Eduardo ¡®La Rata¡¯ Carvajal: ¡°Fuimos la generaci¨®n que lleg¨® a tiempo¡±
El Festival de Cortos de Bogot¨¢, Bogoshorts, le rinde un homenaje al fot¨®grafo de ¡¯Caliwood¡¯, con una exposici¨®n de una obra que ha documentado el cine colombiano desde los a?os setenta
Los mitos alrededor de Caliwood son tantos como diferentes. Los excesos, la fiesta y la cinefilia marcaron una ¨¦poca convulsa para el pa¨ªs, y de oro para un grupo de hombres y mujeres que en Cali, la capital del Valle del Cauca, se entregaron al arte. La mayor¨ªa ya murieron, pero fueron inmortalizados por el ojo sagaz de Eduardo Carvajal (Cali, 75 a?os). Del Grupo de Cali ¨Dcomo ¨¦l prefiere llamarlos¨D es de los ¨²ltimos vivos. Lo conocen como La Rata por el sigilo con el que aprendi¨® a moverse en los sets, retratando los detr¨¢s de c¨¢mara de m¨¢s de una veintena de producciones. Su trabajo inmortaliz¨® cl¨¢sicos como Cali de pel¨ªcula (1973), La Mansi¨®n de Arauca¨ªma (1986), La Vendedora de Rosas (1998) y Lavaperros (2021).
Posiblemente, el mejor ejemplo de su entrega a la cin¨¦fila es la cojera que le sobrevino luego de pasar tres a?os sentado, revisando su archivo de 37.000 negativos fotogr¨¢ficos. Su columna no aguant¨® y hace un a?o tuvo que ser operado. Sobrevivi¨® porque, como los mejores roedores, La Rata ha aprendido a moverse en circunstancias adversas. As¨ª, cojeando, lleg¨® a Bogot¨¢ invitado por el Festival de Cortos ¡ªBogoshorts¡ª, que en su vigesimoprimera edici¨®n le rinde homenaje con la exposici¨®n La Rata en Corto: memoria fotogr¨¢fica de las breves locuras en la Cinemateca de Bogot¨¢.
Se camufla detr¨¢s de unas tupidas cejas y unas gafas oscuras. Le gusta pasar desapercibido y, como es usual en su oficio, no le gusta hablar mucho ni ser fotografiado. Esta vez, con suerte y sol, su timidez se va agrietando con la ¡°inteligencia traviesa¡± que lo define, seg¨²n el dramaturgo cale?o Sandro Romero Rey. Su amigo entra?able desde los setenta.
¡°Estoy hecho para estar detr¨¢s de c¨¢mara, poseo el don de la imagen y no el don de la palabra¡±, dice La Rata mientras se pasea por el montaje de su exposici¨®n. Pregunta por varios detalles, pide que le tomen una foto para enviarle a su ¨²nica hija, que vive en otro continente. Se voltea la gorra y de paso posa para EL PA?S, no sin antes lanzar una de las m¨¢ximas de esta entrevista: ¡°Nunca me he tomado la vida muy en serio¡±.
Pregunta. ?C¨®mo naci¨® en usted la pasi¨®n por la fotograf¨ªa y el cine?
Respuesta. Siempre me gust¨® la fotograf¨ªa, me dediqu¨¦ a eso desde muy joven. Pero cuando vi la pel¨ªcula Blow-Up de Michelangelo Antonioni supe que quer¨ªa hacerlo de manera profesional. As¨ª que en los a?os setenta entr¨¦ a trabajar en un lugar que llamamos Ciudad Solar. Era como un centro cultural en una casona, que se fund¨® para durar mil a?os. Y bueno, nada dura mil a?os.
All¨ª fundamos el departamento de fotograf¨ªa junto con Gertr¨¢n Barzelman y Diego V¨¦lez. Luego se present¨® la oportunidad de trabajar en la pel¨ªcula Angelita y Miguel ?ngel, codirigida por Andr¨¦s Caicedo y Carlos Mayolo. Yo no sab¨ªa qu¨¦ era la foto fija, era mi primera pel¨ªcula, me enrol¨¦ como a hacer una reporter¨ªa. Me llamaba mucho la atenci¨®n, porque est¨¢bamos viendo mucho cine gracias al cineclub de Andr¨¦s, que era todos los s¨¢bados en el Teatro San Fernando. Fue una pel¨ªcula inconclusa. Un d¨ªa llegu¨¦ a Ciudad Solar, nuestra base de la producci¨®n, y ya no hab¨ªa rodaje. Pero eso sembr¨® en m¨ª las ganas de hacer cine.
P. ?Qu¨¦ confluy¨® para que en esa generaci¨®n se formara un grupo tan influyente en la literatura y el cine?
R. En ese entonces no hab¨ªa universidad de cine, ni escuela ni nada, la ¨²nica forma de aprender y saber sobre los directores fue el cineclub de Andr¨¦s. Para m¨ª esa fue la primera escuela de cine en la ciudad. Daba cuatro pel¨ªculas de un director cada mes, y cada semana enviaba un bolet¨ªn, con una biograf¨ªa del director, con su filmograf¨ªa, o algo sacado de Cahiers du Cin¨¦ma o de alguna revista de cine, porque compart¨ªa correspondencia con Hablemos de Cine, en Lima. ?l se pasaba todo el d¨ªa en eso.
Nos ense?¨® mucho, y a muchas generaciones. Algunos despu¨¦s terminaron por entrar a estudiar cine, como ?scar Campo, Antonio Dorado, Jaime Acosta, que termin¨® siendo director de la Cinemateca y del departamento de cine de la Universidad Central aqu¨ª, en Bogot¨¢. Mucha gente. Fuimos de la generaci¨®n que lleg¨® a tiempo. Realmente se estaba descubriendo el mundo. Las mejores drogas, la mejor m¨²sica, las mujeres m¨¢s bonitas. La mejor fiesta.
P. ?Qu¨¦ m¨²sica sonaba en las fiestas del Grupo de Cali?
R. Salsa y rock. Yo pon¨ªa mis pastas, mis acetatos que todav¨ªa guardo. Andr¨¦s [Caicedo] era enfermo por Richie Ray, yo de Los Rolling Stone. Yo era muy rockero.
P. Usted prefiere llamarlo Grupo de Cali y no Caliwood, ?Por qu¨¦?
R. Porque lo limita. En los a?os setenta hubo un movimiento art¨ªstico muy grande en Cali e inclu¨ªa artes pl¨¢sticas, literatura, pintura y ese, en conjunto, fue el Grupo de Cali. No me gusta el anglicismo tampoco.
P. ?Qu¨¦ c¨¢maras usaba?
R. Us¨¦ principalmente c¨¢maras Leica porque no eran r¨¦flex (es decir, no ten¨ªa espejo) y por eso no produc¨ªan ruido cuando hac¨ªa las fotos en los rodajes. Por eso me dicen Rata, porque mi forma de trabajar era meterme en el set, hacer toda la fotograf¨ªa y moverme sin tener que pedir tiempo para las fotos. Us¨¦ mucho la Leica M3, siempre con un objetivo de 35?mm. Usualmente, cargaba tres c¨¢maras, dos para disparar en blanco y negro y otra de color.
P. ?Por qu¨¦ considera que su archivo ha tomado relevancia en la historia del cine nacional?
R. Creo que porque le di m¨¢s importancia al detr¨¢s de c¨¢mara que a la foto fija que ped¨ªan los productores como industria. Ellos quer¨ªan la foto bonita y yo se la regalaba. Pero de los cinco rollos, solo medio era para ellos, el resto para m¨ª. Conservo toda esa cantidad de negativos porque compraba mis propios rollos.
Adem¨¢s, constru¨ª una t¨¦cnica: disparaba sobre los di¨¢logos. Entonces los sonidistas nunca me pusieron problema. Hice un estilo de trabajo que ojal¨¢ pudiera hacer mucha gente, porque un minuto de rodaje cuesta mucha plata y es absurdo pararlo para que el fot¨®grafo haga su trabajo. Hay que aprender a moverse en el set. Los actores son caprichosos, hay que pasar como si fuera la jaula de los leones. Eso hay que aprenderlo, no hacer sombras ni reflejos, vestirse de negro todo el tiempo. Mejor dicho, es un arte que deber¨ªa aprender la gente que quiera hacer foto fija.
P. Ha trabajado en cientos de rodajes, ?alguno en particular le ha marcado?
R. S¨ª. La Vendedora de Rosas fue superespecial, muy diferente. Trabajar con V¨ªctor [Gaviria], sobre todo en esa pel¨ªcula, fue muy especial por los ni?os, la relaci¨®n impresionante entre ellos y V¨ªctor, Medell¨ªn en ese momento, las locaciones. Fue muy diferente a cualquier otro de los rodajes en los que yo he estado.
Tambi¨¦n me gust¨® mucho Pura Sangre, de Luis Ospina. Fue realmente la primera pel¨ªcula en que trabaj¨¦ como foto fija, de manera profesional. Era la primera pel¨ªcula grande hecha por FOCINE (la difunta estatal Compa?¨ªa de Fomento Cinematogr¨¢fico) con equipos, el director de fotograf¨ªa cubano-franc¨¦s Ram¨®n Su¨¢rez, equipo de maquillaje, un grupo como de 70 personas. Lo que hab¨ªamos hecho antes eran cosas muy peque?as.
P. ?Por qu¨¦ tanta dedicaci¨®n a su archivo?
R. Por lo que implica para la historia. El trabajo de catalogaci¨®n ha sido enorme. Me enferm¨¦ y perd¨ª un poco de movilidad por estar digitalizando miles de negativos, d¨¢ndole a cada uno la informaci¨®n que merec¨ªa. En donde hab¨ªa actores, actrices, t¨¦cnicos, director de arte, les di el nombre y posici¨®n en su trabajo. ?Tipo de pel¨ªcula? ?Ciudad? ?Locaciones? Todo lo que pod¨ªa recordar.
P. Con parte de sus negativos lanz¨® un libro sobre Andr¨¦s Caicedo, ?qu¨¦ har¨¢ con el resto?
R. El pr¨®ximo a?o quiero hacer otro libro, aprovechando lo que est¨¢ digitalizado.
P. La mayor¨ªa de los integrantes del Grupo de Cali punto se establecieron en otras ciudades. Usted no, ?por qu¨¦?
R. Me gusta lo relajado que es vivir en Cali y lo descomplicada que es su gente. Aunque ahora vivo en la monta?a, en un bosque de niebla, como Dr¨¢cula.
P. ?C¨®mo se imagina viviendo sus ¨²ltimos d¨ªas?
R. Soy inmortal.
P. ?Y, entonces, qu¨¦ se imagina haciendo el resto de la eternidad?
R. Cine no, ya no soporto los rodajes. A menos que sea algo muy especial con una persona especial... me la pasar¨ªa trabajando en mi pr¨®ximo libro. Y estoy dedicado a la naturaleza, a ver crecer los ¨¢rboles.
P. ?Ha pensado en experimentar con la fotograf¨ªa de naturaleza?
R. Vivo rodeado de aves y empec¨¦ a hacer fotograf¨ªas de ellas. Despu¨¦s prefer¨ª verlas. Cuando empec¨¦ a hacer fotograf¨ªa de la naturaleza, ve¨ªa mis fotos y no... la naturaleza le tiene que llegar a uno, al alma, sentirla. Un ca?¨®n, un ¨¢rbol, una hoja, un bosque, un camino en el bosque, ?vamos a fotografiarlo? No. Sentirlo es muy diferente.
P. ?Un buen fot¨®grafo nace o se hace?
R. Eso no se aprende, es innato. Est¨¢ en la mirada de cada uno. S¨ª, uno se identifica con una clase de fotograf¨ªa, pero los consejos son solo para manejar los equipos. Las fotos las hacen personas con un poquito de cultura, que haya visto muchos libros o mucho cine.
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