Los toques de queda en Medell¨ªn palidecen ante la persistencia de la explotaci¨®n sexual de ni?os y adolescentes
La Alcald¨ªa ha renovado hasta diciembre la prohibici¨®n, por la que los menores de edad deben circular acompa?ados en zonas de riesgo entre las siete de la noche y las cinco de la ma?ana. Los expertos se?alan que la medida es injusta e ineficiente
En 1 de enero, el pol¨ªtico de derechas Federico Guti¨¦rrez regres¨® a la Alcald¨ªa de Medell¨ªn con un fuerte discurso de seguridad. Como en su popular mandato anterior, entre 2015 y 2019, deseaba mostrarse como el sheriff que le devolver¨ªa el orden a una ciudad con cada vez m¨¢s titulares sobre explotaci¨®n sexual, trata de personas y crimen organizado. Una de sus primeras medidas fue decretar un toque de queda para menores de edad en zonas de alto riesgo de explotaci¨®n sexual. ¡°No podemos seguir siendo indiferentes. Un solo ni?o explotado, una sola ni?a explotada es demasiado. Es una tristeza lo que ocurre. Ya no m¨¢s, ya no m¨¢s¡±, exclam¨® el d¨ªa 29 de enero. Una medida inmediata, propia de un hombre de acci¨®n. Nueve meses despu¨¦s, sin embargo, varios expertos se?alan ese toque de queda como injusto e ineficiente ante las crecientes complejidades de la explotaci¨®n sexual de menores de edad.
La decisi¨®n, similar a otras que tom¨® el antecesor y n¨¦mesis de Guti¨¦rrez, Daniel Quintero, tiene como objetivo enfrentar una problem¨¢tica que es imposible de ocultar. Los medellinenses se han acostumbrado a ver o escuchar que ni?os, ni?as y adolescentes son explotados sexualmente en las calles, en los parques, en redes sociales, en hoteles, en apartamentos alquilados por Airbnb. Aunque no es un problema nuevo, en los ¨²ltimos a?os ha adquirido mayor visibilidad. Hay una mayor presencia del crimen organizado en la coordinaci¨®n de estas actividades, m¨¢s migrantes venezolanos que llegan a la ciudad en situaci¨®n de vulnerabilidad y un n¨²mero creciente de turistas extranjeros que buscan sexo en ¡°una cultura que promueve imaginarios sobre la disponibilidad de los cuerpos para ser explotados¡±, seg¨²n un reporte de la Mesa Intersectorial contra la Explotaci¨®n Sexual Comercial de Ni?as, Ni?os y Adolescentes (ESCNNA).
La idea del toque de queda es que los menores de edad dejen de circular para as¨ª evitar que sean explotados. La restricci¨®n se aplica para quienes est¨¦n sin la compa?¨ªa de sus padres entre las siete de la noche y las cinco de la ma?ana en las zonas de riesgo del tur¨ªstico El Poblado, la c¨¦ntrica Candelaria y los corredores de las calles 30 y 70. La Polic¨ªa debe abordar a quienes incumplan la medida y llevarlos a una Comisar¨ªa de Familia. El decreto que establece la medida no detalla qu¨¦ debe suceder despu¨¦s ni cu¨¢l es el rol del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la entidad nacional encargada de la ni?ez, para acompa?ar los procesos. La vigencia original era hasta el 31 de julio, pero la Alcald¨ªa ha confirmado a este peri¨®dico que ha extendido el toque de queda hasta el 31 de diciembre.
El Distrito contabiliz¨® 161 casos de menores de edad que han sido presuntas v¨ªctimas de explotaci¨®n sexual entre enero y septiembre, seg¨²n otro decreto que hace unos d¨ªas renov¨® la medida complementaria de la prohibici¨®n temporal del trabajo sexual en las zonas de riesgo. De esos reportes, 39 casos (el 24%) se dieron en el primer trimestre del a?o. Asimismo, 9.408 personas fueron ¡°sensibilizadas¡± sobre las dos restricciones. Entre los menores de edad, el decreto se?ala que solo 191 tuvieron sus derechos reestablecidos y que 18 fueron puestos a disposici¨®n del ICBF. El documento enmarca estos datos en un contexto en el que ¡°se siguen presentando situaciones que amenazan y afectan gravemente a la poblaci¨®n [tanto adulta como menor de edad]¡± por factores como las rentas criminales vinculadas a la explotaci¨®n sexual de menores de edad, la utilizaci¨®n de herramientas tecnol¨®gicas y la mayor presencia de turistas.
Los cuestionamientos
Los expertos consultados consideran que el toque de queda manda un mensaje da?ino a la sociedad. Nathalia Acero, asesora de pol¨ªtica p¨²blica y exconsejera nacional de Juventud, se?ala en una conversaci¨®n telef¨®nica que se restringen los derechos de la v¨ªctima y no del victimario. ¡°Le estamos diciendo a la ciudadan¨ªa que el problema est¨¢ en que los menores circulen y no en el abusador o la red de trata que incurre en esa conducta¡±, afirma. Algo similar considera Iv¨¢n Felipe Mu?oz, profesor de Salud P¨²blica de la Universidad de Antioquia y miembro de la mesa ESCNNA: ¡°Mandan el mensaje de que la explotaci¨®n sexual desaparece si se quita a los chicos¡±. Para el docente, son da?inas las fotos que se difunden de v¨ªctimas presuntamente protegidas en una patrulla. ¡°As¨ª se fomenta el imaginario de que los pelados [menores de edad] son delincuentes que buscan que los exploten¡±, asegura por tel¨¦fono.
La segunda cr¨ªtica es que los grupos delincuenciales, encargados de mediar entre los explotadores y las v¨ªctimas, pueden sortear f¨¢cilmente las restricciones. Mu?oz comenta que falsifican documentos para que los menores de edad circulen como si tuvieran 18 a?os o m¨¢s, y que los mueven a zonas de la ciudad en las que no hay toque de queda. ¡°Los delincuentes siguen con los cat¨¢logos en el Parque Lleras [zona con prohibici¨®n], con fotos y videos de los ni?os, ni?as y adolescentes [que ofrecen]. Luego citan [al abusador] en un hotel o Airbnb en otra zona y all¨¢ le llevan a la v¨ªctima¡±, remarca. Dora Saldarriaga, exconcejal de la ciudad y profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Antioquia, cuestiona que el toque de queda ¡°es una medida populista¡± que se limita a lo que ve el turista. ¡°Medell¨ªn es muy grande. Hay que abrir m¨¢s el panorama y ser menos clasista¡±, subraya.
Los recursos, adem¨¢s, son limitados. ¡°Los guardas hasta las cinco de la ma?ana y ?luego a d¨®nde los mandas? Tiene que haber un proceso de restablecimiento: llamar a la red del ni?o, mirar en qu¨¦ condiciones est¨¢, ver si est¨¢ en estado de abandono. Y no hay disponibilidad de personal del ICBF¡±, comenta Saldarriaga. Mu?oz a?ade que el decreto ¡°ha sido un gran problema¡± para una polic¨ªa con capacidades limitadas de abordar a los ni?os, llevarlos a la casa y hablar con los familiares. No obstante, tanto ¨¦l como la exconcejal reconocen que hay mayor presencia institucional y m¨¢s acciones ahora que en la Administraci¨®n de Quintero.
Los expertos enfatizan en la necesidad de avanzar en la inteligencia para judicializar a los explotadores, algo que ven dif¨ªcil porque pertenecen a grupos criminales peligrosos y con margen para obstaculizar las acciones judiciales. Asimismo, se?alan que es a¨²n m¨¢s importante desarrollar programas sociales que resuelvan ¡°el problema estructural¡± de las condiciones de pobreza y exclusi¨®n. Mu?oz explica que en Medell¨ªn coinciden sectores con grandes necesidades sociales y mafias que ofrecen r¨¦ditos. ¡°Es muy dif¨ªcil que un ni?o o ni?a diga que no a una oferta de dinero cuando vive situaciones tan precarias¡±, dice el docente, que recuerda que ¡°ning¨²n ser humano puede consentir su propia explotaci¨®n¡±.
La insistencia con la norma
El subsecretario de Seguridad y Convivencia de Medell¨ªn, Pablo Ruiz, defiende el toque de queda en una conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Llevamos nueve meses con resultados importantes, pero nos falta m¨¢s. Por eso debemos renovar el decreto: nos ha permitido proteger vida e integridad de los ni?os, ni?as y adolescentes¡±, afirma. Explica que se trata de una medida preventiva que se complementa con acciones judiciales y de inteligencia contra los grupos criminales ¡ªenfatiza que ha habido 25 capturas de proxenetas y explotadores este a?o¡ª. Cuestiona que no son solo 18 ni?os los que han sido puestos a disposici¨®n del ICBF, como dice el decreto. ¡°Esos son los que llevamos a la Comisar¨ªa en un solo d¨ªa¡±, asegura.
El funcionario evita responder si se han registrado m¨¢s v¨ªctimas respecto a 2023, pero reconoce las limitaciones del toque de queda ante un problema tan complejo. ¡°Lo que podemos hacer es m¨ªnimo frente al fen¨®meno. No estamos diciendo que esta medida sea la panacea, pero arrancamos con este tema y vemos que estamos avanzando¡±. Cuestiona a la Alcald¨ªa de Quintero, a la que se?ala de no prestarle atenci¨®n al tema ¡ªen eso coinciden los expertos¡ª, y afirma que la protecci¨®n de los ni?os, ni?as y adolescentes es ¡°la prioridad n¨²mero uno¡± de la Administraci¨®n actual.
El enojo es evidente ante la cr¨ªtica de los expertos respecto a que el toque de queda responsabiliza a los ni?os, ni?as y adolescentes. ¡°Los decretos nunca van en contra de las v¨ªctimas, eso no es cierto. Lo que hacemos es garantizar la vida y la integridad de todas las personas (...). Nosotros a las v¨ªctimas las arropamos, las acompa?amos. Les damos todo el acompa?amiento psicosocial¡±, resalta. En particular, menciona el programa Parceras, que empez¨® con 150 trabajadoras sexuales y se desarrollar¨¢ en los pr¨®ximos cuatro a?os. La idea es darle a las participantes ¡°una oportunidad, un tratamiento y un acercamiento¡± para evitar que sean v¨ªctimas de trata.
La Secretar¨ªa de la Mujer, en tanto, declin¨® pronunciarse sobre el toque de queda. Aunque lleva a cabo actividades de acompa?amiento, la entidad explic¨® a este peri¨®dico que la vocer¨ªa de este tema es exclusiva de la cartera de Seguridad.
La falta de cifras
La publicidad inicial del toque de queda contrasta con la falta de actualizaciones sobre qu¨¦ tan eficiente ha sido la norma o sobre su renovaci¨®n tras el vencimiento original en julio. Juan Esteban Lopera, experto en pol¨ªticas p¨²blicas y profesor del Instituto de Estudios Pol¨ªticos de la Universidad de Antioquia, comenta por tel¨¦fono que esto es habitual en la ciudad. Explica que existe un Sistema de Informaci¨®n de Seguridad y Convivencia que diagn¨®stica bien las problem¨¢ticas, pero que luego no tiene capacidad de desglosar qu¨¦ impacto tuvo cada pol¨ªtica p¨²blica. Se?ala, por ejemplo, que la primera gesti¨®n del alcalde Guti¨¦rrez (2016-2020) nunca explic¨® a qu¨¦ se deb¨ªa una baja inicial de la tasa de homicidios, pese a que el mandatario ¡°sac¨® pecho¡± por eso. ¡°Luego volvi¨® a subir. Entonces, ?qu¨¦ de lo que hicimos fall¨®? No lo sabemos, como no sabemos tampoco qu¨¦ tuvo ¨¦xito cuando estaba bajando¡±, remarca.
El experto a?ade que el toque de queda es una cuesti¨®n de narrativa m¨¢s que de pol¨ªtica p¨²blica. ¡°Tiene la pretensi¨®n de mandar el mensaje de que el alcalde es un hombre de acci¨®n, que resuelve r¨¢pido el problema. ?Se resuelve a largo plazo? No. Pero se actu¨® r¨¢pido y eso es lo que queda en el imaginario¡±, dice Lopera, que reconoce que los acad¨¦micos tampoco tienen datos suficientes para contrarrestar las narrativas de los pol¨ªticos ante ¡°problemas farragosos¡±. ¡°Existe un patr¨®n recurrente en Medell¨ªn. El primer acto es que un pol¨ªtico diga que est¨¢ cansado. El segundo es cerrar el Parque Lleras [uno de los puntos de riesgo]. El tercero es que un a?o despu¨¦s salga un funcionario t¨¦cnico a decir que el problema es muy complejo. El cuarto es decir que hay que hacer una pol¨ªtica p¨²blica. Luego todo se repite, sistem¨¢ticamente¡±, concluye.
Autorizaciones para viajar por v¨ªa terrestre en Colombia
El Ministerio de Transporte ordenó en agosto que las empresas de transporte terrestre comprueben qué permisos tienen los menores de edad que viajen solos o en compañía de un adulto que no sea el padre, la madre o el tutor legal. El objetivo, según una circular ministerial, es “contrarrestar la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes en el transporte terrestre de pasajeros”.
La Superintendencia de Transporte anunció este miércoles que intensificará las labores de vigilancia y las medidas para acompañar a las compañías de transporte en la implementación de la medida. Ha diseñado un modelo de formulario que debe firmar uno de los padres o el tutor legal y que debe ir acompañado de un documento que pruebe el parentezco.
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