El ajuste de Milei asfixia a la ciencia: investigadores temen nueva fuga de cerebros
A los despidos, se suma el ahogo financiero de las instituciones cient¨ªficas argentinas. ¡°Nos quedan recursos para dos meses. Lo cuento tranquila porque ya llor¨¦¡±, dice la directora del Instituto Ferreyra, en C¨®rdoba
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El sistema argentino de ciencia y tecnolog¨ªa enfrenta el peor ajuste en su historia, entre despidos arbitrarios, recortes de becas y fondos para financiar proyectos, y falta de recursos para sostener los institutos. En la nueva Argentina que impulsa el ultraderechista Javier Milei, los investigadores son calificados de ¡°par¨¢sitos¡±. Y aunque las autoridades aseguran que se est¨¢ llevando a cabo una reestructuraci¨®n, no imparten lineamientos a los organismos cient¨ªficos, al tiempo que se multiplica el temor a una nueva ¡°fuga de cerebros¡± como ya ocurri¨® en el pasado con la expulsi¨®n de miles de cient¨ªficos al exterior.
¡°Veo un futuro negro¡±, dice la bioqu¨ªmica Raquel Chan, quien dedic¨® m¨¢s de una d¨¦cada a investigar la resistencia de diversos cultivos a la sequ¨ªa, uno de los grandes problemas que enfrenta el planeta y que sacudi¨® de lleno a la econom¨ªa argentina en 2023, con una ca¨ªda de las exportaciones evaluada en cerca de 18.000 millones de d¨®lares. Desde el Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas (Conicet), Chan desarroll¨® el trigo HB4, gen¨¦ticamente modificado para resistir al estr¨¦s h¨ªdrico y, junto a una empresa privada, escal¨® el proyecto que comenz¨® a ser utilizado en el pa¨ªs tres a?os atr¨¢s. Ahora esas semillas se exportan y generan divisas a un pa¨ªs marcado por la restricci¨®n externa. Chan, que en 2023 recibi¨® el premio Konex de Platino, hoy teme un desmantelamiento del sistema cient¨ªfico. ¡°S¨®lo hay ajuste, ninguna medida corrige errores previos ni marca un camino mejor. Va a haber una fuga de cerebros¡±, advierte en di¨¢logo con Am¨¦rica Futura.
Radiograf¨ªa del sistema cient¨ªfico
Compuesto por una decena de ¨¢reas, el sistema argentino de ciencia y tecnolog¨ªa tiene un protagonista central: el Conicet, creado en 1958 por el Gobierno de facto de Pedro Aramburu, con el antecedente del Conityc, impulsado por Juan Domingo Per¨®n en su primer mandato. Ni bien asumi¨®, Milei elimin¨® el Ministerio de Ciencia y lo degrad¨® a una Secretar¨ªa conducida por Alejandro Cosentino, un licenciado en Administraci¨®n de Empresas sin experiencia en el campo cient¨ªfico. El Conicet, por su parte, qued¨® en manos del veterinario Daniel Salamone, experto en clonaci¨®n de animales.
Conicet tiene 28.000 empleados, entre investigadores (11.800), becarios de doctorado y postdoctorado (11.800), t¨¦cnicos (2.900) y personal administrativo (1.900). Alrededor de 10.000 tienen contratos temporales que se renovaban a?o a a?o. Tras la llegada de Milei al poder, la renovaci¨®n comenz¨® a ser trimestral o semestral. Entre finales de marzo e inicios de abril, hubo m¨¢s de 150 despidos, en el marco de un plan de ajuste generalizado que provoc¨® al menos otras 12.000 cesant¨ªas en ¨¢reas del Estado y que, seg¨²n el propio presidente, alcanzar¨¢ a 70.000 empleados.
De los 24.000 investigadores, la gran mayor¨ªa investiga en ciencias duras y un cuarto proviene de las sociales. Un mes atr¨¢s, el organismo fue distinguido por sexto a?o consecutivo como la mejor instituci¨®n cient¨ªfica de Am¨¦rica Latina, de acuerdo con el ranking Scimago Institutions.
A los despidos se suma el ahogo financiero, ya que el Gobierno de Milei opera con el mismo presupuesto que en 2023, sin ampliar partidas tras la devaluaci¨®n del 50 % que aplic¨® al asumir. Ahora los institutos luchan para hacer frente al pago de tarifas de luz, que llegaron con aumentos en torno al 150% desde marzo, y enfrentan dificultades para la compra de elementos importados, como reactivos y equipos. En muchos casos, contin¨²an trabajando con materiales adquiridos el a?o pasado.
Al mismo tiempo, investigadores explican que si se profundiza el plan de despido a empleados administrativos no se podr¨¢ sostener la contabilidad ni el pago de salarios. ¡°Nos quedan recursos para dos meses, nada m¨¢s, lo cuento tranquila porque ya llor¨¦¡±, dice Carolina Touz, doctora en ciencias qu¨ªmicas y directora del Instituto Ferreyra, ubicado en la provincia de C¨®rdoba, un centro de referencia en biomedicina y ciencias biom¨¦dicas especializado en neurobiolog¨ªa que investiga tratamientos contra el alzh¨¦imer, el mal de p¨¢rkinson y el s¨ªndrome de Down.
Un futuro sombr¨ªo
Touz tambi¨¦n teme una fuga de cerebros masiva en el corto plazo y pone el foco en los m¨¢s j¨®venes. ¡°No se sabe qu¨¦ condiciones habr¨¢ en un futuro. La ciencia b¨¢sica siempre surge apoyada por el Estado. No hay ning¨²n pa¨ªs que no la respalde¡±, resume con preocupaci¨®n. Chan agrega que todos los pa¨ªses que han progresado lo hicieron gracias a la inversi¨®n en ciencia y t¨¦cnica, ¡°a¨²n los pa¨ªses con gobiernos de derecha¡±, insiste. ¡°Israel, Estados Unidos, Francia, Alemania o Corea no son comunistas e invierten porque es el motor del desarrollo¡±, resalta tratando de contrarrestar los argumentos de Milei.
Con el plan ¡°motosierra¡± implementado por el presidente, Argentina va en contra del camino que han recorrido los pa¨ªses de la regi¨®n y el mundo, e incluso contra una ley sancionada en 2023 que prev¨¦ llevar la inversi¨®n en ciencia del 0,52 % del PBI al 1,7 % de cara a 2030.
En la Secretar¨ªa de Ciencia, se paraliz¨® el gasto p¨²blico en un 100 %, seg¨²n un informe del Centro de Econom¨ªa Pol¨ªtica Argentina, que analiz¨® las partidas. Lino Bara?ao, exministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa de los gobiernos de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner y Mauricio Macri, tacha de ¡°brutal¡± el recorte y detalla que hasta el 26 de marzo apenas se hab¨ªa ejecutado un 0,63 % del presupuesto anual de la secretar¨ªa.
¡°Se desmorona una estructura que llev¨® mucho tiempo armar¡±, lamenta en di¨¢logo con Am¨¦rica Futura, y pone el acento en el ¡°desaliento¡± que provoca entre investigadores la disminuci¨®n de becas ¨C pasaron de 1.300 en 2023 a 600 asignadas para 2024¨C ,el congelamiento de promociones y el recorte de fuentes de financiamiento. ¡°Los m¨¢s j¨®venes buscar¨¢n otros destinos y probablemente ocurra una fuga de cerebros¡±, concluye.
Ante la consulta de Am¨¦rica Futura, la Secretar¨ªa de Ciencia dependiente de la Jefatura de Gabinete neg¨® que el recorte provoque el cierre de ¨¢reas vinculadas al ecosistema cient¨ªfico y se?al¨® que el Conicet ¡°est¨¢ en un proceso de reestructuraci¨®n igual que toda la administraci¨®n p¨²blica¡±. ¡°El objetivo es trabajar junto con la comunidad de cient¨ªficos para ampliar oportunidades a trav¨¦s de una vinculaci¨®n p¨²blico-privada que permita alcanzar nuevos niveles de excelencia¡± para ¡°generar innovaci¨®n, desarrollo tecnol¨®gico y crecimiento econ¨®mico sostenible¡±.
¡°Las decisiones que se han tomado forman parte de una de las promesas de gesti¨®n, por las cuales se est¨¢ reduciendo la dotaci¨®n de empleados estatales con el objetivo de lograr una administraci¨®n menos deficitaria¡±, asegur¨® ese departamento. Respecto de la ca¨ªda en la cantidad de becas otorgadas, afirm¨® que ¡°no son una suma fija y determinada, por lo que pueden sufrir variaciones a lo largo del tiempo¡±.
Ataques, cr¨ªticas y despidos
El temor a que se profundicen el ajuste y los despidos se multiplica en todos los organismos donde se produce ciencia. ¡°Es dif¨ªcil calcular la magnitud del cientificidio¡±, plantea Germ¨¢n Pinazo, vicerrector de la Universidad Nacional General Sarmiento, doctor en Ciencias Sociales e investigador del Conicet. ¡°Hay un recorte sin precedentes, desmantelamiento de programas y destrucci¨®n de universidades y sus presupuestos destinados a l¨ªneas de desarrollo¡±, se?al¨®, y alert¨® por la situaci¨®n del sistema educativo superior: ¡°Estamos haciendo un esfuerzo para no cerrar, hemos dado de baja ofertas culturales y posgrados y, si aumenta mucho la tarifa de la luz, no la podremos pagar¡±. ¡°?Si los Estados no financian las ciencias sociales, qui¨¦n va a encargar de pensar la historia de los pa¨ªses, los derechos y las problem¨¢ticas?¡±, se pregunta.
Mauro Greco, licenciado en comunicaci¨®n social, investigador del Conicet y autor de trabajos que analizan el rol de las ciencias sociales en tiempos de ajuste, pone el foco en el ataque a las investigaciones de humanidades. ¡°Milei ataca a todo lo que no da un resultado inmediato. Quieren investigaci¨®n aplicada como si fuera posible sin investigaci¨®n b¨¢sica¡±, reflexiona.
¡°Me preocupa que volvamos a atravesar otro per¨ªodo como el que ya vivimos¡±, dice Bara?ao. ¡°En la d¨¦cada de 1960, Argentina lideraba el desarrollo cient¨ªfico de la regi¨®n. Con el golpe militar, los investigadores se fueron, perdimos nosotros y ganaron nuestros vecinos en Latinoam¨¦rica. Se demor¨® casi 20 a?os en recuperar el nivel que tuvimos. Lo que tenemos en recursos humanos es m¨¢s valioso que el litio y el cobre. No hay que mirar a la ciencia como un valor cultural, hay que pelear por vincularla a la econom¨ªa¡±.
Por si fuera poco, los investigadores est¨¢n bajo el asedio de los seguidores del presidente en las redes sociales, donde los tachan de ¡°par¨¢sitos del Estado¡±. La invenci¨®n no es una novedad si se tiene en cuenta que en la campa?a, Milei prometi¨® cerrar o privatizar el Conicet. ¡°?Qu¨¦ productividad tienen, qu¨¦ han generado? La productividad es bastante cuestionable¡±, dispar¨®. Carolina Touz, quien se ha especializado a estudiar el comportamiento de los par¨¢sitos, no duda en responder: ¡°Es muy doloroso que nos descalifiquen de ese modo. Somos los ¨²nicos empleados p¨²blicos a los que eval¨²an cada dos a?os para renovarnos, ponemos plata de nuestros bolsillos y trabajamos los fines de semana¡±.
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