Margareth Menezes: una ministra de cultura para que las artistas negras no se sientan m¨¢s solas
Reconocida cantante y firme defensora de la bandera antirracista en Brasil, la ministra de Lula ha impulsado proyectos para emprendedores afrodescendientes
EL PA?S ofrece en abierto la secci¨®n Am¨¦rica Futura por su aporte informativo diario y global sobre desarrollo sostenible. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscr¨ªbete aqu¨ª.
¡°Vamos a hacer una gesti¨®n con alegr¨ªa¡±, dijo Margareth Menezes, la actual ministra de Cultura de Brasil a la mesa de colaboradores poco antes de asumir su cargo en enero de 2023. Conocida popularmente por su carrera de cantante, compositora y por haber fundado el movimiento afro pop en su Bah¨ªa natal, Margareth Menezes es mucho m¨¢s. A los ojos de mujeres negras, actrices, m¨²sicas, escritoras, cineastas y gestoras culturales, es la voz afrobrasile?a que trabaja desde siempre por el emprendimiento cultural negro y la equidad racial. ¡°Para nosotras, ella resume nuestro lugar de poder y tiene un papel m¨¢s de militancia que de artista¡±, dice Roberta Ribeiro, actriz de un suburbio de R¨ªo de Janeiro, de 37 a?os.
Su m¨²sica, atravesada por una perspectiva de g¨¦nero y raza, la convierte en una activista de la cultura. En un espect¨¢culo memorable del a?o 2006, en Salvador de Bah¨ªa, Menezes se quiebra en l¨¢grimas al cantar uno de sus temas m¨¢s conocidos, Fara¨®, que en las ¨²ltimas estrofas dice: ¡°El pueblo negro pide igualdad, haciendo a un lado las separaciones¡±. Con la percusi¨®n de fondo, se para y le habla al p¨²blico con el brazo en alto: ¡°No queremos hablar desde un lugar de sobrevivientes, queremos vivir y colaborar con este pa¨ªs porque podemos dar mucho m¨¢s. S¨®lo necesitamos oportunidades¡±. La escena es recreada en el espect¨¢culo musical Voces negras por Ribeiro quien, de peque?a y adolescente, ya la admiraba. ¡°So?aba con cantar, no tanto por la m¨²sica, sino por ganarme un lugar destacado como mujer negra¡±, cuenta.
En lo que va del primer trimestre de su gesti¨®n como ministra, Menezes se rodea de profesionales afrodescendientes en el primer escalaf¨®n de la cartera de Cultura: Joelma Gonzaga, una productora de cine baiana al frente de la Secretar¨ªa Audiovisual; Roberta Martins, en la Secretar¨ªa de los Comit¨¦s de Cultura, y la actriz nordestina Maria Marighella como presidenta de la Fundaci¨®n Nacional de las Artes (Funarte). ¡°Uno de los primeros mensajes que nos transmiti¨® la ministra fue restablecer la protecci¨®n de los artistas y recuperar mecanismos de apoyo y fomento¡±, afirma Marighella.
Una de las medidas m¨¢s inmediatas que Menezes tom¨® al asumir el cargo fue desbloquear casi 1 bill¨®n de reales brasile?os (m¨¢s de 190 millones de d¨®lares) de la Ley Rouanet, una herramienta de incentivos culturales. Y, en medio al carnaval, al tiempo que desfil¨® en Salvador, Recife y R¨ªo de Janeiro, relanz¨® algunos patrocinios culturales. Uno de ellos fue junto al Banco del Nordeste: la inversi¨®n de unos 10 millones de reales (casi 2 millones de d¨®lares) para la cultura de esa parte del pa¨ªs. ¡°La cultura necesita dinero. Una canci¨®n no tiene ¨¦xito por arte de magia, tiene que haber inversi¨®n en todos los lugares¡±, afirma la cantante baiana Mariene Castro, conocida por su obra afrobrasile?a y por ser la voz que emocion¨® en el evento de cierre de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016.
Durante los a?os ¡®90, Menezes padeci¨® las estructuras de un mercado musical selectivo. Tuvo menos visibilidad nacional que internacional, como reflejan las 21 giras mundiales y las m¨²ltiples nominaciones a los Grammy y Grammy Latino. ¡°A pesar de su talento, Margareth no tuvo los mismos tipos de apoyo que otras cantantes brasile?as. Eso est¨¢ imbuido de un racismo estructural¡±, afirma la actriz Ver¨®nica Bonfim. ¡°Lo importante de su figura es que inspira y empodera a nuevas generaciones de artistas afro¡±, concluye.
La flamante ministra acumula una historia de promotora cultural que no es tan conocida como su carrera art¨ªstica. Elle cre¨® en 2004, en Salvador de Bah¨ªa, la F¨¢brica Cultural donde funciona el llamado mercado Ia?, un polo de arte, de negocios creativos y di¨¢logo sobre emprendimiento cultural negro y promoci¨®n de productores y artistas. Gestoras culturales j¨®venes trabajan por ese objetivo en otros rincones del pa¨ªs. Jaqueline Fernandes, de 43 a?os, es realizadora del Festival Latinidades, una plataforma de producci¨®n art¨ªstica e intelectual de mujeres negras latinoamericanas, del Caribe y de la di¨¢spora que populariz¨® el t¨¦rmino ¡°afrolatinas¡± en Brasil. ¡°Margareth es una inspiraci¨®n y trae un nuevo vigor. Representa nuestra potencia. La falta de reconocimiento hist¨®rico refleja todas las desigualdades sociales que se replican en el campo de la cultura¡±, afirma.
Angela Davis, la fil¨®sofa y activista estadounidense hizo c¨¦lebre la frase: ¡°Cuando una mujer negra se mueve, toda la estructura de la sociedad se mueve con ella¡±. Michelle Mury, de la distribuidora digital de m¨²sica online AltaFonte asegura que ese movimiento viene de la mano de la formaci¨®n en la administraci¨®n cultural. ¡°No existe otra receta que la capacitaci¨®n y ceder espacios y empleo a todas las personas para alcanzar la igualdad tanto para tareas t¨¦cnicas, estrat¨¦gicas como gerenciales. Si no diversificamos y ocupamos cargos de liderazgo, la rueda hacia la inclusi¨®n efectiva no avanza¡±, dice.
El incentivo a la escritura y a la literatura se destacan como ant¨ªdoto para enfrentar las desigualdades de acceso. La escritora carioca Eliana Alves Cruz, ganadora del Premio Jabuti 2022 aboga por incentivos para que la gente escriba sus propias historias. ¡°Es interesante aproximar m¨¢s el sector cultural a la literatura, a la educaci¨®n para que nuestros j¨®venes escriban y entiendan que lo importante del registro de sus vidas¡±, dice.
Resulta inevitable pensar en un hilo de continuidad entre la gesti¨®n del Ministerio de Cultura de Gilberto Gil, entre 2003 y 2008 y el que est¨¢ comenzando ahora Margareth Menezes. Gil activ¨® una acci¨®n pol¨ªtica llamada Cultura Viva que se propuso llegar a la m¨¢s amplia diversidad cultural del pa¨ªs. El programa benefici¨® a nueve millones de brasile?os e impact¨® a 1.100 ciudades. El acento en esa diversidad es n¨ªtida en las primeras acciones y palabras de Menezes. Durante el primer Gobierno de Lula, las pol¨ªticas de acciones afirmativas llegaron a nuevas generaciones de artistas que hoy tienen alrededor de 30 a?os. ¡°Yo soy fruto de esas pol¨ªticas y de la lucha de la generaci¨®n de Margareth y de todo el movimiento negro y el campo social brasile?o¡±, afirma Sol Miranda, que recibi¨® recientemente el premio a mejor actriz en el Festival de Huelva de Cine Iberoamericano de Espa?a.
Si hay algo que comienza a vislumbrarse en las primeras acciones de la gesti¨®n de Menezes son acciones afirmativas que apuntan a mujeres en la cultura. El pasado 8 de marzo, su ministerio dict¨® tres medidas en esa l¨ªnea: el Comit¨¦ de G¨¦nero, Raza y Diversidad para dar apoyo en la elaboraci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas en una mirada transversal; el Premio Carolina Mar¨ªa de Jes¨²s, que otorga cerca 2 millones de reales brasile?os (m¨¢s de 380.000 d¨®lares), para escritoras de ficci¨®n y por ¨²ltimo, la convocatoria Ruth de Souza de Audiovisual para subsidiar a cineastas brasile?as en la realizaci¨®n de largometrajes.
En todos los relatos, existe una sensaci¨®n de pertenecer a un colectivo feminista negro y a la convicci¨®n de que Menezes est¨¢ instalando una pauta que todav¨ªa resulta inc¨®moda en Brasil: mover estructuras. ¡°Somos una continuidad, unas de otras. Y cuando entendemos eso y ocupamos espacios de poder, entendemos que no estamos solas¡±, dice la actriz Cinnara Leal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.