El coraz¨®n energ¨¦tico de Colombia
En el ¡°coraz¨®n energ¨¦tico de Colombia¡± est¨¢ lo que ser¨ªa la reserva de gas m¨¢s grande del pa¨ªs. Pero la extracci¨®n del gas se har¨ªa con una tecnolog¨ªa que le molesta al presidente Petro
La historia m¨¢s llamativa e inspiradora que he o¨ªdo sobre la impresionante industrializaci¨®n de M¨¦xico sucedida en las ¨²ltimas d¨¦cadas conjuga cuatro elementos: gente, instituciones, mercados y energ¨ªa. Gente, porque M¨¦xico tiene una fuerza laboral inmensa, mayor que la de cualquier pa¨ªs europeo, que pod¨ªa complementar a la econom¨ªa de Estados Unidos y hacer que juntas compitieran exitosamente frente a desaf¨ªos econ¨®micos como China, el sudeste asi¨¢tico, India y Europa.
La capacidad tecnol¨®gica y productiva de Estados Unidos necesitaba expandirse hacia donde encontrara instituciones propicias y cre¨ªbles. Por su cercan¨ªa geogr¨¢fica, M¨¦xico era la opci¨®n obvia. Desde el Gobierno de Miguel de la Madrid, pero especialmente con Carlos Salinas de Gortari, M¨¦xico se embarc¨® en una transformaci¨®n institucional que llev¨® a la firma del NAFTA, y cre¨® una zona en la cual las empresas m¨¢s grandes del planeta se sent¨ªan c¨®modas y seguras para invertir y producir, lo cual le dio una plataforma privilegiada de entrada a los mercados m¨¢s grandes del planeta.
El cuarto elemento, aparte de gente, instituciones y acceso a mercados, fue la energ¨ªa. Era indispensable mucha energ¨ªa barata, desplegada por una porci¨®n suficiente del territorio. En los a?os ochenta, M¨¦xico inici¨® un largo trayecto para proveerse de gas, lo cual llev¨® a unir por ductos desde la llamada Ciudad Pemex, en el estado de Tabasco, en el sur del pa¨ªs, hasta la frontera con Texas, en Estados Unidos. La capacidad original del gasoducto Ramones, que baja del norte hacia el centro, era de 1,2 millardos de pies c¨²bicos diarios (MMPCD). En su momento se cuestion¨® la necesidad de un volumen tan elevado. A finales de la d¨¦cada de los noventa, la saturaci¨®n del gasoducto llev¨® a incrementar su capacidad hasta 2,1 MMPCD.
Como dice Luis Su¨¢rez, experto en gas y energ¨ªa de M¨¦xico, los proyectos de infraestructura suelen generar c¨ªrculos virtuosos de desarrollo econ¨®mico. En efecto, la industria se concentr¨® alrededor de la energ¨ªa barata que transportaban los gasoductos. Hoy M¨¦xico produce cuatro MMPCD, e importa de Estados Unidos 6,7 MMPCD. La tremenda industrializaci¨®n ha multiplicado por cinco el volumen de gas demandado (de dos a casi 11 MMPCD entre el a?o 2000 y la actualidad), y casi cuadruplicado las exportaciones no petroleras mexicanas, de 150 millardos de d¨®lares en el a?o 2000, a la asombrosa suma de 546 millardos en 2023.
El mensaje para Colombia es claro. Tiene la fuerza laboral subempleada m¨¢s grande en el occidente del hemisferio: 17 millones de personas. Tiene (hasta ahora) instituciones serias, que hay que mejorar y adaptar para atraer un influjo substancial de inversi¨®n y empresas, y desarrollar la econom¨ªa y la fuerza laboral.
Debe tambi¨¦n replicar la sobreoferta de gas y energ¨ªa barata que le permiti¨® a M¨¦xico despegar. Esa energ¨ªa est¨¢ enterrada en lo que se puede llamar ¡°coraz¨®n energ¨¦tico de Colombia¡±, entre los departamentos de Santander, Antioquia, Caldas, el sur de Bol¨ªvar y C¨¦sar, a lo largo del Magdalena Medio.
All¨ª se encuentra, aparentemente, lo que ser¨ªa la reserva de gas m¨¢s grande de Colombia, que c¨¢lculos preliminares tasan en 20 terapies c¨²bicos. Ese gas ser¨ªa la garant¨ªa de un suministro de energ¨ªa barata para 11 millones de familias, en especial las de la costa Caribe, y la fuente energ¨¦tica para la industrializaci¨®n. La red de gasoductos existentes lo distribuir¨ªan para volver competitivas varias regiones del pa¨ªs.
En la actualidad, el precio de la energ¨ªa en M¨¦xico es 44 d¨®lares por kilovatio/hora ($/KWH, precios promedio anuales), mientras que en Colombia es 68/KWH. Los altos precios de la energ¨ªa el¨¦ctrica son resultado de la lentitud en el otorgamiento y tr¨¢mite de los permisos ambientales y los temas sociales.
No obstante, el actual Gobierno prefiere dejar ese gas enterrado, lo que equivale a dejar dos kil¨®metros bajo tierra el futuro y el bienestar de 17 millones de trabajadores y cuatro millones de familias. La raz¨®n de esa terquedad es que la extracci¨®n del gas se har¨ªa con una tecnolog¨ªa que le molesta al presidente Petro y a la ministra Susana Muhamad, consistente en la fracturaci¨®n de rocas, que hoy aplican con tremendo ¨¦xito Argentina y Estados Unidos, y que volvi¨® a llevar manufactura de mucho tipo al pa¨ªs norteamericano
La competitividad requiere no s¨®lo energ¨ªa sino transporte barato. La manufactura y el agro colombianos suceden lejos de los puertos. ?Qu¨¦ sentido tiene gravar con impuestos al di¨¦sel y la gasolina? Equivale a gravar cada producto de exportaci¨®n de la manufactura y el agro colombiano. Quitar los impuestos a los combustibles mejora la competitividad del pa¨ªs. La mayor competitividad le devolver¨¢ con creces a la naci¨®n, los departamentos y municipios los ingresos tributarios que hoy derivan de gravar los combustibles. As¨ª mismo, el tren multimodal La Dorada-Ci¨¦naga ser¨¢ una alternativa de transporte barato.
En suma, pongamos al coraz¨®n energ¨¦tico de Colombia, situado en el Magdalena Medio, a bombear energ¨ªa barata, con base en el gas producido con fracking. Atraigamos muchas empresas mundiales que buscan 1) abundante mano de obra; 2) instituciones serias y estables; y 3) energ¨ªa y transporte baratos, para producir para los mercados de Estados Unidos, M¨¦xico y el mundo. Es decir, convirt¨¢monos en el M¨¦xico de M¨¦xico. Lo que debemos hacer es obvio. El futuro no da espera.
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