital se decidi¨® entre las dos opciones m¨¢s alejadas de los extremos ideol¨®gicos, puede arrojar algunas pistas. L¨®pez, la primera alcaldesa de Bogot¨¢ elegida en las urnas, super¨® por muy poco en las elecciones de 2019 a Carlos Fernando Gal¨¢n, hijo del candidato presidencial liberal asesinado en 1989, que concurri¨® como independiente, una f¨®rmula que en varias ocasiones ha funcionado en una capital que se precia del peso de su voto de opini¨®n.

La candidata de la Alianza Verde logr¨® entonces el 35% de las preferencias contra el 32% de Gal¨¢n, pero ambos obtuvieron m¨¢s de un mill¨®n de votos. Una cosecha nada despreciable que en teor¨ªa lo convierten en el rival a batir en octubre. Sin embargo, ese atractivo puede haber perdido lustre. Carlos Fernando renunci¨® a su esca?o en el Concejo para impulsar al Nuevo Liberalismo, pero el partido de los Gal¨¢n naufrag¨® junto a la coalici¨®n de centro en el ciclo electoral del a?o pasado. Su lista al Senado, que inclu¨ªa a Carlos Fernando, no super¨® el umbral y apenas obtuvo algo m¨¢s de 300.000 votos. Aunque el tambi¨¦n exsenador no ha oficializado a¨²n su candidatura, aspira a congregar de nuevo a los sectores de centro. Ese reacomodo ha tomado tiempo.

En los escasos sondeos que se han conocido, y que ni siquiera han terminado de depurar los nombres a consultar, tambi¨¦n despunta Juan Daniel Oviedo, el exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica, o DANE, que madrug¨® a lanzar su campa?a como independiente y por recolecci¨®n de firmas. Oviedo brill¨® desde un cargo tradicionalmente opaco gracias a su particular forma de hablar, su visibilidad en medios y su elocuencia para explicar las innovaciones estad¨ªsticas que se propuso. A pesar de haber sido funcionario de un Gobierno de derecha como el de Iv¨¢n Duque, fue p¨²blico que el propio Petro le propuso mantenerse en el cargo. ¡°Hoy claramente Oviedo es el candidato innovaci¨®n, que rompe con los modelos que hay en la campa?a, un buen funcionario en una entidad que es ¨¢rida para la gente¡±, apunta Rojas.

Una de las grandes inc¨®gnitas es que ni la alcaldesa Claudia L¨®pez ni el presidente Gustavo Petro, que tambi¨¦n fue alcalde de Bogot¨¢, cuentan de momento con un candidato claro que levante sus banderas. Por un lado, el libretista Gustavo Bol¨ªvar, que renunci¨® al Senado despu¨¦s de haber encabezado la lista del Pacto Hist¨®rico y se perfilaba como la ficha fuerte del petrismo, ha manifestado dudas sobre una aspiraci¨®n que hace apenas unas semanas se daba por descontada. Y por otro, desde los verdes, divididos internamente entre los sectores de centro y de izquierda, no hay ning¨²n peso pesado en la carrera. El exgobernador de Boyac¨¢ Carlos Amaya, que contaba con la simpat¨ªa de la alcaldesa, anunci¨® esta semana que optaba por volver a buscar esa Gobernaci¨®n en lugar de una incierta aventura en la capital.

Aunque varios concejales se postulan como precandidatos verdes, las reglas que fij¨® el partido incluyen marcar m¨¢s del 15% en una encuesta general y proh¨ªben aspirar despu¨¦s al Concejo, lo que reduce las posibilidades de tener candidato propio. ¡°El partido decidi¨® no decidir; finalmente es un proceso que est¨¢ pensado para que el partido no se pronuncie y termine con candidaturas externas¡±, se?ala Basset. En ese vac¨ªo se abre paso la posibilidad de ver a otro exgobernador verde en la carrera, Camilo Romero, que gobern¨® Nari?o y se distanci¨® del partido para sumarse a la coalici¨®n de izquierdas que respald¨® a Petro en las presidenciales. Su nombre ser¨ªa tan inesperado que ni siquiera ha sido medido en los estudios de opini¨®n. Romero, ahora mismo embajador en Argentina, no ha probado sus fuerzas en la capital, pero puede tender puentes hacia los verdes y hacia el petrismo.

La borrosa baraja de candidatos incluye otros nombres confirmados como el de Rodrigo Lara Restrepo, que ha sido senador y representante por Cambio Radical, pero se lanza por firmas; o el de Diego Molano, el inc¨®modo ministro de Defensa de Iv¨¢n Duque. Tambi¨¦n sopesa lanzarse el exsenador Jorge Enrique Robledo, que fue hist¨®ricamente un l¨ªder de izquierda pero en los ¨²ltimos a?os ha conformado las coaliciones de centro junto a Sergio Fajardo, con quien estrena partido pol¨ªtico en estas elecciones: Dignidad y Compromiso. M¨¢s a la izquierda est¨¢ la candidatura del concejal Carlos Carrillo, del Polo Democr¨¢tico, que por ahora no ha podido posicionarse como una opci¨®n viable.

¡°La atenci¨®n est¨¢ focalizada sobre el Gobierno nacional, la agenda de reformas y los esc¨¢ndalos¡±, concede Basset. La relaci¨®n con el primer presidente de izquierdas en la Colombia contempor¨¢nea ser¨¢ un elemento clave. Bogot¨¢ suele elegir alcaldes opuestos al mandatario de turno, un contrapeso pol¨ªtico que ha creado cierto equilibrio. Pero ese comportamiento hist¨®rico ahora mismo es una inc¨®gnita, en momentos en que la popularidad de Petro se ha resquebrajado. La capital, con sus ocho millones de habitantes, podr¨ªa generar un contrapeso hacia la derecha, o mantener su tendencia progresista (con la excepci¨®n de Enrique Pe?alosa, que es dif¨ªcil de clasificar).

La movilidad y los debates sobre el metro, que han marcado las ¨²ltimas elecciones, no se antojan decisivos en este ciclo. Al menos por ahora. La relaci¨®n con el presidente, la seguridad ¨Cen medio de cierto ambiente de zozobra¨C y los temas sociales como el hambre, el desempleo y la informalidad en un entorno econ¨®mico dif¨ªcil apuntan a ser los asuntos clave, augura Fernando Rojas.

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