Al menos 42 lideresas han sido asesinadas desde 2022 en Colombia
La Fundaci¨®n Pares alerta del aumento de homicidios a mujeres defensoras del territorio. Un 86% de los casos en el ¨²ltimo a?o y medio han quedado impunes
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Sus amigos y familiares tem¨ªan por su vida, ten¨ªa esquema de seguridad y su asesinato sigue impune. La historia sobre el homicidio de Ludivia Galindez tiene muchos puntos en com¨²n con las de otros l¨ªderes sociales. Esta mujer de 50 a?os era una de las mayores defensoras de derechos humanos en el municipio de La Monta?ita (Caquet¨¢, al sur del pa¨ªs) y presidenta de la Asociaci¨®n Municipal de Juntas de Acci¨®n Comunal de (Asojuntas). Cuentan quienes la conocen que era un pilar fundamental de los movimientos sociales en el territorio y una persona muy vocal y comprometida. Pero el pasado 23 de febrero fue asesinada brutalmente en su casa, minutos despu¨¦s de que sus escoltas la dejaran en la vivienda. Muri¨® de camino al hospital a consecuencia de los disparos recibidos. Desde entonces, todo el municipio est¨¢ consternado y asustado. Tres de sus amigos m¨¢s cercanos prefieren no hablar: ¡°Ya viste lo que pasa cuando hablas¡±.
Su principal trabajo fue orientar en los procesos del Programa Nacional Integral de Sustituci¨®n de Cultivos Il¨ªcitos, en un departamento amaz¨®nico hist¨®ricamente azotado por el narcotr¨¢fico. Y fue ese compromiso en contra de los grupos armados de la regi¨®n lo que estuvo detr¨¢s de las amenazas. Ella es una de los 5.038 l¨ªderes y defensores de derechos humanos con medidas de protecci¨®n concedidas que contaba Colombia en septiembre. ¡°Busc¨® siempre el desarrollo de las comunidades y la promoci¨®n de las mujeres¡±, dijo en un video de condolencias H¨¦ctor Fabio Henao Gaviria, el obispo cat¨®lico miembro del Secretariado Nacional de Pastoral Social. ¡°Nos hace reflexionar sobre si se les brinda adecuada protecci¨®n a los l¨ªderes sociales¡±. La respuesta corta de los propios defensores del territorio es clara: no. ¡°A nosotros nadie nos cuida. No cuidaron a Ludivia y tampoco cuidan a los dem¨¢s¡±, dice uno de los compa?eros que prefiere no ser identificado.
Si bien salvaguardar a los l¨ªderes es el coraz¨®n del Acuerdo de Escaz¨², el primer tratado regional sobre derechos humanos y medio ambiente de Am¨¦rica Latina y el Caribe, solo 16 pa¨ªses lo han ratificado. Las naciones que no lo han hecho son Brasil, Costa Rica, Dominica, Guatemala, Hait¨ª, Jamaica, Paraguay, Per¨², y Rep¨²blica Dominicana. Colombia fue el ¨²ltimo en adherirse tras dos a?os de atrasos en el Congreso. Este pacto incluye una cl¨¢usula para mayor transparencia para acceder a la informaci¨®n, justicia ambiental y mejor protecci¨®n de l¨ªderes.
Galindez es la primera lideresa asesinada en 2024 en Colombia, un pa¨ªs que sigue siendo el mayor cementerio de l¨ªderes del mundo. Solo en 2022, fueron masacrados unos 60 ecologistas. El caso de Galindez se suma tambi¨¦n a otra lista que crece paulatinamente: la de las activistas silenciadas a la fuerza. Entre 2022 y marzo de 2024 han sido asesinadas 42 lideresas en este pa¨ªs, seg¨²n un reciente informe de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n (Pares) con datos recogidos por el Observatorio para la Defensa de la Vida (Odevida). La organizaci¨®n denuncia al menos 125 defensoras asesinadas desde 2019. El recuento de los asesinatos suma 22 casos en 2019, 34 en 2020, 28 en 2021, 14 en 2022, 27 casos en el 2023 y el de Galindez en 2024.
El a?o de la pandemia fue el m¨¢s cr¨ªtico. Cada mes, terminaron con la vida de casi tres lideresas. Seg¨²n este documento, uno de los mayores problemas despu¨¦s de la violencia es la impunidad y la falta de acceso a la justicia. El 86% de los casos presentados ante las autoridades entre enero de 2023 y marzo de este a?o est¨¢n archivados sin un culpable y el 14% corresponde a disidentes del Acuerdo de Paz del 2016. En cuanto a los sectores sociales m¨¢s afectados, Indepaz se?al¨® que las mujeres ind¨ªgenas y campesinas representan m¨¢s de la mitad de las asesinadas en el periodo comprendido entre noviembre de 2016 y marzo de este 2023.
Desde la Fundaci¨®n Pares critican la insuficiencia de las investigaciones realizadas por la Fiscal¨ªa, que atribuye los hechos a actores armados y el control que ejercen sobre los territorios, ¡°dejando de lado el inter¨¦s por determinar qui¨¦nes son los responsables¡±, seg¨²n apunta un comunicado. Para Leonardo Gonz¨¢lez, director del Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz), el aumento de las lideresas asesinadas se debe a que cada vez hay una mayor presencia de mujeres defendiendo el territorio y a su forma de hacerlo. ¡°Cuando las mujeres son las que dirigen, se piensa m¨¢s en colectivo y en la protecci¨®n de todos en el territorio. Y es algo muy positivo, por eso es muy grave que se la ataque: porque no es f¨¢cil llegar hasta all¨¢¡±. Y a?ade: ¡°Hace m¨¢s da?o a¨²n en la comunidad que el homicidio de un l¨ªder masculino. Asesinar a una lideresa es una de las formas m¨¢s fuertes de agredir una comunidad¡±, narra por tel¨¦fono.
Seg¨²n los datos de Odevida, las lideresas asesinadas eran mujeres que ejerc¨ªan liderazgo comunitario, pol¨ªtico, ambiental y de v¨ªctimas. Cerca de un 38% de ellas ocupaban roles de liderazgo en las Juntas de Acci¨®n Comunal (JAC), tanto como presidentas o como miembros. Gonz¨¢lez alerta tambi¨¦n en un cambio en los ataques recibidios. ¡°Anteriormente eran violencias m¨¢s vinculadas a temas sexuales. No olvidemos que quienes suelen violar los derechos humanos son hombres y que a quienes atacan es a las mujeres, no solo por ser lideresas, sino por ser mujer¡±.
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