Desplazados en nombre de la seguridad: Hait¨ª despoja de sus viviendas a m¨¢s de 900 familias
En medio de la violencia de las pandillas, las autoridades desalojan a m¨¢s de 7.000 personas para proteger el aeropuerto internacional al que llegar¨¢n las fuerzas policiales de Kenia que apoyar¨¢n las tareas de pacificar el pa¨ªs
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Ga?lle Moulante es madre de seis hijos y sobreviviente de la violencia de las pandillas que azota su pa¨ªs, Hait¨ª. ¡°Los bandidos entraron a mi casa, me violaron a m¨ª y a mi hija, y me infectaron con el VIH. Ahora estoy en este centro de refugio porque nos quitaron nuestro hogar para demolerlo. No tengo a d¨®nde ir¡¡±, explica esta se?ora de 57 a?os que asegura ¡°estar enloqueciendo¡± e incluso haber pensado en el suicidio: ¡°La inseguridad me lo quit¨® todo y el Gobierno tambi¨¦n¡±.
Como Ga?lle, un n¨²mero creciente de personas se han convertido en v¨ªctimas colaterales de la escalada de violencia que ha causado desplazamientos masivos dentro y fuera del pa¨ªs. Se calcula que al menos 1.700.000 haitianos viven en el exterior, seg¨²n los ¨²ltimos datos publicados por la ONU. Sin embargo, un 2% de los 362.000 desplazados internos se han mantenido a la sombra. Seg¨²n la Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos en Hait¨ª (Rnddh), 7240 haitianos han sido v¨ªctimas de las demoliciones que el Gobierno llev¨® a cabo en m¨¢s de 900 casas situadas a 40 metros de los alrededores del Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture.
El objetivo de esta operaci¨®n es garantizar la protecci¨®n de los pasajeros y el personal, seg¨²n la versi¨®n oficial. Esta tambi¨¦n indica que estas demoliciones est¨¢n ligadas a la preparaci¨®n del pa¨ªs ante la llegada en las pr¨®ximas semanas de mil polic¨ªas kenianos para frenar la violencia contra las pandillas que, seg¨²n la ONU, controlan m¨¢s del 80% de la capital.
Tabarre, el distrito en el que se encuentra el aeropuerto de Puerto Pr¨ªncipe, empez¨® el 29 de mayo la tercera etapa del proyecto de demolici¨®n que arranc¨® en abril. Todas las casas ubicadas a 40 metros de la terminal ser¨¢n derribadas antes del pr¨®ximo mes, cuando llegue la Misi¨®n de Apoyo en Seguridad en Hait¨ª. La casa de Ga?lle ya no existe. Zonas como Foyer Divin, Sarthe, Lakou Malot y Drouillard est¨¢n afectadas por esta medida, seg¨²n ha confirmado la alcaldesa de Tabarre, Nice Simon. ¡°El objetivo de este proyecto ha sido ampliar y garantizar la seguridad del aeropuerto hasta llegar a la carretera nacional principal¡±, dice.
Buscar responsables parece una tarea imposible. Seg¨²n las autoridades locales, este proceso forma parte de una pol¨ªtica de seguridad y modernizaci¨®n de las infraestructuras aeroportuarias en Hait¨ª. Por su parte, el ministro de la Defensa, Enold Joseph, asegur¨® que las aerol¨ªneas hab¨ªan solicitado la demolici¨®n para reanudar sus vuelos, exigiendo la protecci¨®n del aeropuerto atacado previamente por las pandillas desde estas propiedades. Pero tanto un miembro del personal del aeropuerto, qui¨¦n pidi¨® no ser identificado por su seguridad, como el director general de la Oficina Nacional de Aviaci¨®n Civil, Laurent Joseph Dumas, informaron al diario nacional Le Nouvelliste sobre posibles construcciones de bodegas para la base militar que se necesita en el pa¨ªs para la intervenci¨®n de las fuerzas multinacionales .
La primera etapa concluy¨® en abril con la expulsi¨®n de 183 familias. Cada una de ellas debi¨® haber recibido una indemnizaci¨®n que oscila entre los 3.700 y 240.000 d¨®lares, seg¨²n el compromiso que asumi¨® el ministerio de Econom¨ªa y Finanzas. Sin embargo, muchos damnificados denuncian no haber obtenido ninguna ayuda, incluida Ga?lle. Desde el 29 de marzo, vive en una escuela convertida en un refugio improvisado. En aulas de 20 metros cuadrados, viven unas 30 personas. Cada una cuenta con dos colchonetas por familia.
Estos desplazados internos viven entre monta?as de basura en el patio, charcos de agua estancada invadidos por moscas, vendedoras de comida r¨¢pida, clientes enga?ando su hambre con la nariz en un plato escaso, idas y venidas de una multitud de gente, j¨®venes jugando al domin¨® y mujeres agachadas frente a cubetas de pl¨¢stico preparando ma?s moulu -una especie de polenta al estilo haitiano- para alimentar a cuantas personas puedan recibir un plato. Ese es un d¨ªa en la entrada del campamento del antiguo edificio del Ministerio de Educaci¨®n Nacional.
Unos pasos m¨¢s all¨¢, a lo largo de las carpas donde se hacinan las familias desalojadas, una mujer de mediana edad mata el tiempo en un aula. Hundida en un sill¨®n, Analouise Almonor conversa con su marido en situaci¨®n de discapacidad. Su conversaci¨®n gira en torno a esta gran dificultad y al alto costo para satisfacer sus necesidades fisiol¨®gicas. El Liceo Marie-Jeanne, el Liceo des Jeunes Filles y el Liceo Ant¨¦nor Firmin son otras escuelas que acogen desplazados.
¡°Empezar con el pie izquierdo¡±
Abandonadas y cubiertas de vegetaci¨®n y maleza. As¨ª est¨¢n las instalaciones de la Misi¨®n de Estabilizaci¨®n de Naciones Unidas en Hait¨ª (Minustah) en Puerto Pr¨ªncipe a tres kil¨®metros del aeropuerto, una operaci¨®n que, desde su llegada al pa¨ªs, ha sido controvertida.
Las fuerzas extranjeras llegaron a Hait¨ª en 2004 tras la destituci¨®n del expresidente Jean-Bertrand Aristide para poner fin a la violencia que hab¨ªa atrapado al pa¨ªs en medio del caos pol¨ªtico. Y si bien algunos funcionarios de la ONU elogiaron la misi¨®n por restablecer el orden en el pa¨ªs y fortalecer las instituciones democr¨¢ticas, muchos haitianos argumentan que caus¨® m¨¢s da?os que beneficios como su responsabilidad en el brote de c¨®lera de 2010 o los esc¨¢ndalos de abuso sexual.
Por eso, los activistas van con pies de plomo ante esta nueva operaci¨®n. ¡°Tenemos hasta ahora 50 denuncias de familias afectadas¡±, declar¨® Rosy Auguste, de la RNDDH. ¡°Lo perdieron todo, no tuvieron tiempo ni siquiera de sacar sus pertenencias¡±. Para Pierre Esp¨¦rance, director de la entidad, esta es una forma de ¡°empezar con el pie izquierdo¡± esta intervenci¨®n. ¡°Los fondos del ministerio de econom¨ªa y finanzas no van a poder cubrir a todas las familias que fueron despojadas de sus vidas para beneficiar la base militar de fuerzas internacionales¡±. Tras publicar el dossier sobre esta investigaci¨®n, Esp¨¦rance ha recibido varias amenazas de los grupos armados que controlan la capital haitiana y otras an¨®nimas.
El control del aeropuerto es fundamental tanto para el Gobierno como para las pandillas, que en febrero intentaron tomarlo para evitar que el ex primer ministro Ariel Henry regresara al pa¨ªs. El grupo armado de ¡°Viv Ansanm¡± -Vivir Juntos- trat¨® de hacerse con la terminal el 4 de marzo, contra la que lanz¨® un ataque armado en un operativo tras varios d¨ªas de ofensivas coordinadas en la capital que llevaron a la fuga de miles de presos, incluidos varios miembros de pandillas.
El desplazamiento interno, un fen¨®meno sin precedentes
De febrero a abril, los bandi (como llaman los haitianos en creole a los pandilleros) lanzaron varios ataques armados en la capital haitiana. Saquearon casas y causaron desorden y desplazaron a 5.100 personas, seg¨²n los registros de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM). Un a?o antes, m¨¢s de 90.000 personas se vieron obligadas a abandonar la capital, y otras 95.000 dejaron la zona metropolitana de Puerto Pr¨ªncipe para instalarse en otras localidades del pa¨ªs.
Ga?lle es una de esas desplazadas. Acudi¨® al Lyc¨¦e des Jeunes Filles con sus seis hijos, una escuela que se ha convertido en el hogar de m¨¢s de 1.700 personas que perdieron sus casas. Pero estos lugares no est¨¢n preparados para recibir a familias que huyen de la violencia. Las condiciones de higiene y saneamiento son deplorables. Un comunicado del Ministerio de Educaci¨®n revela que el 34% de estos centros no tienen ning¨²n ba?o y el 66% tienen ba?os colectivos en mal estado o no funcionales. Adem¨¢s, solo tienen acceso a agua potable el 20% del tiempo. ¡°Solo tenemos agua cuando los camiones cisterna pueden traerla¡±, le dice Jean Luque Chanel, l¨ªder del campo de refugiados del Liceo Jeunes Filles a Am¨¦rica Futura.
El desplazamiento no ha hecho m¨¢s que aumentar los riesgos a los que est¨¢ expuesta la poblaci¨®n haitiana en su vida cotidiana. Las decenas de miles de desplazados se han vuelto cada vez m¨¢s vulnerables. ¡°La situaci¨®n se agrav¨® con la temporada de lluvias, que provoc¨® fuertes inundaciones en algunas zonas de Puerto Pr¨ªncipe y la reaparici¨®n de casos de c¨®lera¡±, a?adi¨® Auguste.
Ga?lle ha perdido la esperanza en el Consejo Presidencial de Transici¨®n (CPT) - el Gobierno que se encargar¨¢ de celebrar comicios en un plazo de dos a?os- pero tambi¨¦n en las intervenciones internacionales: ¡°?C¨®mo es posible que nos sucedan todas estas cosas por proteger a los extranjeros? ?Qui¨¦n nos protege a nosotros?¡±. Ahora solo se aferra a su ¡°nueva familia¡±, las personas con quien comparte el d¨ªa a d¨ªa en el campamento de refugiados, donde muchos esperan la salvaci¨®n.
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