?Qu¨¦ va a pasar en Venezuela?
Desde que el r¨¦gimen de Maduro se rob¨® las elecciones, 1.200 personas han sido detenidas por el chavismo en la Operaci¨®n Tun Tun, la ola represiva m¨¢s traum¨¢tica que ha vivido Am¨¦rica Latina en tiempos recientes
Las libertades de los venezolanos se han deteriorado tanto en una semana, desde que el r¨¦gimen de Maduro se rob¨® las elecciones ante los ojos del mundo, que muchos de los que me hablan por estos d¨ªas me piden lo que nunca me hab¨ªan pedido: permanecer en el anonimato. ¡°Si vas a usar lo que te cuento, no pongas mi nombre¡±, me dicen. Y lo que me cuentan es de espanto: amedrentamientos, persecuci¨®n y represi¨®n a unos niveles que les traen a la memoria las protestas de abril de 2017. Maduro se jactaba hace poco de haber encarcelado a dos mil ciudadanos y amenazaba con abrir dos c¨¢rceles nuevas; ahora sabemos de una estrategia llamada Operaci¨®n Tun Tun: as¨ª llaman los venezolanos a los arrestos masivos que han llenado las c¨¢rceles que existen en los ¨²ltimos d¨ªas, y que los tienen sumidos en el miedo.
Seg¨²n me explican, el t¨¦rmino no es nuevo: ya lo hab¨ªa usado Diosdado Cabello para referirse a las detenciones de ¡°terroristas¡± (hay que usar las comillas) en 2017. Ahora Maduro lo ha comenzado a usar en esos discursos de fiera enjaulada que revelan dos cosas, una consecuencia de la otra: primero, la debilidad del r¨¦gimen; segundo, su peligrosidad. Una periodista con la que habl¨¦ me cont¨® que su familia ha comenzado a borrar los rastros de sus opiniones, y no s¨®lo en redes sociales, sino incluso en mensajes de texto. Pues ya se ha sabido de gente detenida en las alcabalas ¨Clos retenes de polic¨ªa¨C despu¨¦s de que las autoridades los obligan a entregar sus tel¨¦fonos desbloqueados y encuentran en su historial algo que no les gusta. Lo mismo sucede con las redes sociales: los venezolanos est¨¢n borrando fotos, chats, videos, todo lo que pueda darles la excusa a esas leyes represivas que, bajo la m¨¢scara multiusos de ¡°incitaci¨®n al odio¡±, sirven para silenciar a cualquiera que se permita una cr¨ªtica.
Otra periodista ¨Cuna amiga cercana que me pide mantener su anonimato¨C me cuenta de la nueva t¨¢ctica de represi¨®n del chavismo en el poder: la cancelaci¨®n arbitraria de los pasaportes. ¡°Puede ocurrir de un momento al otro, sin aviso ni proceso¡±, me dice. ¡°Y a nosotros nos toca meternos cada d¨ªa a una p¨¢gina web para ver si seguimos teniendo pasaporte o no. Es una estrategia muy eficaz, porque no causa esc¨¢ndalo internacional ni hay muertos en las calles. Pero el que est¨¢ fuera del pa¨ªs sabe entonces que ya no puede entrar, porque corre el riesgo de que lo detengan en el aeropuerto. Y el que est¨¢ dentro del pa¨ªs sabe que no puede salir. En Venezuela, perder esa posibilidad es perder mucho m¨¢s que el derecho de viajar¡±. Para estos periodistas, la Venezuela de Maduro es una c¨¢rcel en la que han sido juzgados de antemano y condenados sin posibilidad de apelaci¨®n, y todos los d¨ªas crece el inventario de hombres y mujeres de medios peque?os o locales que est¨¢n presos por contar lo que no le gusta al r¨¦gimen.
Mis informantes me hablan de colegas que se mueven de un apartamento a otro cada dos o tres d¨ªas, para despistar a los servicios de inteligencia. El Instituto de Prensa y Sociedad habla de 79 vulneraciones a la libertad de prensa desde el domingo de las elecciones: cuatro periodistas ¨Cdos camar¨®grafos, un reportero y una fot¨®grafa¨C han sido encarcelados por cubrir las protestas. Deysi Pe?a, que hab¨ªa publicado en redes sociales sus fotos de las protestas en el estado Miranda, est¨¢ presa y se?alada por delitos de terrorismo; Yousner Alvarado, de Noticia digital, fue detenido en Barinas y est¨¢ acusado de los mismos delitos abstractos e indemostrables que al r¨¦gimen le sirven para todo. ¡°Incitaci¨®n al odio¡± y ¡°terrorismo¡±: ¨¦sos son los cargos que usa el r¨¦gimen para encarcelar a los ciudadanos opositores o cr¨ªticos, no importa si son periodistas o no. Y son terroristas quienes usen una c¨¢mara para filmar el terrorismo ejercido por la polic¨ªa chavista; e incitan al odio los que denuncian la incitaci¨®n al odio que el r¨¦gimen escupe todos los d¨ªas.
¡°Terroristas¡±: as¨ª ha llamado Diosdado Cabello a los que intentan contar lo que pasa desde el domingo 28 en su r¨¦gimen de represi¨®n. Los enviados especiales de la prensa extranjera han sido detenidos, interrogados durante horas y deportados desde el aeropuerto de llegada. Eso fue lo que le pas¨® a Vanessa de la Torre, de Caracol radio: un medio que Maduro no ha dejado de atacar desde hace unos meses, cuando Ricardo Calder¨®n public¨® un reportaje extraordinario sobre la cacer¨ªa de opositores que el r¨¦gimen venezolano conduce m¨¢s all¨¢ de sus propias fronteras. En su paranoia risible, salida directamente del manual de las rep¨²blicas bananeras, Cabello ha acusado a los periodistas perseguidos de ser agentes de la CIA. Sus palabras han aparecido en los medios de todas partes: ¡°Cuiden bien a sus agentes (periodistas), no los manden as¨ª solos por ah¨ª, por la calle. Porque si se consiguen con el tunt¨²n, los agarra el tunt¨²n¡±. (Si a usted le cuesta trabajo entender la frase, no se preocupe: es que as¨ª habla Cabello.)
Y as¨ª vuelvo al comienzo de este art¨ªculo: a ese verdadero r¨¦gimen del terror que el chavismo ha llamado Operaci¨®n Tun Tun. Me explican mis contactos que la referencia sale de un villancico navide?o en que alguien toca a la puerta. As¨ª comienza la canci¨®n:
Tun tun. ?Qui¨¦n es? Gente de paz.
?branos la puerta, que ya es navidad.
Maduro ha convertido el villancico en otra cosa. El tun tun no es el de la gente de paz, sino el de las fuerzas de la represi¨®n que se meten a las casas y se llevan presa a la gente, y las puertas no se abren porque sea Navidad, sino que se echan abajo a golpes como en tiempos de Pinochet y de Videla. Lo vimos en el v¨ªdeo ya tristemente c¨¦lebre de Mar¨ªa Oropeza, coordinadora del partido de Mar¨ªa Corina Machado en el estado de Portuguesa. Aparentemente, Oropeza alcanz¨® a transmitir en directo la irrupci¨®n ¨Cs¨ª, el tun tun¨C de los agentes del r¨¦gimen en su casa, sin orden judicial ni nada que se le parezca. Oropeza es una de las 1.200 personas detenidas por el chavismo en la ola represiva m¨¢s traum¨¢tica que ha vivido Am¨¦rica Latina en tiempos recientes. Es apenas l¨®gico: si la oposici¨®n tiene todas las pruebas de que ha ganado las elecciones y el chavismo no tiene ninguna, la represi¨®n violenta es la ¨²nica manera de mantener el poder.
Ahora, mientras escribo, leo que Maduro ha comenzado a suspender redes sociales. Ayer fue Twitter o X o como se llame; habr¨¢ que ver qu¨¦ viene luego, pero ya ha comenzado la guerra ret¨®rica contra las dem¨¢s. La alianza de tres gobiernos de izquierda ¨CM¨¦xico, Brasil y Colombia¨C reclama y vuelve a reclamarle al chavismo que muestre las actas, y no s¨¦ a qui¨¦n le sirva fingir que al r¨¦gimen de Maduro le ha importado esa exigencia. Sin embargo, ese tipo de presi¨®n es la ¨²nica manera de llegar a la negociaci¨®n pac¨ªfica; y la negociaci¨®n pac¨ªfica es la ¨²nica manera de ofrecerle al r¨¦gimen una salida plausible. Pero ?qu¨¦ pasa mientras tanto? Mientras tanto, el r¨¦gimen gana tiempo para acomodarse en el fraude. Mientras tanto, la gente que antes no ten¨ªa miedo comienza a tenerlo. Y muchas voces me dicen, entre l¨¢grimas, lo que yo he cre¨ªdo desde hace d¨ªas: que aqu¨ª no va a pasar nada.
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