¡°Estamos en crisis¡±: la advertencia que elevan los pescadores artesanales de Providencia al Gobierno de Petro
La Federaci¨®n de la isla convoc¨® a una mesa de di¨¢logo con Presidencia. Denuncian que a personas que no son raizales o residentes se les est¨¢ permitiendo zarpar en sus embarcaciones pesqueras, en contra de la norma
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Desde enero de este a?o los pescadores artesanales de Providencia, en el archipi¨¦lago de San Andr¨¦s, Providencia y Santa Catalina de Colombia, se han declarado en desobediencia civil, saliendo a sus faenas as¨ª no siempre tengan el permiso de zarpe. A pesar de que, desde el a?o 2000, esta zona se declar¨® como una Reserva de Biosfera por la UNESCO, a nivel de pesca son varias las inconsistencias que han visto. ¡°No se nos est¨¢n respetando nuestro usos y costumbres ni la regulaci¨®n que advierte que, aqu¨ª, solo podemos pescar raizales y residentes permanentes¡±, cuenta en una videollamada Miguel ?ngel Castell Cano, abogado y asesor de la asociaci¨®n I-Fish y de la Federaci¨®n de Pescadores Artesanales de Providencia. ¡°A pesar de que ha disminuido, nosotros lo que buscamos es erradicar el modelo comercial industrial porque nada tienen que hacer en un espacio que es una reserva¡±, asegura.
Junto a otras dos asociaciones que hacen parte de esta Federaci¨®n, los pescadores artesanales convocaron a m¨¢s de diez ministerios y agencias del Gobierno de Gustavo Petro, incluyendo a Presidencia, para que durante este mi¨¦rcoles y jueves 18 y 19 de septiembre, se sienten en una mesa de di¨¢logo y negociaci¨®n para darle soluci¨®n a lo que ellos llaman ¡°una crisis de los pescadores artesanales en Providencia¡±.
Como lo explica Castell, por reglamentaci¨®n, en Providencia solo pueden pescar personas raizales o que sean residentes permanentes. ¡°Incluso, esto qued¨® reafirmado en la resoluci¨®n 1972 de 2023 de la Autoridad Nacional de Pesca y Agricultura (Aunap), que nosotros colaboramos a elaborar¡±. Pero lo que ha pasado desde entonces, es que la pesca industrial comercial ha encontrado c¨®mo esquivar esta regla. Estas embarcaciones ¨Cde las cuales s¨®lo quedan siete de las 62 que llegaron a existir¨C lo que hacen es traer a personas que no son de la isla para que pesquen en sus barcos en faenas que duran entre dos y tres meses.
¡°Como los locales no nos montamos all¨¢ porque esas embarcaciones de pesca industrial son b¨¢sicamente c¨¢rceles flotantes, ahora tienen esa estrategia¡±, agrega Edgar Jay Stephens, presidente de la Federaci¨®n y delegado ante la mesa nacional de pesca.
Para ser residente permanente y, por ende, tambi¨¦n poder pescar, la persona debe recibir este estatus por parte de la Oficina de Control, Circulaci¨®n y Residencia (Occre) del archipi¨¦lago, una entidad que naci¨®, entre otras cosas, con el fin de garantizar una poblaci¨®n que sea sostenible para las islas debido a las limitaciones que tienen en cuanto a recursos naturales. Sin embargo, dice Castell, las autoridades locales les est¨¢n dando el permiso de zarpe a estas embarcaciones cuando sus pescadores simplemente tienen una notificaci¨®n de radicado ante la Occre o porque la Oficina, a pesar de no ser residentes, les da permisos de trabajo.
¡°Otro tema que nos preocupa es que se nos est¨¢ desconociendo lo que llamamos nuestros usos y costumbres¡±, continua Stephens. La Direcci¨®n Nacional Mar¨ªtima (Dimar) ha exigido reglas que, desde su punto de vista, le ponen obst¨¢culos a la pesca artesanal. Entre ellas, aseguran, est¨¢ que toda lancha debe zarpar con dos capitanes y que, para hacerlo, deben llevar consigo un tel¨¦fono satelital. ¡°Es un gasto millonario para nosotros, porque un paquete de 30 minutos para eso vale como un mill¨®n y medio de pesos (340 d¨®lares)¡±. Lo que exigen frente a esto los pescadores en una de las nueve peticiones que llevar¨¢n a la mesa, es que, en cambio, el Gobierno local reinstale una antena de radio que existi¨® alguna vez en Bella Vista y que les permitir¨ªa comunicarse con las autoridades a trav¨¦s de un radio sencillo. ¡°Lo que hay ac¨¢ es abandono, porque a esa antena no se le hizo el mantenimiento y no se dio el pago acordado entre el contratista y la Alcald¨ªa, as¨ª que la terminaron bajando¡±.
Ante estas peticiones, Dimar, una de las entidades convocadas por los pescadores, public¨® un comunicado explicando que estaban atentos a ¡°servir de facilitadores dentro del proceso de atenci¨®n al gremio¡± e invit¨® a los pescadores ¡°a hacer un correcto uso de las instalaciones y canales de comunicaci¨®n oficiales habilitados para para tal fin¡±, refiri¨¦ndose a una protesta pac¨ªfica que hicieron algunos de los pescadores de la Federaci¨®n frente a las instalaciones de Dimar en Providencia el mes pasado. En el comunicado tambi¨¦n asegura que ¡°ha enviado comunicaciones a las autoridades del orden local y nacional que tienen injerencia en el tema de pesca, con la finalidad de coordinar las acciones que propendan por darle una oportuna soluci¨®n a la problem¨¢tica planteada¡±.
Adem¨¢s de esto, otras de las peticiones que discutir¨¢n durante los pr¨®ximos dos d¨ªas es que exista un patrullaje permanente de las autoridades mar¨ªtimas en las zonas de ¡°no take¡±, que es como se les conoce a las ¨¢reas marinas protegidas en la que no se puede hacer ning¨²n tipo de actividad extractiva, incluida la pesca, y que sea la misma Aunap la que inspeccione y registre sus actividades, no las autoridades locales, ya que los pescadores artesanales desconf¨ªan de estas. Sin embargo, seg¨²n le explic¨® la Aunap a Am¨¦rica Futura - autoridad que confirm¨® que s¨ª estar¨¢ en la mesa - hay una serie de leyes y reglamentaciones vigentes que no permiten que esto se d¨¦. ¡°Existen disposiciones que en la actualidad no permiten acceder a las pretensiones descritas en la petici¨®n, toda vez que las competencias est¨¢n descritas con total claridad y el desconocimiento de las mismas traer¨ªa consigo la nulidad de las actuaciones que se surtan¡±, aclar¨®.
Igualmente, reiter¨® que mantiene ¡°su compromiso indeclinable de buscar soluciones espec¨ªficas a las diferentes situaciones que enfrenta el sector pesquero del departamento archipi¨¦lago, conjugando la realidad de su territorio, sus costumbres ancestrales y el derecho inviolable de vivir y explotar su territorio marino, entendiendo la necesidad del desarrollo econ¨®mico y social¡±.
¡°Ya hemos visto como la isla de San Andr¨¦s est¨¢ sobrepoblada, saturada en muchos sentidos, as¨ª que haya lo que se debe hacer es regular para decrecer¡±, se?ala Castell. ¡°Mientras que ac¨¢ en Providencia, siendo una isla m¨¢s peque?a, hay que regular para evitar que lleguemos a ese punto: para evitar que se nos acaben los recursos marinos¡±.
Mientras, Stephens recuerda que, a pesar de que el abandono a la pesca artesanal en Providencia es algo que llevan denunciando desde hace 20 a?os, ¡°esper¨¢bamos m¨¢s atenci¨®n de este que, se supone, es un Gobierno ambientalista y que habla de dejar atr¨¢s los modelos extractivistas¡±. Con la mesa que se desarrollar¨¢ estos d¨ªas esperan lograr que, por lo menos en el caso de Providencia, esto se cumpla.
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