H¨¢mas y el narcotr¨¢fico: muerte y resurrecci¨®n

Para algunos es una luz de esperanza, pero qui¨¦n sabe qu¨¦ signifique para el se?or de la guerra, el primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, la ca¨ªda celebrada por todos del que hasta ayer se consideraba como una de las mentes m¨¢s macabras y sanguinarias de oriente medio: Yahya Sinwar, m¨¢xima cabeza de Ham¨¢s.

Y es que la ca¨ªda de este personaje puede ser o el comienzo del final de una guerra que ha dejado tras de s¨ª m¨¢s de 42.000 muertos o, sencillamente, la prueba de que grupos como Ham¨¢s, al igual que pasa con el narcotr¨¢fico, no desaparecen por m¨¢s que sus altos mandos salgan del escenario. Porque, as¨ª como cay¨® Sinwar, en su momento cayeron Escobar, Ra¨²l Reyes, Chupeta, el Chapo Guzm¨¢n o¡­ ponga aqu¨ª el jefe criminal que se le pase por la cabeza¡­ No importa. Que un jefe desaparezca no significa mayor cosa porque, muertos o presos, la realidad no cambia, siempre llegar¨¢ alguien para ocupar ese lugar y aquello que mueve tropas, armas y dinero sigue estando ah¨ª.

Hablo del narcotr¨¢fico porque ese motor del mal ha significado para nosotros en Colombia una interminable m¨¢quina de violencia, y termina siendo algo similar a lo que Netanyahu y sus amigos de la ultraderecha israel¨ª ven en los terroristas de Ham¨¢s o de Hezbol¨¢. Para nosotros los narcos son una maldici¨®n que solo nos ha hecho da?o, as¨ª como para Bibi y sus aliados lo son esos militantes del mundo ¨¢rabe.

Aunque hay una diferencia, mientras que el narcotr¨¢fico no representa a ning¨²n ideal pol¨ªtico, ni a ning¨²n pueblo ha martirizado y maltratado por toda una naci¨®n, los palestinos y sus grupos de reivindicaci¨®n s¨ª luchan por algo que el mundo entero conoce y una gran porci¨®n reconoce: el Estado Palestino.

De ah¨ª que la pregunta que hago al comienzo de este escrito sea esencial con miras al futuro de Oriente Medio y tambi¨¦n del ya maltrecho escenario global: ?para el Gobierno Netanyahu la ca¨ªda de Sinwar representa el final de Ham¨¢s? ?O, como lo dijo el ministro de Defensa de Israel apenas se confirm¨® la noticia, este no es el fin de la guerra en la Franja de Gaza, sino apenas un hito m¨¢s ante los a?os que a¨²n quedan de guerra y ocupaci¨®n en ese territorio?

La reflexi¨®n sobre el caso Sinwar aplica tambi¨¦n para el presidente Petro y su bienintencionada b¨²squeda de la paz total. Un sue?o que no hay duda es compartido por todos los colombianos, pero con un inconveniente mayor en su b¨²squeda: por m¨¢s que caigan los jefes, por m¨¢s que los grupos ilegales entreguen sus armas, mientras el narcotr¨¢fico (que no tiene nada de ideol¨®gico) exista como negocio ilegal de inmensos dividendos, habr¨¢ interesados en seguir con el multimillonario comercio.

He ah¨ª la ingenuidad de Petro y he ah¨ª el momento en que Netanyahu podr¨¢ mostrar grandeza y humanidad luego de tantos muertos. Mientras que el primero est¨¢ en un callej¨®n sin salida, el segundo tiene al frente la puerta para una m¨ªnima redenci¨®n.