Silvana Estrada: ¡°A nuestra generaci¨®n le toc¨® el coletazo del amor hiriente¡±
La cantautora mexicana reivindica la mirada feminista en el amor. ¡°Entenderlo te sit¨²a en un lugar de conciencia pol¨ªtica¡±, zanja. El 21, 22 y 23 de octubre volver¨¢ a cantar en Bogot¨¢, tras pausar la gira por una afon¨ªa
Silvana Estrada (Veracruz, 27 a?os) cuenta que el cuatro venezolano fue su primer amor y el m¨¢s sano de todos. Que mientras aprendi¨® a tocar el piano memorizando partituras y rodeada de la teor¨ªa cl¨¢sica, este modesto instrumento de cuatro cuerdas la invit¨® a experimentar. A tocarlo sin pensar demasiado. As¨ª, una peque?a Silvana asoci¨® la m¨²sica con el disfrute y el juego. Ese descubrimiento es hoy la bandera de su m¨²sica que resiste (y triunfa) en una industria discogr¨¢fica obcecada en la producci¨®n y la rapidez. ¡°Mi camino choca con estos esquemas de lo voraz¡±, dice en el jard¨ªn de un hotel en el centro de Medell¨ªn. ¡°Yo crec¨ª en la naturaleza e intento mantener esos tiempos org¨¢nicos en mi m¨²sica¡±.
Esa velocidad de la vida hace que parezcan ya antiqu¨ªsimos los v¨ªdeos caseros de Youtube de Estrada en su habitaci¨®n, con una guitarra y esa voz que vive siempre en el borde. A punto de romperse, pero no. La mexicana asegura que a pesar de haber ganado un Grammy a Mejor Artista Nueva en 2022 y haber sido nominada este a?o a Mejor Interpretaci¨®n de M¨²sica Global por ¡®Milagro y Desastre¡¯, poco ha cambiado su forma de habitar el mundo. Al contrario. Cree que, como la profesi¨®n de sus pap¨¢s, la luter¨ªa, sus canciones son ¡°un veh¨ªculo para que alguien m¨¢s brille y sienta¡±. ¡°Quisiera pensar que ambos oficios son un acto de servicio¡±, cuenta a finales de agosto, en el Festival de Filosof¨ªa organizado por la Caja de Compensaci¨®n Familiar de Antioquia (Comfama).
A pocas semanas de volver en concierto a Bogot¨¢ ¡ªtras cancelar parte de su gira en agosto por una afon¨ªa¡ª, la artista reivindica lo pol¨ªtico que hay detr¨¢s del canto ¨ªntimo y del querer bonito. ¡±No vas a entender el amor solidario si no entiendes la lucha feminista¡±, sentencia. Hija del jazz, el bossa nova y el son jarocho, Estrada hace alquimia con sus letras y le pone banda sonora a las luces y las sombras de una generaci¨®n que busca encontrarse en el cuidado y la calma. Su m¨²sica es tan canci¨®n de cuna como aquelarre. Y ella, el cuatro venezolano del panorama musical actual.
Pregunta. Las mujeres de nuestra generaci¨®n crecimos escuchando canciones que hablaban de un amor posesivo y sufrido. Usted le canta al amor bonito y cuidadoso. ?C¨®mo se transform¨® el concepto para usted?
Respuesta. Ha sido un proceso de a?os. Significarlo de maneras m¨¢s amables conmigo misma, m¨¢s amorosas y menos sufrientes. A nuestra generaci¨®n le toc¨® el coletazo del amor hiriente. M¨¢s que construir el concepto, nos ha tocado deconstruirlo y quitarle peso y l¨ªmites. Creo que estamos en un momento dif¨ªcil pero bonito de replantearnos c¨®mo queremos amar y, sobre todo, c¨®mo queremos ser amadas. En mi proceso tuve que pasar por situaciones muy dif¨ªciles y a trav¨¦s del dolor entender la realidad y el mundo. No para que se quede, sino para que sea una ventana.
P. ?Es pol¨ªtico cantarle a un amor que cuida?
R. S¨ª, total. Creo que el amor es un conglomerado de la experiencia humana. La gente habla mucho del m¨¢s all¨¢ y del misterio de la muerte. Para m¨ª el amor ya es un misterio del m¨¢s all¨¢. Es importante habitarlo con mucha conciencia y no darlo por hecho. Es tan abstracto que condensa la pol¨ªtica, lo social, la historia¡ Entenderlo te sit¨²a en un lugar de conciencia pol¨ªtica. Porque no vas a entender el amor solidario si no entiendes la lucha feminista.
P. Y mira que es dif¨ªcil seguir evocando emociones cuando todo el mundo le canta al amor...
R. Es una locura. Es el tema m¨¢s sonado del mundo y no hay un tema mejor. (Risas). Oscar Wilde dec¨ªa que todos los libros son de amor. Y verdaderamente s¨ª, si lo sacamos de la cajita del amor rom¨¢ntico. Es lo que sostiene el mundo. Tambi¨¦n me acord¨¦ de lo que dec¨ªa [Roberto] Juarroz, de que el amor empieza donde dios acaba.
P. A¨²n as¨ª, tiene mala fama¡
R. S¨ª, porque el amor rom¨¢ntico¡ ?Ay, el amor rom¨¢ntico! (Risas). No solo es cursi sino que es da?ino y ha oprimido a millones de mujeres. ?Cu¨¢ntos hombres matan en nombre del ¡°amor¡±? En nombre de esa distorsi¨®n del amor.
P. Es com¨²n que los m¨²sicos acaben cediendo a la presi¨®n comercial. Usted se aferra a las ra¨ªces. ?Por qu¨¦?
R. Hay mucha teor¨ªa de por qu¨¦ hago lo que hago. Y por qu¨¦ no hago nada m¨¢s pop o reggaeton. La respuesta m¨¢s sencilla es que hago la m¨²sica que a m¨ª me gusta. Hago las canciones que no hay y que me gustar¨ªa escuchar.
P. Osea que no veremos a Silvana Estrada cantando trap¡
R. No creo. Me encantar¨ªa, pero no creo¡ (Risas).
P. ?No le da miedo sobreexponerse?
R. S¨ª, s¨ª. Nunca me hab¨ªa pasado, pero ahora que ando en un disco nuevo, lo noto. No me autocensuro pero me ha costado tomar un poco m¨¢s de distancia. Los ¨²ltimos a?os me han pasado cosas m¨¢s dif¨ªciles, duelos, preguntas existenciales¡ Y de repente da pudor. Porque esta industria es ufff... Te pide que est¨¦s fuerte y sana. Y no siempre puedo. Y a veces me da pudor escribir desde esa parte m¨¢s sensible y dolida.
P. Hace poco lanzaba el single de Milagro y desastre. ?Cu¨¢l es el milagro y cu¨¢l el desastre de esta industria?
R. El milagro es la m¨²sica. Siempre lo va a ser. Hay cosas hermosas dentro de la industria¡ Pero las cosas milagrosas existen con o sin la industria. La fraternidad, la sororidad.. eso ya existe. A veces pienso que incluso existir¨ªa m¨¢s sin ella. La industria es el orden empresarial para esas cosas luminosas. Pero trae muchos desastres. Es muy voraz con los artistas, muy exigente. Lo que nos est¨¢ volviendo locas y locos es la velocidad del mundo. Que un artista saque una canci¨®n cada viernes, eso no exist¨ªa. As¨ª como se logr¨® democratizar el acceso a la m¨²sica, tambi¨¦n han generado mucha angustia. Y me incluyo. La salud mental es un tema muy recurrente entre los artistas. ?C¨®mo vivo esto desde el placer y no desde el susto de que ma?ana saldr¨¢n 15.000 discos y yo aqu¨ª picando piedra por el m¨ªo que significa todo?
P. ?C¨®mo lo gestiona?
R. Siendo lo m¨¢s honesta y franca posible conmigo. Aunque sienta presi¨®n, pues so sorry, porque tengo que esperar para escribir una canci¨®n que verdaderamente signifique algo. Mi camino en la m¨²sica choca con los esquemas de lo voraz. Yo crec¨ª en la naturaleza e intento mantener esos tiempos org¨¢nicos en mi m¨²sica.
P. ?Cree que eso es parte del ¨¦xito? ?Que quienes le escuchan tambi¨¦n buscan el fuego lento?
R. Creo que s¨ª. Porque siempre que hay una corriente, hay una contracorriente. La gente quiere espacios donde no tener prisa. Donde no tener est¨ªmulos sin fin.
P. ?En alg¨²n momento esa contracorriente se convertir¨¢ en corriente? Hay una generaci¨®n de cantautoras como Silvia P¨¦rez Cruz, Natalia Lafourcade, Valeria Castro¡ que le reivindican una mirada similar
R. Creo que no. Mientras vivamos en un mundo capitalista no nos lo van a permitir. No nos van a permitir comprarnos un vinilo y darnos el tiempo de escucharlo dos meses y luego comprarnos el siguiente. Es como la pel¨ªcula Perfect Days. El director dec¨ªa que quer¨ªa hacer una pel¨ªcula de alguien que no se comprara un libro nuevo hasta no terminarse el anterior. Hay que tener mucha fuerza para no seguir esa corriente. Pero tampoco estoy enojada con el presente, creo que est¨¢ siendo generoso.
P. ?Sinti¨® s¨ªndrome de la impostora?
R. Todo el tiempo. Y ahora m¨¢s. Nunca lo sent¨ª cuando era m¨¢s joven. A los 20 no lo sent¨ªa. He hecho muchas cosas y a todas les dije que s¨ª. Y nunca me sent¨ª como una impostora hasta ahora. Y yo se lo atribuyo justamente a los tiempos. A la presi¨®n de la velocidad. La modernidad me provoca el s¨ªndrome del impostor, que en realidad es culpa, b¨¢sicamente. Un profundo sufrimiento despu¨¦s del ¨¦xito.
P. ?Y c¨®mo lidia con abrir fechas de conciertos y hacer sold out enseguida, ganar un Grammy y luego volver a su casa a fre¨ªr un huevo y hablar de nada con sus amigos?
R. La gente que sufre con la fama es porque se montan a la ola de lo que se espera de ellos. Yo cuando llego a mi casa, sigo saliendo en pijama a comprar verduras. No me pasa eso de perder el piso, es al rev¨¦s. Mi equipo me tiene que recordar que soy¡ un pokemon. (Risas). Que ya tengo ciertas cosas, porque a m¨ª se me olvida.
P. Creci¨® en una familia de lauderos en Veracruz. ?Se parece en algo la composici¨®n de su m¨²sica con las manos de su padre d¨¢ndole forma a un contrabajo?
R. El proceso de un laudero es muy paciente y muy humilde porque est¨¢s haciendo un instrumento para que otro brille. Eso me forj¨® mucho en ser paciente con mis procesos y sentir que lo que yo hago es un veh¨ªculo para que alguien m¨¢s brille y sienta. Quisiera pensar que ambos son un acto de servicio.
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