Martha Galeano, la campesina que le apuesta a los frutos amaz¨®nicos

En los caminos del Guaviare es com¨²n ver a las abejas posadas sobre los mu?ones de lo que antes eran ¨¢rboles frondosos. Parecen perdidas. Martha Galeano, una mujer campesina que es t¨¦cnica en manejo ambiental, las rescata, salv¨¢ndolas de ser atacadas, y las lleva a las zonas donde hay cultivos y a los viveros en los que desarrolla su proyecto de crianza de abejas meliponas (sin aguij¨®n).

Las abejas son una parte de la vida que lleva Galeano hace cinco a?os, cuando se convirti¨® en vig¨ªa de ¡°la entrada al pulm¨®n del mundo¡±, como le gusta llamar al Guaviare. Esta santandereana de nacimiento, que lleg¨® al Guaviare hace 20 a?os para trabajar como raspachina, dedica sus d¨ªas a un vivero de plantas nativas que tiene con su comunidad en el corregimiento El Capricho, as¨ª como a la transformaci¨®n de frutos amaz¨®nicos en helados, tortas, galletas y chichas.

Galeano es parte de las 107 familias de siete veredas cercanas a Chiribiquete que firmaron un acuerdo de conservaci¨®n con la Fundaci¨®n para la Conservaci¨®n y el Desarrollo Sostenible (FCDS) en el se comprometieron a proteger la selva de los territorios donde viven: a no quemar ni a talar, y a enriquecer las fuentes h¨ªdricas y a sembrar. Un halo de esperanza en uno de los departamentos del pa¨ªs con las m¨¢s altas tasas de deforestaci¨®n. Hoy, los corredores productivos de las comunidades, que se conectan con el bosque y est¨¢n compuestos por especies maderables, forrajeras, frutales y productos de pancoger, ya suman m¨¢s de 89 kil¨®metros.

Martha Galeano, Marl¨¦n Gait¨¢n y Flor Acevedo cuidan 280 hect¨¢reas de bosque. Las tres crearon la helader¨ªa Caprichosas, delicias del bosque, que ofrece los sabores de frutos amaz¨®nicos como el copoaz¨² o cacao blanco, el asa¨ª y el seje. Para fundar su emprendimiento, recibieron ayuda de cooperaci¨®n internacional, bajo el compromiso de la preservaci¨®n de las selvas de sus fincas, y del Sena.

Las Caprichosas es la primera iniciativa campesina en el Guaviare que ha logrado monetizar la transformaci¨®n de frutos amaz¨®nicos en productos, previniendo la deforestaci¨®n. Se trata de un caso simb¨®lico, dice Rodrigo Botero, investigador y director de la FCDS. ¡°Puede ser un modelo concreto, asible y real de lo que puede lograrse con el campo colombiano. Un nuevo modelo bioecon¨®mico para los campesinos en asociatividad y que no depende de grandes inversiones¡±.

La helader¨ªa era un sue?o que Galeano hab¨ªa tenido por a?os, luego de trabajar como aseadora, almacenista y cocinera. Su trabajo m¨¢s duro, dice, fue raspar hojas de coca como tantos otros, porque no hab¨ªa otra fuente de ingreso. Por eso, hoy agradece tener su propio negocio y poder cuidar la selva, que considera su hogar.

En su tiempo libre, visita las termales y las cascadas y recorre nuevos caminos cercanos a La Tortuga, su vereda. Ya proyecta que sus helados lleguen hasta Bogot¨¢ y que las plantas nativas que viene sembrando sean vendidas para reforestar el departamento. Ve con optimismo el trabajo de la Asociaci¨®n de Familias Productoras Capricho-Guaviare, que lidera, porque ha sido por medio del cultivo de la yuca, la pi?a, el pl¨¢tano y las arom¨¢ticas org¨¢nicas que el suelo se viene descontaminando.

Entre la helader¨ªa, el vivero, los cultivos y las abejas, Galeano confiesa que liderar no es f¨¢cil. ¡°Siempre hay dificultades, pero me quedo viendo las metas que se han logrado y ah¨ª me convenzo de que debemos seguir andando, caminando y trabajando juntos¡±, asegura esta encaprichada guardiana del pulm¨®n del mundo.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundaci¨®n Corona.