Onanismo y onirismo
La gente necesita que le prometan. Eso estimula. Pero es clave, de parte de los gobernantes, que ofrezcan el kit completo: promesa m¨¢s ejecuci¨®n
Una cosa es ejecutar y otra, muy diferente, so?ar. Las grandes ejecuciones arrancan como sue?os, pero alguien, con decisi¨®n y efectividad, las aterriza en la realidad de la gente. Vale so?ar. Pero, cuando se tienen responsabilidades p¨²blicas, deber¨ªa existir una veda para revelar esos sue?os antes de haber verificado medianamente su viabilidad. Poco les luce a los funcionarios, sobre todo en el escenario de un pa¨ªs repleto de tribulaciones, conducir a la gente en medio de enso?aciones que, a fin de cuentas, solo generan enormes decepciones.
El presidente Gustavo Petro es un so?ador. Buena parte de sus ilusiones se amparan en un genuino inter¨¦s por mejorar las condiciones de vida de sus semejantes. Pudi¨¦ndose tener diferencias, a veces insalvables, con su propuestas y m¨¦todos, hay que aplaudir a quien tiene ideas. Pero una idea que no se puede concretar est¨¢ m¨¢s en el campo del onanismo que del onirismo.
Durante la presentaci¨®n de la nueva propuesta de Marca Pa¨ªs, esfuerzo conjunto de Fontur y Procolombia, exhibieron (como es costumbre de todos los Gobiernos) un video hermoso en el que nos recrean un pa¨ªs repleto de p¨¢jaros, rebosante de fertilidad, generoso en aguas; con monta?as pre?adas de vida y animales de todos los pelambres. Impecable producci¨®n que mezcla lo ancestral con lo moderno, pensada como se?uelo para turistas: ¡°Colombia, el pa¨ªs de la hermosura¡±.
Dijo el presidente que ¡°lo que puede reemplazar al petr¨®leo en Colombia es el turismo¡±. Pas¨® a explicar que estamos frente a una potencialidad evidente: ¡°no hay un colombiano, creo yo, que no se d¨¦ cuenta que est¨¢ viviendo en el pa¨ªs de la belleza; quiz¨¢s no se percata, porque no ha podido recorrer el mundo, comparar sitios diferentes del planeta¡±.
Existe una amplia posibilidad de que no se d¨¦ cuenta, porque es la propia Colombia la que le ha sido dif¨ªcil conocer. Alguien olvid¨® decirle al presidente que no hay turismo con delincuencia, que no hay turismo con inseguridad desbordada, que no hay turismo con pira?as acechando a los visitantes y, por ¨²ltimo, que no hay turismo sin infraestructura para el turista.
Jos¨¦ Manuel Restrepo, exministro de Hacienda que en varias ocasiones ha corregido con ¨¦xito los postulados de los sue?os oficiales, lo hace de nuevo con el turismo como panacea. Restrepo recuerda que los hidrocarburos representan el 5.6% del Producto Interno Bruto, frente a un 1.4% del turismo sin restaurantes.
Es decir, habr¨ªa que multiplicar a los turistas por cuatro para olvidarnos del crudo. Aun si se lograra, que es tan complejo como pasar un cord¨®n por el ojo de una aguja, quedamos frente a preguntas que no tienen respuesta: ?cu¨¢l es la tasa hotelera del pa¨ªs?, ?puede nuestra infraestructura soportar ese incremento?, ?cu¨¢ntas de nuestras atracciones y espacios ecol¨®gicos soportar¨ªan tanta gente?, ?qui¨¦n va a construir cientos y cientos de hoteles nuevos?, ?c¨®mo nos aseguramos de que no atraquen y roben a los visitantes? ?No hemos podido ni controlar los millonarios precios del pescado frito en Bar¨²!
¡°Eso francamente no es viable a corto plazo¡±, dice Restrepo. ¡°Hay que ser realistas con las cifras y esto implica que, la verdad, es imposible reemplazar un sector de la dimensi¨®n de los petr¨®leos e hidrocarburos, que genera (adem¨¢s de lo del PIB) 20% de ingresos fiscales, 40% de las exportaciones y 35% de la inversi¨®n extranjera directa, por el turismo¡±.
Y como no hay cu?a que m¨¢s apriete que la del mismo palo, el candidato (de izquierda) Jorge Enrique Robledo comenta: ¡°Es la cl¨¢sica necesidad de Petro decir que el turismo debe reemplazar al petr¨®leo, porque la m¨ªnima dosis de sensatez dice que un pa¨ªs puede tener al mismo tiempo el turismo y el petr¨®leo. Este ¨²ltimo, adem¨¢s, para exportarlo y no tener que importarlo¡±.
Que se hagan hermosos videos sobre el pa¨ªs potencia de la vida (donde sigue muriendo la gente), que se muestren maravillas naturales en alta definici¨®n (aunque no se vean los delincuentes que las administran fusil en mano) y que se promocione visitarnos. Todo v¨¢lido y encomiable. Pero, eso s¨ª, que quienes tienen la responsabilidad de actuar dejen el ejercicio del ensue?o para otros. So?ar es so?ar. Gobernar es gobernar.
***
Retaguardia. Causa pena o¨ªr a la escritora Laura Restrepo calificar de ¡°criminal¡± a la campa?a #AguantaUcrania, impulsada por Sergio Jaramillo para respaldar a los ucranianos en uno de los momentos m¨¢s duros de su historia. Respetable su tesis de la negociaci¨®n como herramienta de cierre de esta cruel invasi¨®n, pero no hay necesidad de que Restrepo apuntale sus ideas sobre la base de escupir en la cara de quienes solo han pretendido estar al lado de los que sufren.
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