Renacer entre los escombros de Hait¨ª
Dos a?os despu¨¦s del terremoto que dej¨® m¨¢s de 2.000 v¨ªctimas mortales y que destroz¨® el sur del pa¨ªs caribe?o empiezan a verse algunos signos de esperanza, pero a¨²n queda mucho trabajo por hacer
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Han pasado dos a?os desde el terremoto de magnitud 7,2 que sacudi¨® el departamento Sur de Hait¨ª el 14 de agosto de 2021, causando m¨¢s de 2.000 muertos y 12.000 heridos. La devastaci¨®n fue enorme y, fruto de ello, son muchas las comunidades que a d¨ªa de hoy siguen tratando de recuperarse y volver a la normalidad. Decenas de miles de edificios quedaron destruidos y muchas instalaciones sanitarias, incluida la cl¨ªnica de atenci¨®n materna de la ciudad de Port-¨¤-Piment, que recib¨ªa apoyo de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF), quedaron inutilizables. La estructura sufri¨® da?os irreparables, por lo que MSF decidi¨® reconstruir el edificio por completo, mejorando las instalaciones y servicios que exist¨ªan antes.
El nuevo hospital se inaugur¨® oficialmente en febrero de este a?o, devolviendo el acceso a la tan necesaria atenci¨®n materna a las 250.000 personas que conforman esta comunidad. Sin embargo, muchas de las instalaciones m¨¦dicas que resultaron da?adas en el terremoto no se han reparado adecuadamente y un gran n¨²mero de ellas permanecen cerradas. Por ello, el acceso a la atenci¨®n m¨¦dica en general y a la atenci¨®n maternoinfantil en particular sigue siendo muy limitado en este departamento.
Aunque la violencia que asola la capital de Hait¨ª, Puerto Pr¨ªncipe, est¨¢ muy lejos de la tranquila ciudad costera de Port-¨¤-Piment -a unos 150 kil¨®metros al suroeste-, los efectos de la misma se dejan sentir. Los cortes en la cadena de suministros han provocado que la escasez de medicamentos y materiales m¨¦dicos en hospitales y cl¨ªnicas sea una constante, y el bloqueo por un grupo armado de la principal terminal de combustible en el puerto de Puerto Pr¨ªncipe el a?o pasado caus¨® tambi¨¦n una grave escasez de combustible en esta regi¨®n; un problema que contin¨²a lejos de estar solucionado en un contexto en el que toda la capital est¨¢ hoy controlada por estos grupos.
Adem¨¢s, muchos m¨¦dicos de los departamentos rurales, incluidos los del departamento Sur, se han marchado a Puerto Pr¨ªncipe, mientras que otros muchos m¨¦dicos de Puerto Pr¨ªncipe han abandonado el pa¨ªs huyendo de la violencia. El terremoto de 2021 solo vino a agravar una situaci¨®n que ya antes era complicada, debido a la pobreza, a los a?os de inestabilidad que atraviesa el pa¨ªs, a las epidemias de c¨®lera que ha sufrido en los ¨²ltimos a?os y a las consecuencias de anteriores desastres naturales que han afectado a la regi¨®n. Varias organizaciones prometieron ayuda financiera y material para rehabilitar las estructuras m¨¦dicas que resultaron da?adas, pero estos esfuerzos est¨¢n tardando en materializarse y la realidad es que son muy pocos los edificios que han sido reparados o reconstruidos y menos a¨²n los servicios que se han puesto de nuevo en marcha.
Todos estos factores han dejado el sistema sanitario de esta parte del pa¨ªs en una situaci¨®n extremadamente precaria, con falta de suministros m¨¦dicos, personal e instalaciones adecuadas. Y ello, l¨®gicamente, repercute gravemente en la salud de la comunidad, especialmente en la de las mujeres embarazadas y los reci¨¦n nacidos, as¨ª como en la de los m¨¢s mayores y en la de otros colectivos vulnerables.
Hait¨ª tiene la tasa de mortalidad materna m¨¢s alta del hemisferio occidental, con 529 muertes por cada 100.000 partos. La mortalidad neonatal tambi¨¦n es muy alta, con 2.400 muertes por cada 100.000 beb¨¦s nacidos vivos (casi diez veces m¨¢s que la de Espa?a). Una de las razones principales es que pr¨¢cticamente dos de cada tres mujeres (un 64%) no dan a luz en centros sanitarios, lo que puede tener consecuencias fatales tanto para la madre como para el beb¨¦ si surgen complicaciones. Por eso es fundamental que los partos se produzcan con el apoyo de profesionales sanitarios, ya que una respuesta r¨¢pida y el poder contar con los medios adecuados puede significar la diferencia entre la vida y la muerte tanto para la madre como para el beb¨¦.
La nueva maternidad de Port-¨¤-Piment, que gestionamos conjuntamente con el Ministerio de Salud, cuenta ahora con un quir¨®fano para cirug¨ªa obst¨¦trica, en el que los m¨¦dicos pueden llevar a cabo ces¨¢reas, y un departamento de neonatolog¨ªa, equipado con una unidad de cuidados intensivos. Nuestro equipo tambi¨¦n proporciona servicios integrales de salud sexual y reproductiva, que incluyen la distribuci¨®n de anticonceptivos y consultas prenatales y postnatales, y presta apoyo a seis centros de salud en pueblos y aldeas de los alrededores de Port-¨¤-Piment. Tambi¨¦n colaboran con las redes de parteras tradicionales y con voluntarias de la comunidad, lo que nos permite superar el primer obst¨¢culo para lograr mejores resultados en todo lo relacionado con la salud materna: sensibilizar a las mujeres embarazadas y a sus familiares acerca de cu¨¢ndo deben buscar ayuda m¨¦dica.
Hace unos d¨ªas visit¨¦ el pueblo de Rendel, que se encuentra a una docena de kil¨®metros al norte de Port-¨¤-Piment. Para llegar all¨ª hay que seguir el cauce de un r¨ªo seco que atraviesa las monta?as, en medio de un paisaje majestuoso. Nuestro equipo, conformado por personal m¨¦dico y promotores de salud, va all¨ª una vez por semana. ¡°Rendel es uno de los seis lugares a los que apoyamos con educaci¨®n y promoci¨®n de la salud¡±, me contaba una de nuestras promotoras, Guerline Georges. ¡°Hablamos con las embarazadas sobre las principales causas de muerte relacionadas con el parto, como la eclampsia o el trastorno hipertensivo, y sobre c¨®mo detectar los s¨ªntomas para anticiparse a las complicaciones y buscar tratamiento r¨¢pidamente¡±.
Pude ver con mis propios ojos otro de los principales obst¨¢culos a los que se enfrentan las mujeres de Rendel: lo dif¨ªcil que puede llegar a ser el conseguir acceder a un centro sanitario cuando necesitan de esa atenci¨®n m¨¦dica de forma urgente. El departamento de Sud est¨¢ poco poblado y es muy habitual que el centro de salud m¨¢s cercano est¨¦ a m¨¢s de una decena de kil¨®metros, como ocurr¨ªa all¨ª. Adem¨¢s, a menudo las carreteras est¨¢n en mal estado y el transporte es caro. En el caso particular de Rendel, el lecho seco del r¨ªo que nosotros usamos como camino para llegar hasta all¨ª se llena de agua en la estaci¨®n de lluvias, por lo que las mujeres que quieren acudir hasta Port-¨¤-Piment pueden tardar muchas horas en llegar a pie hasta el centro de salud. Por desgracia, me explicaron mis compa?eros, han sido varias las parturientas que han muerto en los ¨²ltimos a?os mientras caminaban hacia un centro de salud desde poblaciones como esta, sucumbiendo a las complicaciones del parto antes de llegar al centro m¨¦dico.
Para solucionar estos problemas en la medida de lo posible, nuestros equipos est¨¢n instalando comit¨¦s de referencia en distintos pueblos, que nos ayudan a facilitar el transporte de las parturientas cuando estas lo necesitan. Y tambi¨¦n gestionamos un servicio de ambulancias con veh¨ªculos todoterreno.
En Rendel conoc¨ª a Alexis Leone, una mujer que tuvo la suerte de poder dar a luz de manera segura a pesar de las dificultades. ¡°Hace cuatro a?os, cuando estaba embarazada de mi primer hijo, los m¨¦dicos me dijeron que deb¨ªa ir al hospital si sent¨ªa alg¨²n dolor¡±, me contaba. ¡°De repente un d¨ªa empec¨¦ a sentirme mal, as¨ª que cog¨ª el camino del r¨ªo y fui andando a Port-¨¤-Piment para una consulta. Mi tensi¨®n era demasiado alta, por lo que los m¨¦dicos de MSF me trasladaron en ambulancia a un hospital que est¨¢ situado a una hora de distancia, donde di a luz. En Port-¨¤-Piment entonces no hab¨ªa los medios que hay ahora. Y si me hubiera quedado en Rendel, me dijeron que probablemente habr¨ªa muerto¡±.
La derivaci¨®n desde la anterior estructura de MSF en Port-¨¤-Piment a otro hospital salv¨® la vida de Alexis, pero mis compa?eros se hab¨ªan dado cuenta ya antes del terremoto de que organizar estas derivaciones se hab¨ªa vuelto cada vez m¨¢s dif¨ªcil, ya que los centros sanitarios a los que derivaban a los pacientes en la regi¨®n ten¨ªan dificultades para prestar servicios vitales, por falta de suministros, de personal y otros problemas. Esta es una de las razones por las que cuando decidimos reconstruir la maternidad decidimos tambi¨¦n mejorar los servicios que ten¨ªamos en Port-¨¤-Piment. Gracias a ello, los pacientes que antes eran derivados a otros centros para recibir atenci¨®n de mayor nivel ahora pueden ser tratados directamente en este centro, que ahora ofrece, por ejemplo, ces¨¢reas y transfusiones de sangre. Todo el mundo con el que te cruzas por aqu¨ª te comenta la grand¨ªsima mejora que supone para los habitantes de Port-¨¤-Piment y sus alrededores.
El elevado n¨²mero de pacientes que ha atendido el centro demuestra las enormes necesidades de las mujeres del departamento del Sur. En 2022, antes de abrir los nuevos servicios y con la maternidad todav¨ªa a medio reconstruir, nuestros equipos atendieron 700 partos. Y este a?o, de enero a finales de junio, el nuevo hospital ha atendido 527 partos, 60 de los cuales fueron ces¨¢reas. Y en este mismo periodo, un total de 159 beb¨¦s ingresaron en el hospital, 99 de ellos en la unidad de cuidados intensivos.
Sin embargo, como dec¨ªa antes, hay otras ciudades y pueblos del departamento del Sur -como Coteaux y Roche-¨¤-Bateau- en las que no se han reconstruido las instalaciones sanitarias que quedaron destruidas. En Coteaux, por ejemplo, el personal sanitario intenta trabajar en un centro de formaci¨®n, porque el centro de salud sigue en ruinas.
Si se quiere de verdad reducir las elevadas tasas de mortalidad materna y neonatal que hay en esta regi¨®n es necesario hacer mucho m¨¢s. Es imprescindible que toda mujer embarazada pueda dar a luz con un profesional sanitario formado, en una estructura adecuada y con los suministros necesarios. Y, para ello, otras organizaciones deben aumentar su ayuda, empezando por cumplir las promesas que hicieron tras el terremoto de 2021. Tambi¨¦n es necesario que lleguen m¨¢s fondos para poder ayudar al Gobierno a pagar los salarios del personal sanitario en las zonas remotas. Es la ¨²nica manera de que no sigan y¨¦ndose y de que otros quieran venir a trabajar aqu¨ª. Y es la ¨²nica forma de disminuir las tasas de mortalidad de las mujeres embarazadas en esta zona de hait¨ª.
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