Del narco a los afro: la simb¨®lica entrega de tierras incautadas en el norte del Cauca
El Consejo Comunitario de la Microcuenca R¨ªo Teta y Mazamorrero recibi¨® 387 hect¨¢reas productivas en Buenos Aires
¡°En estas mismas tierras, a lo largo y ancho, los paramilitares pr¨¢cticamente nos tuvieron secuestrados¡±. Con esta dura frase abri¨® el evento de entrega simb¨®lica de tierras el mayor Armando Caracas, del Consejo Comunitario de la Microcuenca R¨ªo Teta y Mazamorrero. Alrededor de 700 pobladores del municipio de Buenos Aires y sus alrededores, en el departamento del Cauca, lo escuchaban y se preparaban para recibir de voz del presidente Gustavo Petro el manejo de un predio 387 hect¨¢reas que ahora ser¨¢ administrado por las comunidades cimarronas de la Asociaci¨®n Gremial Regional para el Desarrollo Campesino Nortecaucano (ARDECANC).
Por a?os, las tierras donde se ubica el predio entregado este mi¨¦rcoles estuvieron bajo el control del temido Bloque Calima, perteneciente a las Autodefensas Unidas de Colombia. Esa facci¨®n paramilitar ejerci¨® control a sangre y fuego en los departamentos de Huila, Valle del Cauca y Cauca desde 1999 hasta 2004. Durante esos a?os fueron autores, entre otras, de la masacre de El Naya, que dej¨® un centenar de muertos en Buenos Aires y en el vecino Jamund¨ª. Aunque las AUC se desmovilizaron en 2005, incluido dicho bloque, la regi¨®n contin¨²o siendo un corredor estrat¨¦gico para el narcotr¨¢fico por su ubicaci¨®n, que sirve como ruta hacia el Pac¨ªfico o hacia el pa¨ªs vecino de Ecuador.
Ese entronque con el narcotr¨¢fico lleg¨® directamente a esas 387 hect¨¢reas. La Fiscal¨ªa ha se?alado que all¨ª funcionaba la Sociedad Gavigan, una empresa fachada usada para lavar dinero del narcotr¨¢fico. Por ese delito ser¨¢ extraditada a Estados Unidos Belcy G¨®mez Murcia, la Se?ora, que hasta el mes de agosto manejaba ¡®La Casa de Zinc¡¯, el nombre que en la zona le dan a esos terrenos.
La captura de G¨®mez Murcia llev¨® a que ese territorio, de un tama?o diez veces mayor al del parque Sim¨®n Bol¨ªvar de Bogot¨¢, pasara a ser administrado por la Sociedad de Activos Especiales (SAE), la entidad del Estado encargada de manejar los bienes incautados. La SAE, siguiendo las indicaciones del presidente de usar esos bienes para la econom¨ªa popular y en favor de organizaciones de base, lanza all¨ª un laboratorio de lo que han llamado una revoluci¨®n agroindustrial para la paz. Se trata de un modelo que busca promover que las comunidades se conviertan en ¡°gerentes populares¡± y administren lo que antes perteneci¨® a las mafias y la ilegalidad.
La idea es que no lo hagan solos; el Gobierno pretende impulsar una serie de alianzas con actores p¨²blicos, populares y privados. En este primer caso, adem¨¢s de la Asociaci¨®n Gremial como depositaria de los predios, participan la Fundaci¨®n para el Mercadeo del Campo FUNDAMERCA como administradora de la sociedad, y la multinacional estadounidense Cargill, que ten¨ªa un contrato desde antes de la incautaci¨®n para usar el espacio como lugar de cr¨ªa de 400.000 pollos. La multinacional mantiene ese negocio y firmar¨¢ un nuevo contrato con FUNDAMERCA para sacar adelante el proyecto av¨ªcola. Con esta iniciativa, el Gobierno espera beneficiar a m¨¢s de 12.000 personas que componen el Consejo Comunitario Cuenca del R¨ªo Cauca. Adem¨¢s, busca que en paralelo inicien cultivos de pl¨¢tano, yuca y caf¨¦.
Este mi¨¦rcoles, despu¨¦s de varias horas de espera y en medio de marimbas y bailes, Petro lleg¨® al evento de la entrega para darle cierre y subrayar la importancia que tiene en la estrategia del Gobierno. Tras escuchar a algunos l¨ªderes locales, les entreg¨® a los representantes de las organizaciones comunitarias un cheque simb¨®lico. ¡°Tenemos que demostrar que la transformaci¨®n del territorio s¨ª es posible. El lugar donde la mafia tomaba sus decisiones oscuras, hoy se lo entregamos a las comunidades¡±, manifest¨®.
Despu¨¦s, el mandatario se refiri¨® a su ambiciosa meta de entregar al menos 3 millones de hect¨¢reas a familias campesinas en el marco de la Reforma Agraria, parte de un compromiso que asumi¨® el Estado desde cuando el Gobierno de Juan Manuel Santos firm¨® el Acuerdo con las extintas FARC en 2016. Sin embargo, el mandatario tambi¨¦n sostuvo que teme que la cifra de 3 millones ¡°sea ilusoria¡± y no logre entregar esa totalidad durante su gobierno. En ese sentido, asegur¨® que en un a?o ya han formalizado 48.000 hect¨¢reas. La cifra de las tierras formalizadas ha tenido en apuros a la Agencia Nacional de Tierras que ha sido acusada por otras entidades de inflar los n¨²meros.
Para subrayar la importancia simb¨®lica de una entrega que el Gobierno espera que sea la primera de muchas, otros altos funcionarios del Ejecutivo estuvieron presentes en el evento que tom¨® toda la tarde. Estaban la directora de Unidad de Implementaci¨®n del Acuerdo de Paz, Gloria Cuartas, y el director de la Unidad de Restituci¨®n de Tierras, Giovani Yule, quien es un l¨ªder ind¨ªgena de esa zona del Cauca, una de las m¨¢s azotadas por el conflicto y que ha visto una fuerte lucha por la tierra entre ind¨ªgenas, afros, campesinos y terratenientes.
Ese significado de la geograf¨ªa qued¨® enfatizado en el evento cuando se anunci¨® que la Agencia de Renovaci¨®n del Territorio destinar¨¢ 3.600 millones de pesos (unos 900.000 d¨®lares) para construir una Casa de la Memoria en el municipio. La meta, dijo, es que a la par del proyecto productivo se refuerce la construcci¨®n de paz en una poblaci¨®n en la que persisten cruentas disputas territoriales y hacen presencias grupos armados ilegales.
El reclamo de lograr la paz, de hecho, no lo olvidaron los presentes: ¡°Les decimos a los actores que est¨¢n en negociaciones que las comunidades estamos cansadas de vivir en la guerra. Contin¨²en dialogando, queremos vivir en paz¡±, insisti¨® el l¨ªder Caracas. El grupo ilegal con mayor presencia en la zona, la columna Jaime Mart¨ªnez, hace parte de las disidencias agrupadas alrededor de Iv¨¢n Mordisco, conocidas como Estado Mayor Central o EMC. Bajo esa sombrilla est¨¢n en un todav¨ªa naciente proceso de negociaci¨®n con el Gobierno, que si bien ha sido uno de los m¨¢s atropellados y con altibajos, ha logrado dar pasos adelante como el anuncio, un d¨ªa antes del evento, de la instalaci¨®n del Mecanismo de Monitoreo y Verificaci¨®n.
La esperanza que traen esos anuncios, y sobre todo la entrega del terreno y el proyecto av¨ªcola, se not¨® en las palabras de Gerardina Mina, una mujer de unos 70 a?os de una vereda vecina. ¡°Ac¨¢ todos somos v¨ªctimas, nadie puede decir que no lo toc¨® la guerra. Solo a m¨ª me desaparecieron varios familiares¡±, cuenta, a la vez que se declara entusiasmada con un proyecto que, considera, es una oportunidad para darle empleo a la gente de la comunidad. ¡°Realmente esto no lo esper¨¢bamos. Ojal¨¢ esta sea la puerta de entrada para que lleguen m¨¢s oportunidades para todos¡±, sostiene en entrevista con EL PA?S. ¡°Hasta para una vendedora de dulces de corozo como yo¡±, explica mientras sonr¨ªe.
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