Gafas y el reciclaje de la guerra eterna

Colombia est¨¢ habituada al desconcierto. Se mueve en un p¨¦ndulo pesado entre la necesidad de salir del conflicto y los sapos que hay que tragarse para conseguir la paz por v¨ªas negociadas. En esa b¨²squeda, varios excombatientes de distintos grupos armados se han convertido en ¡®gestores de paz¡¯, una figura que ya exist¨ªa, pero que se ha usado con fuerza y mucha controversia, en el Gobierno de Gustavo Petro.

Cada tanto, sin embargo, un hecho roza el absurdo. Ese es el caso reciente de alias Gafas ¡ªantiguo secuestrador de las extintas FARC y un alias bien recordado en el pa¨ªs porque es sin¨®nimo de dolor¡ª, quien volvi¨® a las armas siendo gestor de paz. El hecho no solo ha causado indignaci¨®n, sino que pone el ojo en las falencias y riesgos de esa figura.

?Alexander Farf¨¢n, su nombre de pila, fue el carcelero de la excandidata Ingrid Betancourt, los tres ciudadanos estadounidenses y otros militares. Capturado durante la Operaci¨®n Jaque, que liber¨® a los secuestrados despu¨¦s de m¨¢s de seis a?os de cautiverio, pagaba una pena de 19 a?os de c¨¢rcel hasta que, en 2016, con el proceso de paz, qued¨® en libertad a cambio de entregar verdad ante la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP). Poco tiempo despu¨¦s, volvi¨® a prisi¨®n por delitos cometidos tras la firma del Acuerdo y la JEP lo expuls¨®. Sin embargo, el gobierno de Petro lo nombr¨® gestor de paz en las negociaciones con las disidencias que comandaba alias Iv¨¢n Mordisco, quien ya se levant¨® de la mesa y ejerce violencia contra varias poblaciones.

?El excarcelero apareci¨® esta semana en un video donde era liberada una concejala del Cauca, secuestrada por esa disidencia. Gafas le dec¨ªa a la mujer que no pod¨ªa volver por su regi¨®n. En otras palabras, como gestor de paz y usando una resoluci¨®n presidencial que le daba libertad, Gafas volvi¨® a la guerra. Cuando el Gobierno revoc¨® esa libertad y se emiti¨® una orden de captura, ya era demasiado tarde.

?La excandidata Betancourt dijo que no le sorprend¨ªa porque ¡°Gafas es alguien oscuro¡±, pero critic¨® al presidente por el nombramiento. ¡°No puedo concebir que Gustavo Petro no supiera con qui¨¦n se met¨ªa, ni que estaba abriendo una caja de Pandora¡±, asegur¨® la excandidata quien compar¨® el hecho con el intercambio de sombreros vueltiaos con Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar tambi¨¦n nombrado gestor de paz.

?Desde el comienzo de la paz total, la propuesta de Petro de negociar simult¨¢neamente con todos los grupos, la figura de gestor de paz ha generado problemas. Nadie sabe exactamente qu¨¦ labor cumplen, por cu¨¢nto tiempo, qui¨¦n les paga por ello y si tienen alg¨²n tipo de verificaci¨®n. En muchos casos se confunde con la de facilitaci¨®n de paz y vocer¨ªa de paz. La Oficina del Comisionado de Paz cada tanto debe sacar comunicados negando que tal o cual persona es gestor de paz.

?¡°La figura de gestor de paz solo se otorga a miembros o exmiembros representantes de grupos armados organizados al margen de la ley y no se aplica de manera indiscriminada¡±, escribi¨® la Oficina de Paz en un comunicado y agreg¨® que estos tienen ¡°un plan de trabajo espec¨ªfico y contribuyen activamente a procesos de di¨¢logo y construcci¨®n de paz¡±.

?Pero qu¨¦ pasa, ?cu¨¢l es el Plan B, cuando una mesa se cae y los gestores de paz quedan en el aire y volviendo a las armas? ?Qu¨¦ hacen ahora gestores de procesos como el ELN, que est¨¢ paralizado? En un contexto de reciclaje de guerra y de agotamiento de la confianza por parte de los ciudadanos, la claridad y los alcances de esa figura deber¨ªan ser prioritarios.

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