La sucesi¨®n de Petro abre una batalla interna en la coalici¨®n de izquierdas
El entorno del presidente se desgasta en acusaciones, conspiraciones y descalificaciones p¨²blicas en las que ¨¦l no se involucra
Gustavo Petro recib¨ªa todos los lunes o los martes en la Casa de Nari?o, la residencia presidencial, a los congresistas Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro y David Racero. Pizarro y Racero representan a una generaci¨®n joven, de izquierdas, llamada a suceder a los viejos cuadros actuales y al propio Petro. El presidente discut¨ªa con ellos la manera de comunicar los proyectos legislativos y los logros del Gobierno, seg¨²n fuentes al tanto de estos encuentros. La tesis de Petro y su entorno es que hay cosas dignas de reconocimiento en estos m¨¢s de dos a?os de mandato, pero que no se saben vender a la opini¨®n p¨²blica. Sobre eso giraban esas reuniones. Los dem¨¢s congresistas se enteraron de que estos encuentros se llevaban a cabo y se sintieron agraviados, apartados. Seg¨²n ellos, Pizarro y Racero se las hab¨ªan ocultado. Los legisladores le reclamaron a Laura Sarabia, la n¨²mero dos del presidente, y ella los convoc¨® a todos. Sarabia les dijo que Pizarro y Racero no le daban consejos al presidente, sino que ella misma los instru¨ªa sobre c¨®mo enfocar la comunicaci¨®n. Los dos respondieron airados, pensaron que Sarabia tergiversaba la realidad. Las reuniones con tantas voces, en cualquier caso, no funcionaron, y el presidente, disperso como es a veces, se aburri¨®. As¨ª que se cancelaron y ya no quedan ni rastro de ellas.
Debajo de Petro las mareas andan revueltas. Todav¨ªa no ha se?alado con el dedo a nadie que pueda presentarse como candidata o candidato continuista a las pr¨®ximas elecciones presidenciales, y no es seguro que lo haga. En muchos aspectos, el presidente resulta insondable. Los que tienen posibilidades ¡ªy as¨ª lo marcan las encuestas¡ªse mantienen cautos, conscientes de que un mal paso resulta fatal. Pizarro (46 a?os), senadora, y Racero (37), representante de la C¨¢mara por el Pacto Hist¨®rico -la coalici¨®n de Gobierno-, suenan como presidenciables. Tambi¨¦n Gustavo Bol¨ªvar, ahora director del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), entra en esta categor¨ªa, sobre todo por su visibilidad, aunque una parte de la izquierda lo observe con recelo. M¨¢s que podr¨ªan ser considerados como tales: Susana Muhamad -cada d¨ªa m¨¢s al alza-, ministra de Medio Ambiente; o el canciller Luis Gilberto Murillo.
La Casa de Nari?o es un hervidero de chismes y conspiraciones. La primera dama, Ver¨®nica Alcocer, ha denunciado que la difama gente de su alrededor. Se especula con la sexualidad de cualquiera, los amantazgos, los familiares contratados a dedo, las fortunas personales. A veces se lanzan insinuaciones que en cuesti¨®n de d¨ªas se convierten en verdades que no son. Hay pol¨ªticos expertos en poner a rodar bulos para perjudicar la imagen de sus enemigos. Los sufri¨® la asesora Eva Ferrer cuando perdi¨® el favor de Alcocer. El caso es que esa t¨¢ctica sirve tambi¨¦n para quitarse de en medio a posibles competidores. A veces p¨²blicamente, sin esconderse tras una cortina.
Bol¨ªvar, en una entrevista en la revista Cambio, dijo que Pizarro no es ¡°un buen ser humano¡±. Lo atribuye a algo que ocurri¨® entre ellos 20 a?os atr¨¢s. ¡°Yo no soy hip¨®crita. Esa es una caracter¨ªstica que tal vez no sea bien ponderada en pol¨ªtica, pero si ella llegara a ser la candidata de la izquierda, yo respetar¨ªa eso. Ser¨ªa una decisi¨®n del movimiento, pero yo no votar¨ªa por ella¡±, a?adi¨® Bol¨ªvar. El guionista de narconovelas se dice un hombre honesto y no hip¨®crita, lo que le lleva a estos exabruptos repentinos, aunque con ellos envenene el pozo del que bebe el c¨ªrculo de Petro. Por eso, muchos de la bancada de izquierdas desconf¨ªan de ¨¦l. Primero, por tener un conocimiento b¨¢sico en temas de pol¨ªtica y gobierno -en contraste con Petro; igual el presidente le tiene confianza-. Y segundo, seg¨²n fuentes consultadas, por albergar una idea exagerada de s¨ª mismo que le lleva a estar convencido de que es el ¨²nico puro y limpio en un mundo corrupto y depravado.
Esta arremetida ha sido p¨²blica, pero muchas otras se orquestan en la sombra. En lo primero que piensan quienes reciben un ataque es que est¨¢ siendo v¨ªctima de una conspiraci¨®n. Suele haber algo de verdad en ello, pero tambi¨¦n sirve como argumento recurrente para eximirse de responsabilidades. ¡°No he hecho nada malo, solo es la mano negra de mis enemigos¡±, argumentan. Eso es lo que piensa estos d¨ªas Racero, al que una serie de esc¨¢ndalos revelados por el periodista Daniel Coronell lo han puesto en jaque. Coronell ha contado, con pantallazos de Whatsapp y justificantes bancarios como pruebas, que hay indicios de que Racero les cobraba una cuota a sus empleados de la UTL, el equipo que tiene asignado cada legislador. Una especie de mordida para ser contratados: o me das el 10% de tu sueldo o le doy este trabajo a otra persona. Adem¨¢s, uno de ellos, en realidad, gestionaba la fruter¨ªa que hab¨ªa abierto Racero como emprendedor. Se han sumado, tambi¨¦n, acusaciones de que negociaba cargos con otros pol¨ªticos a trav¨¦s de su t¨ªo.
Racero ha argumentado que estos pantallazos han sido sacados de contexto y que esos ingresos que le hicieron eran devoluciones de pr¨¦stamos que ¨¦l hab¨ªa hecho. El caso est¨¢ ya en manos de la justicia. Sin embargo, esta sombra va a perseguir al joven legislador en los dos a?os que quedan de petrismo. Petro, de acuerdo a una informaci¨®n de su entorno, no le ha llamado por tel¨¦fono ni le ha enviado un mensaje, y es obvio que no se ha solidarizado con ¨¦l en p¨²blico, como si ha hecho en otras ocasiones, como cuando Sarabia se vio envuelta en un esc¨¢ndalo. A Petro no se le ha visto involucrado en ning¨²n caso de corrupci¨®n durante sus m¨¢s de 30 a?os en pol¨ªtica y suele criticar a los que aprovechan su cargo para hacer negocios. Si Racero ten¨ªa posibilidades de entrar en la carrera presidencial, este asunto se lo pone muy dif¨ªcil.
Racero cree que se trata de un ¡°inside job¡±, porque solo alguien con un conocimiento muy profundo de su vida puede interpretar correctamente el contenido de esos mensajes y el rol de cada una de esas personas. Esos mensajes se sacaron de su tel¨¦fono m¨®vil o de un iPad que perdi¨®. El congresista est¨¢ convencido de que se trata de alguien de dentro del Gobierno, y ¨¦l conoce los nombres y apellidos. Otra posibilidad que se baraja, de acuerdo a m¨¢s fuentes, es que est¨¦ involucrada una de sus antiguas parejas, aunque esa hip¨®tesis ha perdido fuerza con el paso de las horas. La revelaci¨®n, est¨¢n convencidos, viene de dentro, de alguien que quer¨ªa frenar a quien fue el presidente de la C¨¢mara durante el primer a?o del Gobierno Petro. La suya no ha sido la primera y seguramente no ser¨¢ la ¨²ltima trama que sobrevuele alrededor del presidente.
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