Francia M¨¢rquez: ¡°Me he esforzado por no dejarme deslumbrar por el poder¡±
La primera vicepresidenta afro de Colombia conversa con EL PA?S sobre su primer a?o de mandato
De Francia M¨¢rquez, primera vicepresidenta afro de Colombia y ahora primera Ministra de la Igualdad, se conoce que lleg¨® al mundo de brazos de una partera de su comunidad en el Cauca, que se hizo lideresa para evitar que una multinacional desviara su r¨ªo, que fue madre adolescente, que en su ni?ez so?aba con casarse con un hombre blanco, que trabaj¨® como empleada dom¨¦stica mientras estudiaba Derecho, que lleva veinte a?os escapando a la muerte por amenazas y que se abri¨® y logr¨® un espacio insospechado en la pol¨ªtica. Pero poco se sabe de los entresijos de su vida ya no como activista sino como gobernante, sobre el tr¨¢nsito de lo que ella llama resistencia al poder. Con las cr¨ªticas que ha recibido y las altas expectativas sobre su labor a cuestas, se sienta a conversar con EL PA?S sobre su primer a?o de mandato.
¡°Las entrevistas siempre me ponen nerviosa¡±, dice al sentarse en uno de los muchos sillones de la enorme casa privada de la vicepresidencia. Fue en ese espacio luminoso, que parece no haber intervenido, donde hizo su primer acto simb¨®lico: salud¨® de mano a las empleadas del servicio dom¨¦stico, como ella lo fue en una etapa de su vida. A los que nadie mira, como suele decir. Desde ah¨ª se han sucedido muchos otros actos simb¨®licos, pero pasar del s¨ªmbolo y del activismo al Gobierno no ha sido f¨¢cil.
Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez dec¨ªa que todos los entrevistados con sentido de la responsabilidad est¨¢n m¨¢s asustados que los entrevistadores y que una entrevista es tan dif¨ªcil como encontrar el amor. Para la vicepresidenta, las que dio este a?o han resultado catastr¨®ficas. En una, cuando la cuestionaban por viajar en helic¨®ptero hacia su casa en el Valle del Cauca, pronunci¨® la frase ¡°de malas¡±. Le llovieron cr¨ªticas y hasta una canci¨®n que ahora bailan en su familia. Lo mismo cuando dio entrevistas tras su viaje a ?frica, cuestionado por el valor del combustible que se us¨® en esa gira diplom¨¢tica, que los cr¨ªticos llamaron un ¡°safari¡±. La vicepresidenta ha sido le¨ªda entonces como alguien soberbio, a la defensiva. ¡°Siempre que digo algo intentan desdibujar lo que significa, lo que realmente estoy diciendo¡±, dir¨¢ m¨¢s adelante.
Pregunta. ?C¨®mo es hoy la Francia M¨¢rquez gobernante y persona, un a?o despu¨¦s de estar en el poder?
Respuesta. En mi esencia sigo siendo la misma. A veces me toca revisar si estoy en el Gobierno o estoy haciendo activismo. Sigo siendo la mujer que cree en la justicia social, en la capacidad de las personas para transformar contextos y vidas. Cambi¨® la situaci¨®n para mi familia, para mi mam¨¢ que ya no puede estar en su casa, para mis hijos que hubo que sacar del pa¨ªs. Eso ha sido doloroso. Tambi¨¦n tengo que decir que este mundo (de la pol¨ªtica) al final del d¨ªa es vac¨ªo, muy solo. Esa ausencia de no estar con mi comunidad, con mi familia, marca bastante. Y no me siento feliz de estar en esta casa tan grandota, muy lujosa. Sin embargo, yo tom¨¦ esa decisi¨®n de asumir el desaf¨ªo de ir de la resistencia al poder, hacer que la dignidad se haga costumbre y acompa?ar al presidente Gustavo Petro en ese camino, y espero hacerlo hasta el final.
P. ?Cu¨¢l ha sido la lecci¨®n m¨¢s dura de este a?o en el poder?
R. Ha sido una oportunidad para conocer c¨®mo funciona el Estado y a las personas en su profundidad. En la pol¨ªtica se conoce lo mejor y lo peor del ser humano. A veces hay mucha mezquindad. Eso ha sido fuerte porque vengo de una comunidad que siempre pens¨® en colectivo. Es diferente cuando se est¨¢ en la pol¨ªtica y en el Gobierno. Hay egos, vanidades; gente que cree que un cargo le hace m¨¢s ser humano. No caer en eso es parte de mantener el coraz¨®n bien puesto. No dejarse deslumbrar por el espejismo que muestra estar en el poder. Me he esforzado por mantener los pies en la tierra. Esto es, como lo dec¨ªa el presidente en una entrevista, un mundo de adicci¨®n, y quien se deja llevar termina perdiendo. Hay muchas trampas que el poder le coloca a uno y hay que estar mirando por todos lados para no caer en ellas.
P. ?En alg¨²n momento ha sentido que tiraba la toalla?
R. Todav¨ªa no he llegado a ese momento. Gobernar un pa¨ªs lleno de machismo es muy dif¨ªcil. Muchas mujeres compa?eras que est¨¢n en el Gobierno han venido a buscarme, a decirme: ¡®No aguanto, estoy que tiro la toalla, esto es muy dif¨ªcil¡¯. De alguna manera el machismo se impone en el Gobierno y en nuestra sociedad. Ellas reciben agresiones; yo tambi¨¦n. Pero eso no me hace tirar la toalla. He vivido m¨¢s de 20 a?os huyendo a la muerte y creo que si he escapado y llegu¨¦ a la vicepresidencia es por algo. Vengo de un pueblo que no ha tenido nada, que nunca se le han abierto las puertas, as¨ª que s¨¦ cu¨¢l es mi misi¨®n.
P. Siempre ha dicho que su vida ha sido una lucha. ?C¨®mo describe la que ha vivido al interior del Gobierno, teniendo en cuenta esos egos y mezquindad pol¨ªtica que menciona?
R. Lo primero es que he sentido el respaldo y el apoyo del presidente, y eso ha sido muy importante. Tenemos coherencia pol¨ªtica. No es como en otros Gobiernos en los que el presidente va por un lado y la vicepresidenta por otro. Hemos tenido tambi¨¦n discusiones, y hay funcionarios a los que he tenido que decirles: ¡®Soy la vicepresidenta y le estoy dando una directriz¡¯, aunque no deber¨ªa ser necesario que lo tenga que decir. Pero me ha tocado, sobre todo con funcionarios que aunque est¨¢n en un cargo de menor nivel o categor¨ªa sienten que, como son hombres, pueden pasar por encima de m¨ª o de otra funcionaria.
P. ?Al presidente lo ha logrado deconstruir? (Durante la campa?a, Petro tuvo una relaci¨®n problem¨¢tica con el feminismo)
R. No solo yo, creo que muchas mujeres han educado y han ayudado a deconstruir al presidente y a muchos funcionarios. Mujeres verracas que se le plantan a los hombres en nuestro Gobierno y exponen sus puntos de vista. Al final del d¨ªa, somos como una nueva familia extensa, nos volvemos compa?eros, compartimos mucho.
P. Habla de familia extendida y justamente el Gobierno enfrenta un esc¨¢ndalo por el hijo del presidente, Nicol¨¢s Petro. ?C¨®mo la toca?
R. Es un aprendizaje para todos. Sobre la situaci¨®n de Nicol¨¢s (Petro) se encargar¨¢ la justicia, que definir¨¢ si es o no responsable de los se?alamientos por los cuales se le est¨¢ haciendo el proceso. Ah¨ª no intervengo. Pero en mi condici¨®n de mam¨¢ y pap¨¢ que he sido para mis hijos, s¨¦ lo doloroso que es para el presidente y para la familia de Nicol¨¢s. Pienso mucho en qu¨¦ estar¨¢n sintiendo la mam¨¢ de Nicol¨¢s, los hermanos. Esto afecta a la familia. Yo lo que hago es poner una barrera para que mi familia no se involucre en nada de lo que yo hago. Tengo una regla.
P. ?Cu¨¢l es?
R. Mi regla es: ¡®esto es Gobierno, ustedes no intervienen, no opinan, no dicen nada porque no quiero que se expongan ni sean vulnerables¡¯. Mi familia nunca ha estado en pol¨ªtica; siempre en lo social y comunitario. A veces hay gente que provoca y pone trampas. A m¨ª misma me han dicho: ¡®vea vicepresidenta, all¨¢ hay tal cosa, c¨®jala¡¯. Mi respuesta es ¡®lo siento, pero no¡¯. Si me han hecho esas propuestas, imag¨ªnese lo que pueden hacerle a alg¨²n familiar m¨ªo, compa?ero, hijo o cualquier persona de mi c¨ªrculo m¨¢s cercano. As¨ª que tengo el m¨¢ximo cuidado. Inclusive dentro de las funciones que uno desempe?a, estoy siempre atenta a que ningun funcionario me haga una jugada y termine haci¨¦ndome caer en una situaci¨®n lamentable.
P. Es este a?o ha recibido muchas cr¨ªticas, ataques racistas¡
R. Soy funcionaria p¨²blica y como tal tengo que estar dispuesta a que se me cuestione por mi trabajo. Sin embargo, lo que hemos vivido no ha sido en raz¨®n a las funciones que desempe?o, sino m¨¢s hacia la persona, hacia lo que represento, hacia mi identidad. Eso, por supuesto, desvela el racismo en nuestro pa¨ªs y es doloroso.
P. Una de las ¨²ltimas cr¨ªticas fue por emprender una gira a ?frica. Usted dijo que ve¨ªa un sesgo racial en ellas
R. Yo misma me form¨¦ de peque?a viendo ?frica como una regi¨®n salvaje, miserable, donde hab¨ªa ni?os con moscas en la boca, desnutridos. As¨ª nos educaron. Cuando de ni?a me dec¨ªan ¡®pareces una africana¡¯, me pon¨ªa a pelear, porque no quer¨ªa que me identificaran con eso que nos hab¨ªan ense?ado. Sin embargo, esa visi¨®n colonial es equivocada. Al regreso de la gira hice una rueda de prensa e inform¨¦ de 17 acuerdos iniciales de di¨¢logos para empezar una relaci¨®n bilateral con los Gobiernos de esos pa¨ªses y con sectores empresariales. Antes vi muchas otras delegaciones y a otros vicepresidentes, y a ellos nunca los llamaron a rendir cuentas de esta manera (por giras diplom¨¢ticas).
P. Tambi¨¦n la criticaron por el uso del helic¨®ptero para ir a su casa en Valle del Cauca. ?C¨®mo lo ha enfrentado?
R. Esta es una oportunidad para hacer aclaraciones, porque cuando he hablado con firmeza se me clasifica de arrogante. De esto hablaba la escritora Chimamanda Ngozi Adichie en la Feria del Libro de Bogot¨¢. Ella dec¨ªa que cuando una mujer habla duro, es gritona, pero que si un hombre lo hace, es fuerte. Cuando una mujer habla con car¨¢cter es soberbia, grosera; pero un hombre es un verraco. Eso es parte del patriarcado que nos clasifica en la forma como tenemos que expresarnos. Pero hay cosas de mi ser que no puedo cambiar porque crec¨ª en un contexto de conflicto armado y en mi comunidad a las mujeres nos toc¨® pararnos duro. Soy as¨ª, ese es mi car¨¢cter, mi mam¨¢, mi abuela, todas somos as¨ª, mujeres que no agachan la cabeza.
P. El detonante fue la frase ¡®de malas¡¯. (Al responder a los cuestionamientos a?adi¨® que ¡°de malas¡±, que era la vicepresidenta)
R. Cuando dije ¡°de malas¡± sent¨ª que se me vino un mundo encima, un torrente de agresiones. Sin embargo, no se lo estaba diciendo a la sociedad. Siempre que digo algo intentan desdibujar lo que significa. De manera espec¨ªfica se lo dec¨ªa a unas personas [de la oposici¨®n] que consideran que yo no deber¨ªa estar en este lugar privilegiado, porque ven al Estado como su propiedad. Vi muchas personas justificando el uso del helic¨®ptero en otros Gobiernos, dec¨ªan: ¡®pero es que la familia de esas personas que no puede moverse libremente, lo m¨ªnimo es que usen esas herramientas del Estado¡¯. Mi familia no anda en helic¨®ptero, ni usando ninguna de las condiciones que tiene el Estado para protegerlos.
P. Hablemos de su ejecuci¨®n como vicepresidenta y ministra, ?qu¨¦ logros tiene para mostrar?
R. Ha habido todo un alistamiento institucional, incluyendo la aprobaci¨®n del Plan Nacional de Desarrollo, en el que incluimos 25 art¨ªculos con enfoques diferenciales. El presidente tambi¨¦n me entreg¨® la responsabilidad de liderar la pol¨ªtica en el Pac¨ªfico, mi regi¨®n y un territorio con desigualdades estructurales que tenemos que transformar. De manera espec¨ªfica, he estado articulando instituciones para que puedan avanzar en cumplir sus compromisos en los acuerdos del paro c¨ªvico que se hizo en Buenaventura en 2017, designando los presupuestos que deben colocarse, y en la creaci¨®n del Ministerio de Igualdad.
P. ?Qu¨¦ no ha logrado en este a?o?
R. ?Qu¨¦ falta? Mucho. 500 a?os de exclusi¨®n, de marginalidad, de violencia no los vamos a transformar en cuatro a?os. Nos falta colocar las bases, sacar las reformas estructurales a la salud, la educaci¨®n, al trabajo, a las pensiones. Nos falta la paz. El conflicto armado lamentablemente sigue afectando muchos territorios y es doloroso para m¨ª ver tanta violencia que no logramos aplacar.
P. Hablemos del Ministerio de la Igualdad. Les han hecho cr¨ªticas por su enorme estructura.
R. Si antes se hubiera trabajado como Estado por tener una oferta institucional articulada y no dispersa, y si se hubiera avanzado en el cumplimiento de la Constituci¨®n de 1991 que ten¨ªa como fin esencial la equidad, no tendr¨ªamos este pa¨ªs tan dolido que se ha ba?ado en sangre. No haber trabajado en ello ha hecho que tengamos una sociedad rota, que hay que reconstruir. Entonces nunca ser¨¢ suficiente. Nunca ser¨¢ un gasto invertir en la igualdad y la equidad; es una inversi¨®n que vale la pena y que como sociedad tenemos que estar dispuestos a hacer. As¨ª que es una estructura que, reconocemos, es grande, pero donde muchas poblaciones excluidas se ven reflejadas.
P. Y tiene much¨ªsimas responsabilidades, las mujeres, la poblaci¨®n LGBTIQ+, la pobreza, los grupos ¨¦tnicos, los j¨®venes¡
R. Las mujeres, que son el 52% de la poblaci¨®n. Llegamos con una consejer¨ªa para la mujer, que es la ¨²nica instituci¨®n que hab¨ªa con un presupuesto de 5.000 millones de pesos. D¨ªgame, ?c¨®mo usted saca de la inequidad -no hablemos de todas las mujeres, porque est¨¢n en mejores condiciones, hablemos de 1/3 de la poblaci¨®n- con ese presupuesto? Mujeres que est¨¢n viviendo violencias basadas en g¨¦nero, muchas por la ausencia de autonom¨ªa econ¨®mica. Las mujeres quer¨ªan un ministerio y creo que nos lo merecemos, pero por lo menos empezamos con un viceministerio que va a dise?ar pol¨ªticas, implementar programas y proyectos que contribuir¨¢n a erradicar las violencias.
P. ?En qu¨¦ estado est¨¢ el Ministerio?, ?ya tiene las viceministras?
R. En menos de ocho meses logramos la reglamentaci¨®n del Ministerio, ahora estamos en la adecuaci¨®n institucional, desarrollar los proyectos de inversi¨®n, definir el presupuesto y los funcionarios que van a echar hacia adelante esta pol¨ªtica de equidad.
P. ?Es cierto que nombrar¨¢ a una viceministra trans?
R. Es mi anhelo. Deseo que el viceministerio de las diversidades, que tiene a las poblaciones LGBTIQ+ y de personas con discapacidad, sea liderado por una mujer trans. Estoy en ese proceso de buscar y discutirlo con el presidente, porque tomamos las decisiones juntos.
P. Otra gran pol¨¦mica del naciente ministerio es el abordaje frente a la prostituci¨®n. ?Cu¨¢l es su posici¨®n?
R. Creo que es una pol¨¦mica necesaria, v¨¢lida. No le temo a los debates. Es apenas obvio que mujeres que han vivido violencia sexual, trata de personas, prostituci¨®n forzada, tengan argumentos para pedir erradicar ese sistema. Yo tambi¨¦n creo en eso. Sin embargo, hay una realidad y es que otras mujeres consideran la prostituci¨®n como su trabajo y no tienen atenci¨®n en salud, son estigmatizadas, nadie las mira ni las protege. El Estado tiene la responsabilidad de proteger a todas las mujeres, independientemente de sus decisiones. Por supuesto que la prostituci¨®n ha sido una imposici¨®n del machismo y ojal¨¢ logr¨¢ramos llegar a una sociedad que no tenga que atravesar por estas situaciones. Pero, mientras se resuelve, tengo que garantizarles los derechos a las que luchan contra la prostituci¨®n forzada y tambi¨¦n al grupito que tenga otra postura, as¨ª sean cinco, dos o una.
P. Es la primera ministra de la Igualdad en uno de los pa¨ªses m¨¢s desiguales del mundo. ?C¨®mo se ve al finalizar este mandato?
R. Si logramos disminuir las brechas de inequidad y desigualdad, habremos avanzado. No somos solo el presidente y yo, necesitamos de todos los funcionarios y toda la sociedad para transformar el pa¨ªs. Espero que el rumbo que tomemos como sociedad sea el de la justicia social.
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