Colombia afina el vuelco a la pol¨ªtica de drogas en los territorios m¨¢s golpeados por el narcotr¨¢fico
El Ministerio de Justicia visita 26 comunidades, desde Catatumbo hasta Tumaco, para escuchar sus reclamos
Llegar hasta el casco urbano de Tumaco, esa esquina del territorio colombiano enclavada entre el Pac¨ªfico y la convulsa frontera con Ecuador, puede tomar horas en carretera o en lancha desde las zonas rurales m¨¢s golpeadas por el narcotr¨¢fico. Hasta los salones de un hotel de la playa del Morro llegaron el pasado jueves m¨¢s de un centenar de l¨ªderes sociales de distintas comunidades afrodescendientes e ind¨ªgenas, convocados por la ONU y el Ministerio de Justicia, para que sus reclamos se incluyan en la nueva pol¨ªtica de drogas que afina el Gobierno de Gustavo Petro. Es uno de los 26 espacios consultivos territoriales que se han organizado en lugares que van desde el Catatumbo, en la frontera con Venezuela, hasta el departamento amaz¨®nico del Guaviare, y que concluyen esta semana, como parte del vuelco profundo que promete el presidente.
¡°En este Gobierno tenemos puestas las esperanzas del cambio. Esta es la regi¨®n m¨¢s diagnosticada del pa¨ªs. No podemos pasarnos la vida de diagn¨®stico en diagn¨®stico, esta regi¨®n requiere de acciones concretas, transformadoras¡±, enfatiza Lennis Castro, representante legal de la red de consejos comunitarios del Pac¨ªfico sur, uno de los participantes en Tumaco. El deseo de las comunidades es hacer un tr¨¢nsito para volver a las econom¨ªas l¨ªcitas, dice a este peri¨®dico. ¡°Todos entendemos y comprendemos la complejidad del problema de las drogas para nuestra regi¨®n, que para nosotros representa un riesgo¡±, subraya.
Tumaco ha sido en varios momentos el municipio con mayor extensi¨®n de cultivos de coca de Colombia ¨Cun lugar que hoy ocupa Tib¨², en el Catatumbo¨C, y Nari?o es el departamento con m¨¢s hect¨¢reas. La costa del Pac¨ªfico es la salida natural para las rutas del narcotr¨¢fico hacia M¨¦xico y Centroam¨¦rica que tienen como destino final el mercado estadounidense. El desordenado archipi¨¦lago de grupos armados que operan en la zona obtiene recursos de los cultivos de coca, la miner¨ªa ilegal, la trata de personas y el contrabando de todo tipo, agravado por la dolarizaci¨®n de la econom¨ªa ecuatoriana que facilita el lavado de dinero.
En las mesas se debaten acaloradamente asuntos ambientales, de seguridad, justicia social o salud p¨²blica. Los participantes hablan de una amalgama de temas que van desde el rezago para implementar el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC y la sustituci¨®n de cultivos de coca con cacao hasta el estado de las v¨ªas de acceso o el desarrollo pesquero y portuario de Tumaco.
¡°A los j¨®venes de la zona rural no los tienen en cuenta para proyectos, para que no tomen el camino de la vida f¨¢cil¡±, se lamenta Daly Alexandra, una joven de 21 a?os que trabaja en una tienda de abarrotes en Tangareal, a una hora en carretera. ¡°A veces no tienen oportunidad de acceder a educaci¨®n, simplemente los reclutan, he sido testiga¡±, relata. ¡°Son comunidades muy rotas. Hay ni?os que se fueron a las filas de los grupos al margen de la ley porque vieron c¨®mo asesinaron a sus padres o c¨®mo violaron a sus madres¡±, dice Gloria Tatiana Ben¨ªtez, docente de 43 a?os, habitante de un sector del rio Mira, v¨ªctima y representante de organizaciones de mujeres. ¡°La ruptura de nuestra conexi¨®n con el territorio, ?c¨®mo la sanamos?¡±.
El presidente Petro reclama al mundo un vuelco profundo en la fallida guerra contra las drogas. En los 10 meses que lleva en el poder, ha pedido con insistencia dejar de criminalizar a los eslabones m¨¢s d¨¦biles, como los cultivadores, para enfocar los esfuerzos en golpear a las organizaciones criminales que se lucran del narcotr¨¢fico. El objetivo de estos di¨¢logos territoriales, que han contado con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas para las drogas y el delito (Unodc, por sus siglas en ingl¨¦s), es consolidar una pol¨ªtica de drogas basada en la protecci¨®n de los derechos humanos y la conservaci¨®n del medio ambiente.
Colombia es por mucho el principal productor mundial de hoja de coca, la materia prima para la coca¨ªna. El terreno total dedicado a esos narcocultivos se dispar¨® de 143.000 a 204.000 hect¨¢reas al cierre de 2021, de acuerdo con el ¨²ltimo informe anual del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Il¨ªcitos de Naciones Unidas (Simci), la mayor cifra desde que se hacen registros. Esa tendencia alcista incluso ha llevado a Estados Unidos a expresar en alto su preocupaci¨®n. En todo el departamento de Nari?o hay 56.000 hect¨¢reas de coca, 18.000 de ellas en Tumaco.
La cifra r¨¦cord marca el fracaso del ¨¦nfasis en la erradicaci¨®n del antecesor de Petro, el conservador Iv¨¢n Duque (2018-2022), quien dio un brusco giro con respecto a Juan Manuel Santos (2010-2018). Mientras que Santos abog¨® por cambiar la lucha global contra el narcotr¨¢fico ¨Ccomo la hace Petro ahora¨C, y pidi¨® abordarla como un asunto de derechos humanos y salud p¨²blica, Duque volvi¨® al prohibicionismo y favoreci¨® la erradicaci¨®n forzosa en detrimento de la sustituci¨®n voluntaria pactada con los campesinos. Petro considera de plano un fracaso esa manera de abordar el problema. ¡°Yo les demando desde aqu¨ª, desde mi Latinoam¨¦rica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas¡±, fue la frase m¨¢s recordada en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU, el pasado septiembre. Toda una declaraci¨®n de intenciones.
Colombia ha sumado respaldos en ese prop¨®sito. La lucha contra el narcotr¨¢fico necesita cambios profundos como los que pide Petro, pues la pol¨ªtica de la prohibici¨®n fracas¨®, ha dicho la Comisi¨®n Global sobre Pol¨ªtica de Drogas. Junto al mexicano Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador se han propuesto convocar al resto de Am¨¦rica Latina a redise?ar y replantear la pol¨ªtica de drogas. Pero ese esfuerzo necesita aterrizar en las realidades regionales del pa¨ªs. Al Gobierno le ha tomado tiempo construir la nueva pol¨ªtica, a cargo principalmente del Ministerio de Justicia, a pesar de que sus pilares son claros. Desde el Ministerio lo explican como un esfuerzo por asfixiar a las mafias asociadas al narcotr¨¢fico y darle ox¨ªgeno a los campesinos, con la llegada del Estado Social de Derecho a lugares donde nunca ha estado.
La pol¨ªtica de drogas, como ha sido ejecutada en Colombia, ha acabado por producir nuevas necesidades y no ha podido contrarrestar el mercado il¨ªcito, se lamenta Camilo Uma?a, viceministro de pol¨ªtica criminal y justicia restaurativa, en medio de la jornada de escucha en Tumaco. Desde un comienzo se plante¨® que la nueva pol¨ªtica se deber¨ªa construir desde abajo, escuchando a las comunidades. Esperan tenerla lista en agosto, despu¨¦s de este proceso de di¨¢logos, para presentarla al Consejo Nacional de Estupefacientes. Estos virajes requieren una mirada sostenida en el tiempo, argumenta. ¡°No se trata ¨²nicamente de combatir una forma il¨ªcita de la econom¨ªa, sino tambi¨¦n generar condiciones para que haya una garant¨ªa verdadera de derechos fundamentales¡±, afirma.
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