Desnutrici¨®n cr¨®nica en Guatemala: ¡°Uno de cada dos ni?os no tiene los nutrientes para que su cerebro se forme¡±
Dos expertos que buscan combatirla se adentran en el panorama que condena a miles de ni?os, especialmente de comunidades ind¨ªgenas, a la pobreza
En los territorios m¨¢s remotos de Guatemala, en sus zonas rurales de dif¨ªcil acceso, las peque?as tiendas que surten de alimentos a la poblaci¨®n est¨¢n llenas de refrescos azucarados y bolsas de colores vibrantes, con personajes famosos de la televisi¨®n, llenas de chips vac¨ªos en nutrientes. Comprar comida fresca es muy costoso para el promedio de la poblaci¨®n y con los pocos quetzales que tienen, prefieren consumir algo que en apariencia es m¨¢s atractivo y aspiracional que un plato de verduras.
Los saberes que alg¨²n d¨ªa les permitieron a estos pueblos cultivar su ma¨ªz y frijol, sus cereales y frutas se han ido desvaneciendo desde la Colonia, al punto que ya pocos saben lo que es autoabastecerse de la tierra. La baja calidad del agua y la dificultad de tener condiciones sanas para cocinar o para poder proporcionar ba?os regulares a los m¨¢s peque?os son factores que se suman a este complejo cuadro que hace que Guatemala sea hoy el pa¨ªs con la sexta prevalencia m¨¢s alta de desnutrici¨®n cr¨®nica en el mundo y el primero en la regi¨®n.
¡°Una estad¨ªstica nacional de 2014 dice que en Guatemala uno de cada dos ni?os tiene desnutrici¨®n cr¨®nica¡±, alerta Jos¨¦ Silva, director del programa Guatemaltecos por la Nutrici¨®n, quien explica: ¡°Esto quiere decir que uno de cada dos ni?os no tiene los macronutrientes adecuados para que su cerebro termine de formarse. El impacto de eso en la vida del ni?o es que no tendr¨¢ las herramientas para tener un desarrollo. Ser¨¢n ni?os sujetos a la pobreza¡±.
En las noticias, la desnutrici¨®n aguda, esa que se ve en s¨ªntomas m¨¢s alarmantes como la evidencia de los huesos de los peque?os y sus barrigas infladas, acapara m¨¢s titulares porque es la responsable de que decenas de ni?os mueran al a?o. La desnutrici¨®n cr¨®nica es un fen¨®meno m¨¢s silente, pero no por eso menos da?ino.
¡°Si comparas a dos ni?os con 4 a?os, y uno est¨¢ bien nutrido y el otro mal, es f¨¢cil notar que esos dos ni?os nunca van a tener el mismo futuro. El que est¨¢ mal nutrido no va a estudiar en el colegio ni a salir de la pobreza. Los cient¨ªficos dicen que a los 2 a?os el 80% de nuestro cerebro ya est¨¢ desarrollado, entonces la deficiencia de nutrientes y vitaminas a temprana edad es una condena de por vida. La nutrici¨®n es la base de todo. Los programas de educaci¨®n no van a tener un efecto si los ni?os no est¨¢n mejor nutridos¡±, sentencia por su parte la alemana radicada en Guatemala Lilli Ebner-Stoll, quien ante las cifras cr¨ªticas de desnutrici¨®n cre¨® con comunidades locales Nutrilisto, un suplemento de mantequilla de man¨ª fortificado que se vende hoy en los lugares m¨¢s rec¨®nditos del pa¨ªs.
Pero, ?c¨®mo fue que un pa¨ªs que est¨¢ lejos de ser des¨¦rtico, un pa¨ªs que, a pesar de algunos embates del cambio clim¨¢tico, goza de verdor y de monta?a, lleg¨® a estos grados de desnutrici¨®n cr¨®nica? Jos¨¦ Silva, que lleva a?os trabajando en el territorio para combatir este flagelo, intenta analizar el fen¨®meno: ¡°Somos un pa¨ªs complejo y ha habido muchos retos para implementar los cientos de programas que, en el papel, han querido combatir la desnutrici¨®n cr¨®nica. Las comunidades viven en territorios de dif¨ªcil acceso, hablan su propio idioma, hay una complejidad en llevar infraestructura, ha habido un abandono hist¨®rico del Estado, hay una alta prevalencia de embarazos en ni?as y adolescentes que no saben nutrirse y ahora tienen la responsabilidad de nutrir a otro ser humano¡±, asegura.
Otro factor que se suma es que las zonas rurales, por ejemplo en la zona cafetera en donde trabaja el programa Guatemaltecos por la Nutrici¨®n, son lugares en donde ya no se encuentran trabajadores para los cultivos. ¡°Los j¨®venes ya no quieren trabajar la tierra. Como esta parte del pa¨ªs colinda con M¨¦xico, todos los j¨®venes quieren emigrar. Los hombres en capacidad de trabajo se van y env¨ªan las remesas¡±, explica Silva, quien asegura que con ese dinero que entra, antes que invertir en comer bien, las familias quieren tener celulares y redes sociales. ¡°La producci¨®n agr¨ªcola se ha visto afectada por un nuevo modelo social, estamos ense?¨¢ndoles a sembrar, cuando eso en el pasado se aprend¨ªa ah¨ª¡±.
Lilli Ebner-Stoll, de Nutrilisto, coincide en que el problema va m¨¢s all¨¢ de la pobreza: ¡°En ¨¢reas rurales, como la infraestructura no es buena, no hay d¨®nde almacenar productos frescos, no hay frutas, ni verduras, entonces solo hay productos enlatados. Se perdieron muchos conocimientos por la migraci¨®n interna y esa p¨¦rdida de cultura se junt¨® con la industria del fast food, tan atractiva, tan aspiracional, que hace que cuando tienes la opci¨®n de invertir 10 quetzales en una canasta de frutas o en una soda, muchos eligen la soda, porque les da la sensaci¨®n de que les da energ¨ªa¡±.
Un problema sobrediagnosticado clama por soluciones
El problema de la desnutrici¨®n cr¨®nica, que en Guatemala alcanza el 46% de la poblaci¨®n y que se eleva al 60% en zonas en donde hay m¨¢s prevalencia de comunidades ind¨ªgenas, parece rebosar en datos y en diagn¨®sticos, pero reclama con urgencia la implementaci¨®n de acciones que puedan marcar un verdadero cambio en la vida de miles de ni?os condenados por su mala nutrici¨®n.
¡°Con las investigaciones hechas por el programa Guatemaltecos por la Nutrici¨®n, nos dimos cuenta de que la desnutrici¨®n no es aleatoria, sino que responde a un modelo de 19 factores cr¨ªticos que calificamos en cinco puntos. Si no hay atenci¨®n primaria en salud, si no hay acciones sobre educaci¨®n nutricional, si no hay mejoras en saneamientos ambiental y calidad del agua, si no hay producci¨®n, disponibilidad, aprovechamiento biol¨®gico de alimentos y si el recurso monetario que llega no se usa adecuadamente, entonces hay desnutrici¨®n¡±, explica Jos¨¦ Silva quien asegura que los modelos asistencialistas no han servido de nada y, por el contrario, han perpetuado modelos problem¨¢ticos en donde las familias prefieren mantener la malnutrici¨®n de sus peque?os para seguir recibiendo los bonos y las ayudas.
Cuando Lilli Ebner-Stoll lleg¨® a Guatemala empez¨® a indagar en qu¨¦ soluciones globales se podr¨ªan aplicar localmente para poder tener un verdadero impacto en la curva de desnutrici¨®n y se top¨® con el proyecto Maniplus del antrop¨®logo Ted Fisher: ¡°?l trajo el concepto de la mantequilla de man¨ª fortificada, que llevan d¨¦cadas us¨¢ndola en situaciones de crisis en Siria, Afganist¨¢n y Gaza para ayudar a ni?os y adultos. La mantequilla de man¨ª tiene varios beneficios. Para que tu cuerpo pueda absorber bien las vitaminas, necesitas una forma de grasa para mejorar la biodisponibilidad, no es lo mismo tomarte una pastilla que si las vitaminas est¨¢n incorporadas en un veh¨ªculo como la mantequilla. Adem¨¢s, es una buena fuente de prote¨ªna y tiene un sabor fuerte, eso ayuda a enmascarar el sabor del hierro y el zinc para que sea amigable al paladar. Finalmente, de los frutos secos, el man¨ª es el m¨¢s barato y tiene larga vida¡±.
A pesar de las ventajas del suplemento, este no se hab¨ªa podido seguir distribuyendo en Guatemala por falta de financiaci¨®n. Fue ah¨ª cuando esta alemana tuvo la idea de volverlo un producto de consumo, que a muy bajo costo (3 d¨®lares, es decir, 25 quetzales por el paquete para una semana) le permitiera a las familias consumirlo sin depender de que alguien se los proveyera. As¨ª naci¨® Nutrilisto.
¡°Necesit¨¢bamos que fuera un producto que pudiera ser accesible, tuvimos que pensar en empaquetarlo, volverlo bonito, apetecible, jugando con los elementos propios de ese deseo. Todo lo hemos cocreado con las familias: el sabor, los materiales. Desde el principio elegimos los empaques dibujados con madres y abuelas que no leen, porque la barrera lectoescritural es muy alta. Las realidades son muy distintas¡±, explica Ebner-Stoll que sabe que su apuesta no es una soluci¨®n estructural, pero al menos s¨ª les permite ganar tiempo a los ni?os para que se nutran mejor mientras se hacen cambios m¨¢s ambiciosos en toda Guatemala.
Por su parte, los campamentos de Guatemaltecos por la Nutrici¨®n que planean estar durante tres a?os en diferentes territorios ya han entregado 12.000 servicios que van desde consultas m¨¦dicas, laboratorios, talleres de promotores educacionales, hasta diplomados en producci¨®n de alimentos. ¡°En un a?o inscribimos a 800 ni?os menores de dos a?os y del total de ni?os inscritos hemos logrado recuperar al 80%¡±, concluye Silva, consciente de que lo que se haga tendr¨¢ que seguir siendo replicado por la comunidad y apoyado por el Estado.
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