La expulsi¨®n de los tres irlandeses que entrenaron a las FARC cierra el cap¨ªtulo de los extranjeros en la JEP
La decisi¨®n de la justicia transicional deja por fuera la posibilidad de conocer las relaciones de la extinta guerrilla con grupos armados de otros pa¨ªses
La Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), la justicia transicional creada a ra¨ªz del Acuerdo de Paz con las extintas FARC, ha expulsado de su sistema a Martin John McCauley, Niall Terrence Connolly y S¨¦amus O¡¯ Muineach¨¢in, tres irlandeses condenados en 2004 por haber entrenado a combatientes de esa guerrilla. Su caso es ic¨®nico porque era el ¨²nico que indagaba en la participaci¨®n de grupos armados extranjeros en el conflicto armado colombiano. Con su expulsi¨®n, ese tribunal se queda sin casos para profundizar en esa faceta de la guerra.
Los otros extranjeros relacionados con las FARC que han comparecido ante la JEP son la neerlandesa Tanja Nijmeijer o el argentino Facundo Morales. Pero el caso de los irlandeses era una posibilidad in¨¦dita para saber si las FARC estuvieron relacionadas militarmente con grupos armados en otros pa¨ªses. Los extranjeros fueron se?alados de ser miembros del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA, por su sigla en ingl¨¦s) y, seg¨²n la justicia, llegaron a Colombia como instructores durante las fallidas negociaciones de paz con el Gobierno de Andr¨¦s Pastrana.
Aunque fueron condenados cuando estaban fuera del pa¨ªs, desde entonces ha estado vigente una solicitud de extradici¨®n que se suspendi¨® apenas en 2020, cuando la JEP les dio la posibilidad de ser amnistiados. A cambio, se comprometieron a contar sobre su participaci¨®n en el conflicto y pormenores de lo que sab¨ªan sobre la guerrilla.
Los irlandeses ya hab¨ªan dado su versi¨®n de los hechos a la ya clausurada Comisi¨®n de la Verdad, en cabeza del excomisionado Alejandro Valencia, entre 2021 y 2022. Valencia certific¨® a la JEP que los tres ciudadanos extranjeros hicieron dos aportes escritos sobre su verdad de la guerra en Colombia, en los que lograron registrar cu¨¢l fue el papel de otros Estados. ¡°Por ejemplo, el rol de Cuba, de Estados Unidos, pero no tanto de los combatientes a modo personal¡±, explic¨® a este diario en una conversaci¨®n telef¨®nica.
Valencia tambi¨¦n explic¨® que la Comisi¨®n de la Verdad logr¨® avanzar en las diplomacias y apoyos insurgentes. ¡°En una primera etapa, hubo apoyos pol¨ªticos por parte de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y China; en un segundo momento, a partir de la revoluci¨®n cubana. Hubo apoyo no solo pol¨ªtico sino log¨ªstico de pa¨ªses como Cuba, Libia y Vietnam¡±. Cont¨®, adem¨¢s, que qued¨® pendiente esclarecer y estudiar el papel de otros Estados como Israel o Alemania en el conflicto colombiano.
Con ese antecedente, cuando los irlandeses pidieron someterse a la justicia transicional, los magistrados esperaban que dieran informaci¨®n para desentra?ar varios interrogantes que nunca fueron resueltos, como la posible relaci¨®n que lleg¨® a tener el secretariado de las FARC con el IRA y otras organizaciones criminales internacionales, adem¨¢s de saber si la extinta guerrilla pag¨® por esos entrenamientos y cu¨¢les eran las v¨ªas de contacto. Pero al tratarse de terceros, no de miembros de la extinta guerrilla, los tres extranjeros solo pueden ingresar a ese sistema especial de justicia, y beneficiarse de sus condenas reducidas o de amnist¨ªas, si aportan a la verdad.
Sin embargo, para los magistrados de la Sala de Amnist¨ªa e Indulto, eso nunca ocurri¨®, pese a que los irlandeses estuvieron sometidos a la JEP por m¨¢s de tres a?os. En el auto de 66 p¨¢ginas en el que toman la decisi¨®n de expulsarlos de esa justicia, publicado el 23 de mayo, argumentan que incumplieron los compromisos espec¨ªficos que firmaron al momento de solicitar su ingreso.
En concreto, los magistrados explican que McCauley, Connolly y O¡¯ Muineach¨¢in nunca entregaron detalles de hechos desconocidos de la guerra, tampoco justificaron sus visitas a los campamentos guerrilleros y aseguraron que solo quer¨ªan intercambiar opiniones sobre lo que pasaba en la guerra en Irlanda del Norte y en Colombia. Eso, a pesar de tener una condena de 17 a?os por falsificaci¨®n de documentos y por entrenamiento para actividades il¨ªcitas. ¡°El hecho de alegar inocencia no exime a los comparecientes del deber de aportar verdad plena¡±, dice el documento judicial.
La decisi¨®n resalta que, entre las pruebas que la Fiscal¨ªa present¨® contra los tres irlandeses en el caso juzgado en 2024, hab¨ªa documentaci¨®n suficiente para pensar que ¡°ten¨ªan por objetivo intercambiar tecnolog¨ªa sobre artefactos de fabricaci¨®n casera y de capacitar a miembros de las FARC-EP¡±. Sin embargo, en sus declaraciones oficiales ante la JEP negaron esa relaci¨®n y alegaron que en la jurisdicci¨®n ordinaria fueron v¨ªctimas de un ¡°montaje judicial¡±.
¡°Los se?ores Mc Cauley, Connolly y O¡¯ Muineach¨¢in se limitaron a se?alar que no tuvieron participaci¨®n alguna en las conductas que les fueron atribuidas por la justicia colombiana¡±, se lee en el auto. Fue la misma l¨ªnea argumentativa que, seg¨²n una fuente que hizo parte del proceso hace dos d¨¦cadas, ya hab¨ªan hecho ante la justicia ordinaria. Y que, si bien es una defensa plausible, no aporta a la verdad ni al conocimiento de la guerra, como era su compromiso.
La magistrada Marcela Giraldo Mu?oz se apart¨® de la decisi¨®n de sus colegas. En su salvamento de voto, argument¨® que los extranjeros pueden no tener informaci¨®n sobre las actividades delictivas de las FARC, y, por lo tanto, no hay manera de que la aporten. Tambi¨¦n expone que, como jueces del Tribunal de Paz, los magistrados no pueden basarse ¨²nicamente en la condena de 2004. Justamente con esos argumentos, el abogado Diego Mart¨ªnez, que representa a los irlandeses y a varios exguerrilleros, apel¨® la decisi¨®n de expulsi¨®n, que ahora espera una segunda instancia.
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