Colombia se asoma a un d¨¦ficit de gas que amenaza su autosuficiencia energ¨¦tica
Las se?ales de escasez en las reservas del combustible refuerzan la voluntad del Gobierno de cara a una eventual importaci¨®n de la estatal venezolana Pdvsa
Colombia bordea un d¨¦ficit de gas tras a?os de cubrir por cuenta propia gran parte de su demanda local. Es la conclusi¨®n de un reciente informe de la Unidad de Planeaci¨®n Minero Energ¨¦tica (Upme) que refleja la situaci¨®n delicada que enfrenta el mercado dom¨¦stico a partir de este mismo a?o y eleva sus peores augurios de cara al 2027, en caso de que el pa¨ªs contin¨²e sin toparse con nuevos hallazgos bajo su superficie. Tras la revisi¨®n cr¨ªtica de los responsables t¨¦cnicos del Gobierno, se hallan los anuncios del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, quien a principios de marzo asegur¨® que a partir de 2025 la petrolera de mayor¨ªa estatal comenzar¨¢ a importar combustible de su par venezolana Pdvsa. Un asunto espinoso debido a los sobresaltos pol¨ªticos del pa¨ªs vecino, que tuvo hasta hace unos meses restricciones en su sector de hidrocarburos impuestas desde Washington.
De poco ha servido el anuncio hecho la semana pasada por los responsables de la energ¨¦tica canadiense Canacol acerca de un descubrimiento de gas en el pozo exploratorio de Pomelo 1, en la norte?a Ci¨¦naga de Oro (C¨®rdoba). El ingeniero Jorge Pineda explica a este peri¨®dico que la distancia entre el anuncio del hallazgo y la puesta en marcha efectiva de producci¨®n del yacimiento es amplia. ¡°Entre una fase y otra, f¨¢cilmente, pueden pasar unos cinco a?os hasta que se entre en un proceso de producci¨®n comercial. Por eso yo prefiero ser cuidadoso con estas noticias porque suelen guardar se?ales de incertidumbre que tienen un impacto sobre los precios¡±, asegura.
Cinco a?os es un plazo insostenible en las condiciones actuales. Las reservas probadas de gas natural en Colombia alcanzar¨ªan para 7,2 a?os m¨¢s, de acuerdo con los ¨²ltimos c¨¢lculos oficiales publicados. Pero a la espera de una actualizaci¨®n de esa cifra, el informe de la Upme se?ala que para 2027 el pa¨ªs pasar¨ªa a depender del mercado internacional para su abastecimiento. Un anuncio que no sorprende a la responsable de regulaci¨®n t¨¦cnica y econ¨®mica de Oil & Gas, Daisy Cerquera: ¡°Desde 2006 hay inquietud sobre el tema. En ese entonces empez¨® la preocupaci¨®n y en 2011 se empez¨® a trabajar en un plan de abastecimiento del cual no se ha hecho casi nada a d¨ªa de hoy¡±.
Cerquera asegura, para quienes se?alan a la Administraci¨®n Petro por el problema, que la historia hay que contarla completa y que los tres ¨²ltimos gobiernos desde el presidente Juan Manuel Santos se han visto sobrepasados por una situaci¨®n en apariencia enga?osa: ¡°Como siempre hemos tenido suficiente gas, los proyectos se aplazaban. Pero en el 2017 ya se hab¨ªa identificado la necesidad de contar con una fuente de suministro de importaci¨®n de gas porque para 2025, seg¨²n las proyecciones, ¨ªbamos a tener un d¨¦ficit¡±. Pese a que el l¨ªo viene de tiempo atr¨¢s, los expertos s¨ª han expresado su preocupaci¨®n por los anuncios oficiales sobre la suspensi¨®n de la firma de nuevos contratos de exploraci¨®n de carb¨®n, petr¨®leo y gas. Una decisi¨®n que influye poco en esta coyuntura, pero que agudiza los riesgos para el negocio y las perspectivas de suministro a futuro.
Para formarse una idea de la situaci¨®n, la Upme ha explicado que la demanda actual de gas asciende a 1.000 millones de pies c¨²bicos diarios que tienen como prioridad mantener el suministro del mercado residencial, seguido por un segmento que incluye a los hospitales, las bases militares o las c¨¢rceles. Los transportadores, las termoel¨¦ctricas y la industria, son los ¨²ltimos nichos en la escala de emergencia propuesta por el decreto de desabastecimiento oficial.
El l¨ªo radica en que el grueso de la apuesta oficial se jug¨® todas sus fichas en la campa?a exploratoria realizada por Ecopetrol en la cuenca del Piedemonte Llanero, en el departamento de Casanare. La noticia, en septiembre del a?o pasado, pas¨® desapercibida. Pero con ninguno de los cinco taladros empleados en los pozos de perforaci¨®n del llano se encontr¨® nada y las cuentas del Gobierno para cubrir el suministro diario de mil millones de pies c¨²bicos para los pr¨®ximos a?os qued¨® en suspenso (Ecopetrol habla de un d¨¦ficit de 160 millones).
Todos los pozos estaban secos y la pen¨²ltima tabla de salvaci¨®n hoy se centra en los trabajos de exploraci¨®n ejecutados costa afuera por la Shell en aguas del litoral Caribe colombiano. No obstante, Ana Mar¨ªa Duque, presidenta para Colombia y Centroam¨¦rica de la petrolera inglesa, ha asegurado que si todo marcha bien en aquel enclave cercano a La Guajira, hasta 2028 podr¨ªa haber producci¨®n de gas.
Desde las empresas energ¨¦ticas privadas que operan en el pa¨ªs ya se han hecho a la idea de que la importaci¨®n de gas resulta, al menos temporalmente, una opci¨®n plausible. Importar gas desde Venezuela, de hecho, ya no es solo una opci¨®n real sino adem¨¢s una herramienta que ha despertado cierto grado de inter¨¦s. Atr¨¢s quedaron las comparaciones con las peores falencias de la dependencia europea del gas ruso. Y sin embargo a¨²n se trata de una alternativa con m¨²ltiples obst¨¢culos a corto plazo. Para m¨¢s de uno representa nada m¨¢s que un anuncio con fines medi¨¢ticos y de t¨¢ctica para calibrar la tesitura del debate por parte de Ecopetrol.
Ya se ha dicho que Venezuela tendr¨ªa primero que hacer inversiones en su agrietada infraestructura para poner en funcionamiento el gasoducto que va de Punta Ballenas, en La Guajira colombiana, hasta la costa oriental del lago Maracaibo venezolano. La tuber¨ªa de m¨¢s de 200 kil¨®metros, de los cuales 88,5 est¨¢n en Colombia, es propiedad de la petrolera estatal venezolana y su manutenci¨®n le corresponde. Luego habr¨ªa que despejar algunos asuntos geopol¨ªticos y estudiar temas contractuales vigentes suscritos durante el Gobierno de ?lvaro Uribe para el suministro de gas.
Convenios que quedaron suspendidos desde 2015 debido a nuevos descubrimientos del lado venezolano que desviaron la atenci¨®n de sus prioridades y otras rencillas pol¨ªticas entre los gobiernos que entorpecieron el proyecto.
El caso es que Colombia importa m¨¢s o menos un 30% de su demanda desde el Golfo de M¨¦xico estadounidense. Una cifra que probablemente ir¨¢ en aumento durante los pr¨®ximos 3 o 4 a?os, el lapso cr¨ªtico para todos los analistas consultados. Omar Tovar, experto en mercados energ¨¦ticos, concluye que por lo pronto los bajos precios del gas en Colombia deber¨ªan mantenerse para los hogares: ¡°El d¨¦ficit es menor al 10% de la demanda y el ¨²ltimo segmento que se ver¨ªa afectado es el residencial. En todo caso hacer futurolog¨ªa y jugar a los dados con estos temas es muy complejo y hoy lo ¨²nico claro es que el ¨¢nimo en el sector energ¨¦tico es de clara preocupaci¨®n¡±.
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