Francisco Lopera: en la frontera del alzheimer
Ha dedicado su vida a investigar esta enfermedad y su cura. Encontr¨® un gen que ocasiona uno de los tipos, hereditario juvenil, y desarrolla estudios con l¨ªderes cient¨ªficos de todo el planeta, incluido un premio Nobel de Medicina
De ni?o, a Francisco Lopera le apasionaban los platillos voladores y so?aba con ser astr¨®nomo. Un d¨ªa, despu¨¦s de leer en el peri¨®dico que los platillos voladores solo exist¨ªan en la mente de las personas, decidi¨® enfocarse en el cerebro humano, tan cercano pero tan misterioso. Estudi¨® Medicina y se especializ¨® en neurolog¨ªa. Hoy, lidera el Grupo de Neurociencias de la Universidad de Antioquia y es reconocido en el mundo por sus investigaciones y avances en la comprensi¨®n del alzh¨¦imer. En 2020, la Asociaci¨®n Mundial del Alzheimer le otorg¨® el Premio Bengt Winblad Lifetime Achievement.
Su inter¨¦s cient¨ªfico por el alzh¨¦imer le vino por un asunto personal. Su abuela padec¨ªa la enfermedad. Recuerda que, mientras cursaba el primer a?o de Medicina, fue a visitarla con su padre, y lo vio llorar porque ella no lo reconoc¨ªa. Hab¨ªan buscado respuestas llev¨¢ndola a donde varios especialistas en Medell¨ªn, pero les dec¨ªan reiteradamente que no hab¨ªa cura. ¡°A m¨ª me parec¨ªa negligencia de los m¨¦dicos, y me dije: ¡®Cuando sea m¨¦dico, eso no le va a pasar a ninguna abuela¡¯¡±, recuerda.
Lleva 40 a?os trabajando para cumplir esa promesa y resolver lo que considera un problema de salud p¨²blica. Seg¨²n cifras de la Bright Foundation, cerca de 55 millones de personas alrededor del mundo padecen alzh¨¦imer y se espera que la cifra aumente a 139 millones para 2050.
Colombia ha sido un campo extraordinariamente f¨¦rtil para su trabajo en enfermedades neurodegenerativas. Un ¨²nico paciente, que atendi¨® en su residencia en neurolog¨ªa, le permiti¨® profundizar y descubrir lo que en el mundo nadie sab¨ªa. Era un hombre de 47 a?os con demencia. A Lopera le llam¨® la atenci¨®n que fuera tan joven, porque los s¨ªntomas del alzh¨¦imer comienzan a los 65 a?os. En sus indagaciones descubri¨® que al padre, al abuelo y otras personas de esa familia les hab¨ªa ocurrido lo mismo.
¡°Era una sorpresa doble: alzh¨¦imer en personas j¨®venes y hereditario. Decid¨ª irme al pueblo donde viv¨ªa el paciente e hice la primera genealog¨ªa de una familia con alzh¨¦imer hereditario juvenil¡±, recuerda. En aquel entonces, los a?os 80, no se sab¨ªa c¨®mo se relacionaba la gen¨¦tica con este tipo de demencia, pero Lopera estaba seguro de que ese era el tema para revisar con aquella familia.
?l y el equipo del Grupo de Neurociencias de la Universidad de Antioquia han identificado 25 familias antioque?as que padecen alzh¨¦imer a edad temprana. Es un grupo de 6.000 personas, de las cuales 1.200 son portadoras de una mutaci¨®n gen¨¦tica que produce ese tipo de demencia. ¡°En los a?os 90, encontramos el gen que ocasionaba el problema. Fue un trabajo colaborativo con la Universidad de Washington, que nos permiti¨® descubrir la ¡®mutaci¨®n paisa¡¯; as¨ª la llamamos¡±, dice.
Al otorgarle el premio por su exitosa carrera, la Asociaci¨®n Mundial del Alzheimer destac¨® dos grandes aportes de Lopera y del Grupo de Neurociencias a la comprensi¨®n de la enfermedad: haber encontrado la poblaci¨®n m¨¢s grande del mundo con una forma hereditaria de alzh¨¦imer juvenil, lo que condujo al descubrimiento de la mutaci¨®n paisa y haber liderado la Iniciativa de Prevenci¨®n del Alzheimer, un ensayo m¨¦dico que investigaba si, al barrer el cerebro de amiloide ¨Cuna conocida prote¨ªna precursora de esta demencia¨C, podr¨ªa retrasarse el desarrollo de sus s¨ªntomas. El estudio fracas¨®, pero en ¨¦l encontraron a dos personas protegidas.
¡°En su biolog¨ªa estaban, al mismo tiempo, la enfermedad y la cura. Ten¨ªan la mutaci¨®n paisa, que es 100% penetrante, y los condenaba a desarrollar s¨ªntomas a los 44 a?os, aproximadamente, y, sin embargo, no se enfermaron antes de los 70 o 72 a?os. Ese descubrimiento abre una v¨ªa para la cura y prevenci¨®n de la enfermedad¡±, explica Lopera. Recientemente encontraron otras dos.
A los 71 a?os, Lopera no contempla parar. Su trabajo lo llena de energ¨ªa. ¡°Es mi pasi¨®n¡±, dice con alegr¨ªa. ¡°Adem¨¢s, mi meta es encontrar la cura para el alzh¨¦imer y para todas las enfermedades neurodegenerativas. ?Imag¨ªnese el problemita en el que me met¨ª!¡±.
Actualmente, tiene varios proyectos andando. En alianza con sus disc¨ªpulos Joseph Arboleda y Yakeel Quiroz, quienes lideran investigaciones de alzh¨¦imer en la Escuela M¨¦dica de Harvard y en el Hospital General de Massachusetts, respectivamente, desarrolla un proyecto para buscar m¨¢s seres protegidos. Con otro pupilo, Diego Sep¨²lveda, del Centro Cl¨ªnico Universitario Hamburgo-Eppendorf, estudia los cerebros de pacientes muertos de alzh¨¦imer y otras enfermedades degenerativas para entender qu¨¦ pasa con el tejido. Y con el Nobel de Medicina John O¡¯Keefe investiga qu¨¦ pasa con la parte del cerebro que cumple las funciones de GPS en los j¨®venes que padecen la mutaci¨®n paisa. ¡°El alzh¨¦imer empieza en la corteza entorrinal, y justo ah¨ª queda el GPS descubierto por O¡¯Keefe. La hip¨®tesis es que deber¨ªa verse alterado, incluso antes de que comiencen a manifestarse los s¨ªntomas de la enfermedad¡±, explica.
Lopera hubiera podido jubilarse hace a?os, pero est¨¢ decidido a seguir trabajando mientras la salud se lo permita. ¡°Si un d¨ªa me jubilan de manera forzosa, yo seguir¨¦ trabajando. No he terminado de responder todas mis preguntas¡±, dice, en¨¦rgico.
*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundaci¨®n Corona.
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