La comunidad travesti y trans de Argentina lucha por una ley de reparaci¨®n hist¨®rica
Los colectivos LGTBI reclaman una mensualidad y asistencia m¨¦dica por sus derechos vulnerados y por la persecuci¨®n estatal durante la dictadura y en a?os de democracia
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Marcela Saibek perdi¨® la cuenta de la cantidad de veces que cay¨® presa. Hay una que recuerda especialmente. Quiz¨¢ porque fue la m¨¢s injusta dentro de su historia repleta de injusticias; quiz¨¢ porque los mecanismos de la memoria son curiosos y eligen ciertos hechos para borrar otros. En aquellos a?os, inicios de los 80 en una Argentina todav¨ªa en dictadura, Saibek ya era una persona trans. Estaba a punto de tomar un colectivo en Buenos Aires. Cuando subi¨®, revis¨® sus bolsillos y se dio cuenta de que no ten¨ªa monedas.
El conductor no la invit¨® a bajarse ni acept¨® la excepci¨®n de llevarla sin pagar, algo que sucede con frecuencia. S¨®lo le dijo con odio y usando el pronombre masculino: ¡°Pasajeros sin boleto no llevo¡±. No le permiti¨® bajarse y la llev¨® directo a la estaci¨®n de polic¨ªa m¨¢s cercana. Pas¨® un d¨ªa detenida y la obligaron a firmar un acta que dec¨ªa que infring¨ªa el art¨ªculo 68 del C¨®digo de Faltas de la provincia.
Ese art¨ªculo establec¨ªa de cinco a 30 d¨ªas de arresto y sanciones econ¨®micas a quienes ejerc¨ªan la prostituci¨®n en el territorio bonaerense; una v¨ªa libre y una forma de legitimar la persecuci¨®n y los abusos policiales que establec¨ªa con otras normativas en las ciudades del resto del pa¨ªs.
Algunas d¨¦cadas despu¨¦s de esos abusos, Saibek es una mujer casada, que vive con su marido y trabaja como esteticista. Puede contar su historia. Pero no sucede lo mismo con travestis y trans que perdieron su vida por los abusos policiales y otras formas de violencia contra las personas LGTBI.
¡°Con una expectativa de vida promedio de entre 35 y 40 a?os, las personas travestis, trans y no binarias son negadas a derechos b¨¢sicos como la educaci¨®n, la salud, el acceso a la vivienda digna y al trabajo. El estigma social sigue siendo un factor determinante que promueve la violencia estructural y las desigualdades en materia de derechos humanos¡±, dice el informe publicado en mayo por el Ministerio P¨²blico de la Defensa y el Bachillerato Popular Travesti Trans Mocha Celis. ¡°Sufrimos golpes y vejaciones de todo tipo. Nos sacaron de la vida. Por eso es necesaria una reparaci¨®n¡±, dice Saibek (56).
Cuando Marcela habla de reparaci¨®n, se refiere a la Ley de Reconocimiento de la Deuda Hist¨®rica con la Comunidad Travesti Trans, uno de los proyectos impulsados por colectivos travesti-trans y por la diputada nacional Mara Brawer. Son tres proyectos los que est¨¢n en curso y con estado parlamentario; es decir, est¨¢n siendo tratados en las comisiones correspondientes.
El de Brawer es uno de los que se discute con resonancia. Propone una ley nacional y la compatibilidad del cobro de la pensi¨®n con el desempe?o de actividades laborales en relaci¨®n de dependencia o por cuenta propia as¨ª. De todas formas, la idea es avanzar con consensos para unificar en un solo texto y lograr la mejor ley posible. ¡°A los 18 a?os, me puse silicona industrial. Era lo ¨²nico que nos daba una forma femenina. Eso es aceite de avi¨®n que se compraba en bidones. Te mata. Imaginate, nos la pon¨ªamos entre nosotras, sin asepsia, con un sufrimiento horrible. La prostituci¨®n, el fr¨ªo y la calle y las sustancias que una tomaba dan como resultado una expectativa de vida de 40 a?os¡±, cuenta Marcela.
En 1998, se derogaron en la ciudad de Buenos Aires los edictos policiales que criminalizaban por ser travestis o trans. Una d¨¦cada despu¨¦s lo hizo la provincia de Buenos Aires y otras del territorio argentino, que en sus actas hablaban de ¡°actos de homosexualismo¡± y ¡°vestirse con ropas del sexo opuesto¡±. El ¨²nico fin era criminalizar a personas LGTBI y en ejercicio de la prostituci¨®n.
La lucha es por una ley que repare esos da?os provocados por el Estado, como los que cuenta Marcela y otras miles, que sufrieron detenciones, encarcelamientos y dem¨¢s tormentos. ¡°Ahora Argentina tiene la ley de identidad de g¨¦nero y el cupo laboral trans. Son todas cosas a favor de las chicas trans m¨¢s j¨®venes. Pero nosotros no tuvimos nada. ?bamos caminando por la calle y nos met¨ªan presas. Es una reparaci¨®n econ¨®mica pero tambi¨¦n moral, aunque nunca alcanzar¨¢ por el da?o que nos hicieron¡±, resalta Saibek.
Mar¨ªa Eugenia Azar, integrante del colectivo travesti trans Las Hist¨®ricas Argentinas que nuclea a mayores de 40 a?os, resalta que la ley alcanzar¨ªa a unas 2.000 personas sobrevivientes en todo el pa¨ªs. Y se?ala que la salud es uno de los problemas m¨¢s acuciantes de la comunidad.
¡°La mayor¨ªa de las compa?eras tienen problemas pulmonares y otros asociados al uso de siliconas industriales. A ra¨ªz de eso, cualquier golpe puede causarles una hemorragia interna y el riesgo de que esa silicona se siga expandiendo; no se puede extraer y se mezcla con el tejido de la piel. Muchas tienen VIH y una salud muy fr¨¢gil por haber estado en la calle durante a?os¡±, explica.
Docente y militante de Mujeres Trans Argentina (MTA), Alejandra Silvestre se?ala que la poblaci¨®n travesti trans vivi¨® en situaci¨®n de clandestinidad tanto en a?os dictadura como en democracia y habla de un mensaje que la sociedad grab¨® a fuego en el colectivo. ¡°Se nos dijo que no serv¨ªamos para trabajar y s¨®lo pod¨ªamos estar en una esquina o en redes de prostituci¨®n, vulneradas de todos nuestros derechos. Por ejemplo, nadie habla de trata de mujeres trans. Nos morimos a los 40 a?os -o antes- porque somos v¨ªctimas de un sistema. Estamos envejecidas y castigadas, sin controles m¨¦dicos y con violencia por parte del sistema de salud¡±, marc¨® Silvestre.
Ella misma sufre en carne propia las faltas del sistema de salud en la atenci¨®n de las personas trans. ¡°Siendo profesional y docente, yo tengo que viajar porque en mi ciudad no hay especialista en endocrinolog¨ªa para terapias hormonales. El Estado debe dar respuesta al horror que cometi¨®¡±, finaliz¨®.
Argentina tiene una larga historia de lucha por la adquisici¨®n de derechos de la poblaci¨®n travesti, trans y no binaria. En 2010, se sancion¨® la Ley de Matrimonio Igualitario; dos a?os despu¨¦s lleg¨® la Ley de Identidad de G¨¦nero, que permite la autodeterminaci¨®n del g¨¦nero. Y en 2021 fue el turno de la Ley 27636, m¨¢s conocida como Cupo Laboral Travesti Trans. ?sta ¨²ltima establece un cupo m¨ªnimo de 1% de los cargos y puestos del Estado Nacional para esta poblaci¨®n.
Si el Estado argentino apunta a una integralidad en las pol¨ªticas p¨²blicas, la reparaci¨®n hist¨®rica deber¨ªa ser una realidad. Sin embargo, la iniciativa legislativa es s¨®lo el emergente de la lucha. El motor est¨¢ en las numerosas agrupaciones que acompa?an y en una fuerza popular de redes comunitarias que lograron otras conquistas en el pa¨ªs.
En una tarde lluviosa en Buenos Aires, Marcela Saibek habla de sus servicios de esteticista. Dice que tambi¨¦n hace reiki y que le interesa aprender cosas nuevas. Sigue la charla con una pregunta que ella hace.
-?Sab¨¦s por qu¨¦ merecemos una reparaci¨®n hist¨®rica?
-?Por qu¨¦?
-Porque fuimos objetos sexuales y de descarte. Serv¨ªamos para eso nom¨¢s. Yo trat¨¦ de cambiar y de luchar. Estoy en pareja hace 17 a?os y ahora casada legalmente. Pero las miradas siempre fueron de burla y agresi¨®n. Yo consegu¨ªa un trabajo, ca¨ªa presa y perd¨ªa los trabajos por eso. No exist¨ªa el amor para nosotras.
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