¡°Trabajo sexual es trabajo¡±: la bancada de Comunes radica un proyecto de ley para regular la prostituci¨®n en Colombia
El partido que surgi¨® de las extintas FARC propone que quienes ejercen esa labor tengan derecho a todas las prestaciones de ley
Dif¨ªcilmente otro tema divide tanto al movimiento social de mujeres como la legitimidad del trabajo sexual. En un mar de discusiones pueden identificarse dos grandes posiciones. Mientras unos grupos feministas piden prohibir la prostituci¨®n por considerarla una pr¨¢ctica patriarcal en la que se esclaviza el cuerpo de las mujeres, otros exigen regularla para evitar la violaci¨®n de los derechos humanos de quienes la ejercen, en el entendido de que es un trabajo elegido de manera consciente por mujeres adultas, diferente a la explotaci¨®n sexual. La bancada del partido de excombatientes de las FARC, Comunes, se alinea con la segunda postura a trav¨¦s de un proyecto de ley que radic¨® este martes para que el trabajo sexual sea una actividad laboral formal.
El objetivo es cobijar todas las formas de trabajo sexual, desde el modelaje webcam hasta la pornograf¨ªa, pasando por los servicios sexuales en espacios comerciales y el escort. La regulaci¨®n propuesta es que los establecimientos que ofrezcan ese tipo de servicios sean los patronos en una relaci¨®n laboral con quienes ejercen la prostituci¨®n. Eso implica que se entienda que ofrecer esos servicios es totalmente legal.
Los congresistas construyeron la propuesta con organizaciones de mujeres que ejercen labores sexuales como Astrasex, Putamente Poderosas o Calle Siete. Carolina Calle, hace parte Astrasex, un sindicato de trabajadoras sexuales con m¨¢s de 50 integrantes, y es vicepresidenta de Calle Siete, oeneg¨¦ tambi¨¦n compuesta por trabajadoras sexuales. Le explica a EL PA?S c¨®mo participaron: ¡°Fue un trabajo de meses, horas de hablar con la bancada para que el proyecto fuera garante de derechos humanos, y sobre todo que estuvieran presentes nuestras voces¡±.
Producto de ese di¨¢logo se incorporaron varias exigencias de las trabajadoras. Para quienes trabajan de manera independiente, el proyecto plantea dise?ar una pol¨ªtica p¨²blica para atenderlas, que deber¨ªa estar lista en un a?o. Para quienes trabajan de forma dependiente de un burdel u otro lugar similar, propone que haya una vinculaci¨®n laboral con contratos a t¨¦rmino indefinido. Eso implica que el empleador les debe remunerar por lo menos un salario m¨ªnimo, y afiliar y pagar la seguridad social. Tendr¨ªan derecho, como cualquier otro trabajador formal, a vacaciones, licencias de maternidad o por luto y primas de servicios.
La senadora Sandra Ram¨ªrez ha sido la principal interlocutora con las trabajadoras sexuales sindicalizadas. En medio de una audiencia, Ram¨ªrez le explic¨® a EL PAIS que ven el proyecto como parte de la defensa de los derechos de la clase trabajadora: ¡°Como cualquier otro trabajador y trabajadora, quienes ejercen este trabajo tienen derecho a ser tratados con dignidad y respeto¡±. Por esa idea, en el art¨ªculo 16 se establecen una series de obligaciones para los usuarios de estos servicios. Entre ellos, que los clientes se responsabilicen de su cuidado en salud, realiz¨¢ndose controles m¨¦dicos peri¨®dicos de infecciones de transmisi¨®n sexual y que deban usar cond¨®n. De negarse, cometer¨ªan una infracci¨®n al C¨®digo de Polic¨ªa.
Las cr¨ªticas a la propuesta no tardaron en llegar, y no solo por el debate sobre abolici¨®n o regulaci¨®n. La bancada que lo impulsa est¨¢ compuesta mayoritariamente por antiguos comandantes de la extinta guerrilla, que seg¨²n la el tribunal creado en el Acuerdo de Paz en 2016, podr¨ªan ser responsables de violencia de g¨¦nero, incluyendo violencia sexual. En ese sentido, hace algunas semanas la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz anunci¨® la apertura de esperado macrocaso, que investigar¨¢ a detalle la violencia contras las mujeres y poblaci¨®n LGBTIQ+ en el conflicto armado.
Justamente, una de las detractoras m¨¢s vocales del proyecto es Mar¨ªa Luz L¨®pez Henao, a quien la JEP acept¨® como v¨ªctima de las FARC en el macrocaso de secuestro. La mujer, que no solo fue secuestrada, sino que cuenta lleg¨® a la prostituci¨®n luego de ser v¨ªctima de las FARC, habl¨® en varios medios de comunicaci¨®n. ¡°Para m¨ª es revictimizante ver que se est¨¦ lanzando o tratando de que se apruebe un proyecto que me mat¨® en vida, es como una cachetada a mi historia, a lo que viv¨ª¡±, expres¨® en la emisora Blu Radio.
En sinton¨ªa con el Gobierno Nacional
El Gobierno que encabeza Gustavo Petro avanza en una l¨ªnea similar a la del proyecto de Comunes. Para ello, una de las 20 direcciones del nuevo Ministerio de Igualdad y Equidad, encabezado por la vicepresidente Francia M¨¢rquez, estar¨¢ encargada del asunto. Tiene por nombre Direcci¨®n de mujeres en actividades sexuales pagas, y sus funciones principales son implementar lineamientos y rutas de atenci¨®n para la garant¨ªa de los derechos de las mujeres en actividades sexuales pagas; generarles oportunidades laborales y de autonom¨ªa econ¨®mica; y promover atenci¨®n primaria en salud para ellas, entre otras.
La oficina encaja en varias declaraciones que ha hecho la vicepresidenta. En una entrevista con este diario, sostuvo: ¡°es apenas obvio que mujeres que han vivido violencia sexual, trata de personas, prostituci¨®n forzada, tengan argumentos para pedir erradicar ese sistema. Yo tambi¨¦n creo en eso. Sin embargo, hay una realidad y es que otras mujeres consideran la prostituci¨®n como su trabajo y no tienen atenci¨®n en salud, son estigmatizadas, nadie las mira ni las protege. El Estado tiene la responsabilidad de proteger a todas las mujeres¡±. Justamente, la cartera que ella maneja quiere avanzar en garant¨ªas laborales para el trabajo sexual, y al mismo tiempo, en oportunidades para quienes lo ejercen, pero buscan otras opciones para sostenerse.
Esa sinton¨ªa muestra un terreno m¨¢s f¨¦rtil que el de otros proyectos de ley que ten¨ªan el mismo objetivo, como el que present¨® el ex embajador en Venezuela y entonces congresista por el Partido de la U, Armando Benedetti en 2013.
Para Carolina Calle, el proyecto ¡°abre la oportunidad de materializar nuestros derechos y la lucha que por a?os hemos dado para que estos se respeten¡±. La activista enfatiza en que esta propuesta se distingue de otras porque fue creada directamente con las trabajadoras y no con los due?os de grandes estudios o prost¨ªbulos, respetando la agencia de estas mujeres sobre sus cuerpos y la existencia de necesidades que solo ellas conocen.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y aqu¨ª al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.