24 horas
Dicen que pasan tantas cosas en Colombia que los periodistas no se aburren. La verdad es que nos aburre enfrentar la catarata de desastres que amenaza con arrasarnos
Lo que pasa en Colombia en 24 horas¡ El hijo del canciller (a quien su padre llama ¡°ni?o de 54 a?os¡±) sigue rondando los negocios del mundo diplom¨¢tico. La Corte Suprema de Justicia acusa a la exsenadora Daira Galvis por concierto para delinquir, agravado por la promoci¨®n de grupos paramilitares. Un exministro de Hacienda clama al cielo que se les otorgue perd¨®n divino a los congresistas que votan positivamente la reforma a la Salud.
El presidente dice que en su administraci¨®n se desestimar¨¢n licitaciones en las que, a pesar de lo que diga la ley, solo haya un proponente. Estalla una peque?a guerra civil entre quienes creen que la JEP le dio car¨¢cter de militar a Salvatore Mancuso y los que aseguran que ¨¦l fue solo una ¡°bisagra¡± con incidencia en decisiones de la fuerza p¨²blica. El Tribunal Superior de Barranquilla profiere una nueva medida de aseguramiento contra Mancuso.
Las masacres no paran; los partidos de gobierno, tan juiciosos en su conteo durante la campa?a, perdieron el inter¨¦s (¨²ltima hora: el presidente afirma que la culpa es del gobierno anterior). Tras dos masacres en Santa Fe de Antioquia, el alcalde declara que no ha recibido llamada de nadie en el gobierno nacional.
Las bodegas oficiales idolatran a ¡°Hulk¡± por haber aplaudido a un presidente que apoya c¨¢ndidos tratados en detrimento de la econom¨ªa del pa¨ªs. Cuarenta y ocho familias embera katio llegan a Bogot¨¢ huyendo del paro armado que el ELN adelanta en Choc¨®. El quinto ciclo de conversaciones entre el ELN y el gobierno queda instalado en M¨¦xico, sin que est¨¦ muy claro qu¨¦ va a pasar con los secuestrados.
Cientos de campesinos dejan Brice?o, en el norte de Antioquia, donde la delincuencia los obliga a volver a la siembra de cultivos il¨ªcitos. Gustavo Petro es el presidente m¨¢s viajero en la historia de Colombia. Aumenta el n¨²mero de cuentas en Facebook en las que las disidencias de las Farc promueven el reclutamiento. Circula un virus que env¨ªa falsas notificaciones judiciales y destruye la informaci¨®n de quien abre los archivos contaminados.
Las exportaciones completan once meses en ca¨ªda libre. Las disidencias de las Farc citan a particulares y funcionarios en municipios del Huila y exigen el pago de ¡°contribuciones¡±. Mientras, entierran a uno de sus integrantes rodeados por la comunidad del Cauca. El presidente rega?a a los parlamentarios que no aplauden su gesti¨®n y comenta en redes los videos en donde se oye el ¡°?fuera Petro!¡± de los conciertos. La vicepresidente Francia M¨¢rquez asegura que al o¨ªdo le han sugerido que se apropie de recursos p¨²blicos, pero no da pistas de qui¨¦nes son los susurrantes.
Mar¨ªa Fernanda Carrascal se ofusca por las opiniones de una joven de 17 a?os a la que, desde la perspectiva de la congresista, el futuro le depara lavar platos. El hijo del presidente dice que todo lo acontecido a su alrededor, en t¨¦rminos jur¨ªdicos, ha sido ilegal. La hija de Pablo Escobar pierde millonaria batalla jur¨ªdica con la Dian. Cinco delincuentes se vuelan de una c¨¢rcel, en C¨®rdoba, mientras participan en una parranda vallenata. Nadie se pone de acuerdo sobre la cifra de productividad. Se revela que, en un a?o, ha aumentado en un 214% el n¨²mero de colombianos que atraviesa la selva del Dari¨¦n.
Comunidades ind¨ªgenas bloquean la v¨ªa Panamericana, entre Popay¨¢n y Cali, porque el Gobierno no los protege de la violencia. Hace dos semanas que no recogen las basuras en Santa Rosa de Cabal, Risaralda. Abre la Procuradur¨ªa una investigaci¨®n disciplinaria por supuesto desconocimiento de estudios previos para el acueducto de Santa Marta, ciudad tur¨ªstica en la que el agua es como el oro.
Solo 24 horas en la vida de un pa¨ªs que es potencia mundial de eso, de la vida, y en el que nos pasamos la vida siendo indefensos espectadores de la muerte.
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