El Gobierno quiere aparcar la ret¨®rica del golpe de Estado y no convocar m¨¢s marchas
Aunque Petro seguir¨¢ vali¨¦ndose de ese t¨¦rmino, la gente de su alrededor no quiere confrontaciones y busca dos a?os ¨²ltimos de mandato en los que se consigan reformas y resultados
El presidente no va a cambiar de opini¨®n: la investigaci¨®n abierta en su contra por sus gastos en la campa?a electoral se trata de un golpe de Estado, un caso de lawfare como han sufrido otros presidentes de izquierdas en Latinoam¨¦rica. No importa que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se haya atribuido funciones que no le corresponden, y que podr¨¢n ser rebatidas con la ley en la mano, ni que el caso de prosperar se eternizar¨ªa en el laber¨ªntico sistema judicial colombiano. En ning¨²n caso afectar¨ªa a su Presidencia en marcha. La gente que le rodea no quiere caer en esta ret¨®rica que polariza el d¨ªa a d¨ªa y pone el foco en una discusi¨®n vac¨ªa, que no conduce a ninguna parte. Seg¨²n fuentes a las que ha tenido acceso EL PA?S, se quiere dejar atr¨¢s esta semana negra en la que se ha agitado el fantasma de esta rebeli¨®n, judicial y no militar. No m¨¢s.
¡°Hay que enfocarse en el acuerdo nacional, en el aspecto pol¨ªtico y el econ¨®mico¡±, explican desde Casa de Nari?o, la residencia presidencial. ¡°Vamos a trabajar en cerrar filas, no m¨¢s marchas¡±, a?aden. El viernes, el Pacto Hist¨®rico -la coalici¨®n de izquierdas con la que Petro lleg¨® al poder- llam¨® a los suyos a concentrarse en la plaza de Bol¨ªvar, el centro de Bogot¨¢. La respuesta no fue mayoritaria. Petro ni siquiera apareci¨® por all¨ª, alegando un resfriado. ¡°El presidente ni siquiera convoc¨®¡±, se distancian en el Gobierno. Porque el Pacto Hist¨®rico, sus miembros, forman parte del Gobierno y de su bancada en el Congreso, pero no necesariamente est¨¢n alineados con todo lo que se mueve en Casa de Nari?o. Una de sus legisladoras insiste en apoyar un proyecto que permita la reelecci¨®n del presidente, algo que varios de sus colegas no contemplan. Sus representantes, de hecho, pelean entre ellos y se enfrascan en conspiraciones que desgastan a la izquierda. No necesitan ni siquiera el empuj¨®n de la oposici¨®n.
Petro ha vivido una semana de agitaci¨®n. Ha recibido el respaldo de la nueva presidenta de M¨¦xico, Claudia Sheinbaum, aunque se guard¨® de poner en su boca que se trata de una rebeli¨®n: ¡°El CNE, dos a?os despu¨¦s de la elecci¨®n, abre una investigaci¨®n por gastos de campa?a. Y, el d¨ªa de ayer, ¨¦l lo llama un golpe de Estado. Porque, incluso fuera de las leyes de Colombia, se abre este proceso de investigaci¨®n¡±. M¨¢s tarde se sum¨® Luiz In¨¢cio Lula da Silva, el presidente de Brasil, a trav¨¦s de X: ¡°Como persona que he sufrido diversos tipos de persecuci¨®n pol¨ªtica, quiero manifestar mi apoyo al presidente @petrogustavo¡±. Lleg¨® entonces el apoyo del chavismo de la manera m¨¢s insospechada. El Gobierno venezolano se ofreci¨® a mediar en ¡°el conflicto¡±, como si se tratase de un asunto m¨¢s grave de lo que es en realidad. El Gobierno ni siquiera ha respondido a esta oferta, ya que considera que es un intento de burlarse de Petro y su insistencia en encontrar una soluci¨®n pac¨ªfica al proceso postelectoral venezolano, despu¨¦s de que el chavismo se haya dado por vencedor en unos comicios cuando queda claro que fue derrotado.
Los miembros del Gabinete saben que Petro volver¨¢ a hablar de golpe, no es f¨¢cil sacarle una idea de la cabeza. Pero no quieren que eso, bajo ninguna circunstancia, saque de foco el acuerdo nacional, lo que el propio Petro se hab¨ªa propuesto impulsar en estos dos a?os, como bien dijo en el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, el julio pasado. Juan Fernando Cristo, el ministro de Interior y el encargado en persona de que todo se ejecute, no esconde que esta investigaci¨®n del CNE, ¡°una equivocaci¨®n jur¨ªdica¡±, y la crispaci¨®n que genera es un ¡°obst¨¢culo¡±. ¡°Este es el primer obst¨¢culo, un obst¨¢culo importante para esta iniciativa de un acuerdo nacional. No ser¨¢ el ¨²ltimo o el ¨²nico, pero yo prefiero el optimismo, seguir insistiendo¡±, dijo el ministro, un pol¨ªtico de centro, con experiencia en otros gobiernos, llamado a encontrar consensos y puntos de entendimiento con una oposici¨®n que mantiene una actitud muy confrontativa con Petro.
El Gobierno ha conseguido logros como la reforma pensional, una tributaria que su antecesor no consigui¨® y ha tratado de imponer su pol¨ªtica en Salud despu¨¦s de que no le aprobaran la reforma. Se le ha resistido la negociaci¨®n de paz con el ELN y ha abierto otras con otros grupos armados que tampoco tienen visos de prosperar. El hombre que lleg¨® a la Presidencia con una bandera blanca y con la intenci¨®n de frenar los homicidios encuentra resistencias porque la violencia, en muchas partes del pa¨ªs, forma parte de la existencia, como el agua o las monta?as. Sin embargo, al Gobierno le acompa?a tambi¨¦n la sombra de que podr¨ªa haber hecho mucho m¨¢s en otros asuntos. As¨ª que, piensan en Casa de Nari?o, no es momento de victimizarse con el golpe de Estado, es el de encontrar las maneras de aprobar las reformas que necesita el pa¨ªs.
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