Petro suma a L¨®pez Obrador en su reclamo por replantear la guerra contra las drogas

Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador acude al llamado de Gustavo Petro. El presidente de M¨¦xico, que no acostumbra salir de su pa¨ªs, visitar¨¢ Colombia este viernes y s¨¢bado para acompa?ar a Petro a recibir las conclusiones de la conferencia latinoamericana sobre drogas que inicia este jueves. El Gobierno colombiano la ha convocado en Cali con el prop¨®sito de empujar el giro que reclama al mundo en los esfuerzos globales para combatir el narcotr¨¢fico.

Los presidentes de los dos pa¨ªses m¨¢s golpeados por la violencia de los c¨¢rteles aterrizan as¨ª su compromiso de convocar al resto de Am¨¦rica Latina a dar un vuelco a la fallida guerra contra las drogas, uno de los principales prop¨®sitos que Petro se ha fijado en la arena internacional. Cuando el colombiano visit¨® en noviembre Ciudad de M¨¦xico, en medio del avance de las izquierdas en la regi¨®n, ambos mandatarios escenificaron su sinton¨ªa con im¨¢genes sonrientes en los pasillos del Palacio Nacional, en medio de murales de Diego Rivera. Las canciller¨ªas confirmaron desde entonces la idea de una conferencia para ¡°redise?ar y replantear la pol¨ªtica de drogas¡±, en la que Colombia y M¨¦xico juegan un papel central. Esa propuesta es la que va a tomar cuerpo en Cali este jueves.

El primer presidente de izquierdas de la Colombia contempor¨¢nea ha exigido reenfocar los esfuerzos antinarc¨®ticos. En el a?o largo que lleva en el poder, Petro ha pedido con insistencia dejar de criminalizar a los eslabones m¨¢s d¨¦biles de la cadena, los cultivadores de coca, y concentrar los esfuerzos en golpear a las grandes organizaciones criminales que se lucran del narcotr¨¢fico. La conferencia de Cali es una primera piedra. El resultado esperado es una hoja de ruta que lleve a un nuevo an¨¢lisis de la pol¨ªtica mundial de drogas, adem¨¢s de conformar un grupo de trabajo que m¨¢s adelante lleve a una gran cumbre mundial de presidentes, ha explicado la viceministra colombiana de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay.

Colombia es por mucho el principal productor mundial de hoja de coca, la materia prima para la coca¨ªna, y ha alcanzado la mayor extensi¨®n de narcocultivos desde que se llevan registros. El terreno total se dispar¨® de 143.000 a 204.000 hect¨¢reas al cierre de 2021, de acuerdo con el informe anual del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Il¨ªcitos de Naciones Unidas (Simci), que est¨¢ a punto de publicar los resultados para el 2022. Esa tendencia al alza (que precede a Petro) incluso ha llevado a Estados Unidos, el mayor consumidor mundial, a expresar en alto su preocupaci¨®n.

La cifra r¨¦cord en Colombia marca el fracaso del ¨¦nfasis en la erradicaci¨®n del antecesor de Petro, el conservador Iv¨¢n Duque (2018-2022), quien a su turno dio un giro con respecto a Juan Manuel Santos (2010-2018). Mientras que Santos abog¨® por cambiar la lucha global contra el narcotr¨¢fico y pidi¨® abordarla como un asunto de derechos humanos y salud p¨²blica ¨Ccomo la hace Petro ahora¨C, Duque volvi¨® al prohibicionismo y favoreci¨® la erradicaci¨®n forzosa en detrimento de la sustituci¨®n voluntaria pactada con los campesinos. Petro considera un error de bulto esa manera de abordar el problema. ¡°Yo les demando desde aqu¨ª, desde mi Latinoam¨¦rica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas¡±, dijo hace un a?o en la frase m¨¢s recordada de su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU.

Ese llamado ha sumado respaldos. La lucha contra el narcotr¨¢fico necesita cambios profundos como los que pide Petro, pues la pol¨ªtica de la prohibici¨®n fracas¨®, ha dicho la Comisi¨®n Global sobre Pol¨ªtica de Drogas, a la que pertenecen tanto los expresidentes colombianos C¨¦sar Gaviria (1990-1994) y Santos (2010-2018) como el mexicano Ernesto Zedillo (1994-2000). Tambi¨¦n ha obtenido el apoyo del Grupo de Puebla, que re¨²ne a dirigentes progresistas de Iberoam¨¦rica.

AMLO, como todos lo conocen, ha respaldado a Petro en varias ocasiones ¨Cincluso desde la campa?a que lo llev¨® al poder¨C. El colombiano atraviesa un momento delicado, con sus reformas atascadas en el Congreso, su hijo investigado por la justicia y varios esc¨¢ndalos que rodean a su c¨ªrculo m¨¢s cercano. ¡°Tengo de ¨¦l la mejor de las opiniones, es un hombre de principios¡±, dec¨ªa el mes pasado el presidente mexicano sobre su hom¨®logo. M¨¦xico es tambi¨¦n uno de los pa¨ªses garantes de las negociaciones de paz con el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), la ¨²ltima guerrilla en armas en Colombia, ya acogi¨® un ciclo de los di¨¢logos y se prepara para volver a recibir a las delegaciones este mes.

M¨¦xico es muy importante para Petro, apunta Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario. Cuando hubo una hegemon¨ªa conservadora en la regi¨®n, el primer Gobierno del nuevo ciclo progresista fue el de AMLO, recuerda. ¡°Muchos, entre ellos Petro, lo ven como un pionero de que el p¨¦ndulo pudiera volver a la izquierda. Adem¨¢s, le da eco a reivindicaciones de pol¨ªtica exterior que tiene Petro sobre todo en materia de drogas, de integraci¨®n, de la paz en Colombia y de que Venezuela regrese a la escena internacional. M¨¦xico apoya las reivindicaciones multilaterales de Colombia¡±.

El Gobierno colombiano ya hab¨ªa movilizado a su diplomacia para convocar una conferencia internacional sobre Venezuela en Bogot¨¢ y otra sobre la Amazon¨ªa en Leticia (Amazonas), a la que acudi¨® el brasile?o Luiz Inacio Lula da Silva, otro peso pesado del eje progresista latinoamericano. Ahora parece repetir una movida que busca elevar el perfil de su pol¨ªtica exterior. ¡°Petro identifica al actor m¨¢s visible, sobresaliente y poderoso en cada uno de esos temas, intenta acercarse y se suman los liderazgos¡±, observa Jaramillo Jassir. ¡°Colombia est¨¢ reclamando un lugar en la mesa para tomar decisiones en virtud de que se est¨¢ asociando con otros pa¨ªses¡±, apunta el analista Sergio Guzm¨¢n, director de Colombia Risk Analysis, pero advierte que ese impulso debe ir acompa?ado de ¡°acciones concretas para que no se quede solo en el discurso¡±.

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