Luis Fernando M¨²nera, rector de la Javeriana: ¡°Un error estrat¨¦gico del sector privado, o de cierta clase pol¨ªtica, es ir acorralando a un Gobierno que tiende a aislarse¡±
El sacerdote jesuita enfatiza en que las universidades deben servir de puente en un pa¨ªs polarizado. ¡°Quedarnos en la crispaci¨®n social es malo para todos, a pesar del r¨¦dito pol¨ªtico para algunos¡±, comenta en el ¡®Reto Democracia¡¯, de PRISA Media
Luis Fernando M¨²nera (Medell¨ªn, 53 a?os) es un sacerdote jesuita que ha ocupado todo tipo de posiciones en la Pontificia Universidad Javeriana, una de las m¨¢s prestigiosas de Colombia. Comenz¨® como estudiante en 1991 y continu¨® como profesor, director de la carrera de Filosof¨ªa y decano de la Facultad de Ciencia Pol¨ªtica y Relaciones Internacionales. Ahora es el rector, justo cuando el Gobierno de Gustavo Petro ha presentado los primeros borradores de su ambiciosa reforma a la educaci¨®n. Para M¨²nera, es una gran oportunidad que no est¨¢ exenta de inquietudes. Le preocupa que universidades como la Javeriana puedan ser v¨ªctimas colaterales de ¡°una desconfianza mutua entre el Gobierno y el sector privado¡±.
El rector, que tiene un doctorado en Filosof¨ªa, es enf¨¢tico en se?alar la necesidad de dialogar y en destacar el potencial de las universidades de ser ¡°un puente¡± en un pa¨ªs cada vez m¨¢s polarizado. Valora la diversidad de l¨ªderes presentes este jueves en el Reto Democracia, un foro de PRISA Media (sociedad editora de EL PA?S) para que el sector p¨²blico, el empresariado y la sociedad civil debatan sobre las oportunidades y los desaf¨ªos de las instituciones colombianas. No obstante, atento a los temas de paz, expresa su preocupaci¨®n ante un clima de desanimo y ansiedad por la creciente violencia. ¡°Se habl¨® mucho de seguridad porque hoy es uno de los temas que m¨¢s polariza¡±, remarca en entrevista con EL PA?S.
Pregunta. ?A qu¨¦ se refiere al afirmar que no sabe si el sector educativo ha sido terco o ingenuo en sus intenciones de aportar a los debates por la reforma?
Respuesta. En los borradores no se habla mucho de las universidades privadas, que son el 46% de las matr¨ªculas de la educaci¨®n superior. Hay todo un tema de si el Estado va a continuar con sus cr¨¦ditos de apoyo financiero a los estudiantes. Hay temor... pero no se trata de defendernos, hay que proponer y entender que esta es una oportunidad para estructurar un sistema mixto que se abra al mundo del trabajo y termine con la frustraci¨®n de no poder estudiar.
P. ?Se sienten escuchados por el Ministerio?
R. Hay un error estrat¨¦gico del sector privado, o de una cierta clase pol¨ªtica, de ir acorralando a un Gobierno que adem¨¢s tiende a aislarse. Cada vez crece m¨¢s la desconfianza y creo que es importante que quien pueda se encargue de generar puentes. Considero que las universidades tenemos la suficiente credibilidad y acogida para por lo menos intentarlo. Si nos quedamos en medio de la crispaci¨®n social, en una situaci¨®n econ¨®mica que no est¨¢ f¨¢cil... eso es malo para todos, a pesar del r¨¦dito pol¨ªtico para algunos.
P. ?Pueden ser v¨ªctimas colaterales de esta tensi¨®n con el sector privado?
R. S¨ª. Hay una mutua desconfianza entre el Gobierno y el sector privado.
P. Hay graves problemas de financiamiento para las universidades p¨²blicas, sobre todo en las regiones. ?No deber¨ªan tener prioridad por sobre las privadas?
R. Es importante que el sistema p¨²blico se fortalezca, pero no es una cosa o la otra. Apoyar a la universidad p¨²blica no tiene que significar no apoyar a las instituciones no oficiales (no digamos privadas, porque realmente prestamos un servicio p¨²blico). Si quieres aumentar los cupos, vale la pena aprovechar la capacidad instalada y ociosa del sistema privado. Si quieres ampliar la infraestructura, los costos son menores.
P. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa ver en la reforma a la educaci¨®n?
R. Se necesita un sistema articulado que incluya a la formaci¨®n para el trabajo, la t¨¦cnica. Tambi¨¦n se requiere m¨¢s flexibilidad en la acreditaci¨®n de los programas acad¨¦micos: hoy hay un cuello de botella, hay que acreditar cada uno por separado y se te pueden ir dos a?os esperando al Ministerio. Proponemos que se acrediten m¨¢s bien los sistemas de aseguramiento de calidad de las universidades, con m¨¢s autonom¨ªa en la gesti¨®n de calidad. Adem¨¢s, hay que fortalecer la formaci¨®n a lo largo de la vida y adaptarnos a las nuevas tecnolog¨ªas.
P. ?Tiene miedo del impacto que pueda tener la inteligencia artificial en los pr¨®ximos a?os?
R. Es una herramienta. Mucho de lo que hacemos los seres humanos no es necesariamente pensar: muchas veces copiamos, sistematizamos y repetimos, hacemos operaciones mec¨¢nicas con el lenguaje. Cuando lees dos o tres textos y haces un resumen, no siempre est¨¢s poniendo tu parte, tu palabra... haces algo t¨¦cnico que ahora puede hacer una m¨¢quina, que recoge datos m¨¢s r¨¢pido que nosotros. Quiz¨¢ esto nos ayuda a valorar m¨¢s lo humano, las cosas que no hace la m¨¢quina: pensar, reflexionar, so?ar. Nos va a costar adaptarnos, pero seguiremos siendo algo que cultiva nuestra humanidad. La universidad es irremplazable como lugar de encuentro humano entre generaciones distintas, como lugar donde se forma el pensamiento y la mirada cr¨ªtica.
P. El Ejecutivo ha llamado a un gran acuerdo nacional. ?Por qu¨¦ se insiste con una idea que casi nunca se materializa?
R. Hablan de un acuerdo porque hay conciencia de la polarizaci¨®n. No s¨¦ si lo que est¨¢ viendo el Gobierno es que las coaliciones pol¨ªticas est¨¢n muy dif¨ªciles de componer, en una legislatura complicada porque los pol¨ªticos est¨¢n ocupados con la campa?a [para las elecciones regionales de octubre]. No s¨¦ si el presidente quiere apostar por un acuerdo nacional que nos saque de la coyuntura parlamentaria y que logre un apoyo ciudadano m¨¢s amplio a las reformas. Este Gobierno gener¨® una gran expectativa con sus propuestas y ese es uno de sus grandes problemas... todos sabemos que es un proceso t¨¦cnicamente dif¨ªcil y largo.
P. La polarizaci¨®n fue una de las preocupaciones que sobresali¨® en el foro. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
R. La noci¨®n de un enemigo interno com¨²n, que eran las FARC, hab¨ªa unido al pa¨ªs. El acuerdo de paz levant¨® otras demandas sociales que estaban silenciadas y, adem¨¢s, se convirti¨® en un lugar de polarizaci¨®n, de derecha e izquierda, de lo liberal y lo estatista, de la pol¨ªtica y lo social. La polarizaci¨®n tiene que ver con unas demandas que se expresaron muy desbordadamente en el estallido social de 2021, con una poblaci¨®n que se siente muy excluida y una reacci¨®n de mucho temor.
P. Pero la divisi¨®n y la crispaci¨®n pol¨ªtica no son fen¨®menos exclusivos de Colombia.
R. No. Y la puedes leer distinto en Estados Unidos o en Chile. Los medios nuevos ¡ªlas redes sociales, los memes¡ª, con mensajes m¨¢s cortos, dan menos lugar para la argumentaci¨®n y las proposiciones m¨¢s razonadas. Son un desaf¨ªo para la pol¨ªtica.
P. Hoy se habl¨® mucho de seguridad y paz, pese a que era un foro sobre la democracia. ?Por qu¨¦?
R. Porque hoy uno de los temas que m¨¢s polariza es la seguridad. El Gobierno gan¨® las elecciones con la promesa de proteger a los l¨ªderes sociales y ahora le enrostran que el tema de seguridad y de violencia sigue creciendo. Le dicen: ¡®Que usted est¨¦ en el Gobierno no ha resuelto el problema, se sigue agudizando¡¯. Sectores como el Centro Democr¨¢tico piden proteger m¨¢s al Ej¨¦rcito y a la Polic¨ªa, invertir m¨¢s en seguridad. Se?alan que nuestros soldados y militares est¨¢n abandonados, como comentaron en el foro.
P. La senadora Paloma Valencia mencion¨® el presunto plan de asesinar al fiscal general, mientras que el polit¨®logo Le¨®n Valencia expres¨® su preocupaci¨®n por un ambiente da?ino para la paz total. ?C¨®mo ve al Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional en esta ecuaci¨®n?
R. Est¨¢ el ELN y est¨¢ la paz total. Con el ELN siempre ha sido muy dif¨ªcil negociar porque es una estructura muy federada. Adem¨¢s, los grandes temas del pa¨ªs se negociaron con las FARC y es poco claro qu¨¦ negociar ahora. El ELN siempre ha estado muy metido en el tema de petr¨®leo, pero eso ha ido perdiendo relevancia. Por otro lado, veo muy complicado negociar la paz total con los grupos que no han tenido acci¨®n pol¨ªtica. Vamos a estar en una espiral permanente de negociaciones.
P. Tambi¨¦n estuvo muy presente la idea de estar en crisis, de que est¨¢ en juego la legitimidad democr¨¢tica de Colombia. Pero congresistas como David Racero y Clara L¨®pez (Pacto Hist¨®rico) matizaron que la crisis es un t¨®pico recurrente.
R. La idea de una crisis moviliza mucho porque, ante eso, llega un salvador. Un mes¨ªas que dice: ¡®Yo voy a salvarlos¡¯. Pero eso es deslegitimar lo que est¨¢ pasando... hay que dejar que se hagan los proyectos, que el pa¨ªs siga avanzando. El Gobierno lleg¨® en una crisis proponiendo el cambio y ahora otros dicen que estamos en una crisis nueva, que entonces necesitamos otro cambio.
P. ?El pa¨ªs est¨¢ mejor que cuando usted era estudiante universitario?
R. Si miras el pa¨ªs con perspectiva hist¨®rica, ha avanzado. Hay participaci¨®n de sectores que nunca hab¨ªan participado, una sociedad m¨¢s consciente de lo que significa el narcotr¨¢fico como destrucci¨®n social, una juventud m¨¢s educada y una clase media m¨¢s grande. Pero decirle esto a la gente que est¨¢ sufriendo... es dif¨ªcil. Es cierto tambi¨¦n que el covid nos gener¨® una situaci¨®n psicol¨®gica y que retrocedimos en problemas como la pobreza.
P. ?Qu¨¦ ideas se lleva de este foro?
R. Me parece muy valioso que unos medios de comunicaci¨®n logren congregar gente de orillas tan distintas y las ponga a hablar. Y veo dos cosas. Por un lado, un des¨¢nimo que se va generando ante el auge de la violencia, una desesperanza colectiva. Por otro, me parece interesante el consenso de que cuestionar malas pr¨¢cticas no puede llevarnos a cuestionar la legitimidad del sistema. Se dice que hay corrupci¨®n, peligro en las elecciones, constre?imiento al votante... pero todo el mundo se cuida. Aunque cuestionamos c¨®mo funciona la democracia, entendemos que no podemos abandonar la democracia como sistema pol¨ªtico.
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